Bicis míticas: Raleigh John Tomac Signature

No es una bici, es un unicornio. Una de las bicis que más dieron que hablar en el pasado y en la que ahora se fijan muchas marcas para renovar sus propios modelos. No es nada más y nada menos que la Raleigh John Tomac Signature.
Raleigh John Tomac Signature
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autor mtbpro Alberto Álvarez
autor de las fotos The Vintage MTB

fecha05/12/2019


Puede que le pongas un manillar plano a una ciclocross, o a una gravel. Puede que le pongas un manillar de carretera a una rígida. Puede que montes una rueda lenticular en una mountain bike. Da igual. Todo lo que hagas, todo lo que combines ya lo habrá hecho John Tomac. Esta Raleigh fue una de sus bicis. Y no, no es una bici, es un unicornio.

Antes de empezar a hablar de una mítica en MTBpro, mi editor y yo dialogamos vía mail o whatsapp sobre las opciones. Este mes ha sido fácil. De hecho, la conversación fue así literalmente:

Alberto: ¿Como ves este semejante pepino como mítica del número 83? Me la compraría ya mismo…

Mariano: Jamás podría decirte que veo mal semejante bici...

Los emoticonos no los puedo reproducir aquí, pero había unos cuantos corazones, caras de sorpresa y pulgares en alto. Y es que todo lo que rodea esta bici es mítico. Primero porque era de John Tomac. Sí, el tipo que se sienta a la derecha de Dios y que, aunque no inventó el mountain bike, digamos que fue el primer influencer de la historia del mountain bike cuando ni siquiera existía internet. Y segundo, porque esta bici combina los componentes y los materiales de una manera magistral. Me arriesgo a decir que no hay nadie a quien le gusten las bicis que dijera que no a semejante modelo.

En 1991 John Tomac ficha por Raleigh. Raleigh quería proporcionar a Tomac algo muy especial y se pusieron a fabricar esta barbaridad junto con los especialistas en titanio de Merlin. Aunque las cifras varían mucho dependiendo donde busques información y a quien preguntes, parece ser que de la John Tomac Signature se hicieron unas 13 unidades. 6 para el propio Tomac, una para su compañero de equipo y el resto para vender a particulares en una época en la que costaban unos 6.000 dólares.

Raleigh John Tomac Signature

Estas primeras unidades fabricadas junto a Merlin dejaron paso más adelante a otras 60 unidades en las que la fabricación de las partes en titanio (tubo de dirección y triangulo trasero) pasaron a manos del otro fabricante top de titanio de la época como era Litespeed.

Algunas diferencias entre los cuadros, para los que estéis en la búsqueda del «Santo Grial» por internet, son el acabado mate del titanio para los modelos Litespeed (más brillante en los Merlin), o el press-fit en el pedalier para los modelos Merlin y roscado en los modelos Litespeed. También hay cambios en la forma y diámetro del wishbone trasero (parte que une el tubo de sillín con los tirantes) y que la puntera de los modelos Litespeed tenía dos agujeros, mientras que la de Merlin no.

Tomac, que venía de correr para Yeti en 1990 (sobre una preciosa C-26) también con manillar de carretera, se pasó a Raleigh y se puso a correr al menos las dos primeras pruebas de la Copa del Mundo del 91 con el mismo manillar de carretera. Lo de montar un manillar de este estilo era algo que Tomac tomó en consideración, porque quería heredar de alguna manera una posición parecida a su bici de carretera. Sí, Tomac también por esa época competía en esa época en el equipo Motorola de carretera.

El mix de piezas/marcas y componentes es toda una obra de arte. Tioga ponía la potencia, la dirección de rosca, la tija (de carbono), los neumáticos (26x1,95”) y la espectacular rueda trasera Tioga Tension Disk con los famosos «radios» de kevlar que tensaban la rueda de una manera única. El ruido que la rueda Tioga emitía es algo que los que en esa época pudieron disfrutarla en directo, no creo que olviden nunca…

Raleigh John Tomac Signature

Shimano ponía el XT en frenos cantiléver, bujes, pedales, bielas, cadena, casete (12-28 de 8 velocidades), desviador delantero y cambio trasero. Los pulsadores de cambio era otra de las curiosidades porque para cambiar de piñón usaba un Dura Ace 7400 STI 100% de carretera en la maneta derecha y para los platos un BS64 también de Shimano instalado en el extremo izquierdo del manillar. No sabemos las veces que Tomac accionaría el cambio sin querer con la rodilla en pleno esfuerzo, pero imagino que unas cuantas…

Otra de las curiosidades que más nos gustan de la John Tomac Raleigh Signature es la cantidad de tensores montados para los cambios. El desviador delantero lleva dos; uno en el racor del tubo superior y otro en el propio carbono del tubo de sillín. En el caso del cambio trasero, monta uno también en el racor del tubo superior, pero sorprende con otros dos en el cambio trasero, uno el propio del cambio al que estamos habituados y otro en forma de L con tuerca de bloqueo justo antes de llegar al cambio.

Raleigh John Tomac Signature

El modelo usado para las fotos tenía un peso en talla 19” de 12 kilos justos. Eran otros tiempos donde el uso de materiales como el carbono y el titanio no te aseguraban mucha ligereza que digamos…

Si cometes la curiosidad de buscar una de estas en internet, te recomiendo paciencia y unos cuantos miles de euros, o más bien decenas de miles de euros. De las de la primera época con las partes de titanio fabricadas por Merlin, todas tienen dueño y dudo que ninguno se quiera desprender de ellas. De las segundas fabricadas con Litespeed hay más, pero los montajes no tienen nada que ver con este tan exclusivo.

Si ves similitudes de los modelos de gravel con esta Raleigh, no te extrañe en absoluto. John Tomac no solo fue un adelantado a su tiempo sino todo un referente a la hora de evolucionar el mountain bike. Sin él no tendríamos preciosidades como esta.

Raleigh John Tomac Signature

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