Ruedas 29” ó 27,5” plus para tu e-bike ¿cuál es mejor?

2020: Por qué (casi) todas las e-bike vienen montadas con ruedas de 29” en ancho 2.6” (efecto medio plus) ¿desaparece el 27.5” Plus?
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Juan Ochoa

23/10/2019


2020: Por qué (casi) todas las e-bike vienen montadas con ruedas de 29” en ancho 2.6” (efecto medio plus) ¿desaparece el 27.5” Plus?

Ojeando las novedades de las nuevas gamas de e-bikes 2020 e incluso algunos modelos del 2019 salta a la vista que la gran mayoría de los fabricantes se han pasado al 29”. ¿Cómo es posible si, desde el 2015 cualquier e-bike que se preciara lucía músculo con sus generosos neumáticos plus en llanta 27.5”?

Seguro que os estaréis preguntando el por qué de tanto cambio de medidas ¿estrategia de marketing para “obligarnos” a cambiar de bici? ¿evolución de la especie eléctrica?

Ruedas e-bike de distintas medidas

Para entender esta “evolución” o paso al siguiente tamaño, quiero resaltar lo importantes que han sido las ruedas 27.5” plus para las e-bikes. Incluso podemos considerarlas como un punto disruptivo desde el que, las nueva era e-bike nos quita 25 años (y 20 kg en mi caso) de un plumazo, elevando nuestra sensación seguridad y control a límites insospechados. A sus mandos, volvemos a sentirnos jóvenes y todopoderosos.

Vamos con un poco de historia reciente.

2010/2014: primeros flirteos de la industria ciclista “empotrando” motores en bicis de montaña.

En un sector donde el deporte y la testosterona (mal entendida) en demasiadas ocasiones van de la mano, comenzaban a esbozarse las primeras e-bikes serias con motor central. En aquellos orígenes, eso de llevar motor no era bien recibido. Ya sabéis; “es para gente mayor” (muy mayor) o quizás para que personas con algún tipo de discapacidad pudieran seguir montando en bici. Para el resto, mejor que no nos vieran dando pedales asistidos.

Ante ese panorama tan “poco viril” os podréis imaginar a qué ingenieros se encomendaba el peso de los proyectos eléctricos de montaña, cuando no, directamente, algunas marcas de prestigio “externalizaban” el sacrílego de poner motor a una bici de montaña. Recuerdo alguna conversación con algún ingeniero que me confesaba seguir montando en bicis normales para no contaminarse con tanto vatio. Por aquellos entonces, casi mejor que no te vieran ni tus propios compañeros de trabajo dando pedales asistidos con una bici de montaña si no querías ser pasto de su escarnio.

Si apuntáis a los ingenieros de menor cualificación, los últimos en llegar o responsables de las gamas económicas, habéis acertado. Así las cosas, estos nuevos “product manager asistidos” le iban cogiendo el gustirrinín al empujón mágico, no solían sacar pecho ante sus creaciones pero, como no podía ser de otro modo, empezaban a disfrutar con ellas.

Estoy generalizando, sin duda, no todas las casas se regían y seguían la ortodoxa tradición familiar y, gracias a unos pocos llego…

...El año Plus (2015)

Poco a poco, a pesar de compartir la práctica totalidad de sus componentes con sus “endebles” hermanas no asistidas, los diseños de las e-bike iban tomando ciertos “riesgos” y sus criterios, tanto en geometrías como en la elección de sus ruedas empezaron a salirse del guión establecido. El hecho de llevar motor no tendría que ser sinónimo de aburrimiento en la conducción. Estábamos asistiendo al nacimiento de bicis de más de 20 kg que no por su condición de pesadas debían ser torpes o inseguras. El centro de gravedad tan bajo se alió con los diseñadores y estas diabólicas bicis eléctricas empezaron a ser divertidas y eficaces.

En paralelo, las Fat Bike comenzaban su particular moda. Sus enormes neumáticos 4.0” hinchados a solo 0.5 bares se tragaban todo y permitían pedalear por nieve o arena del desierto con relativo control y un esfuerzo extra (muy extra). Pero estaba claro que esta mastodóntica rueda no tenía más recorrido que el de su uso meramente recreacional o para rodar por latitudes extremas.

Por aquello de optimizar la experiencia “e”, algunas marcas se toparon, casi por accidente, con unos neumáticos más contenidos en tu tamaño que el de las ruedas “Fat”.  Si mal no recuerdo, WTB fue el fabricante de aquellas primeras “contenidas ruedas gordas”. Éstas, en su origen (ancho de 3.0”) no fueron precisamente concebidas para un uso deportivo y exigente. Más bien pretendían dar un plus de confort a bicis trotamundos con las que realizar grandes travesías cargadas hasta la bandera.

