El Comienzo

El Centro BTT Portas de Galicia no es solo una puerta de entrada a esta comunidad, sino también a un paraíso para el biker en busca de nuevo senderos y también de historia y paisajes.

Conocer un nuevo Centro BTT siempre es una motivación. GPS, bici, aparejos varios…, todo a la mochila, al coche y carretera y manta dirección Galicia. Vamos a conocer el Centro BTT Portas de Galicia.

La verdad es que el viaje se hizo corto. En el plan de viaje el alojamiento estaba marcado en Seoane de Abaixo y, aunque las fotos del pueblo lo situaban en un entorno 100% natural, lo cierto es que el 90% del viaje se hace por autovía.

¡LLegamos al alojamiento!

Al llegar al alojamiento, una preciosa casa rural (Hacienda Airabella) me pongo a hacer mis deberes, aunque al poco tiempo llega Guti con los que serán los compañeros de ruta: Pablo, miembro de varios clubs del sur de la provincia de Pontevedra (una zona de mucha afición), y Javier, que será nuestro fotógrafo en ruta y autor de las fotos que puedes disfrutar en estas páginas. Al día siguiente se nos unirían Javier, de Bicis Matías (una de las tiendas de la zona más importantes) y Nacho, gerente del proyecto «Puertas de Galicia».

Durante la cena hablamos del perfil y orientación de este centro BTT. Se trata de una acción dentro de un plan muy ambicioso de desarrollo y promoción turística de toda la zona. Guti nos insiste mucho en el hecho de que se trata de un proyecto turístico-deportivo. No se trata solo de disfrutar de los senderos, de divertirnos con nuestra bici sino también de disfrutar de un patrimonio artístico y cultural muy singular. No es el único proyecto de este tipo. La Red de Centros BTT promovida por la Agencia de Turismo de Galicia también incluye el Centro BTT de O Salnés (en plena Rías Baixas) y el futuro Centro BTT Serra do Xurés (hace frontera con el Parque Nacional de Geres en Portugal), que será inaugurado este mismo verano.

Con todo el material listo, me dedico en la tranquilidad de la habitación a estudiar algunos de los datos del Centro: 12 itinerarios, 245 km de rutas… todo señalizado y mantenido. Todas las rutas pueden realizarse en una sola jornada pero si eres de los que prefieren las rutas de varios días se puede enlazar una ruta de 130 km que une el extremo sur, desde el Centro de Interpretación de la Castaña en Ríos, con el extremo norte, en el Punto de Acogida de Viana do Bolo (Casa de la Cultura).

Proyectos de este tipo tienen un mérito que muchas veces cuesta valorar: son fruto de muchas horas de trabajo, de mucho conocimiento compartido y exigen una gran coordinación entre distintas administraciones. Por ejemplo, el Centro BTT supone la implicación directa de cinco municipios como son Ríos, A Gudiña, A Mezquita, Vilariño de Conso y Viana do Bolo.

¿El objetivo final? que los bikers disfrutemos de una experiencia única y aportar nuevas alternativas socioeconómicas en zonas rurales. Desde luego, una causa por la que merece trabajar.

Salimos aunque no llueva

«En Asturias, la gente de mi club dice “Salimos aunque no llueva”»... Siempre me acordaré de esta frase. Surgió en una ruta por la Sierra de Guadarrama que compartí con miembros del Club Asturcones hace unos años. Los madrileños nos quejábamos del mal día… y ellos nos miraban extrañados.

La frase se repetía en mi cabeza mientras veía como el agua resbalaba con cierta violencia por los cristales de la furgoneta. Habrá quien piense: «Normal, chaval, estás en Galicia», pero no, habíamos barajado diversas fechas para la visita y en todos los fines de semana descartados anteriormente lucía un espléndido sol gallego.

A mí me había tocado «el día tonto». Mientras tanto, mis compañeros, más acostumbrados a la situación, montaban y ajustaban las bicis. «¡Ale! Nos vamos». Tocaba salir de mi refugio… Buena cara, que no noten que tengo pánico.

La eficacia de la lluvia es brutal. En apenas 5 minutos estaba completamente calado. Solo se salvaba el tronco gracias a una chaqueta impermeable que se me ocurrió lanzar en la maleta a última hora cuando el app del tiempo de mi móvil me avisó de que sábado se podía complicar.

