Trek Powerfly LT 9.7 Plus
30/10/2018
Hace casi un año que probábamos durante el duro invierno pasado la Trek Powerfly 9 FS. En aquel test, además de disfrutar como niños con zapatos nuevos, me quedaron claras varias cosas. La primera es que Trek tenía una base perfecta para perfeccionar y evolucionar la segunda entrega de su futura Powerfly LT. La segunda es la importancia de diseñar y centrarse en el “bien común”, es decir, poner el foco en el comportamiento y la eficacia general de la bici en lugar de centrarse en un aspecto concreto y dejar de lado la identidad y la respuesta global de la bici.
Con la seguridad de tener “de saque” una bici muy polivalente y equilibrada y con unas cualidades escaladoras como pocas, lo siguiente que les tocaba a los ingenieros de Waterloo era terminar la integración, que ya en 2018 se quedó casi a punto, y aligerar el conjunto para hacerlo más manejable y eficiente.
Trek Powerfly LT, llega la integración y el carbono
No hace falta ser muy observador para darse cuenta del importante salto estético que el nuevo triángulo principal de carbono con la batería integrada le ha dado a la Trek Powerfly LT 9.7 Plus. Y es que, nos guste o no, las e-bikes han venido para quedarse, cada fin de semana es mayor el número de “eléctricas” que ves por los senderos y en este tipo de bicis, aunque no lo queramos reconocer, la estética importa y mucho…
El nuevo triángulo principal, fabricado en carbono OCLV Mountain, consigue ahorrar más de 650 g de media (en función de la talla) con respecto al de aluminio. Pero no solo es un tema de peso, los cuadros de carbono tienen innumerables ventajas frente a los de aluminio, hablo de comodidad, absorción, rigidez, reactividad…
Después de estudiar varias posibilidades, los ingenieros de Trek llegaron a la conclusión de que la manera más sencilla de poner/quitar la batería de una e-bike es por el lateral. El resultado final se llama RIB, Removable Integrated Battery que, utilizando palabras sencillas, es un sistema fácil y rápido gracias al cual podemos extraer la batería del cuadro sin necesidad de herramientas y en tan solo unos segundos con tan solo girar la llave media vuelta. ¡Realmente brillante! Además de la estética y de la facilidad para acceder a la batería, gracias a esta ubicación conseguiremos tenerla alejada de posibles golpes, suciedad, agua, barro, etc.
Con respecto al resto del cuadro de la Trek Powerfly LT 9.7 Plus, solamente comentar que sigue la línea habitual de calidad a la que Trek nos tiene acostumbrados, es decir, acabados y materiales de primera, cableado guiado interiormente, Mino Link, ABP, Geometría G2, protector de los bajos del motor en una sola pieza de aluminio ligero, Armor, ejes boost, Knock Block. El triángulo trasero está construido en aluminio y el cuadro está disponible en el tallaje habitual Trek: 15,5”, 17,5”. 18,5”. 19,5” y 21,5”.
En cuanto a la geometría, todo permanece sin cambios con respecto a la Powerfly LT del 2018. Los ingenieros de Trek han tenido claro desde el primer momento cuáles eran los objetivos principales que la nueva Powerfly debía cumplir: un peso más bajo y lograr la integración más completa posible.
En marcha con la Trek Powerfly LT
Lo que hace grande a las grandes son siempre los pequeños detalles. Me explico. No me preguntes cómo ni por qué, yo solo sé que siempre me pasa, y es que cuando me subo por primera vez a una Trek y empiezo a pedalear la sensación es de 'acople total', como si todos los mandos y la posición me resultaran familiares y cómodamente colocados desde hace tiempo. Son detalles que retratan y marcan diferencias. La posición encima de la Powerfly es neutra y natural, no existe nada que sobre ni que falte, todo está a mano y el pedaleo fluye de manera ágil y cómodo.