Una de las primeras bicis en llevando ruedas 27.5_ plus (Foto cedida por Israel Romero)

Foto: Una de las primeras bicis en llevando ruedas 27.5 Plus (Foto cedida por Israel Romero)

¿Casualidad?

No hay nada como mezclar cosas sin saber bien lo que va a ocurrir para reinventar el futuro. Estoy seguro de que a nadie se le habría ocurrido, si no es por la concurrencia en el espacio y el tiempo de estos dos factores. Por un lado, los nuevos motores centrales potentes pero progresivos y por otro las ruedas (NO de moto) más gordas pero todavía ligeras que permitían pedalear con relativa soltura.

Siempre recordaré con asombro cuando, en el verano del 2015, tras asistir a la presentación de las primeras e-bike de la marca española Mondraker, me llevé dos debajo del brazo (entendedme, una en cada brazo). Estas inéditas e-bikes, con una geometría súper cañera y un aspecto  innovador para la época, llamaban la atención más por su ruedas plus 3.0” que por su batería externa. Las tenía que probar a fondo en mi territorio, de ahí mi premura por raptarlas.

Os contaré que, tras iniciar mi primer recorrido “exigente”,  sin siquiera haber acabado de subir un mega repecho, jadeante llamé a Miguel Pina (CEO de Mondraker) y le dije: “Miguel, no sabéis lo que habéis hecho. Estas bicis, con estas ruedas plus son ¡la caña!”. Y no solo para subir, ¡bajan como misiles! ¡Se lo tragan todo! Actualmente (2019) casi el 50% de la facturación de Mondraker corresponde a su familia e-bike.

La primera Mondraker Vantaje (ruedas plus 3.0)

Foto: La primera Mondraker Vantaje (ruedas plus 3.0)

Y así, de un año para otro, nos encontramos con las primeras e-bike dotadas de unas capacidades bajadoras desconocidas hasta la fecha y,  sus responsables, ahora sí, empiezan a sacar pecho. Quedaba inaugurada la nueva era e-bike.

¿Qué ocurría?

Muy sencillo, estás “gruesas” ruedas 27.5” 3.0” plus a baja presión (entre 0.9 y 1.3 bares) leían el terreno y se pegaban a él como auténticas lapas, aumentando con creces el margen de seguridad. Nos permitían errar en las trazadas sin apenas consecuencias. Más allá de un ligero flaneo, producto de la deformación de la carcasa del neumático por su baja presión y el sobre peso de las e-bikes, para la gran mayoría, sin ninguna duda,  eran las ruedas del futuro.

Como comentaba en mi artículo sobre los recorridos de suspensión, las ruedas plus son la mejor suspensión “neumatica”.

Tras su primer año de vida, estos neumáticos “encogieron” hasta los actuales 2.8” ó 2.6” reduciendo el flaneo pero no eliminándolo por completo y, eso si, mejorando la precisión en el guiado de la dirección.  También descubrimos durante sus primeros años de vida que, sus bondades servían para escamotear errores de diseño o simplemente, disimular el mediocre funcionamiento de muchos sistemas de suspensión que, por exigencias de los departamentos de marketing o por el gran tamaño de los motores, muchas veces veían la luz con demasiada premura y poca puesta a punto.

E-Bike con batería externa

Foto: Cuando las baterías iban por fuera y las ruedas Plus por dentro

Estás ruedas 27.5” plus se ocupaban de casi todo lo referente a la conducción pero, para los más expertos, jóvenes e intrépidos, ante apoyos muy exigentes, más propios de una conducción de descenso que, de la de una excursión endurera, no acababan de encajar. Existe un determinado tipo de usuario que prefiere sentir más, llevar siempre el control y prefiere reducir este “balón salvador” para evitar llantazos y dejar fluir su conducción al límite sin sentir molestas derivas en los neumáticos.

Si habéis leído hasta aquí, ahora entendereis por donde va mi hipótesis sobre el porqué del cambio de 27.5” plus a 29” eso sí, en ancho 2.6” para que los más “viejos” no se asusten.

2016/2018: las e-bike molan (y mucho)

Como si de una plaga se tratara, las e-bikes se popularizan, muchos siguen sin dar crédito a las crecientes cifras de ventas. Ya no son solo “aptas para abueletes”. Los “chicos” de mediana edad descubren en ellas su propio resurgir ciclista adolescente y vuelven a disfrutar con su e-bike como niños con bici nueva.  Estas recién llegadas y, cada día mejor fabricadas ¡molan mucho!

