Trek 990 Singletrack

Qué dirías si alguien te propusiera volver a montar en la misma Trek 990 Singletrack en la que lo hiciste por última vez hace 18 años, por los mismos sitios, vestido con la misma ropa y fotografiado por la misma persona que entonces? Si crees que estas cosas solo suceden en las películas estás equivocado.
Trek 990 Singletrack
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autor mtbpro
Iñaki Gavín
autor de las fotos
Mariano Herranz

fecha08/03/2017


lo mejor
Calidad del cuadro, vigencia, estética y personalidad. Grupo Shimano XT, el tiempo va a su favor. Vigencia general en cuanto a funcionamiento, calidad y montaje del conjunto. Aire clásico de la bici, color.
lo peor
Tacto chicloso de las manetas de freno. Grip Shift en mojado o barro. Tacto muy duro y seco.

Las cosas siempre pasan por algo, al menos eso decía mi abuelo. A mi derecha, ropa antigua guardada en el cajón de los recuerdos, un par de «cascos-cacerola» de la época con el mullido en estado lamentable y una maravillosa bici Trek 990 Singletrack de acero en estado original pero con bastante trabajo por delante.

A mi izquierda, un amigo de la época universitaria, una misma pasión, muchas aventuras juntos, miles de kilómetros por carreteras de doble sentido de carrera en carrera los fines de semana y, como no podía ser de otra manera, muchas ganas de enredar...

Supongo que se nos debió subir la coca cola a la cabeza porque, si no, no se me ocurre ninguna explicación sensata a lo que ocurrió aquella tarde. Todo parecía transcurrir con «normalidad», es decir, que si ruedas de 27,5", que si ruedas de 29" que si ruedas de 26"… Tú ya me entiendes.

No sabría decir en qué momento de la conversación la cosa se fue de madre pero, sin beberlo ni comerlo, de repente las ruedas de 26 pulgadas, las horquillas rígidas, los cuadros de acero y las geometrías clásicas habían tomado el poder y algún iluminado de los cuatro que aquella tarde estábamos arreglando el mundo propuso: «¿Por qué no volvemos a sacar nuestras bicis de los noventa y salimos a montar por los circuitos de entonces y vemos qué pasa?». Por muy poco observador que seas ya te habrás dado cuenta de que el resultado es esto que estas leyendo ahora mismo...

 

En los primeros años noventa el mountain bike es eso, mountain bike, no existe el enduro, el XC, el maratón, el freeride, el dirt jump, ni all mountain, ni trail, ni long travel, ni HT… Es mountain bike, es decir, montar en bici por el monte.

Las carreras viven un momento dulce y la progresión es imparable. Cada domingo es una fiesta, miles de aficionados llenan los circuitos, los equipos empiezan a ser cada vez más serios y el auge de este deporte ya es incuestionable.

Trek 990 Singletrack

Paralelamente a esto, las bicis empiezan a evolucionar y nuevos materiales, aún en estado muy primitivo pero con mucho futuro por delante, como el carbono, empiezan a aparecer. Las gran mayoría de las bicis llevan cuadros de acero y de aluminio, unas aleaciones de aluminio aún muy básicas pero que ya empiezan a evolucionar hacia aleaciones más ligeras y resistentes, está claro que son el futuro más cercano.

El final de siglo se acerca y con él también parece inevitable el final del acero. Fabricantes importantes como Reynolds, Tange y True Temper reclaman su espacio y defienden las ventajas de su material. Se empiezan a fabricar cuadros de acero con tubos de doble conificado que aligeran el conjunto sin sacrificar la rigidez, luego los triples conificados… Pero no hay nada que hacer, el progreso avanza sin mirar atrás y el acero se convierte en el gran perdedor

Trek 990 Singletrack

El otro gran triunfador de esos años se llama horquilla de suspensión delantera. Si no llevas mucho tiempo en esto tan solo decirte que las discusiones sobre la horquilla de elastómeros o la de aceite, o las que había acerca de si las bicis de doble suspensión son solo para descenso no tenían nada que envidiar al tema de las ruedas de 29"

Este era más o menos el contexto de aquellos primeros años noventa. Y allí estaba yo, con mi bici rígida, de acero y con cara de póker. Al final creo que acerté, o mejor dicho, tuve suerte. Puse en venta mi bici de acero y me compré una de aluminio.

La suerte fue que nadie se interesó por mi bici de acero, una Trek 990 Singletrack, que al final se quedó arrinconada en el garaje.