El motor Bosch es enérgico y siempre tiene ganas de empujar, puede que sea el motor que menos 'disimule' y que asista de una manera más artificial en comparación con el resto de las marcas, esto no quiere decir nada malo ni nada bueno, habrá a quien le guste y a quien no le guste. Por ejemplo, para ciclistas en un estado de forma más bajo sin duda esto será una ayuda y para otro tipo de ciclista que busca una asistencia más natural posiblemente se sentirá más cómodo con otro tipo de respuesta.
Si no me hubiera pasado en otras ocasiones pensaría que es una exageración, pero resulta increíble cómo puede ser que un triángulo principal de carbono pueda influir de una manera tan significativa en el comportamiento de una bici. La nueva Trek Powerfly LT 9.7 es una bici agradable, fácil, noble y segura que todo lo que transmite son buenas sensaciones y da todas facilidades del mundo para que tu vida “a bordo” sea lo más placentera posible. Entiendo que en una bici rígida o incluso una doble “de pedales” el cambio de aluminio a carbono sea espectacular pero jamás imaginé que se pudiera notar tanto en una bici eléctrica doble de más de 20 kg.
A la hora de subir, las largas vainas de la Trek hacen que traccione por sitios que ni imaginaste, el excelente agarre de las cubiertas Bontrager XR4 (gracias a su doble compuesto 61a/50a) también son en parte responsable del buen rendimiento escalador de la Powerfly, sin duda la e-bike que mejor escala de cuantas he probado hasta la fecha, incluso en sendero trialero.
Polivalencia al poder
En territorio Trail/All-Mountain, la Trek se mueve como pez en el agua y es precisamente donde mejores sensaciones nos transmite, por sus reacciones notas perfectamente que es su hábitat natural y donde parece no tener fin. Senderos mixtos, curvas amplias con apoyos, aceleraciones incluso bajadas rápidas serán tus zonas de juego preferidas y no querrás que los senderos lleguen a su final. En este tipo de conducción es donde el modo e-MTB cobra sentido y la conducción se vuelve fácil y divertida. Es realmente adictivo notar como aumenta progresivamente la entrega de la potencia en función de la fuerza que aplicas sobre los pedales (desde 120% hasta 300%) sin tener que cambiar de modo de asistencia.
Si subimos un puntito más y “cambiamos de pantalla” hacia territorio más endurero, la Trek responde sin problemas, pero te recuerda que no es el terreno de juego para el que ha sido diseñada. Aun así, no trates de buscar sus límites porque puede que el que te lleves un susto seas tú. A la Powerfly LT le gusta jugar y también volar, además te puedo asegurar que no lo hace nada mal, en el aire la bici es noble y neutra y se maneja sin problemas.
Resumiendo
En Trek han vuelto a dar en el clavo diseñando una auténtica bici all-mountain, es decir, una e-bike que baja igual de bien que sube, divertida, fiable, eficaz, estéticamente impecable y con la tranquilidad de saber que siempre te va a ayudar a poner las cosas fáciles cuando lo necesites. La nueva Trek Powerfly LT 9.7 Plus es una apuesta segura.
Cosas de familia Trek Powerfly LT Plus
La familia Powerfly LT Plus está compuesta por 5 modelos, todos con ruedas 27,5 Plus de 2,8” y motor Bosch performance, 2 en carbono/aluminio y tres en aluminio.
Powerfly LT 9.9 Plus | 7.999 €
Powerfly LT 9.7 Plus | 5.699 €
Powerfly LT 9 Plus | 5.499 €
Powerfly LT 7 Plus | 4.999 €
Powerfly LT 4 Plus | 3.999 €
La bici al detalle...
Las ruedas Bontrager Line Comp 40 de 28 agujeros son fiables, resistentes y tienen muy buena calidad de rodadura. Tanto la rigidez como el nivel de absorción es elevado, incluso para uso más endurero estas Line Comp 40 pasan el corte con buena nota. Las cubiertas Bontrager XR4 Team Issue Tubeless Ready (945 g) aportan seguridad y un paso por curva rápido, preciso y muy seguro. Su nueva banda de rodadura, con carcasa de 120 TPI, las hace eficaces y polivalentes en cualquier tipo de terreno. En frenadas agresivas las XR4 muerden el terreno con fuerza y no muestran tendencia a alargar la frenada, en subidas los niveles de tracción te sorprenderán.
