Shimano XT: prueba a fondo

Cuando conocimos el lanzamiento del nuevo grupo Shimano XT M8000 de 11 velocidades nos preguntamos si el nuevo grupo sería capaz de recoger todo lo bueno que las siglas XT han aportado a la bici de montaña y llevar esas cualidades todavía más lejos. Para
Shimano XT
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autor mtbpro Muriel Bouhet
autor de las fotos Javier Martínez

fecha23/10/2015


Qué mejor forma de ver cómo va un grupo que someterlo a una prueba de larga duración. El nuevo XT de 11 velocidades lo merecía. Por eso nos pusimos en contacto con el distribuidor oficial de Shimano en España, Macario Llorente, la prestigiosa y veterana empresa que acaba de cumplir su sexagésimo quinto aniversario. Queríamos poner a prueba el nuevo grupo tratando de ser lo más exigentes posible con el material. En Macario aceptaron el envite y pusieron a nuestra disposición una bici rígida de su propia marca, equipada con el XT M8000 en configuración 2x11, dos platos y once velocidades.

En cuanto a especificaciones y, al margen del cuadro de carbono de la marca Macario, nuestra bici venía equipada con ruedas WH-M8000 de 27,5 pulgadas, ideales para un uso XC, con una llanta de 20 mm de anchura y un peso más ligero que las versiones anteriores. Este ahorro de peso se logra básicamente en los bujes, renovados y aligerados, con un conjunto que, fabricado al cien por cien en aluminio, no se queda muy lejos de las ruedas XTR que incorporan el carbono en su fabricación.

La transmisión XT de nuestra bici incluye doble plato, con un desarrollo 36/26, acompañado por un casete de once velocidades, con una configuración 11/40. Los platos son accionados por un nuevo desviador delantero DynaSys 11.

Todo ello manejado con unas nuevas manetas XT M8000, que van acompañadas en el puesto de mando de los frenos de la misma denominación, en nuestro caso equipados con discos de 160 mm en ambas ruedas.

Veamos nuestras primeras impresiones sobre el terreno.

Mandos de cambio: docilidad y precisión

Una de las primeras sensaciones significativas que pude apreciar con el nuevo XT viene de la mano, nunca mejor dicho, de las manetas de cambio. Una agradable mezcla de docilidad y precisión.

Si pensamos en la generación anterior, hablamos de unos mandos plenamente funcionales y que seguirían de plena actualidad, pero hay pequeños cambios. Ahora el «clic» que los mandos producen al cambiar entre cada velocidad cuando bajas piñones es un poco más marcado y, sin ser brusco, se percibe que hay menos riesgo de que se te escape el dedo y efectúes un cambio involuntario, metiendo una marcha más de lo deseado.

Por el contrario, el mando que acciona la subida de marchas y que se acciona normalmente con el pulgar, funciona de manera aún más suave y se maneja con más docilidad que antes. Parece que responde más fácilmente a mi mano, sin duda gracias al rediseño del mecanismo interno y a que se ha fabricado en un material plástico con una forma más alargada que lo asemeja bastante a su hermano de la gama XTR M9000.

Y es que ya desde los mandos, este XT ya nos muestra que tiene poco que envidiar al tope de la gama del fabricante japonés. Igual que nos muestra que lo que nos vamos a encontrar más allá de los mandos nos va a gustar igual.

 

Transmisión: sobriedad y eficacia

El desviador delantero viene apellidado como XT Side Swing y demuestra el mismo espíritu de eficacia. Si nos cuesta menos accionar los mandos, el desviador tiene que hacer que el cambio de platos sea más suave. Y lo consigue. Su nuevo diseño hace que el cable trabaje con más suavidad. 

Además, tiene otras ventajas de las que no hemos necesitado disfrutar en nuestra prueba, porque permite un mayor espacio para la rueda trasera, algo interesante en los tiempos que corren en los que se acortan las vainas de los cuadros y se emplean neumáticos de más balón.

El cambio trasero se ha mostrado tan preciso como podíamos esperar. Uno de los valores seguros de Shimano no desaparece con esta nueva generación, y si ya estabas acostumbrado como yo a las anteriores versiones de XT, la suavidad de su tacto no te va a sorprender.

Esto es lo que esperábamos después de machacarlo con incontables cambios de marcha durante la prueba. La misma precisión de siempre, aunque su renovación haya sido completa. El nuevo cambio XT Shadow RD+ tiene un perfil más bajo y un nuevo diseño en sus poleas, pero la rapidez y exactitud en los cambios de marcha no han variado. Mantiene su tecnología Shadow + para tener siempre la cadena con la tensión adecuada evitando los saltos inadecuados en las bajadas.

Y si hay un componente al que hemos apretado en esta prueba esas han sido las bielas. Es verdad que una pesa lo que pesa, y desde luego que no he apreciado falta alguna de rigidez, pero puedo asegurarte que he puesto en cada salida con la bici todos los watios de potencia que podía. Las he hecho girar hasta la extenuación (la mía), y siempre me han ofrecido la sensación de transmitir a la cadena toda la potencia que yo era capaz de poner sobre los pedales.