Agua, lluvia, mojado… ¡Tiene pinta de que esto va acabar mal! Pues no. Bastaron un par de kilómetros para que la situación cambiara. Hay varias razones para ello. La primera fueron los compañeros de ruta: sin apenas queja, pedaleando alegremente… ¡había que ponerse a su altura! La segunda es que a pesar de la lluvia la temperatura rondaba los 19º y eso hacía que tampoco tuviera una sensación desagradable. La tercera y más importante: los senderos y el cautivador paisaje.

8 y 9

La ruta 8, «Ruta do Val do Río Conso» arranca en la Plaza del Ayuntamiento de Vilariño de Conso pero no tardamos en alcanzar un camino cerrado, húmedo, verde…, precioso.

Poco después, un sendero con algunas zonas técnicas que requerían cierta pericia. La lluvia empezaba a ser un ingrediente más en un plato de alta cocina.

El primer y único pinchazo del día... ¿Adivinas a quién le tocó? Pues sí. Una buena excusa para charlar y, herramienta en mano, paladear el entorno. Un sendero ascendente, con el agua resbalando, las nubes a mano y las casas del primer pueblo ya a la vista… Esto es vida.

Reanudamos la ruta por una zona trialera en la que me queda claro que mis compañeros son mejores que yo. Conviene relajarse y disfrutar del paisaje. Pronto me encuentro con Javier, que ha parado para fotografiar entre la bruma la iglesia de Santa María de Sabuguido. Más allá de su valor artístico o arquitectónico, la iglesia tiene un aspecto imponente y parece parte de un decorado perfecto en un día como este.

Poco después nos desviamos por indicaciones del guía hacia Hedrada. No está dentro de la ruta marcada pero parece que es un punto que no debemos perdernos. Al llegar al pueblo por un camino de postal nos encontramos con un auténtico mirador desde el que admirar el valle de Pradobar, ideal para hacer el primer avituallamiento. Desde hace un rato la lluvia se ha convertido en agua fina y aparecen los primeros claros en el cielo. Ganamos comodidad y perdemos épica. Te confieso que del desvío lo que más me gusta es parar en el paso del embalse. La vista del valle es espectacular. Tampoco te puedes perder una cascada cercana: es espectacular y ¡tiene una pequeña terraza-mirador!

Seguiremos ruta enlazando una carretera por la que fuimos adelantados por… ningún coche. Por ella llegamos cómodamente al embalse As Portas. Si te gusta la arqueología industrial o este tipo de proyectos de ingeniería no puedes dejar de asomarte al mirador que te permite admirar el muro de la presa con una forma prácticamente triangular. Impresiona.

Solo nos queda retomar la ruta por una zona en la que rodaremos por una configuración muy habitual por esta zona: zonas de senderos y caminos no muy anchos semiasfaltados que dan acceso a las zonas de explotación agrícola o ganadera. La alternancia de superficies le da un punto variado y divertido al itinerario. De esta manera volvemos al punto de partida: Vilariño de Conso. Allí, pasamos junto a un parque que en verano se convierte en playa artificial: tiene pinta de ser divertido y todo un reclamo para visitar el lugar en el mes de agosto.

A estas alturas del día empiezo a pensar en la manera de matar a mis compañeros y ponerlos en una sartén. O mis ojos desvelaban mis intenciones o todos estábamos pensando en lo mismo porque la llegada a la furgoneta y empezar a pensar en qué sitio «repostar» fue inmediato.

Una cervecita, unos huevos fritos con bacón… y buena conversación. Además, a esas alturas ya estábamos prácticamente secos y la lluvia era una anécdota.

Durante la comida Guti y Nacho me explican la labor de mantenimiento de los senderos, en la que se implica a las administraciones locales. Éstas son las encargadas de mantener los caminos limpios y desbrozados en una zona en la que la vegetación es una auténtica depredadora. Los caminos, además, son revisados cada 3 o 4 meses para mantener el objetivo de calidad en mantenimiento y señalización.

