E-mtb ‘ligeras’ o ‘full power’ ¿Cuál es la mejor opción?
Y es que, la decisión correcta va a depender, en buena medida, del tipo de rider que seas y de las rutas que sueles afrontar. Por ello, vamos a analizar en primer lugar las ventajas y los inconvenientes de cada tipología para que podamos llegar a una conclusión válida para cada uno de vosotros, usuarios de e-bikes.
E-mtb ‘full power’
- Ventajas
1. Máxima asistencia: suelen emplear potentes motores de 85 Nm en adelante, lo que permite afrontar prácticamente cualquier tipo de dificultad técnica o pendiente.
2. Gran autonomía: montan baterías de entre 600 y 800 Wh (o más en el caso de algunas marcas puntuales), lo que garantiza la posibilidad de hacer rutas más largas o emplear los modos ‘gastones’ durante más tiempo.
3. Seguridad: la combinación de los factores anteriores repercute en la posibilidad de mezclarte con grupos de bikers más exigentes o afrontar las ascensiones con el mínimo desgaste posible.

- Inconvenientes
1. Peso elevado: superan ampliamente los 20 kg (23-24 kg…), lo que las hace menos ágiles en zonas técnicas y más incómodas de mover en casa o transportar.
2. Conducción menos natural: aunque los motores ‘full power’ han mejorado mucho en este aspecto, gracias por ejemplo a los modos automáticos, el empuje suele ser algo más intrusivo sobre la pedalada.
3. Mayor desgaste: la potencia extra puede generar un desgaste adicional sobre otros componentes relacionados como la cadena o el cassette.
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E-mtb ligeras

- Ventajas
1. Manejabilidad: gracias a los pesos más cercanos a una ‘doble convencional’, en torno a los 15-20 kg, son bicicletas más ágiles en zonas técnicas, saltos y ofrecen sensaciones en bajada diferentes.
2. Asistencia natural: la entrega de potencia de estos motores suele ser más suave y progresiva, menos intrusiva en la naturalidad de la pedalada.
3. Integración: el menor tamaño de motores y baterías permite diseñar bicicletas más limpias y discretas, muy cercanas a las convencionales.

- Desventajas
1. Menor autonomía: las baterías suelen oscilar entre los 320 Wh a los 450 Wh, lo que limita las rutas largas si no usamos un ‘range extender’.
2. Menor potencia: con un torque que suele ir de los 50 a los 65 Nm, estos motores ‘obligan’ al biker a poner más de su parte.
3. Mayor exigencia: consecuencia de lo anterior, en subidas muy pronunciadas o técnicas, pueden requerir de una mayor aportación de fuerza (y de técnica) por parte del biker.

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¿Qué elegir?
Elige 'Full Power' si tu prioridad es la autonomía para rutas largas, quieres máxima ayuda en las subidas y el esfuerzo máximo no es tu objetivo, o si montas en un grupo donde la mayoría lleva bicis muy potentes. Por el contrario, vete a por una e-mtb 'light' si buscas agilidad y sensación de mountain bike tradicional, disfrutas de un nivel de esfuerzo físico y quieres una bici que se comporte de forma excepcional en las bajadas y secciones técnicas.
Aunque, como decíamos al inicio del artículo, ya contamos en el mercado con e-mtb ‘full power’ cada vez más ligeras, lo que podría difuminar esta división en los próximos años.

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Víctor Marcos - Redacción
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