Trek Powefly con batería integrada

Foto: Nueva Trek Rail 2020, carbono, nuevo motor Bosch y ruedas 29

El “boom” e-bike se vuelve viral, las marcas, tanto propias como ajenas al sector, se ponen las pilas y empiezan a desarrollar e-bikes como locos, todo vale con tal de tener en sus catálogos un porrón de bicis eléctricas y,  lo más importante, que entren por los ojos.

2019/2020: La juventud se adueña de los diseños

La edad media de los diseñadores de e-bikes de montaña baja ostensiblemente. Las principales marcas del sector ciclista crean departamentos completos consagrados a un único fin: vender más que nadie y desarrollar mejores e-bikes. Han pasado cinco intensos años en los que todos hemos aprendido mucho. Algunos clientes van por su segunda o tercera e-bike y miles de comentarios, vivencias y consejos corren como la pólvora por la red.

Juan Ochoa haciendo una de sus acrobacias preferidas en una ebike

Como comentaba, esto de las e-bike mola, ya no están proscritas. Se cambian las tornas y ahora son los primeros de la clase los que se ocupan del diseño de las mismas.

Y… todo ésto para exponer mi hipótesis del porqué las e-bike del 2020 giran sobre ruedas de 29” medio plus 2.6”.  Sí, la forma de montar también ha cambiado. Ahora queremos que las e-bike ganen las carreras de enduro y se impongan, bajando, a sus hermanas mal llamadas “pulmonares” (como si no se hiciera ejercicio con una e-bike). Necesitamos ser los reyes absolutos del Strava y, como Fuenteovejuna, “todos a una”, la industria del ciclismo se han cargado la rueda 27.5” plus.

Esquema con las distintas medidas de ruedas para e-bikes

Si habéis seguido leyendo: ¡gracias! Era necesario para entender, ahora sí, el esquema de qué aporta cada rueda y para quién es mejor una u otra opción.

RUEDA 27,5” plus ancho 2.8” (Un clásico para las e-bike modernas)

Esta rueda está más cerca de una 29” 2.2 (estándar) que de una 27.5” estándar. El diámetro exterior y por tanto su circunferencia de rodadura es propia y equivalente a una rueda de 29”. A pesar de partir de una llanta de 27.5”, según tipos de tacos y anchos reales las diferencias de tamaño (circunferencia)  oscilan entre un 2% y 4%. Prácticamente inapreciable. Podemos afirmar que es una 29” “en-cubierta”

Por tanto, rueda como si de una rueda 29” se tratase. Su capacidad de avance es igual pero se ve mermada por el “efecto plus” al tener más goma en contacto con el suelo y menor presión. Si la hinchamos a tope correrá casi como una 29” convencional pero rebotará como una rueda de madera ante cualquier obstáculo. Por lo tanto, para que una rueda 27.5” 2.8”/2.6” plus funcione realmente como tal, es fundamental llevar una presión correcta y controlada. 

Ventajas rueda 27.5” Plus

Seguridad: Al tener mayor “colchón” de aire amortigua y literalmente filtra tanto irregularidades pequeñas como de tipo medio (raíces, piedras etc) sin inmutarse. Aumenta significativamente nuestra percepción de control sobre todo para usuarios de nivel “medio”. También perdona errores de trazada que acabarían con nuestros huesos por el suelo con cualquier otra cubierta no plus.

Confort: Este mismo “excedente” de goma y aire actúa como la mejor suspensión neumática jamás fabricada para una e-bike,  incrementando notablemente el nivel de confort. Incluso en e-bikes rígidas es increíble sentir la calidad de rodadura que nos transmite al circular.

Desventajas rueda 27.5” Plus

Imprecisión en trazadas: Ante apoyos muy fuertes este neumático es menos preciso en las trazadas, perdona casi todo, sí pero, para los más pros, peca de menor precisión (guiado fino) y por tanto “empeora” las sensaciones yendo al límite, que dicho sea de paso, ha de ser muy alto y al que no todos llegan.

Mayor lastre y resistencia a la rodadura: Sin duda es su mayor defecto y virtud a la vez. Llevar estos neumáticos en una bici no asistida es un suplicio pero en una e-bike simplemente redundará en una pérdida estimada de un 5% de nuestra autonomía.

Carcasas menos resistentes y flancos más sensibles: Al hilo de lo que comentaba en la primera desventaja (teórica) su carcasa también es más vulnerable a llantazos, sobre todo en la rueda trasera. Todavía me pregunto, más allá del peso, porqué no se fabrican neumáticos plus con carcasas híper reforzadas.

Peso y precio: Por supuesto estas cubiertas son más pesadas que unas 27,5” normales o incluso que unas 29” en medida 2.4”.  Su precio, incomprensiblemente, en ocasiones duplica al de las 29”.

