El segundo motivo es que, Ibiza, no deja de ser un destino atractivo, famoso por su vida nocturna y la belleza de sus calas y playas escondidas pero que, sin embargo, tiene mucho más que ofrecer. Por eso, tanto la organización, que corre a cargo de Ibiza Sport, como los diferentes ayuntamientos (especialmente el de Sant Antoni de Portmany – San Antonio Abad en castellano – y el de Eivissa – Ibiza – población) se vuelcan en esta prueba. El objetivo es mostrar que Ibiza es mucho más que la fiesta y el verano, que es una isla llena de posibilidades e ideal para disfrutar durante todo el año en un entorno natural precioso.

El tercero es, sin duda, la calidad y trabajo del equipo humano que está detrás de ella, que se vuelca con esta prueba y contagia su ilusión y ganas a los que les rodean. Este equipo está encabezado por Juanjo Planells, cerebro y organizador de la prueba y hermano de Bartolo Planells, su creador original que falleció en 2014. Durante los tres días que estuve con ellos pude comprobar el cariño y estima que profesan a Bartolo y el reconocimiento que le tienen como alma máter de esta carrera.

Pero no hay que olvidar a otros componentes como el jovencísimo Xicu Serrano, director de carrera que lleva cumpliendo esta función desde los 19 años (anteriormente ya había trabajado como asistente y colaborador) y que también se encarga de gestionar y dirigir a los más de 200 voluntarios que se emplean en esta carrera. También a otros componentes como María Prats, sin la que nada de esto podría salir adelante gracias a su trabajo “en la sombra” y que fue la artífice de los tres grandes días que pudimos pasar la prensa haciendo el reconocimiento de la prueba; o Francisco Sánchez Angorrilla, que nos hizo de padrino en el recorrido y nos explicó todos y cada uno de sus pormenores.

Como he dicho, este año se cumple su 20º aniversario y, como es habitual, se celebrará en Semana Santa, los días 10, 11 y 12 de abril.

Desde sus orígenes como marcha cicloturista al formato de competición actual, la Vuelta Ibiza MTB SCOTT ha ido evolucionando con el tiempo. Desde la adopción del formato competitivo destaca por su carácter igualitario, repartiendo los mismos premios en metálico para las 10 primeras parejas femeninas y masculinas.

Uno de los puntos de interés de 2020 estará en torno al premio Bartolo Planells, creado en el 2014, para la pareja que consiga vencer 3 ediciones seguidas de la Vuelta Ibiza en Mountain Bike SCOTT. Dotado de 6.000 €, la pareja formada por la portuguesa Celina Carpinteiro y la inglesa Chalotte Davies, del equipo BTT Loulé/Elevis, es la que más posibilidades tiene de conseguirlo a día de hoy.

En este punto hay que señalar el gran trabajo hecho por organización y partes implicadas, ya que para su disputa se han tenido que poner de acuerdo muchas partes, incluso se varía el horario de una de las procesiones de Semana Santa para poder acoger este prólogo y luego disputar la primera etapa el mismo día.

Personalmente pude acudir al acto oficial de la presentación de este prólogo, en la plaza de es Martell, y que contó con la presencia del equipo de Ibiza Sport, con Juanjo Planells explicando el recorrido, Rafael Ruiz, alcalde de Eivissa; Elena López, concejala de Deportes; así como Didac Sabaté, Marketing Manager de SCOTT y el biker local, y uno de los principales favoritos a la victoria, Enrique Morcillo.

Poco tiempo después de la llegada del último participante se dará la salida a la 1ª etapa, que se disputará por la tarde y contará con 38 km y 1.000 m de desnivel. La salida tendrá lugar, nuevamente, en la ciudad de Ibiza, y la llegada en la famosa Playa del Arenal de Sant Antoni de Portmany.

Esta primera etapa (la más corta descontando el prólogo) tendrá un formato casi de carrera XCO, con un recorrido que enlaza las dos poblaciones principales de la isla, pero por zonas poco habitadas, con un perfil sube-baja de pistas y senderos en los que se acumula mucho desnivel en muy poca distancia. Por el horario establecido, el objetivo es que los últimos participantes lleguen con los últimos rayos de sol, disfrutando de uno de los mejores atardeceres del mar Mediterráneo.

La segunda etapa, que se disputará el sábado 11 de abril es la etapa reina de la Vuelta Ibiza MTB SCOTT 2020. Con 86 km y 2.200 m de desnivel, tiene salida en Santa Eulalia del Río, la tercera población más importante de la isla, con un trazado que acabará recorriendo el perímetro costero noroeste de la isla hasta llegar, de nuevo, a Sant Antoni de Portmany, esta vez por la zona de Punta Galera y el paseo marítimo.

Otra de las novedades de la edición 2020 es la configuración de la 3ª etapa, más corta en ediciones anteriores y a la que prácticamente siempre se llegaba con todo decidido. Sin embargo, este año contará con 72 km y 1.700 m de desnivel, lo que siempre dará lugar a más incertidumbre y posibles sorpresas.

Con salida y llegada en Sant Antoni de Portmany, los bikers ascenderán las cimas más conocidas y transcurridas como son Sa Capelleta, Puig d'en Serra (conocida por su rampa de hormigón, en la que se ascienden 230 m en apenas 1,5 km) o Sa Talaia (la montaña más alta de la isla). Como colofón final, y para el disfrute de todos los participantes, especialmente los que no se estén jugando la clasificación final, la parte final es por terreno más llano, aunque exigente por su firme pedregoso y roto, en el que podrán disfrutar de maravillosas vistas al mar en playas y acantilados espectaculares como son la Cala Compte y Cala Bassa.

Después de haber recorrido la zona puedo aseguraros que nadie quedará decepcionado. Tanto los que ya conocen la zona y el trazado, como los que lo harán por primera vez. La belleza natural que tiene y las diferentes localizaciones que se recorren, desde zonas de bosque a los acantilados abiertos al mar, son un espectáculo para los sentidos.

¿Por qué ir a la Vuelta Ibiza MTB SCOTT?

Aunque para esta edición están agotadas las inscripciones, la Vuelta Ibiza MTB SCOTT es algo que todo biker debe considerar para hacer, al menos, una vez en la vida. Lo es por muchos motivos, por el reto que supone completar las tres etapas (aunque no se vaya con el objetivo de luchar por la general). Por el encanto de la isla y la sorpresa que supone descubrir que tiene mucho más que ofrecer que la fama que tiene.

Porque son unas vacaciones de Semana Santa diferentes, en un entorno y haciendo una actividad diferente. Porque la organización se vuelca y el cariño, trabajo y amor que le ponen se transmite a los participantes.