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Canyon ha renovado la Lux, su doble suspensión de XC y XCM para adaptarse y dominar ambas modalidades. La Canyon Lux se presenta con una nueva geometría, esquema de suspensión y muchas soluciones técnicas ingeniosas.
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Teniendo corredores de la talla de Alban Lakata (3 veces Campeón del Mundo de XC Maratón), Mathieu Van der Poel (Campeón del Mundo de CX y una de las jóvenes sensaciones del circuito de XCO), Pauline Ferrand-Prévot (Campeona del Mundo de XCO, de CX y de Ciclismo en Ruta) y otros muchos más, está claro que Canyon tiene un importante peso en estas categorías.
Por eso, la Canyon Lux necesitaba un lavado de cara para adaptarse a las nuevas tendencias de la competición, especialmente en cuanto al diseño de los circuitos de XCO (Cross Country Olímpico, el nombre oficial de la categoría) se refiere. Renovar la plataforma de suspensión y geometría aprovechando, en este apartado, lo aprendido con su exitosa hermana Exceed, la rígida de XC y XCM.
Hace dos años comenzó un proyecto para renovar completamente la Canyon Lux, y para ello lo primero es que se contó con las opiniones de los corredores profesionales de la marca, especialmente de Alban Lakata, que lleva desde 2011 compitiendo con Canyon y ha participado muy activamente en el desarrollo de la nueva Canyon Lux. El objetivo es entrar y mantenerse como una bicicleta de puestos Top de las categorías XCO y XCM. Y para ello en la presentación de este nuevo modelo contamos con estos tres corredores top como padrinos de lujo.
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El reto que se propuso Canyon para su nueva Lux no era sencillo, ya que los circuitos de XCO llevan unos años cambiando y ahora son más exigentes, no sólo subiendo o en tramos de pedaleo, sino también bajando. A esto hay que añadir que la nueva Canyon Lux también está pensada para dominar carreras de Maratón como la Cape Epic, en las que encontramos diferentes cambios de terreno con el paso de los kilómetros.
La carta de presentación de Canyon lo deja claro: “La eficiencia es fundamental cuando hablamos de bicis de XC; cuanto más ligero sea tu montaje, más rápido subirás. Pero todo lo que sube, baja. Tanto para enfrentarse a los tramos más técnicos de la XC World Cup o para los más embarrados y polvorientos de la Cape Epic, las nuevas suspensiones de doble ultraligeras permiten a los PROs obtener ventaja incluso cuando las duras subidas terminan, y comienza el descenso”.
Así que es aquí donde encontramos uno de los grandes cambios de la Canyon Lux respecto al modelo precedente, un esquema de suspensión completamente distinto. Canyon lo denomina como Flat-Shock o amortiguador Flat-Mount ubicándolo paralelo al tubo superior (en lugar de en vertical) y con un esquema que evoca a un monopivote, aunque hay que contar que la flexión de los tirantes de fibra de carbono, cifrada en unos 12 mm, ejerce también como punto de giro de la suspensión en este esquema.
Uno de los objetivos de este nuevo diseño es que todos los cuadros de la nueva Canyon Lux, incluso en la talla más pequeña, puedan albergar dos bidones grandes (de 800 ml) sin entorpecer el funcionamiento. Este es un aspecto que puede parecer baladí pero en el que el propio Lakata insistió en su importancia, ya que en las carreras de XCM puede ahorrar bastante tiempo en los avituallamientos además de dar un plus de seguridad en cuanto a la hidratación en las carreras de larga distancia. Él mismo dijo que era una reclamación que le hizo a Canyon a la hora de desarrollar la nueva doble. Los portabidones, eso sí, han de ser de salida lateral y están disponibles tanto por el lado derecho como por el izquierdo.
La nueva ubicación del amortiguador también estuvo determinada por la búsqueda de un sistema que provocase menos estrés en los rodamientos, que fuese más ligero al prescindir de algunos puntos de giro y de bieletas de mayor tamaño y que tuviese una mejor respuesta. Para ello, se ha buscado controlar la suspensión en tres fases: una primera parte del recorrido una primera parte más sensible que absorba las irregularidades del terreno que acaban provocando una gran fatiga con el paso de los kilómetros, una parte media más estable para los impactos habituales, y una parte final progresiva capaz de aprovechar todo el recorrido del amortiguador en impactos más grandes.
