Lapierre XR 629
03/01/2017
La nueva Lapierre XR lo tiene todo para ser un modelo de éxito en nuestro país. Una doble suspensión con 100 mm de recorrido y fabricada únicamenteconruedas de 29 pulgadas y con cuadro de fibra de carbono. Sugeometría ha sido completamente rediseñada y se ha envuelto con formas inspiradas en los modelos de all-mountain y enduro de la marca.
Estas novedosas líneas realzan su espíritu de carreras, sin renunciar a mostrar un carácter innovador. De hecho, su diseño no sería fácil de reproducir en un cuadro fabricado en aluminio. La nueva plataforma XR de Lapierre se arroja a los brazos de la fibra de carbono y, en sus modelos de más alta gama, también de la electrónica.
Porque las versiones superiores a nuestra bici probada, las Lapierre XR 929 y 729, incorporan el sistema de gestión automática de suspensiones E:i Shock, configurado para estas suspensiones de 100 mm. Sin embargo, nuestro modelo Lapierre XR 629 se conforma con un amortiguador tradicional y con una horquilla con bloqueo remoto desde el manillar. Básicamente se trata de una cuestión de precio.
La nueva Lapierre XR 629 es una doble de 29 pulgadas, polivalente, con un excelente rendimiento pero sin sacrificar la comodidad en el pilotaje
El cuadro de la nueva Lapierre XR 629 marca en báscula la excelente cifra de 1.800 gr sin amortiguador, y de aquí se deriva el peso final de la máquina, que en nuestro caso supera ligeramente los 12 kg en orden de marcha (en talla S), cifra que lógicamente podrás mejorar rascándote la billetera. Pero la base es excelente para tener una bici competitiva en todos los aspectos.
Si nos fijamos en el triángulo trasero de la nueva Lapierre XR 629, vemos que la posición del amortiguador se ha modificado con respecto a la anterior XR. Ahora se ancla al tubo superior, si bien va encajonado en una especie de jaula que, más que protegerlo, sirve a para aportar rigidez a un triángulo delantero que ahora es más largo, amén de definir estéticamente de forma contundente a esta nueva XR.
El sistema de suspensión OST+, ya empleado en las bicis de doble suspensión con más recorrido de Lapierre, desembarca ahora en la XR 629, pero su cinemática no altera para nada el carácter racing de la plataforma XR y su punto de pivote virtual desarrolla la curva de progresividad deseada para el uso que le vamos a dar a esta bici.
Un uso en el que, como sucede cada vez más en las bicis de rally y maratón, se contempla la posibilidad de utilizar tijas telescópicas, algo que permite el tubo de sillín de la nueva Lapierre XR 629 por diámetro y diseño. Además, el cuadro es compatible también con las nuevas transmisiones de 1x12 e incorpora el nuevo estándar Boost 148, que permite acortar las vainas y montar neumáticos de mayor diámetro. Ya lo ves, la nueva Lapierre XR 629 está en todos los sentidos a la última.
Lista para devorar kilómetros en pistas y senderos, será tu mejor aliada para afrontar cualquier ruta larga, marcha o maratón
Llega el momento de agarrarme al manillar de la nueva Lapierre XR 629, y todo parece ir bien…, las sensaciones hablan por sí solas. El puesto de conducción no es súper radical, como en algunas rígidas de XC, pero invita con comodidad a ir rápido al pedalear.
Esto se nota también por su moderna geometría, con el tubo superior más largo como se estila incluso en estas bicis maratonianas. En esta talla, la Lapierre XR 629 viene con una potencia de 70 mm, que me permite controlar bien la bici en los virajes, apoyando peso en el tren delantero cuando es necesario.
Las primeras aceleraciones con la XR 629 ya dejan entrever que estamos ante una bici pensada para ir rápido. No hace falta que te vuelvas loco cambiando constantemente de marcha, pues la bici se acelera con facilidad aunque vayas un poco atrancado. Es como una locomotora que responde rápidamente cuando le echas carbón a la caldera. Prima el rendimiento.
Pero para ser una bestia de carreras, la nueva Lapierre XR 629 es fácil de dominar. Da igual que seas debutante en esas lides, te sorprenderá lo cómodo que te encontrarás a los mandos y la confianza que esta Lapierre te ofrece para ir rápido. A esto contribuyen sus suspensiones, que leen perfectamente el terreno y te hacen sentir seguro en terrenos rotos.
Me he sentido cómoda y segura con ella, y es por eso que estoy segura de que es una gran bici para el gran público amante de marchas y maratones.
Las ruedas de 29 pulgadas y su geometría la hacen una bici muy estable, algo de lo que se aprovecha para superar obstáculos con facilidad. La locomotora XR 629 es ahora todo un tren imparable que te permite pilotar en línea recta sin importar las trazadas, haciendo verdad aquello de encontrar el camino más corto entre dos puntos. Cuando el terreno no es complicado, bloqueas las suspensiones y esta sensación de hacer fácil el camino se acrecienta.
