Grasa, cera y aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno

No podemos echar cualquier tipo de lubricante por toda la bicicleta. Hay partes que requieren grasa, otras aceite o cera… Te aconsejamos dónde y cómo usar cada una de ellas para engrasar correctamente tu MTB.
Grasa, cera y aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno
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autor mtbpro J. Daniel Hernández
autor de las fotos Archivo

fecha18/08/2023


Aunque llevar un correcto mantenimiento de la bicicleta es fundamental durante todo el año, en esta época del año adquiere una importancia capital, ya que el barro y el agua son enemigos naturales de nuestra bici, especialmente de las partes móviles de la transmisión. Pero no vale que le echemos cualquier tipo de lubricante, cada zona tiene unos requerimientos específicos y no podemos aplicar grasa donde es recomendable aceite o cera.

También debemos elegir correctamente en función del terreno en el que nos movamos. No son las mismas necesidades las de un biker del sur de España, más soleado y cálido, que uno del norte, en el que el barro y la lluvia son mucho más habituales. Tampoco lo son si estamos en una época seca, en la que el polvo es el protagonista, que en una época de lluvias.

Grasa, cera, aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno

Pero hay un paso muy importante que debemos hacer antes de engrasar la bicicleta, y es limpiarla y secarla correctamente. Por cierto, estas tareas son recomendables hacerlas después de cada salida, nunca debemos guardarla sucia, llena de barro y polvo, y limitarlos a echarle grasa a la cadena justo antes de salir.

Grasa para bicicletas

La grasa para bicicletas es el lubricante más consistente y se debe utilizar para las partes con rodamientos o roscas, ya que, además de lubricar, con ella se busca conseguir cierta estanqueidad de la zona y protección frente al agua y la corrosión. Es conveniente utilizar siempre grasa para bicicletas, ya que su contenido en litio (un agente que se utiliza como espesante pero que es agresivo con algunas piezas plásticas o de goma) es muy bajo o, directamente, inexistente.


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Las zonas a aplicar grasa son la dirección, los bujes, el pedalier y la tornillería. Los tornillos son los grandes olvidados a la hora de hacer el mantenimiento de nuestras Mountain Bikes, sin embargo, debemos aplicarle un poco de grasa para preservarlos de la oxidación, especialmente a los más expuestos (tija, potencia, dirección, portabidón…).

Grasa, cera, aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno

En los cuadros de aluminio con tijas de aluminio también se puede utilizar la grasa para bicicletas para evitar la corrosión galvánica y una posible fusión de ambas partes. En caso de que una de ellas (cuadro o tija), o las dos, sean de carbono, habría que usar una pasta especial para carbono, menos agresiva con este material que, además, no necesita lubricarse de la misma manera que el metal. Antes de aplicar la grasa debemos limpiar bien la zona, retirando con un papel los restos de suciedad y grasa antigua.

Existe otro tipo de grasa, la grasa con Teflón, que está recomendada para los pivotes de la suspensión y los casquillos de fricción, ya que es un tipo de lubricante de baja fricción. Este tipo de grasa (aunque es mejor si es aceite con Teflón) también se puede utilizar para las fundas y los cables.

Grasa, cera, aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno

Aceite ¿en spray o líquido?

El aceite es el lubricante más utilizado en ciclismo, ya que se aplica por multitud de partes de la bicicleta. Por eso es habitual que nos encontremos aceites cada vez más específicos, diferenciándose especialmente para invierno y para verano (o para ambientes secos y para húmedos). Esta diferenciación es lógica si tenemos en cuenta las distintas necesidades de las que antes hablaba.

Un aceite para verano o seco suele ser más rico en teflón o partículas cerámicas, son más líquidos, y además de lubricar, buscan repeler el polvo y proteger las partes metálicas de éste. Este tipo de aceite se denomina lubricante seco, ya que se seca rápidamente y se solidifica creando una capa protectora entre las partes metálicas. Precisamente por estas cualidades son menos resistentes al agua y la humedad y nos exigirá una mayor frecuencia de lubricado.

Grasa, cera, aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno

Los aceites para invierno son más densos, ya que tienen mayor cantidad de aceite para proteger más del agua y el barro. Son lubricantes húmedos y aunque su poder lubricante es mayor, también lo es la capacidad de atraer el polvo y la suciedad, por lo que tendremos que ser más escrupulosos en la limpieza. Si usamos lubricantes húmedos en terrenos secos, lo que acabaremos consiguiendo es que se forme una pasta con el polvo del ambiente.


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Una vez conocemos las características básicas del aceite como lubricante, podemos plantearnos dónde usarlo correctamente en nuestra bicicleta (en todas las partes metálicas móviles, especialmente la transmisión) y si nos conviene más un spray o un líquido. Normalmente los aceites en spray son más baratos, pero también genéricos y es difícil encontrar específicos para calor o humedad. Suelen ser más cómodos de aplicar, pero también más sucios y si los usamos debemos tener mucho cuidado de no salpicar, por ejemplo, los frenos (discos y pistones), ya que podríamos echarlos a perder.

Grasa, cera, aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno

Los aceites líquidos, además de ser más específicos y caros, nos permiten un mayor control de la cantidad y la zona en la que lo vamos a aplicar. En realidad es el tipo de lubricante que cualquier ciclista debería usar, ya que los aerosoles se dispersan con mayor facilidad, mientras que con uno líquido nos aseguraremos de alcanzar bien las partes que necesitamos. Además, nos garantizamos una mayor vida útil en la zona lubricada.

Grasa, cera, aceite para tu MTB: cuándo y cómo usar cada uno

Cera lubricante para cadenas

Existe un tercer tipo de lubricante usado en ciclismo que son las ceras para la cadena. En realidad, este es un tipo muy específico de aceite seco que se aplica sólo en la cadena y que tiene una base de agua y parafinas con origen natural en lugar partículas cerámicas. Dependiendo de la cantidad de agua en su composición es más o menos denso, pero el resultado es que, cuando se seca/evapora el agua, el resto de componentes se quedan adheridos a los eslabones de la cadena formando una capa protectora.

Al ser un lubricante de este tipo es mucho más limpio, tanto en su aplicación como con la naturaleza, ya que son biodegradables. Su característica más destacada es una mayor durabilidad como lubricante (siempre y cuando no entre el agua en acción) y aunque también repele el polvo no lo hace con la misma fluidez que un aceite cerámico. Precisamente por eso, debemos prestar especial atención en los días más sucios y polvorientos, ya que la suciedad puede quedarse adherida a la cera (aunque no en tanta medida como con un aceite húmedo) y tendremos que limpiarla a conciencia.

Al depender de la evaporación del agua de su fórmula para un correcto funcionamiento, nunca debemos aplicar la cera justo antes de salir, ya que se perderá rápidamente y es como si no hemos echado nada. Como he dicho antes, lo mejor es limpiar, desengrasar y engrasar la bicicleta después de cada salida, de forma que la tengamos lista para usarla en cualquier momento.

En el caso de las ceras lo que se puede hacer es aplicar una primera capa generosa cuando limpiemos y sequemos la cadena, retiramos el sobrante con un papel o un trapo y echamos una segunda capa la misma mañana de la ruta antes de desayunar, dejando un periodo prudencial de 1 o 2 horas antes de empezar a dar pedales.

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