Para evitar la aparición del “squat” (bamboleo de la suspensión por la pedalada) el sistema se ha diseñado bajo la tecnología One-by Design que minimiza este efecto aun con el amortiguador abierto.
Pero otra de las claves del nuevo diseño de la suspensión es que, al hacerlo más sencillo, con menos rodamientos, se logra una mayor rigidez y ligereza. Y no es sólo por una cuestión del tipo de sistema elegido, esta mayor rigidez también se logra gracias a detalles como el diseño de la bieleta o que no hay rodamientos embutidos en el cuadro, sino que van a la propia bieleta (en ese caso sin tornillos por la cara externa) o a un pasante, lo que libera de tensiones completamente al cuadro y permite mantenerlos siempre en el mismo eje para evitar fuerzas laterales innecesarias.
El hecho de que los rodamientos queden ocultos, además de aumentar la rigidez del punto de giro, hace que estén más protegidos de las inclemencias. La configuración general de la bieleta permite también que, si tenemos que cambiarlos o sacarlos para hacer algún tipo de mantenimiento, se pueda sacar el sistema al completo desenroscando los rodamientos de la parte inferior de la bieleta, de forma que es muy difícil que dañemos el cuadro en este proceso.
Según declara Canyon, con este nuevo diseño, el peso del esquema de la suspensión es un 38% más ligero que el de la anterior Canyon Lux. Este ahorro viene, en gran medida, al haber logrado aligerar en un 58% el peso de las partes metálicas del sistema.
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Pero además de la suspensión hay otro aspecto que define a la nueva Lux, y es un cambio en su geometría, denominada “Modern Race Geometry” que la acerca mucho más a la de su hermana Exceed, con un “Reach” 20 mm más largo que el de la anterior Lux y unas vainas más cortas (435 mm, es decir, 15 mm menos). Al alargar más el tubo superior se busca, siguiendo las tendencias actuales, utilizar potencias más cortas (de unos 80 mm en tallas intermedias).
Para lograr que la geometría sea realmente efectiva, en Canyon tuvieron en cuenta la variación de ángulos que tiene la bicicleta al subirse en ella. Es decir, que aunque haya medio grado de diferencia de ángulo de dirección respecto a la Exceed con la bici en estático (70º), al subirse en ella (siempre y cuando el SAG de horquilla y amortiguador esté correctamente regulado) la geometría de la nueva Lux será igual que la de Exceed y el ángulo baja a los 69,5º.
Otros detalles que incluye la nueva Lux en su diseño es que ningún cable queda a la vista. Esto es algo en lo que se ha puesto especial cuidado para mejorar su estética y evitar problemas durante las carreras de muchos kilómetros. Esto incluye un nuevo guiado y posición del cable del bloqueo del amortiguador y del paso de los cables por la zona del pedalier. El objetivo es, también, que nada interfiera en el pedaleo.
Siguiendo la tendencia de las XC actuales, el cuadro de la nueva Lux está preparado para albergar una tija telescópica. De hecho, está diseñada específicamente para llevarla y se trata de un componente que viene de serie en, prácticamente, todos los modelos.
Detalles menores pero que el usuario agradecerá son el tope de la dirección que encontramos en el tubo superior (para evitar que el manillar golpee y estropee el cuadro si se nos gira en exceso) y el pequeño guiacadenas (4,6 g) que es fácilmente desmontable. Este cuadro está diseñado, específicamente, para transmisiones monoplato y con este guiacadenas se evitan las salidas de cadena hacia el lado del cuadro.
También el cierre de la rueda trasera Quixle. Se trata de un eje pasante que incluye una palanca de accionamiento rápido en su interior de forma que podremos sacar la rueda sin necesidad de herramientas. El objetivo en este caso es poder cambiar o arreglar la rueda lo más rápidamente posible en carrera.
La nueva Canyon Lux estará disponible en dos acabados de cuadro. El tope de gama Lux CF SLX declara un peso de 1.662 g en talla M, mientras que el Lux CF SL lo hace de 1.852 g. Además de este ligero incremento de peso, uno de los factores que servirán para diferenciar los modelos es que en el caso de los tope de gama (CF SLX) equiparán horquillas de 100 mm para un uso más enfocado a la competición XC y XCM, mientras que los CF SL equiparán horquillas de 110 mm.