A lo largo de todos estos años han sido muchas las veces que he querido volver a dar vida a mi Trek 990 Singletrack, pero siempre me ha faltado la fuerza, la constancia o el tiempo. Ahora estaba decidido a hacerlo. Mirándola con detenimiento tampoco estaba tan mal y casi todas las piezas estaban en perfecto estado y listas para tener la segunda oportunidad que una bici así se merece. Después varias semanas y bastantes horas de «chupar garaje» conseguí dar los primeros pedales con la bici. ¡Qué sensación más rara!

Me acuerdo que lo primero que hice fue hacer unas fotos y mandárselas a mis amigos de la época, alucinaron. La bici está original al 99%. Lógicamente, las cubiertas se gastaron, pero por lo demás lleva todo de serie y de la época, incluido el sillín. Tan solo me faltaba el vestuario para poder dar el salto en el tiempo y volver a experimentar lo que ya viví años atrás.

Trek 990 Singletrack

Un domingo, después de montar con los amigos lo solté: el próximo domingo saco la Trek 990 Singletrack y voy a ir a montar al circuito del Coronas de Manzanares el Real. «No tienes huevos…», me contestaron. Mi respuesta fue contundente: «Y encima con la ropa del equipo de carreras de la época, incluidas zapatillas, gafas y casco. La respuesta de mis amigos no se hizo esperar: «La bici no dudo que te valga, la ropa, ni de coña, amigo...».

Reconozco que el comentario de la ropa me dejó tocado… y lleno de dudas, pero aun así quedamos el domingo en el antiguo circuito del Coronas de Manzanares. No podía presentarme allí el domingo sin haber probado bien la bici… y la ropa.

El lunes hice los últimos retoques y ajustes y me fui a casa de mis padres, les pedí la llave del trastero y me traje la caja donde guardé todos los recuerdos y la ropa de la época. Allí estaba mi equipación «Rocket Boy»... Qué recuerdos... ¿Me valdría? Lo metí todo en la lavadora y al día siguiente me fui a la sierra a rodar con la bici pero «sin disfraz».

Las primeras pealadas en asfalto ya las había dado unos días atrás cuando terminé de arreglar la bici, ahora la cosa era diferente. Lo primero que noté fue lo estrecho del manillar y la posición tan adelantada que llevaba en la bici... ¿De verdad que antes se montaba así? Bueno, poco a poco me fui acostumbrando y las sensaciones empezaban a llegar, efectivamente, la Trek 990 Singletrack es de acero... ¡Qué dureza!

Trek 990 Singletrack

Seguí pedaleando y empecé a recordar curiosidades de la bici, por ejemplo, las tallas del cuadro, este modelo se fabricaba en 13, 16.5, 18, 19.5, 21 y 22.5. La geometría del cuadro no es muy diferente a lo que se hace hoy en día, quizá las mayores diferencias podrían estar en la longitud de las vainas traseras, que antes estaban en torno a los 43 cm y ahora son algo más cortas; los ángulos de dirección de 70.5º y los 73º del tubo vertical tampoco son muy diferentes a los de ahora.

Lo más destacable podría ser la distancia al suelo de la caja del pedalier, la longitud de la potencia, algo que afortunadamente ha mejorado mucho y la posición de conducción. Las bicis de ahora son mucho más eficientes en ese sentido.

Seguí dejándome llevar por la bici y pedaleé sin prisa y sin rumbo fijo durante gran parte de la mañana, el tintineo de los cables tocando con el tubo horizontal del cuadro sonaba a música celestial para mis oídos, un auténtico placer volver a recuperar sensaciones y sonidos arrinconados, como la Trek 990 Singletrack, durante tanto tiempo. Aquel día me sentí diferente, ajeno a los demás bikers, ajeno a las ruedas de 29" o a los sofisticados sistemas de bieletas de suspensión trasera, esto era esencia pura, un cuadro, un grupo y unos pedales.

El tiempo había pasado por todos los componentes de la bici, pero no a todos les había afectado de la misma manera, el sillín Trek, fabricado por Vetta, era un auténtico castigo para mi culo, estaba duro como una piedra y la horquilla rígida tampoco ayudaba mucho a hacer el viaje más placentero.

El miedo a pinchar hizo que me diera la vuelta, llevaba casi dos horas dando pedales y estaba lejos del coche, si algo fallaba la caminata sería seria. Volviendo hasta el parking, mi cabeza no paraba de dar vueltas, cada «crock» tosco y seco del Grip Shift era un nuevo viaje en el túnel del tiempo recordando aquellos maravillosos días en los que las bicis eran todas muy parecidas a estas y montábamos por cualquier sitio, llano o trialero… Si hoy en día me vieran por allí con una bici acero, sin horquilla, ¿me llamarían friki?