Comidos y conversados: al tajo. Ahora vamos a por la ruta 9: «Ruta do Encoro do Vao». Son apenas 8 km de ruta pero no me fío… La 8 fueron menos de 20 km y sin embargo tardamos casi 3 horas. Hay que tener en cuenta que por esta zona es importante tener en cuenta el desnivel y la dificultad de algunos tramos. Desde luego, este Centro BTT está orientado a bikers de nivel medio y medio-alto.

Para rebajar la comida y calentar las piernas comenzamos con una fuerte subida que se nos atraganta a todos salvo a Javier, de Bicicletas Matías, que sube como un cohete. Horas después de me enteraría de que después de correr en todas las disciplinas lleva tiempo centrado en XC-Maratón: se nota.

Con la pendiente salvada de una vez, seguimos ruta en paralelo al embalse de O Vao. La aldea de Conso, otro punto de obligada parada, nos recibe con un repecho interesante a la par que violento. Menos mal que son solo unos metros. Desde Conso llegaremos a una de las zonas más bonitas que he visto durante el fin de semana. Un sendero que serpentea entre castaños y vegetación de todo tipo… un sitio para deleitarse tanto trazando el sendero como parando para respirar hondo. Para rematar termina en un sendero técnico de bajada que aporta la guinda de diversión final.

Lo siguiente es cruzar el embalse a través de su puente. La tentación obvia es parar en medio del mismo. Cruzado el puente no queda más que enlazar un camino rápido que nos devolverá a Vilariño y su playa fluvial.

El día de ruta ha acabado… pero no el día de MTB. En Hacienda Airabella, donde nos alojamos, convertimos la mesa del jardín en una zona de debate en la que hablamos de la vida en general y el ciclismo de montaña en particular, con el sol gallego ya tranquilamente instalado. Confieso que esta ha sido siempre una de las partes que mejor recuerdo me dejan de muchas rutas. El «tercer tiempo», que dicen en el rugby, debería ser materia obligada en nuestro deporte.

Unas horas después, durante la cena, comentamos algunas anécdotas de la ruta y debatimos sobre la utilidad de los Centros BTT como dinamizadores de zonas como esta. Todos coincidimos en que Portas de Galicia conseguirá atraer a muchos bikers de otras zonas de Galicia, pero también público de otras áreas ya que el viaje por autovía se hace muy asumible y dentro de poco el AVE parará en A Gudiña.

No hace falta que diga que tras la buena cena que nos dispensaron Beatriz y Marcelo, nuestros anfitriones, y con el cansancio, acostarse y dormir fue todo uno.

Paz Mental

22 kilómetros para acabar. Nos desplazamos al «otro extremo» del Centro BTT, a la zona que está más cercana a la Provincia de Zamora.

Toca la ruta 6, «Ruta Os Castros», que sale de A Vilavella. A los pocos metros de comenzar nos encontramos a algunos peregrinos, y es que estamos rodando por el Camino de Santiago del Sudeste (Vía de la Plata). Nos paramos a conversar con algunos de ellos: paisano de Madrid, lleva andando casi un mes… Pocos metros después nos encontramos con una pareja peculiar: un andaluz y un inglés (que promete no ser de Gibraltar) que recorren juntos este tramos del Camino. Antes nos ha dado tiempo a disfrutar de algunos caminos cerrados y un par de curvas cruzadas por riachuelo…, en fin, ¡estampa de postal!

Una vez pasado el pueblo de A Canda nos desviamos para llegar a la antigua carretera a Madrid y disfrutar de las vistas de un espléndido mirador situado justo entre la provincia de Orense y Zamora.

A partir de aquí enlazaremos una zona de camino ancho, picando arriba, ideal para rodar y dejarse llevar.

El paisaje ahora ha cambiado: hemos pasado de zonas estrechas y rodeadas de verdor a un espacio despejado que invita a respirar. Tras esta zona volveremos a otra parte más técnica con una bajada divertida, trialera, técnica…, para recordarte que en este deporte no solo vale con pedalear fuerte.

De esta manera llegaremos a A Mezquita, uno de los pueblos importantes de la zona y desde el que se puede acceder a la «Ruta dos Tres Reinos», que visita un enclave en el que coincidían los antiguos reinos de Galicia, Castilla y Portugal.