Esta diferencia, además de aumentar el recorrido de la horquilla, hace que el ciclista adopte una posición algo menos agresiva y enfocada al Trail (un ángulo de dirección y de sillín medio grado inferior a la CF SLX) para aquellos riders que busquen una mayor comodidad a la hora de rodar. Toda la gama de la Canyon Lux equipará los mismos amortiguadores: RockShox Deluxe o FOX Factory Float DPS LV (dependiendo el acabado), lo que les otorga un valor añadido a los modelos más económicos. La familia Canyon Lux queda configurada de la siguiente forma:
Canyon Lux CF SL 6.0 Pro Race – 2.599 €
Canyon Lux CF SL 7.0 Race – 2.999 €
Canyon Lux CF SL 8.0 Pro Race – 3.699 €
Canyon Lux CF SL 8.0 Race Team – 4.599 €
Canyon Lux CF SLX 9.0 Pro Race – 5.599 €
Canyon Lux CF SLX 9.0 Race Team – 5.999 €
Quizá la conclusión más acertada o definitoria en la presentación de la Canyon Lux la puso el propio Alban Lakata cuando dijo “para mí, la Exceed supuso un cambio muy grande en competición por su buen balance entre rigidez, ligereza y comportamiento. Esta Lux vuelve a serlo ya que es una doble pero parece una rígida en el terreno en el que lo necesito”.
La cuestión es que una vez vista la teoría llega el momento de ponerla en práctica y ver si se cumplen las promesas que Canyon ha hecho con la nueva Lux.
Después de una tarde de teoría y de descubrir la nueva Lux, a la mañana siguiente llega el momento de ponernos las zapatillas, ajustarnos el casco y poner a prueba a la máquina. Lo cierto es que la sencillez de sus líneas vuelve a cautivarme. Me fascina una doble suspensión con un esquema tan minimalista y disimulado que hace que parezca una rígida. No hay grandes bieletas, ni partes (excesivamente) sobredimensionadas que en una XC resultan innecesarias. Si se cumple la promesa de que la rigidez es mayor, habrán dado en el clavo.
Para esta salida volvemos a contar con Alban Lakata y Pauline Ferrand-Prevot, así como Kristian Hynek y Erik Kleinhans (compañeros de Lakata en el Canyon Topeak Factory Racing) como parte del equipo de Canyon que nos acompaña. Sólo de pensar que voy a tener que seguirles el ritmo me queman las piernas. Para añadir picante a la salida, el tiempo se prevé variable, con ratos de sol y calor, nubes y algunas posibilidades de tormentas.
Miedos fuera y vamos al lío. El modelo que pruebo es el tope de gama CF SLX con horquilla de 100 mm y es cierto que la posición que adopto invita al pedaleo. En este caso me toca una talla S, aunque al llevar una potencia corta hubiese preferido una M (mido 1,72 m, pero soy de pata larga y llevaba el sillín muy subido). Independientemente de ello, me puedo manejar con ambas tallas y no tengo problema en llevar la pequeña.
El recorrido preparado por el equipo de Canyon incluía un poco de todo, pistas de subida y bajada, senderos técnicos con pendiente en ambos sentidos, algún tramo de enlace por carretera (corto), zonas de pedaleo y buena velocidad, otras con importantes escalones de bajada que te obligaban a bajar la tija telescópica y echar el culo atrás… un terreno variado en el que probar a fondo la nueva Lux.
Lo cierto es que la primera sensación es que con las suspensiones bloqueadas la Lux puede volar. Si no accionamos el bloqueo y nos ponemos de pie, se puede llegar a notar un leve movimiento del amortiguador, pero por otro lado esto nos permitirá no ir notando los impactos e irregularidades si rodamos a buen ritmo por una pista y lo llevamos abierto. Es decir, que podemos elegir entre el rendimiento puro si lo bloqueamos o un confort (que en mi caso no podría decir que influyese en mi rendimiento y por eso decidí llevar la suspensión abierta durante la gran mayor parte del recorrido) que nos permitirá llegar más lejos y más descansados.
