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Yamaha presenta sus tres modelos de e-bikes: Moro, Wabash y Crosscore con los que nos presenta una línea “full- Yamaha” (cuadro y asistencia) en tres disciplinas: e-MTB, e-Gravel y la nueva movilidad eléctrica en el ámbito urbano.
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Como os anunciamos hace pocas fechas, Yamaha ha lanzado su primera gama de e-bikes completa. Y es que Yamaha ha sido uno de los principales actores en el segmento de la motorización al desarrollar algunos de los motores más utilizados en la industria, la gama PW que se introdujo en 2013. Hoy cuentan con el PW-ST para modelos que requieren menos par y el PW-X3 para las e-bikes más exigentes.
Además, tal y como nos dijeron en la presentación a la que hemos acudido junto a la prensa de motos, Yamaha lanzó la primera e-bike de producción (no modelos artesanales) en 1993. La Yamaha PAS. Con esta trayectoria, era de prever que antes o después Yamaha se introdujese de lleno en el segmento; y lo ha hecho con este primer catálogo de 3 modelos que se van a vender en sus concesionarios. Se trata de la YDX Moro 07, para e-MTB, la Wabash RT, para e-gravel, y la Crosscore RC, una e-bike urbana, pero también polivalente, apta para excursiones incluso fuera del asfalto y con alforjas.
Vaya por delante que esta primera colección de e-bikes de Yamaha es completamente funcional y atractiva, con algunas soluciones técnicas muy interesantes además de poner toda la carne en el asador con sus motores; pero por el número de modelos, concepto y detalles de montaje, Yamaha la ha lanzado con una clara orientación de público, buscando su cliente de motos que conoce la marca.
Por cierto, que el nombre de Moro, lejos de cualquier referencia en castellano, se ha elegido en homenaje a la “montaña” de la luna (macizo lunar es el término exacto) en la que, por ejemplo, se estrelló la sonda no tripulada Ranger 7. Este macizo toma su nombre, a su vez, de un científico italiano del s. XVIII: Antonio Moro Lazzaro.
Esta primera gama de e-bikes de Yamaha nace con 3 únicos modelos, uno por disciplina. Es decir, al igual que sucede con las motos y no pasa con las bicis, no hay opciones con diferentes montajes (sí que se ofrecen dos opciones de color en cada la Moro y la Crosscore y sólo una en la Wabash). Los precios, por otro lado, son bastante ajustados: 5.499 € para la Moro, 3.999 € para la Wabash y 2.999 € para la Crosscore, con el objetivo de hacerlas atractivas para el público Yamahista. Las tres bicis están disponibles en tres tallas: S, M y L.
La Moro de e-MTB utiliza el motor PW-X3 con 85 Nm de par, lo que lo convierte en uno de los motores con mayor entrega de par del mercado, y un peso bastante contenido de 2,75 kg. La Wabash y la Crosscore utilizan el PW-ST, un motor con un par de 70 Nm. En los tres casos se utiliza la misma batería de 500 Wh integrada, aunque de sencilla extracción (con un sistema de llave en la Wabash y Crosscore y de llaves allen en la Moro).
Los dos motores cuentan con la tecnología Zero Cadence, que ofrece la mayor capacidad de respuesta ante la pedalada. Es, prácticamente, apoyar el pie en el pedal y el motor nos asiste. Ambos motores son, además, bastante silenciosos (especialmente si tenemos en cuenta las cifras de par que ofrecen) y tienen muy buenas sensaciones cuando pedaleamos sin asistencia (por encima de 25 km/h o con ella apagada) sin apenas fricciones y resistencias.
Ambos motores ofrecen el Walk Assist y un nivel de asistencia automática que permite al usuario “olvidarse” de cambiar de niveles de asistencia, ya que el motor, en función de nuestra cadencia, potencia, velocidad e inclinación del terreno (el motor cuenta con un inclinómetro) cambia entre niveles para ofrecer la asistencia óptima en cada momento. Es la denominada tecnología Quad Sensor.
Particularmente he de decir que, después de probar los niveles de asistencia convencionales, puse el automático y me dejé llevar durante la jornada de prueba de las tres e-bikes. Si bien para un usuario muy purista de e-MTB tiene un ligero retraso en cambiar de los niveles de asistencia bajos al más alto (a lo mejor tenemos que dar dos pedaladas completas hasta que salta de ECO al Turbo), un usuario nuevo o con menos experiencia no notará nada y agradecerá el hecho de poder “despreocuparse” de tener que cambiar la asistencia.
