#ClassicMTB: GT STS 1997; aluminio y ¡termoplástico!

¿Cómo es la GT STS de 1997?

Si por algo destacó, y destaca, la GT STS, heredera de la LTS de aluminio, es por su cuadro con componentes de aluminio y lo que en la época se llamó termoplástico. En realidad, se trata de una variante con base de fibra de carbono y un adhesivo de baja temperatura y presión (el termoplástico) que sustituye a la resina epoxi habitual con la que se fijan las fibras de carbono. Por cierto, que las piezas de aluminio no son racores, es decir, que el tubo principal es una única pieza continua que atraviesa las piezas de aluminio.

La GT STS contaba con algunos avances que, si bien hoy son comunes, en 1997 eran toda una innovación, como el cableado interno (que en este caos en lugar de ir por el tubo diagonal lo hacía por el superior). O el esquema de suspensión por paralelogramo deformable con 4 puntos de giro y un antisquat muy conseguido. Además, mediante el simple cambio de una pieza, se podía cambiar el recorrido de la suspensión de 90 a 120 mm y gracias a ambos factores la STS se usaba para XC y para DH (con horquilla Boxxer de doble pletina).

Todos los detalles de la GT STS de 1997, como los modelos que tenía GT en su catálogo ese año, las suspensiones utilizadas (y el recorrido que ofrecían), la transmisión, los primeros frenos V-brake o las ruedas Spin de tres palos construidas en termoplástico (más espectaculares que prácticas, como veréis) lo tenéis en este episodio de #ClassicMTB.