Motorex: kit de lubricantes

Y llegó un gigante a la oficina, un gigante de la lubricación. Y es que la empresa suiza Motorex lleva más de 100 años creando productos para el mundo del automóvil, la moto, la industria y, cómo no, el ciclismo.

Cuando probamos los productos de una empresa como esta es inevitable hacerlo con recelo. Por un lado, de una gran compañía solo cabe esperar la mejor tecnología. Pero, por otro lado, una empresa como Motorex ¿se tomará en serio un segmento como el de la bici?, ¿tendrá en cuenta las necesidades del ciclista? Porque, a fin de cuentas, aunque no lo parezca, las necesidades de lubricación de la transmisión de una bici poco tienen que ver con las de una moto o el brazo robotizado de una fábrica. Ni mayores, ni menores, simplemente, diferentes.

Para comprobarlo, hemos probado un kit con tres de lubricante: Dry Power - Perfomance Lube, Chainlube for Wet Conditions y City Lube Multi Purpose. Como ves los suizos no dejan margen a la imaginación en sus nombres comerciales. Queda claro para qué y para cuándo es cada lubricante.

Además, también son muy claros en su etiquetado y eso se agradece. En cada envase encontraréis información sobre las disciplinas ciclistas para las que puede servir cada producto, situación climatológica recomendada, eficacia en función de las necesidades de rendimiento y, esta es una de las más útiles, “autonomía” en kilómetros. Está claro que esto no sustituye al sentido común del ciclista, pero que la marca de tu lubricante te oriente sobre cuántos kilómetros puedes hacer tras cada lubricación se agradece. Eso sí, la “escala” utilizada es mejorable porque va de 50 a 500 km y dependiendo del caso casi hay que sacar una regla para saber el dato más o menos exacto.

En el caso del lubricante Motorex “City Lube” (300 ml: 11,99 €) nos encontramos con que podemos hacer hasta 500 km, su uso es adecuado tanto en seco como en mojado y está aconsejado para un uso no competitivo. En resumen, un lubricante para echar y rodar sin preocuparnos en mucho tiempo. En mi caso lo apliqué a mi bici urbana y a mi bici de gravel para ver su rendimiento en ambas situaciones. Al aplicarlo se nota su densidad y es que genera la típica espuma y sensación de que es capaz de penetrar a fondo en los eslabones. En el caso de la bici urbana no he llegado a hacer 500 kilómetros, pero sí puedo decir que dos meses después ahí sigue, sin tocarse. No me ha llovido a cántaros, pero sí he pedaleado en días de lluvia intermitente y no he tenido problemas.

En el caso de la bici de gravel, la prueba ha sido más limitada, porque al ser más denso sí que ha hecho que se pegue más el polvo que otros lubricantes más especializados y eso ha provocado que limpie la cadena después de cada ruta. En cualquier caso, este lubricante sí que parece perfectamente orientado y pensado para su uso recomendado y puede ser una buena opción para tener un lubricante para todo y para todas las bicis del garaje, sabiendo que en el caso del MTB o el gravel toca limpiar transmisión con frecuencia (algo que, por otro lado, es lo recomendado).

El siguiente en la lista fue el Motorex “Dry Power - Perfomance Lube” (300 ml: 14,99 €). Como decíamos, su nombre no engaña. Promete unos 100 km de “autonomía” y está enfocado a los ciclistas que buscan el máximo rendimiento. ¿Y qué es lo que se espera de un aceite enfocado al alto rendimiento? Pues que se pueda usar la cantidad justa y necesaria, que ayude al funcionamiento de la transmisión y que consiga que no se le pegue la suciedad, aunque sea a costa de una menor durabilidad. Pues este Motorex lo consigue todo.

Al aplicarlo su composición parece similar a la del “City Lube” pero con mucha menor densidad. También tienes esa sensación de espuma que llega hasta cada rincón de los eslabones. Pero es llamativo que, en este caso, apenas se pega la suciedad y su funcionamiento está a la altura de los mejores lubricantes que he probado.

Después le tocó al aceite para condiciones en mojado, el denominado Wet Conditions (300ml: 14,99 €). No lo he podido usar en condiciones de lluvia demasiado reales por culpa de la sequía, pero sí que he tenido algunas salidas en las que los charcos y el barro han tenido su protagonismo. En este caso, he notado una diferencia notable respecto a otros lubricantes “wet”. He tenido que “atacarlo” de forma mal intencionada para conseguir los fallos típicos de una transmisión “mojada” y los ruiditos típicos posteriores. Además, si no utilizas desengrasante, puedes comprobar su resistencia al intentar limpiar “a paño seco” la transmisión después de cada ruta.

Cuando lo aplicas por primera vez es probable que no esperes que tenga un funcionamiento tan bueno. Y es que es menos denso que sus “compañeros”, más fino y “acuoso”. A la vez, cuando lo tocas con los dedos, notas que es un producto muy distinto a los anteriores.

Para finalizar, tenemos “bonus track”. Y es que en el paquete de lubricantes de Motorex venía pasta de carbono (100 g: 21,99 €). Como sabes, ideal para lubricar partes en las que no queremos que el carbono o el aluminio acaben “soldando” y, a la vez, evitar crujidos y posibles roturas. Es de esos productos que no son muy “sexis” pero son necesarios. Además, es de esos lubricantes que duran mucho tiempo en nuestra estantería. En este caso, la grasa tiene muy buena densidad y se agradece que el bote venga con aplicador.

Podemos concluir, que ahora mismo tenemos uno de los mejores kits de lubricación para ciclismo en nuestra estantería. Cumplen con su cometido perfectamente y dan lo que prometen más allá de los eslóganes. Parece que Motorex es de esas grandes marcas que se toman en serio el mundo del ciclismo.