Somos Historia: Rune Hoydahl
Rune Hoydahl será para muchos será un auténtico desconocido, pero este simpático noruego –siempre tenía una sonrisa en la boca y una buena conversación que ofrecer a quien se acercara a él– ha sido, junto a John Tomac, el único corredor que ha ganado pruebas de la Copa del Mundo tanto en cross-country (hasta en 11 ocasiones) como en descenso (Lillehammer, 1993). Era otra época pero tampoco entonces todos podían presumir de ello.
Como decíamos, competía en ambas especialidades, encuadrado dentro del poderoso equipo Scott, pero una grave caída con un prototipo roto le llevó a dejar el descenso para centrarse en el rallye.
Y esta es la historia de una temporada espectacular, la de 1995, ya en el equipo Giant, en la que venció cinco pruebas de la Copa del Mundo, tres de ellas consecutivas, y revolucionó el modo de correr en cross-country. Lo curioso es que esa temporada es en la que menos había entrenado, pero probablemente recogió los frutos de las seis y hasta siete horas de carretera que estuvo entrenando los dos años anteriores. Y es que, como reconocía el simpático corredor noruego, «iba muy fácil encima de la bici».
El caso es que después de la carrera de Cairns todo el mundo se preguntaba quién demonios era Hoydahl. No solo ganó sino que además lo hizo de una forma demoledora. Igual que hacía John Tomac, el noruego imprimió un ritmo altísimo desde las primeras pedaladas para abrir hueco e irlo incrementando poco a poco a lo largo de la carrera. Era todo potencia. Pero es que además repitió esa misma jugada en las dos carreras siguientes: Manzanares el Real y Houffalize. Nunca nadie hasta entonces había ganado tres pruebas de Copa del Mundo seguidas.
Después de unos problemas estomacales que le dejaron con una 23ª posición en Budapest y un pinchazo en Vail en una carrera que venció Frischknecht, quien le arrebató el maillot azul momentáneamente, el noruego volvió por sus fueros y venció dos carreras más: Mount Snow y Mont Sainte Anne. Un nuevo hito, Rune Hoydahl era el primer corredor que lograba ganar cinco pruebas de la Copa del Mundo en una sola temporada. Nunca nadie había corrido de esa manera y aguantado el nivel a lo largo de toda una temporada, al menos hasta entonces.
Después de haber vestido el maillot azul de la Grundig durante casi todo 1995, Hoydahl tenía claras opciones para hacerse con la Copa del Mundo, pero enfrente estaba el gran Thomas Frischknecht y el noruego, que nos había fascinado a todos con su estilo, acabó sucumbiendo ante la presión del suizo... y también a la mala suerte.
Hoydahl renunció a correr en Mammoth, donde venció Frischknecht, que así seguía metiendo presión a Rune Hoydahl. Hay que decir que entonces en la Grundig puntuaban seis resultados de los que no se podía descartar la final y él ya tenía cinco victorias. Además, una carrera que se disputaba en altitud no le venía muy bien a las características del noruego, que decidió concentrarse en las últimas carreras del año.
Esa presión de Frischknecht probablemente hizo su mella en Hoydahl que, en Plymouth, cometió errores que no le habíamos visto a lo largo del año y sufrió dos aparatosas y dolorosas caídas. Aun así, en la final de Roma le servía con entrar entre los diez primeros para asegurarse el título, pero se encontró en su camino con un clavo de 10 cm... Reparó pero volvió a sufrir otro pinchazo... Ya no había más cámaras... ni tampoco opciones para conquistar la Copa del Mundo.
Sin duda, un final amargo para una temporada increíble de uno de esos corredores que nos hicieron soñar.
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