Bajando el control es absoluto, por la geometría del tren delantero y la ayuda que supone el ancho manillar, porque con unas vainas cortas (recuerda, 435 mm) la trasera es muy manejable y la podemos meter donde queramos con el movimiento de nuestro cuerpo. Es cierto que es un tema recurrente con las nuevas dobles de XC, pero gracias a los cambios de geometría que se están dando, a aumentar la distancia entre ejes a pesar de unas vainas más cortas (aumentando, claro está, el reach general de la bici y reduciendo la longitud de las potencias), la sensación de estas bicicletas es que ofrecen un recorrido mayor del que realmente tienen. Son más manejables, también por su menor peso, y con un esquema de suspensión progresivo nos permitirá el paso por zonas técnicas que antes nos obligaban a echar el pie a tierra.
No hay que olvidar, eso sí, que la Lux ha sido diseñada para pruebas de XC y XCM, por lo que su mejor comportamiento lo encontraremos en las zonas rápidas, con buen firme y si es en bajada con curvas enlazadas, donde podremos meter la bicicleta y beneficiarnos de unos cambios de dirección rápidos. El objetivo de esta nueva Lux es mantener un ritmo alto independientemente de hacia dónde apunte la pendiente.
Para terminar, diré que, pese a los saltos y desniveles que salvamos durante la salida, no perdí ningún bidón con estos portabidones Canyon de salida lateral, pero lo importante es que el propio Lakata nos aseguró que él, que ha estado usando esta bicicleta en competición en lo que va de año (incluyendo por ejemplo la Cape Epic en la que él y Hynek acabaron segundos) tampoco.
Uno de los valores añadidos de acudir a las presentaciones de los nuevos modelos es poder hablar directamente con los corredores involucrados en el desarrollo de las bicicletas (como Alban Lakata, que durante la salida, además de poner un punto extra de exigencia al recorrido nos contó algunas de sus sensaciones y aportaciones para lograr una máquina competitiva en pruebas como la Cape Epic) o directamente con sus diseñadores e ingenieros, las cabezas que están detrás de cada nuevo producto y pieza. En mi caso pude hablar un buen rato con Johannes Thumm, el diseñador al mando de la nueva Lux.
La parte más complicada, y por tanto la primera que se diseñó, fue la bieleta y los anclajes del esquema de la suspensión. De esta pieza y ubicación depende el resto del sistema y de su forma lo hacen las distintas transferencias de fuerzas que inciden desde la rueda hacia el amortiguador.
A mi pregunta sobre cómo incide la flexión de los tirantes en el diseño del sistema, Johannes me contestó que es algo que saben desde el principio. Gracias a toda la investigación previa sobre los materiales, su forma y propiedades, saben exactamente cuánto acabarán flexando en cada sentido (ascendente y descendente principalmente). Por ello, el sistema se diseña contando ya con esa propiedad como punto de giro adicional.
El objetivo, me dijo, ha sido hacer un sistema simple, pero efectivo, que a nivel global la bicicleta tuviese la forma de una rígida y que ayudase a solucionar el problema del espacio en el cuadro para poder albergar dos bidones de gran capacidad.
También incidió en un aspecto importante pero que al quedar completamente oculto se puede pasar por alto. Hablando sobre la dificultad para introducir el cableado por el tubo superior, las soluciones encontradas para facilitar también las tareas de mantenimiento mecánico, me señaló la pequeña rebaba que forma el tubo superior en su cara interna. El objetivo, me dijo, es que bajo ningún concepto el amortiguador llegase a golpear el cuadro pese a la poca distancia que los separa.
Este diseño se hizo teniendo en cuenta que el RockShox Deluxe RLR tiene un cuerpo un poco más ancho que el FOX Factory Float DPS (los dos amortiguadores usados en la nueva Lux) y se hizo también para evitar tener que meter formas curvadas y extrañas (más peso y más posibles puntos de estrés) en el cuadro.
La charla continuó sobre otros detalles de la nueva Lux, como el protector de la parte superior del cuadro, el por qué pensaron en un guiacadenas tan pequeño pero efectivo para una bici de XC (lo cierto es que por los menos de 5 gramos que pesa, es un elemento que nos salvará de disgustos mecánicos y golpes indeseados en el cuadro), la importancia de regular el SAG correctamente en esta bici para aprovechar al máximo su geometría… Como os digo, es un placer contar con la posibilidad de que el ingeniero que ha diseñado la bicicleta te cuente, de primera mano, el por qué de los secretos que guarda y así poder trasladároslos luego.
Tienes toda la información de cada modelo y la información de precios en la web de Canyon.
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