Se podría asemejar al concepto de un cambio de marchas automático en los automóviles y, al igual que en este caso, es un nivel de asistencia muy práctico para la gente que se toma la vida de una forma más relajada (es decir, no busca el rendimiento máximo en cada momento) o en un uso urbano. También para aquellos que no quieren estar pendientes de una variable más mientras montan en bici.
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La Yamaha Moro es una e-MTB de all mountain con cuadro de aluminio de particular diseño denominado Dual Twin y 160/150 mm de recorrido de suspensiones. Al usuario más purista de e-MTB le puede sorprender el hecho de que equipe dos ruedas de 27,5”, pero nuevamente nos encontramos un guiño hecho al público más motero, ya que con sendos neumáticos de 27x5x2,6” tenemos mayor manejabilidad y sujeción en las curvas gracias al mayor balón, algo que agradecerán los usuarios menos experimentados.
A ese respecto, después de haber probado la Moro en senderos de subida y bajada he decir que tampoco eché de menos un neumático de 29”, ya que la manejabilidad que ofrecen las 27,5” hacen que la Moro sea muy divertida y con una geometría agresiva, con un ángulo de dirección de 66,2º, nos podremos enfrentar a obstáculos, piedras y raíces sin miedo.
Por su parte, la ventaja de tener un neumático trasero de 2,6” es que nos permite aprovechar mejor el par del motor a la hora de traccionar, por lo que siempre tendremos agarre mientras que estemos dando pedales.
Respecto al diseño del cuadro, se denomina Dual Twin porque es un diseño de doble viga en el tubo superior y diagonal para, por un lado, hacer hueco al amortiguador y, por otro, obtener un concepto de batería semi-integrada en la estructura del cuadro. Cabe señalar también que este diseño permite situar el motor en una posición muy baja que, además de permitir una posición de pedaleo cómoda y efectiva, sitúa el peso del motor lo más bajo posible para ganar también manejabilidad, algo que se consigue a pesar de que, sin embargo y debido al particular diseño del tubo diagonal, la batería está relativamente alta.
Y es que, a pesar de que el PW-X3 ya lo conocíamos, motor y cuadro se han desarrollado de forma holística (como un conjunto completo y no un grupo de partes) de forma que el motor se adapta a la forma del cuadro y viceversa para lograr una integración absoluta y un factor Q bastante reducido que nos permite un pedaleo similar al de una bicicleta convencional. Y es que hay que reconocer que Yamaha ha hecho un ejercicio de diseño muy interesante que ofrece algo poco habitual y, a tenor de las impresiones sacadas de la jornada de prueba, efectivo. Al menos en cuanto a manejabilidad y diversión. La única pega que se le puede poner a este diseño es la imposibilidad de roscar un portabidón, lo que nos obliga a llevar mochila de hidratación o riñonera.
La YDX Moro 07 cuenta con el display Interface X de Yamaha con un diseño basado en luces LED, sin pantalla, pero con una conectividad abosluta con smartphones y dispositivos GPS compatibles que ofrecen todos los datos habituales y otros más curiosos como la potencia que estamos aplicando a los pedales.
Con un montaje que incluye horquilla RockShox Lyrik Select RC, amortiguador RockShox SuperDeluxe Select + RT, transmisión Shimano XT y frenos Magura MT5 con discos de 203 mm y pinzas de 4 pistones, el peso declarado es de 23,9 kg en talla M. Está disponible en color negro con detalles en Icon Blue (el icónico azul Yamaha) o en Raven Silver.
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La Yamaha Wabash es la e-gravel de esta primera gama de Yamaha. Cuenta con un cuadro de aluminio en el que ha primado una geometría cómoda y con múltiples opciones para roscar alforjas y convertirla en una opción ideal para viajar. La horquilla, también de aluminio, también cuenta con múltiples roscas.
En este caso el motor es el Yamaha PW-ST con 70 Nm de par pero que también cuenta con los avances técnicos como la tecnología Quad Sensor y el modo de asistencia automático. Este motor es algo más pesado (3,4 kg) pero muy silencioso. Además, en una bici algo más ligera como es la Wabash (21,4 kg de peso declarado en talla M) los 70 Nm son más que suficientes para mover la bici con soltura y ofrecer al rider una experiencia gravel bastante divertida tanto en asfalto como fuera de él.