Público objetivo 27.5” plus

En la actualidad, la gran mayoría de los usuarios de e-bike tienen un perfil más de 27.5” Plus que de 29”.  Generalizando mucho podemos decir que, más allá de la edad de media (45 a 60 años), este neumático aporta un umbral muy alto en seguridad y facilidad de uso. Por tanto, no debería ser inherente a la edad sino a nuestro nivel técnico. Por otro lado, al ser la mejor suspensión (los dos primeros cm de recorrido corresponden al  propio neumático deformandose) “escamotean” algunos errores de diseño, por lo que, si nuestra e-bike no es de las mejores, con unas ruedas 27.5” plus seguramente disfrutemos de un comportamiento más sano.

Ruedas 29” ancho 2.6” medio plus (la recién llegada)

Está claro que, 2.6” es una cifra muy cercana a 2.8” por tanto podemos afirmar que es casi una rueda plus. Sus carcasas se han reforzado y por tanto su presión media oscila entre 1.3 y 1.6  bares de presión, lejos de los 1.8-2.5 bares de una ruedas 29” normales. Pero este tamaño extra hace que sean a su vez las más grandes en diámetro y circunferencia.

Ventajas ruedas 29” ancho 2.6”

Reactividad y precisión en la trazada: Como comentamos, el principal motivo no es otro que permitirnos llegar más rápido y abordar las curvas a tope sin que sintamos nuestro neumático destalonar, pero insisto, hay que ir muy muy rápido y muy fuerte para llegar a sentirlo. Por otro lado nos exigen un alto nivel de pilotaje que, bien llevado nos permitirá ganar segundos al crono. 

Ventajas de las ruedas de 29' de 2.6 en e-bikes

Capacidad de avance: Al ser una rueda más grande la sensación que transmite es que corre más, se lanza más pero también es más brusca y seca en según qué ocasiones. En cuanto al ahorro de batería, sin duda gasta menos ¿Cuánto? en función del tipo de neumático, si es rodador o “agarrador” rondará el 5% de ahorro sobre una rueda 27.5” plus.

Desventajas ruedas 29” ancho 2.6”

Gran circunferencia: Al llegar a la medida 2.6” pero partiendo de una llanta de 29” estos neumáticos en una e-bike representan, claramente, las ruedas más grandes (circunferencia) del momento. Levantan nuestros ejes entre 10mm y 12mm sobre el suelo con respecto a las ruedas 27.5” 2.8” por lo que, desequilibran un poco el centro de gravedad. Quizás no sea esto lo que más puede molestar, su tamaño, sobre todo en la rueda trasera, condiciona nuestra postura en bicis de largos recorridos de suspensión (por encima de 150/160mm).  Como diría mi amigo y redactor de MTBPro, Iñaki Gavín, en algunos casos estas ruedas de 29”, detrás se convierten en unas “rascaculos” cuando, bajando a tope, llevamos el sillín muy bajo y susodicha parte sobresaliendo por detrás de la bici.

Delante, son algo más lentas que una 27,5 pero, gracias a las nuevas tendencias en geometría y los nuevos trail (avance de de la horquilla) que han pasado de los habituales 51 mm a  44mm/42mm. han ido ganando agilidad y polivalencia de uso.

Menor “efecto plus”: Como hemos comentado, aire llevan menos, son plus sí pero no tanto como las 2.8”. Sobre todo detrás se dejan sentir y son menos benevolentes tanto en tracción pura como comodidad.

Menor agilidad: Conseguir que esta rueda y su diámetro de casi 75 cm, montada en ambos trenes de una e-bike pesada y grande, mantenga ese puntito de agilidad y reactividad que tanto nos gusta es el gran reto de la industria. Por normal general son menos divertidas que las 27.5” plus salvo que la velocidad sea el factor decisivo.

Conclusión:

Considero que, de cara a esta nueva temporada, este exceso de fogosidad de los equipos de diseño actuales quizás no haya tenido en cuenta las verdaderas prioridades de una gran mayoría de sus  potenciales clientes actuales.

Juan Ochoa probando una e-bike Mondraker

Hacer una e-bike de 29” con menor efecto plus requiere de un mejor diseño. Sin duda, ahora las e-bike se están tomando muy en serio, pero no todos llegan a tiempo y algunas creaciones salen del molde sin haberse cocido a fuego lento.

Entonces ¿es malo que todas las e-bike sean de 29”?  No, pero conviene saber cuáles son realmente efectivas y cuáles sólo han cambiando la rueda para salir del paso y seguir la tendencia.

La alternancia de las dos medidas debería seguir una lógica, pero tendemos a simplificar y dejar de lado lo que todavía sigue teniendo un claro sentido, para muchos.