PRO Koryak (tija telescópica)

Hasta hace poco tiempo las tijas telescópicas tenían muy pocas variantes. Sota, caballo y rey... Diámetro, longitud y mando derecho o izquierdo. Pero ahora ya podemos elegir el recorrido de la tija en función del uso o de la talla de nuestra bicicleta, si queremos cableado interno o externo. Incluso podremos optar por alguna con sistema “wireless”, ampliando la baraja y dejando a una decisión personal su elección.

Luego, al ser más livianas, empiezan a llegar con éxito al XC, incluso hasta el gravel, dejando de ser un accesorio exclusivo del enduro y el all-mountain. A esto ha contribuido sin duda el que los circuitos XCO de la World Cup sean cada vez más difíciles con sus rock garden y bajadas de la muerte. Y como lo que se ve en la tele es lo que todos queremos, pues a buscar telescópicas.

Y es que, sin duda, todo el que prueba una telescópica se la queda. Aporta seguridad y mayor control en las bajadas, hace que el ciclista experto baje aún más rápido y el novato lo haga más seguro.

La que he probado es el modelo con cableado interno, 150 mm de recorrido y 400 mm de longitud total, perfecta para riders altos como yo y que tienen cuadros con slooping muy marcados como mi Canyon Exceed. Eso sí, aun contando con una bici monoplato, se me juntaron cinco cables en el manillar entre cambio-frenos-bloqueo de la horquilla y tija. Un maremágnum de cables en el que las marcas de bicis empiezan a trabajar para ocultarlos. Todo se andará.

La marca PRO, filial de Shimano para producir componentes, nos presenta su oferta con el modelo Koryak. Con medidas que van de los 70 a 150 mm de recorrido con cableado externo y de 120 a 170 mm de recorrido con cableado interno, están disponibles para diámetros de 30,9 y 31,6 mm.

Pero en este caso ese hándicap estético sea más que justificado, lo mismo que el ligero aumento de peso. En el caso de la Pro Koryak está fabricada en aluminio 7000 y se queda en la báscula en 509 g más los 103 g del mando y cables. Es ligera, pero al final unos 200 gramos extra más o menos respecto a una convencional de aluminio, pero sin duda esos gramos se ven superados con creces por los beneficios que aporta en términos de seguridad.

En marcha con ella, el mando, mecanizado en aluminio negro y logo de Pro, es de fácil accionamiento sin mover mucho la posición de la mano. El funcionamiento de la tija es suave y rápido y puedes fijarla cómodamente en cualquier punto de su recorrido útil. Su retorno a la posición de pedaleo es bastante rápido. Cuando termina de subir puedes escuchar un «clack» al hacer tope, señal inequívoca de que ya puedes apoyarte sobre el sillín para pedalear con fuerza sin necesidad de mirar.

Si eres de los que aún no ha probado este tipo de tija, solo te puedo decir que estás tardando. Los gramos extra que le vas a sumar a tu bici los ganarás en seguridad. Bajarás el centro de gravedad en los pasos más empinados permitiéndote echar tu cuerpo sobre la rueda trasera sin ningún tipo de obstáculo.