Probamos el casco Smith Trace, máxima protección con Mips y Koroyd

Probamos el Smith Trace, un casco que, aunque está en la línea de carretera del fabricante de Oregón, con la tendencia actual de usar cascos aero y carreteros en pruebas de XCO y XCM, encaja perfectamente en estas disciplinas del MTB. De hecho, además de su alto nivel de protección (incluye los sistemas Koroyd de absorción de impactos y Mips de protección frente a los impactos rotacionales), destaca porque es bastante ventilado, con 18 aperturas y una interesante configuración de los canales internos.

El Smith Trace es un casco con un altísimo nivel de protección. A los sistemas habituales de los cascos hay que sumarle la estructura interna que forma un esqueleto que le proporciona una mayor resistencia estructural frente a los impactos. También la tecnología Koroyd, con la estructura de celdas capaces de absorber y disipar las energías del impacto en caso de golpe para reducir la cantidad de esas fuerzas que nos llegan a la cabeza. O el Mips, con su conocida eficacia de protección de nuestro cerebro frente a las fuerzas generadas en caso de impacto rotacional.

Por suerte no he tenido que comprobar en persona el alto nivel de protección, pero siempre es de agradecer la inclusión de elementos que velen por nuestra seguridad y que mejoren la calidad de los cascos. Más aún cuando a pesar de estos elementos se consigue mantener un peso reducido en el casco (286 g en talla S) y un alto nivel de ventilación.

Precisamente, en lo que se refiere a la ventilación, está muy conseguida sobre todo por la buena estructura de los canales internos que compensan el Koroyd y la lámina de Mips. Aunque más que canales internos, que es como lo define Smith, deberíamos hablar del espacio que se crea entre nuestra cabeza y las estructuras sólidas del casco y que permiten la circulación de aire. Sea como sea, es una gran opción para MTB, aun en verano.

Respecto al sistema de ajuste es el denominado VaporFit de Smith, con ajuste de 270º y cierre micrométrico por una rueda fácil de manipular. El apoyo occipital se puede regular en cuatro posiciones de altura mediante un enganche que nos permitirá que, una vez elegido el que más nos conviene, nos aseguramos de que no se nos vuelva a mover.

Cuenta con un diseño especial de las entradas de aire laterales para sujetar las gafas de sol, algo menos habitual en el MTB pero que, en cualquier caso, se agradece y viene bien, aunque sea a la hora de quitarnos el casco y las gafas durante un descanso. Precisamente, pensando en las gafas, el Smith Trace cuenta con su tecnología AirEvac que es un diseño de la parte frontal que evita que se empañen las gafas.

Como decíamos antes, en nuestra báscula ha marcado 286 g en talla S, lo que es un peso bastante contenido para un casco de estas características y que incluye la estructura Koroyd y la lámina de Mips. Su PVP es de 250 € y está disponible en tres tallas S (51-55 cm), M (55-59 cm) y L (59-62 cm) así como en 8 colores: blanco y negro mates, verde “abeto”, rosa “flamenco”, dos tipos de naranja, amarillo neón y negro-gris.