Son las diez de la mañana, es domingo, estoy en el parking del «Coronas» y aquí no hay nadie. Me visto tranquilamente, la ropa me vale (eso ya es una victoria moral) y llevo puestas las zapatillas Shimano que por entonces usábamos la mayoría de los bikers y las Oakley originales de la época con las que corrí aquella maravillosa carrera en este duro e infernal circuito en el que ganó la primera edición mi amigo Jaime Salvador, curiosamente también con una bici de acero rígida.

A las diez y cuarto me llaman los amigos, están en la gasolinera esperándome, me preguntan si me esperan o si se van, les contesto que estoy en el lugar donde nos retamos el domingo pasado dispuesto a darlo todo. Las risas hacen que tenga que separar el móvil de la oreja. ¡Vamos para allá!

Trek 990 Singletrack

A los diez minutos estamos los cuatro preparados en la parrilla de salida y a la de tres salimos disparados hacia la primera rampa, la más dura y fuerte del circuito. Hay que regular mucho para no fundirte, la subida es durísima y larga, si te pasas te quedas sin fuerzas para el final. La bici acelera muy bien y sube de maravilla, las zonas de tierra suelta le vienen bien.

En la segunda mitad de la subida el terreno está más descompuesto y tengo que ponerme sobre los pedales y jugar un poco con los pesos para no perder tracción. Todos mis amigos ya van por delante. El cambio funciona como el último día, preciso y rápido. Sigo subiendo piñones. Ya ni me acuerdo hace cuanto tiempo que no utilizaba los cuernos para subir, la verdad que en esta Trek 990 Singletrack se hace realmente necesario si quieres aprovechar toda la fuerza de la pedalada.

Poco a poco la subida llega a su fin, voy fundido. Por momentos me alegro de llevar tres platos, ahora viene un falso llano y luego la bajada. La postura más radical de la bici va castigando mi espalda, algo que hace casi veinte años ni hubiera notado ahora es un motivo para tener que aflojar un poco el ritmo… ¡Cosas de la edad!

La Trek 990 Singletrack es rodadora y muy estable, gracias a la longitud de vainas la sensación de control es muy alta. Aun así la horquilla rígida te obliga a estar atento al manillar y a no descuidar la vista sobre el terreno. Acostumbrado a diámetros de ruedas más grandes, esta 26" me exige prestar más atención. 

La bajada ha cambiado y parte del circuito ha desaparecido, aun así me tiro hacia abajo a tumba abierta. Parece mentira que después de tantos años los recuerdos sigan tan presentes, recuerdo perfectamente el recorrido, también los gritos de la gente en la zona de la pradera donde Juanma Montero con sus saltos conseguía dejar afónico al público que llenaba la ladera del circuito. Lo recuerdo todo… Bueno, todo no, lo que no recordaba tan bien es cómo narices podría bajar a tumba abierta por allí sin tener la sensación de estar jugándome el pellejo.

La sensación de inseguridad me dejó bloqueado, no estaba preparado para bajar tan rápido sin ningún tipo de amortiguación y con esa bici tan rígida, faltó muy poco para irme al suelo. Afortunadamente, la progresividad de los cantilever me libró de un buen revolcón, la bici frena muy bien.

La bajada se acaba y sigo el último de todos, voy a perder. Mi corazón va tan acelerado que casi no tengo tiempo de pensar, me acerco a la última recta antes del final y allí está el salto, moriré con las botas puestas. Allí están mis amigos, dos de ellos están a punto de llegar, apenas me han sacado unos segundos, les digo que se preparen, voy a saltar, donde siempre, como siempre, estilo años noventa: cuerpo «patrás», culo «pafuera» y rueda inclinada… iHaaa!, menudo calentón.

Después de unos minutos, ya más tranquilo, recordamos todos los momentos que allí pasamos, cada uno lo vivió de una forma. Yo aquel día tuve la suerte de volver a revivir por unos minutos todas aquellas sensaciones que tanto me marcaron. Como dicen los que saben: lo único malo de la juventud es no pertenecer a ella.

Seguimos bromeando, hacemos unas fotos y seguimos con la tertulia, mis amigos quieren probar mi Trek 990 Singletrack, la realidad es que estéticamente la bici es espectacular. Decido me tomarme la revancha, vale, en la carrera he sido el último pero en la categoría de «made in USA» sin lugar a dudas el campeón soy yo. Mi bici es «made in USA», ¿y la tuya?

