Rossignol: del esquí al MTB, siempre en las montañas
Fundada en los Alpes franceses nada menos que en 1907, Rossignol es una de esas marcas que forman parte del imaginario colectivo cuando hablamos de montaña y, concretamente, de esquí en cualquiera de sus modalidades. Una firma histórica que ahora también se ha propuesto formar parte de otro imaginario, en este caso del MTB, con una completa colección de bicicletas ya disponible en la mayor parte de países europeos.
Todo comenzó, como decíamos, en 1907, cuando Abel Rossignol dio forma a sus primeras tablas de madera, en su taller de Voiron (Isère), mientras contemplaba los picos nevados de Sappey-en-Chartreuse. Más de 100 años después, su nombre sigue apareciendo en algunos de los mejores esquís del mundo.
Rossignol comenzaba a resonar ya entre las montañas francesas como una firma de prestigio, dentro de un deporte casi recién nacido. Prestigio que aumentaría, por ejemplo, en 1936, con la contratación y patrocinio de Émile Allais, medallista en combinada y slalom en los Juegos Olímpicos de ese mismo año, y campeón del mundo al año siguiente, ya con esquís Rossignol bajo sus pies.
El impulso internacional de la empresa llegaría en los años 50, con la adquisición de la misma por parte de Laurent Boix-Vives, centrándose en la producción moderna de esquís y abandonando el moldeado en madera. Contando también con el apoyo de Émile Allais, en 1956 se fabricaron 8.000 pares de esquís en un año; cinco años después, esa cifra ascendió a 50.000. El taller artesanal se había convertido ya en referente industrial y comercial de los deportes de montaña.
Los posteriores años 70, 80 y 90 fueron de crecimiento para la marca, que supo mantenerse a la vanguardia de las nuevas tendencias y estar al lado de las figuras más destacadas del deporte blanco. Así sucedió con el snowboard, en 1987, cuando Rossignol sacó a la venta su primera tabla de snow y, poco después, la firma ya contaba con su propio equipo profesional, por donde pasarían algunas de los nombres más destacados de la modalidad como Jonas Emery, JF Pelchat, Dave Seoane, Travis Rice, Xavier de Le Rue, Todd Richards o Jeremy Jones.
Coincidiendo con ese auge del snowboard, la marca no descuidó en absoluto el esquí, lanzando además su primera colección de botas duras, con modelos emblemáticos de la década de los 90 como la R900 o la Course K. También en los años 90 Rossignol se adentraría en la ropa de montaña, con el Programa Junior para equipar a los jóvenes de los clubes con ropa técnica y accesorios.
Ya con los incipientes 2000 a la vuelta de la esquina, la firma francesa también supo ver el potencia de otras disciplinas en auge, el freeride y el freestyle, donde grandes nombres del esquí como Candide Thovex, Tanner Hall, Kevin Rolland y Manu Gaidet destacarían en los podios de los más diversos campeonatos con productos Rossignol bajo sus pies.
Como dato, el balance de las últimas tres olimpiadas de invierno, con 27 medallas en Sochi (2014), 39 medallas en PyeongChang (2018) y 31 medallas en Pekín (2022), hablan del potencial de una marca que parecía haber conseguido todo en la montaña... ¿Todo?
Rossignol y el MTB
Queda claro que la montaña es el escenario natural de Rossignol, por lo que no resulta extraño que la marca francesa también haya decidido adentrarse en el sector del mountain bike: conocen el medio, poseen la tecnología y comparten con todos nosotros la pasión por la naturaleza. Hasta cierto punto, se trata de un paso lógico.
Además, a Rossignol no le resulta extraño el sector de la bicicleta. En 2017 adquirió la marca estadounidense Felt, recientemente vendida al grupo Pierer Mobility, tal y como hizo en su día con la prestigiosa Time Sport, traspasada a SRAM a principios del año pasado.
De esta forma, y tras unos primeros años de lanzamiento en los mercados estadounidense y francés, ya podemos contar con la gama completa de bicicletas Rossignol en la mayoría de países europeos. Una colección de 5 bicicletas (2 MTB convencionales, una e-bike, dos modelos Junior y una bicicleta de equilibrio infantil) para un total de 12 montajes diferentes.
Rossignol apuesta por una venta 100% online, a través de su página web, con la entrega de la bici montada en un 90% en la dirección postal que el cliente estime oportuno.
Tal es la implicación y la apuesta de Rossignol por el MTB, que la firma gala cuenta con su propio equipo en las Enduro World Series, cuyos riders han resultado decisivos en el desarrollo de la bicicleta de enduro de la marca, la Rossignol Heretic, con cuadro de aluminio 6061, sistema de suspensión trasero Horst Link y 160 mm de recorrido.
Más información en la web de Rossignol
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