La sorpresa ha venido por los acabados. Shimano ha trabajado en unos platos fabricados en carbono con composite de metal que después de nuestra prueba ofrecían un aspecto tan saludable como al inicio. Bielas y platos seguían como nuevos. Estéticamente tan sobrios como siempre pero aparentemente resistentes como nunca.

Pero más allá de la apariencia, hemos podido apreciar el nuevo diseño del dentado de los platos, pensado para retener la cadena incluso en las zonas más accidentadas. Es verdad que con nuestra rígida de pruebas no me hemos lanzado por las trialeras más complicadas, pero en las zonas más bacheadas y técnicas a las que me he enfrentado no he sufrido ninguna salida de cadena. 

Bien es verdad que este aspecto sería más relevante si hubiéramos probado un 1x11. Obviamente nuestro 2x11 es un poco más polivalente y permite sacarle mucho más rendimiento al casete 11/40. También se puede adquirir el grupo con 3 platos, llegando a tener el desarrollo con la marcha más baja y con el rango más amplio jamás fabricado. Difícil será que no encuentres un XT a tu medida.

En nuestro caso, el desarrollo 36/26 es una combinación perfecta, que mantiene 10 dientes de diferencia entre el plato grande y el pequeño, lo que en combinación con el casete de 11 velocidades aporta un rango de marchas tremendamente polivalente. Yo no he echado en falta ninguna marcha en estas semanas de prueba, ni subiendo ni bajando.

 

Frenos: más progresivos

Este es el elemento con el que más exigente me iba a mostrar en la prueba. Para mí, los frenos Shimano son toda una referencia en cualquiera de sus categorías. He podido probar en los últimos tiempos desde los Deore, pasando por los SLX, hasta los XT y XTR, y siempre me han parecido potentes, fiables, con un precio ajustado en la mayoría de estas versiones, pero si les tuviera que pedir algo sería que tuvieran aún un punto más de progresividad para facilitar la dosificación de su potencia.

¿Alcanzan los nuevos XT la perfección? Para mí sí. Después de probarlos a fondo, en mi opinión es quizá el componente que en rendimiento más se aproximan a los XTR.  Estos nuevos M8000 aportan una sensación total de control, con una entrega menos repentina e inesperada de lo que me ha parecido en el pasado. Es verdad que en mi caso, con poco más de 50 kilos de peso, la posibilidad de dosificar la potencia y recibirla de manera progresiva es muy importante.

Así que sobresalientes en toda la prueba. Y no sólo en funcionamiento. Otras mejoras son menos perceptibles, pero también están ahí.  Las manetas se han optimizado ergonómicamente, facilitando aún más el frenado con un solo dedo. Por su puesto, mantienen las regulaciones de alcance de maneta y de tacto (Free Stroke) , pero se ha rediseñado la abrazadera, siendo ahora más compacta. Esto permite un mejor ajuste de su posición, así como una mejor integración con los mandos de cambio.

Son también más ligeros, algo que lógicamente no he apreciado en marcha. Su construcción en aluminio (en lugar de magnesio) no es óbice para que se hayan mostrado tan fiables como las generaciones anteriores que habíamos probado.

 

Ruedas: más que correctas

Las ruedas no son el componente más exitoso de las gamas Shimano, y sinceramente no entiendo por qué. Han funcionado a la perfección durante toda la prueba. Son ligeras, son fiables, ruedan con suavidad y me han aportado la rigidez que necesitaba cada vez que mi pilotaje lo demandaba. En cambios bruscos de dirección, en frenadas fuertes, en aceleraciones…, la bici ha respondido siempre a la perfección gracias al set de rodaje.

De las dos versiones que ofrece Shimano en el grupo, las Deore XT Trail y las XT Race, mi bici llevaba éstas segundas, con una anchura interior de llanta de 20 mm, correcta para el tipo de cubiertas orientadas al rally y al maratón, aunque en la actualidad el mercado está tendiendo a un poco más de anchura.

 

¿Y qué le separa de un XTR ?

Después del excelente resultado de esta prueba, es la pregunta que se me viene a la cabeza. ¿Qué le falta a este grupo para ser como el tope de gama, el XTR? Obviamente no es tan ligero, eso es algo indiscutible, pero ya sabemos que a veces ganar esos pocos gramos tiene un coste muy elevado para nuestros bolsillos.

¿Es sólo la apariencia donde está la diferencia? Es verdad que en el XTR se busca un aspecto más refinado y este nuevo XT sigue fiel a una imagen ciertamente austera. ¿O es simplemente el prestigio que en tantos años acumuló el grupo de las 3 letras? Puede. Pero desde luego, con las mejoras que este año se han incorporado al nuevo M8000, si hay un grupo que se ha ganado una reputación de fiabilidad y rendimiento, ese es el XT.

Su consolidación como grupo de gama alta a precio competitivo no es causalidad. En nuestra prueba ha respondido a todo lo que le pedíamos, y me atrevo a decir que es un grupo que podría perfectamente satisfacer a cualquier corredor de Copa del Mundo.

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