Una sesión de drifting con un Trike
A veces la diversión está escondida en los elementos más sencillos, sólo es cuestión de echarle imaginación. Con un trike (a fin de cuentas, un triciclo) y una calle con algo de pendiente hacia abajo, se han montado una pista de drifting en la puerta de casa.
Derrapar de un lado a otro cruzando este triciclo parece cosa de niños, y aunque a los protagonistas del vídeo no se les puede negar un control extraordinario no hay quien les libre de un tirón de orejas por no utilizar casco.