5 consejos de mantenimiento si guardas la bici en invierno
Aunque desde MTBpro y Maillot Mag defendemos usar la bici durante todo el año, cuando llega el mal tiempo, muchos bikers deciden colgar la bici. No obstante, en este artículo vamos a darte una serie de consejos perfectamente válidos no sólo para la época fría, sino también para cuando por cualquier motivo (lesión, mal tiempo, etc.) debemos dejar “aparcada” la bicicleta durante una temporada.
Se trata de una serie de consejos básicos para el cuidado y guardado de nuestra bicicleta que nos garantizarán que, cuando la volvamos a coger, la encontremos en perfecto estado y no nos llevemos ninguna sorpresa desagradable.
5 Consejos para guardar la bicicleta
A continuación, vamos a ver dónde y cómo guardar la bicicleta para que esté en las mejores condiciones.
1 ¿Dónde la guardamos? Evidentemente las circunstancias mandan y el lugar de guardado es el que cada uno puede en función de sus posibilidades y tipo de vivienda. La principal sugerencia es que esté a cubierto y a salvo de los elementos, especialmente la humedad y el sol directo.
Si no es posible guardarla a cubierto, o nuestro garaje/trastero es húmedo y frío, lo mejor es cubrirla con alguna lona protectora que evite el efecto de la humedad en las partes metálicas y del sol en la pintura y las gomas. Además, siempre es recomendable dejarla atada con un candado de seguridad. Lo que tampoco es aconsejable es dejarla sobre un potro de trabajo. Siempre es mejor en un soporte o pie (de suelo o de pared) o apoyada.
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2 Coberturas del seguro: Al hilo de lo anteriormente comentado, y ya que tenemos tiempo, es buen momento para consultar las coberturas de nuestro seguro del hogar y comprobar cuánto nos cubre y bajo qué condiciones. Dependiendo de cada póliza podemos encontrarnos sorpresas desagradables como que el valor de lo cubierto en un trastero es clara y sensiblemente inferior al valor de nuestra bicicleta. O que nos obliga a tenerlas atadas con candados con cierta homologación. Ante la duda, aprovecha para consultarlo.
3 Siempre limpia y engrasada. La bicicleta la debemos dejar perfectamente limpia y engrasada. El barro, el polvo… son enemigos acérrimos de nuestra transmisión y de los retenes de horquilla y amortiguador. Si no queremos encontrarnos que estas partes están oxidadas o “cuarteadas” lo mejor es dejarlas en perfecto estado de revista, con una capa de lubricante (en cada zona el que le corresponda) que lo mantenga en buen estado.
Si es posible, de vez en cuando es conveniente mover un poco la horquilla y el amortiguador para que el aceite de los sistemas se mueva y “empape” las partes interiores para evitar que queden resecas. También mover la transmisión por todos los piñones para, así, mover los cables dentro de las fundas (si tenemos fundas normales, o tienen mucho tiempo y el teflón de su interior ha perdido propiedades), podemos echar una gotita de lubricante en los cables.
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4 Ruedas hinchadas. Y lo mismo sucede con las ruedas, especialmente si son tubeless. Es importante guardarlas con presión para evitar que la carcasa del neumático se deforme o que el líquido tubeless se quede hecho una “masa” en la parte de abajo. Moverlas de vez en cuando y revisar la presión cada cierto tiempo es una buena idea.
Si no es posible, por el motivo que sea, lo mejor es dejarlas con más presión de la habitual para que tarden más tiempo en deshincharse. Con los neumáticos debemos tener especial cuidado respecto al sol, ya que puede hacer que, si le da mucho sol directo en un mismo punto, lo estropee de forma irremediable y cuando cojamos la bicicleta nos llevemos una sorpresa desagradable. Siempre que se pueda, es mejor tapar la bici con una lona. Estos consejos son válidos para neumáticos con cámaras o tubeless.
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5 Transmisión sin tensiones. Este consejo es aplicable a cada vez que terminemos una ruta, y en MTBpro ya lo hemos comentado alguna vez. Para prolongar la vida de nuestra transmisión lo mejor es que la cadena y los desviadores tengan la mínima tensión posible, es decir, que el desviador trasero esté en el piñón más pequeño (si tenemos doble plato en el pequeño) y que la cadena quede lo menos cruzada y tensa posible.
Tal y como he comentado antes, de vez en cuando darles unas vueltas a los pedales es bueno, y si donde guardamos la bicicleta es muy húmedo (o polvoriento) también hacer un pequeño repaso y lubricación.
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Cuando volvamos a coger la bicicleta…
Cuando volvamos a coger la MTB, antes de salir como locos, hay ciertos puntos que debemos comprobar: la presión de las ruedas, el SAG de horquilla y amortiguador, que no haya óxido o señales de desgaste por los elementos (especialmente en los neumáticos) el correcto apriete de los tornillos y la tensión de la cadena.
Es aconsejable revistar el estado del líquido del tubeless por si fuese necesario cambiarlo, limpiar un poco los discos de freno para quitarles el polvo y la suciedad (si es posible limpiar con aire a presión las pastillas) y activar el circuito hidráulico con unos cuantos accionamientos de las manetas. También presionar varias veces la horquilla y el amortiguador para asegurarnos que no están “embotados”. Estos consejos son vitales si hemos dejado la bicicleta colgada de la pared.
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Parecen muchos puntos, pero en realidad es un proceso que se tarda muy poco y nos puede evitar sustos, así que ¿por qué no aprovechar los días de mal tiempo para hacer un check-list de mantenimiento de la bicicleta y tenerlo preparado para tiempos mejores?
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