En este caso el cuadro y el motor también han tenido un desarrollo holístico, también a pesar de que ya conocíamos el motor PW-ST anteriormente, logrando una gran integración de los elementos.
En este modelo encontramos el Display A con toda la información en una pantalla LED de gran tamaño. En ella podremos ver el velocímetro, un indicador de la capacidad de la batería, un ajuste del modo de asistencia, un cuentakilómetros parcial, un cuentakilómetros total y un indicador de la autonomía.
Además, la Yamaha Wabash incluye elementos puros de bici gravel como el manillar con las puntas abiertas, el grupo Shimano GRX mecánico de 11 velocidades con cassette 11-42 y plato de 44 dientes o la tija telescópica Limotec de corto recorrido (40 mm en talla S y 60 mm en la M y la L) que facilita bajar el centro de gravedad del ciclista en las bajadas más técnicas.
Dinámicamente la Wabash se nota que está pensada para un gravel más cómodo y relajado, para sumar kilómetros apoyados en su asistencia y, posiblemente, cargados con algo de equipaje. Es manejable y divertida, pero a la vez estable.
He dejado para el final la Yamaha Crosscore, la bicicleta eléctrica con una clara orientación urbana pero que también nos permite algo más gracias a su configuración y montaje. Se trata de una e-bike práctica, con múltiples roscas en el cuadro para instalar portabultos y con unos neumáticos de 27,5x2,0” y dibujo mixto que nos permiten salir del asfalto en zonas de tierra en buen estado, aumentando el rango de nuestras excursiones a pistas forestales o caminos prensados.
Yamaha ha apostado por la Crosscore para la nueva movilidad como alternativa al coche o el transporte público. Al igual que la Wabash también equipa el motor PW-ST que se muestra más que suficiente para mover los 23,9 kg de esta bicicleta con soltura por el asfalto urbano o, como decía, por caminos y senderos en buen estado.
También cuenta con el completo Display A que ofrece la máxima información de un vistazo, así como la tecnología Quad Sensor y el modo automático que nos permite una mayor tranquilidad a la hora de rodar en la ciudad sin tener que estar pendiente del nivel de asistencia que llevemos en ese momento si, por ejemplo, tenemos que enfrentarnos a una calle en cuesta con un desnivel considerable. Como dije antes, este modo automático mejora la experiencia de conducción de esta e-bike en el ámbito urbano y es algo que agradecerán mucho los usuarios más noveles en este tipo de vehículos. También destaca el Walk Asist que se agradece en una bici urbana de la que nos tendremos que bajar más a menudo para atravesar pasos de cebra u otras zonas peatonales.
La transmisión y los frenos quedan en manos de Shimano, por lo que nos garantizamos un funcionamiento suave y preciso con un grupo de 9 velocidades con cassette 11-36 y plato de 44 dientes. Los frenos también son suficientes para detener esta bici en condiciones normales de uso urbano. Por cierto, que un detalle que se agradece en una bici con esta orientación urbana y de día a día son los puños ergonómicos que favorecen un apoyo y agarre más cómodo orientado a una posición de conducción elevada en la que poder ver cómo se mueve el tráfico a nuestro alrededor.
Yamaha ha apostado por un modelo de venta, a través de sus concesionarios, pero orientado a que el público tenga un asesoramiento total en la compra, pero que la pueda realizar en la comodidad de su domicilio.
Se trata de un sistema de comercio electrónico en colaboración con una red de centros de experiencia de bicicletas eléctricas (YEEC) que operan dentro de la red de concesionarios de Yamaha. La principal ventaja del sistema omnicanal es que los clientes pueden visitar un centro de experiencia de bicicletas eléctricas de Yamaha para ver y conocer la bicicleta eléctrica, probarla y pedir consejo al personal experto del concesionario antes de realizar su pedido con total confianza.
Una vez elegida su nueva bicicleta eléctrica Yamaha, el cliente puede conectarse al sistema online para confirmar su compra y concertar la entrega a domicilio o la recogida en el concesionario. Este nuevo sistema, líder en el sector, está diseñado para ofrecer a los clientes la mejor combinación de servicios in situ y online, y el sistema ominicanal elimina la incertidumbre que a veces se asocia a las experiencias de venta puramente virtuales que carecen de elementos físicos e interacciones humanas.
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