Tipos de compuestos para las pastillas de freno de Shimano
Existen tres factores que influyen, de forma directa, en la eficacia de la frenada de nuestra MTB. La primera es el número de pistones de la pinza (no se aplica la misma potencia si tienen dos o cuatro pistones); la segunda es el tamaño de los discos, ya que, a mayor tamaño de los discos, mayor potencia de frenada (aunque ojo, hay limitaciones al diámetro de disco que podemos instalar) y la tercera, y a veces menos conocida, es el compuesto de las pastillas.
Y es que el tipo de compuesto que hayamos elegido para nuestras pastillas también afecta de forma muy directa al tipo de frenada que tendremos (más o menos gradual) y a la duración y vida útil de las mismas; Shimano dispone de dos tipos de compuestos para sus pastillas, las metálicas y las de resina y a continuación te vamos a explicar sus diferencias de comportamiento y para qué condiciones son mejores unas u otras.
Pastillas metálicas o de resina de Shimano
El compuesto de las pastillas metálicas es más duro, por lo que una vez que cogen calor su frenada es más inmediata y fuerte (menos progresiva). Son unas pastillas más polivalentes y cuya vida útil es mayor, es decir, que duran más. Al ser más duras también son mejores para las condiciones de humedad y barro, eso sí, son más ruidosas.
Por otro lado, las pastillas con compuesto de resina son más blandas, por lo que hacen menos ruido y su frenada es más progresiva. Eso sí, también se calientan más que las metálicas y se desgastan antes, sobre todo en condiciones de barro.
Así que ya sabes, en función del tipo de frenada que busques (más directa o más gradual) y el terreno en el que te muevas podrás elegir un tipo u otro de pastillas.
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