Opinión: A Nove Mesto con calculadora y mentalidad casera

Eduard Aguilera ha estado vinculado siempre al mundo del MTB. Ha trabajado en medios especializados, en algunas de las marcas más relevantes del sector y en la comunicación de eventos y corredores. Está muy cerca de algunos de los mejores corredores de XC del mundo y por eso nos ha parecido interesante compartir su opinión con todos nuestros lectores. Bienvenido sea el debate.
Eduard Aguilera con algunos de los mejores corredores de XC
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Autor MTBpro Eduard Aguilera
Autor de la foto Eduard Aguilera

Fecha de la noticia02/07/2016


Un Campeonato del Mundo es la carrera más importante del año. Ahí se juegan muchas cosas, desde poder ganar el maillot arcoiris (esto a afecta a muy pocos) a salvar una temporada mediocre, pasando por asegurarte un buen contrato para la siguiente temporada. En este 2016, aun así, también hay en juego un viaje a Brasil.

A un Mundial se va con todas las cartas sobre la mesa, de poco valen los faroles y se juega fuerte, porque hay poco que perder y mucho que ganar. Es un día; es el día. Pero los Mundiales 2016 pasan por ese síndrome bisiesto-olímpico que se da cada 4 temporadas. Se celebran un par de meses antes a lo habitual y pasan a ser la segunda carrera más importante de la temporada. No se respetan fechas (el actual campeón habrá disfrutado de su arcoiris 2 meses menos) y no será el fin de fiesta de temporada. El que gane o coja medalla se crecerá para los Juegos Olímpicos y al que no le vaya bien le quedará una fecha en la que poder resarcirse.

En el caso de los corredores españoles (Coloma aparte) va a ser una competición con la que sueñan cada año, pero que les está creando un sentimiento agridulce pues tienen y tendrán en mente mientras compitan otra fecha en el calendario. Estarán corriendo un Mundial vivido como una reválida de cara a ganarse la plaza para Río. Estarán en la República Checa y con media cabeza rumiando las opciones que se juegan de ir a unas Olimpiadas.

Una vez se dé la salida, de manera consciente o inconsciente, nuestros guerreros van a estar pendientes de buscar esos maillots rojigualdas por delante o detrás del pelotón, ver dónde andan dentro de los 5 españoles, haciendo cábalas de qué posición del combinado español llevan, como si de un Campeonato de España fuera. Mentalidad casera y muy de corredor de marchas de pueblo. Pero esto es una de las consecuencias del no-proceso de clasificación.

Y depende de quien de ellos haga los números y cómo le esté yendo el día, va a haber dudas, muchas dudas en plena carrera, incluso más si le está yendo bien (menuda ironía). Uno de ellos se va a colar en el top 10 y sabedor que esa posición le vale el viaje a Río, imposible no sacar la calculadora y enfriar las ganas de apostar por el todo o nada. ¿Lo doy todo en una posición que me da el pase a Río? ¿Doy gas y me la juego ganar (o perder) alguna plaza (que en ese escalafón de la clasificación es oro)? ¿Y si me caigo en aquel rock garden? Como pinche se me van al garete 2 carreras. Cálmate y no arriegues...

Es muy surrealista llegar a los Campeonatos del Mundo y vivirlos como un trámite en pos de un objetivo superior, con la presión de que te valgan para clasificarte para otra carrera y no por el mero hecho de estar gozando de la carrera de las carreras. No vamos bien, aunque tampoco es novedad.

Para un Mundial cada uno conoce de sus posibilidades y decide una estrategia puramente basada en la realidad de sus posibilidades y la pasión de sus sueños, pero no se puede/debe afrontar con calculadora en mano, echando cuentas de cómo voy de los españoles, de qué resultados hice y de qué creo que es lo necesario para ser seleccionado. Un Mundial no puede afrontarse, consciente o inconscientemente, más preocupado de lo que hacen los otros españoles que de cómo voy en carrera a nivel global. Un top 10 no puede vivirse como un éxito o un fracaso si te vale o no para ir a Río. Un Mundial en la República Checa no puede disputarse con media cabeza compitiendo en Brasil.

Al igual que el Mundial se afronta con una gran losa, también los Juegos se van a vivir con el desgaste de toda esta presión; toda esta no-selección para Río va a tener consecuencias también en Brasil. Pasará factura este domingo y la pasará allí por el condicionamiento de los por picos de forma, por la presión sufrida por estos 5 chavales durante meses, por cambios en los criterios de (no-)selección que les han dejado huérfanos de comprensión y de seguridad en lo que hacían en los entrenamientos de cada dia, por la obligación de tener que estar al 100% en una fecha que no debería ser la más importante en un año olímpico, salvo que no estés seleccionado (pero como no lo sabes, pues habrá que lucharlo hasta el final. Bravo por los 5).

Si nos creemos con suerte de tener a 5 corredores con opciones y que eso puede ser el por qué de esta no-selección hasta los minutos de descuento, que se lo digan a Suiza y a Francia, que tienen alguno más que nosotros que merecería ir y que todo se ha llevado con una pulcritud absoluta: criterios claros explicados desde hace años y todos a jugar bajo ese paraguas. Un saludo y felicidades a Koretzky, que encarna un claro ejemplo de esa manera de seleccionar: corre las Copas del Mundo en élite aun siendo Sub-23; se la ha jugado y lo ha cuadrado perfectamente, siendo el tercero de una de las dos selecciones más potentes del mundo. Sabía a lo que jugaba y ha ganado. Pero lo más importante es que sabía a qué jugaba Francia. En España simplemente no sabemos.

Eduard Aguilera
CEO Fundador en Musette

 

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