La bici al detalle...

Trek 990 Singletrack - Frenos
Frenos

Los frenos son unos cantilever Shimano Deore XT. El grupo XT del año 95 se renovó por completo y una de las principales novedades fueron las zapatas más largas (ya salieron el año anterior en el XTR) con la posibilidad de cambiar solamente la zapata y mantener el cuerpo de metal. Con el comentado aumento de tamaño y compuesto, los frenos siempre se mantuvieron entre los modelos más eficaces y con mejor respuesta durante algún año más.

Aún hoy siguen siendo muy dosificables y potentes, siempre que nos olvidemos de los discos que tenemos hoy en día. La prueba que hicimos fue en seco y los frenos siempre respondieron a la perfección, pero recuerdo con terror cuando llovía, si el terreno se ponía muy empinado y había mucho barro, las zapatas se desgastaban en nada de tiempo.

Trek 990 Singletrack - Grupo
Grupo

Tanto el cambio trasero como el delantero es Shimano Deore XT. El cambio trasero actúa con precisión y rapidez, en parte gracias al Grip Shift. Las ocho velocidades (11-28) funcionan a la perfección sin echar de menos más piñones.

El desviador delantero es algo más perezoso a la hora de subir platos, pero aun así hay muchas bicis de 2014 que ya quisieran la fiabilidad y tacto del XT del año 95. El giro del Grip Shift en la muñeca izquierda es largo al tener que moverse a lo largo de los tres platos y, acostumbrado al corto giro de los actuales, se me hace algo incómodo.

Trek 990 Singletrack - Cuadro
Cuadro

El cuadro «made in USA» es una joya rodante cuidadosamente soldado en finos tubos de acero True Temper OX III de triple conificado. Reynolds, Tange y True Temper fueron los grandes fabricantes de cuadros de acero de la época, ofreciendo unos acabados superiores a los demás fabricantes de cuadros del momento. Las soldaduras son impecables, el triple guiado externo de los cables por la parte superior del tubo horizontal es una obra maestra.

La tubería de triple conificado hace que este cuadro esté en rigidez y peso muy al día con respecto a lo que se hace hoy con materiales parecidos. La unión del tubo horizontal con la pipa de la dirección lleva soldada una pieza de refuerzo para dar rigidez al conjunto. La horquilla también es de cromoly pero de doble conificado y va firmada por Trek. Como curiosidad, comentar que lleva tornillos para poder instalar un transportín.

Trek 990 Singletrack - Llantas
Llantas

Otra pegatina «made in USA» en las llantas nos recuerda que estamos en la edad de oro del MTB. Los aros son unos Matrix (empresa perteneciente a Trek) Voo Doo de aluminio de 32 agujeros y el buje, un innovador Shimano XT con tecnología Parallax. Muy buena combinación en cuanto a rigidez, aceleración y ligereza. Las ruedas giran de maravilla, aceleran y absorben de manera espectacular. La calidad las hace seguir vigentes a pesar del tiempo transcurrido.

Trek 990 Singletrack - Cubiertas
Cubiertas

La cubierta delantera es la mítica Big Kahuna de Trek en medida 2,1 pulgadas y la trasera, una Tioga Factory XC de 1,95 pulgadas. El agarre de estas cubiertas deja muchísimo que desear en terreno seco y roto, el tiempo no pasa en balde y el compuesto de las ruedas pierde propiedades con el tiempo. 

Trek 990 Singletrack - Puesto de Mando
Puesto de Mando

Nada importante que destacar salvo la estrechez del manillar en comparación con las medidas que actualmente se usan y las maneras de freno, unas Dia-Compe Power Control 7, que flexan muchísimo perjudicando en exceso la frenada.

Los mandos Grip Shift funcionan como el primer día. Los días en los que haya barro mejor quédate en casa o usa otra bici, ya que los mandos de cambio se endurecen y no agarran nada haciendo imposible cambiar. Los puños Grip Shift aún conservan su característico y agradable tacto.

Los cuernos son unos ligerísimos System 3 de Trek que no venían con la bici pero son de su época y se vendían como opción. El manillar, también System 3 de Trek pesa unos muy actuales 145 gr. Como nota curiosa, la potencia aún conserva la pegatina original de Warning en naranja. 

Más información

Peso:

10,7 kg

Precio:

-

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