Al principio me costó encontrar la presión exacta pero una vez ajustada (entre 1 y 1,1 BAR de presión aproximadamente) disfruté con ellas y los límites de la bici cambiaron por completo. El eficaz Inner Strength protege los flancos y las hace muy resistentes incluso en terreno rocoso y agresivo, además de permitir poder rodar con las presiones un poco más bajas de lo habitual sin sufrir “flaneos” en apoyos y curvas fuertes.
La horquilla RockShox Yary RL de 160 mm (offset de 51 mm) es una de las muchas sorpresas agradables de esta Trek. Sensible, viva y con buena respuesta en general, cuando llega el momento de pedalear la horquilla se mantiene estable aportando una sensación de pedaleo eficaz y reactiva. Al pasar al “ataque” la Yary se defiende mucho mejor de lo esperado manteniendo el tipo en apoyos fuertes, bajadas endureras incluso en saltos y cortados.
El amortiguador RockShox Deluxe cumple su papel mientras nos movamos por terreno mixto y no nos compliquemos mucho la vida. Cuando pasamos a un uso más exigente y agresivo es cuando echamos en falta las bondades del eficiente sistema RE:aktiv que tanto nos gusta. Puestos a pedir nos hubiera encantado disponer del sistema RE:aktiv en el amortiguador.
Los frenos Shimano MT 520 de 4 pistones son resolutivos, tienen suficiente potencia, una ergonomía de sobra conocida y trabajan perfectamente tanto en terreno mixto como en senderos tipo trail/all mountain. Si eres un e-biker con un perfil muy bajador y con un buen nivel técnico posiblemente eches en falta algo de mordida y encuentres algo justo el rendimiento de los Shimano MT 520 en descensos largos y agresivos, el resto de los “mortales” tienen frenos más que de sobra para sacarle todo el provecho a la Powerfly.
El motor Bosch Performance CX sigue tan en forma como el primer día. La entrega de potencia es rápida y enérgica y gracias al modo eMTB se ha convertido en la mejor opción para los que se inician en el e-mountain bike. La batería de 500 Wh pesa 2,6 kg y tiene un tiempo de carga de 4 horas y media para el 100% y de 2 horas y media para el 50%. A pesar de ser mucho más silencioso que su anterior versión, cuando sube de vueltas se sigue oyendo mucho en comparación a otros motores de la competencia. El display Bosch Purion queda bien integrado en el manillar y ofrece toda la información que necesitas con un simple vistazo gracias a su pantalla antideslumbrante retroiluminada.
Además de la llegada del carbono al triángulo principal de la Powerfly, puede que lo más significativo sea la buena integración cuadro/batería lograda por los ingenieros de Wisconsin. Gracias al sistema RIB (Removable Integrated Battery) la extracción lateral de la batería es rápida y sencilla y sin necesidad de herramientas, aunque tendrás que llevar siempre la llave encima para poder sacarla. Además, ahora podrás instalar un portabidón en el tubo principal incluso en la talla más pequeña. Por el resto del cuadro no te preocupes, es una Trek, sinónimo de calidad, tecnología contrastada, acabados de primera y una estética inmejorable.
Otro de los puntos a favor de esta Powerfly es su natural y agradable posición de conducción que hace que, en todo momento, te sientas integrado y confiado como si fuera tu bici de toda la vida. Tanto el manillar como la potencia son Bontrager Rhythm de aluminio. El manillar de 31,8 mm, 780 mm de anchura y 15 mm de altura tiene las medidas ideales para una bici polivalente como esta. Los puños Bontrager XR Trail Comp con bloqueo de nylon son cómodos y tienen buen tacto, en mojado su rendimiento baja con respecto al buen grip que ofrecen en seco.
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