Desde ese mismo punto se puede enlazar con la «Ruta Circular de A Gudiña», de 44 km, una ruta muy recomendada por algunos de mis compañeros por ser un buen desafío y pasar por lugares de gran belleza como O Canizo. Tras salir de A Mezquita volveremos a ese pedaleo estepario que tan bien viene en algunas ocasiones. Un pedaleo libre, con el viento justo, la civilización lejos… Un pedaleo que se convierte en paz mental. No sigo, que me pongo espiritual.

Entre O Pereiro y Vilavella volvemos al camino más estrecho y divertido, con zonas en las que nos tocará subir por un «carril» de piedra de apenas medio metro de ancho rodeado de canales de bajada de agua. Esto es difícil verlo en otro sitio… Tampoco es fácil encontrar en tu camino un rincón con una fuente y una tumba a su lado y luego un sendero que te sorprende con un par de puentes muy estrechos sobre el agua que te obligan a poner a prueba tu equilibrio. Una pasada para terminar el viaje.

Con el deber cumplido, vamos con los coches a A Gudiña para ducharnos en el Centro de Acogida para ciclistas del municipio, que está situado en la Casa da Viúva y, como el resto de centros de acogida, dispone de bicicletas para alquilar, un punto de lavado de bicis y vestuarios y duchas. Además, este centro comparte espacio con la piscina municipal, así que, si visitas la zona en verano, puedes acabar la jornada cambiando maillot por bañador. Antes de irnos, aprovecho para recoger algunos folletos informativos de la zona…, para cuando vuelva.

Tras la comida, las despedidas. No es fácil encontrar buenos compañeros de ruta. Tan importante es su nivel como su actitud y su conversación. Guti, Javier, Pablo, Nacho y el otro Javier al que estuvimos llamando Matías la mitad del día por culpa de su maillot: buena gente con la que da gusto pedalear. Solo nos queda dar las gracias a la Agencia de Turismo de Galicia y al Plan Puertas de Galicia por su invitación y dar la enhorabuena a todo el equipo de la oficina técnica de Centros BTT Galicia por su excelente trabajo.

Toca volver a Madrid con un montón de fotos y párrafos en la mente. Sin duda, algo tengo claro, este centro BTT no es solo una «puerta a Galicia», sino una puerta a un paraíso para el biker que busca nuevos senderos pero también patrimonio, paisaje… ¡Para el que lo quiere todo!

Más info

El Centro BTT Portas de Galicia está situado en la provincia de Orense, en la frontera con Portugal y la provincia de Zamora. Está dentro de la Red de Centros BTT de la Agencia de Turismo de Galicia.

Los bikers pueden disfrutar de 12 rutas que completan 245 km de caminos señalizados y bien mantenidos. Además cuentan con dos puntos de acogida situados en Viana do Bolo y A Gudiña.

Todas las rutas pueden realizarse en un solo día pero si lo prefieres puedes enlazar un recorrido de varias jornadas de hasta 130km. Prácticamente todos los recorridos están enfocados a bikers con un nivel medio o miedio alto tanto técnico como físico.

+ - Cómo llegar

Las principales referencias son los Centros de Acogida de Viana do Bolo y A Gudiña. En ambos casos lo más fácil es llegar a la zona por la A-52, una autovía en buen estado que hace que el viaje hasta la zona sea muy cómodo.

Para consultar las indicaciones concretas y los horarios de los puntos de acogida puedes visitar el sitio web del Centro BTT.

+ - Rutas

En el sitio web del Centro BTT Portas de Galicia está toda la información relativa a las 12 rutas incluyendo perfiles, kilometraje, dificultad y además los "tracks" para que los que prefieren usar su GPS.

Ver toda al información de las rutas

+ - Servicios

El principal servicio del Centro BTT son sus rutas muy cuidadas en su diseño y enfoque. A esto hay que añadir el mantenimiento activo de senderos y la señalización.

En todo caso, los Puntos de Acogida de A Gudiña y Viana do Bolo cuentan con servicios como información turística y del centro, alquiler de bicicletas, zona de lavado, vestuarios, duchas con agua caliente, aseos y, en el caso concreto de A Gudiña, piscina en el verano.

+ - Contacto

Si tienes cualquier consulta sobre el Centro BTT o bien quieres comunicar cualquier incidencia tras tu visita lo mejor es que escribas a btt@xunta.es

Nivel técnico 7
Nivel físico 6
Patrimonio 7
Paisaje 8