Pero cuando nos salimos de las largas rectas y de las pistas interminables y algo monótonas donde la Lapierre es imparable y nos adentramos en los sinuosos senderos de los bosques, donde los curveos suelen volverse placenteros…, es una gozada estar a los mandos de la XR 629.
¡Vuela!
Pero incluso en una bici de montaña con la que te sientes tan a gusto como ésta, casi siempre aparece alguna pequeña nube que provoca alguna sombra. Y no por el carácter de tren de alta velocidad de la bici, ni por la facilidad de manejo o por la motricidad que he encontrado saliendo de las curvas, ni por el excelente agarre general, ni por la estabilidad de la bici, que me ha permitido afrontar todo tipo de curvas con seguridad.
En nuestro caso, esta pequeña neblina ha venido de parte de los frenos. La nueva Lapierre XR 629 va tan rápido que en mi opinión a los Shimano M506 les falta un poco de mordiente para detener a nuestra locomotora. A pesar de venir equipada con disco delantero de 180 mm que debe aportar algo más de potencia de frenado, ha habido situaciones en las que los frenos han estado por debajo del nivel general de la bici, penalizando el control sobre la Lapierre. Algo extraño, pues siempre hemos encontrado seguridad en la frenada de todos los modelos de Shimano.
Y es que la Lapierre XR 629 vuela. Responde a la perfección al perfil de XC y maratón para el que ha sido diseñada. Si tus piernas no fallan, el rendimiento de la Lapierre no va a faltar a su cita contigo. Te permite atacar al máximo en cada sendero, pedaleando al máximo y apoyándote con fuerza en las trayectorias más cerradas. Cuando la aceleras se muestra imparable.
Responde perfectamente a los teóricos puntos menos fuertes de las bicis de 29”. Es un tren de alta velocidad, sí, pero no me ha costado manejarla en curvas, inclinándola cuando el terreno lo pedía y apoyándome en el manillar cuando era preciso. Y en las subidas más empinadas, la tracción era excelente, sin problemas para mantener la rueda delantera sobre el firme. En esto ayudan con nota las suspensiones.
El equilibrio entre el triángulo trasero y el tren delantero es muy bueno, y en los terrenos más sensibles la Lapierre XR 629 se ha mostrado noble, perdonándome algunos errores de pilotaje. Como siempre, para que esto suceda conviene llevar las suspensiones y la presión de los neumáticos bien regulada, pero el chasis tiene que ver también.
Y cuando la velocidad aumenta, la Lapierre XR 629 se convierte en una locomotora voladora. Su estabilidad no sólo me ha permitido ir muy, muy, rápido, sino que me ha lanzado a atacar en las bajadas encadenando los pequeños saltos que he ido encontrando en el terreno.
El comportamiento de la suspensión no solo aporta la comodidad que buscas en rutas largas con respecto a la rígida. El sistema OST+ aporta una excelente tracción, manteniendo la bici pegada al terreno, y ayudando a que acelere a cada golpe de pedal. No sólo podrás tragar kilómetros como si nada, sino que además de forma rápida y confortable.
Lapierre ha rediseñado su bici de XC maratón para reafirmar a la nueva XR como una bici de máximo rendimiento con una estética muy personal
En inglés hay una frase que resume bien lo que he encontrado probando la nueva Lapierre XR 629: «what you see is what you get», algo que podríamos traducir por «lo que ves es lo que hay». Y Lapierre con la XR 629 te ofrece justo lo que ves. Una máquina de doble suspensión agresiva que con sus atrevida estética ofrece velocidad pura y rendimiento para un uso XC y maratón. Sin dobles fondos.
Una posición de conducción cómoda apta para el gran público, sin que tengas que «dejarte el lomo» para rendir al máximo en marchas y maratones o en las más largas kilometradas con tu club o con tus amigos.
Esta Lapierre XR, con sus líneas inimitables, quizá raras para según qué gustos, es una máquina para volar. La locomotora de un auténtico tren de alta velocidad. Otro éxito seguro de la marca francesa.
La nueva gama XR de Lapierre se compone de cuatro modelos, todos ellos fabricados con cuadro de carbono. Entre todos, destacar que los dos modelos superiores incorporan las suspensiones E:i Shock, aunque la XR 729 se puede pedir con una segunda versión con amortiguador normal. En todos los casos, los cuatro modelos se comercializan en cuatro tallas: S, M, L y XL.
Lapierre XR 929 Ultimate | 5.999 €
Horquilla Rock Shox RS-1, amortiguador Monarch E:i RT3 y transmisión Eagle XX1 de doce velocidades.
Lapierre XR 729 E:i | 4.499 €
Horquilla Rock Shox SID RL SoloAir, amortiguador Monarch E:i RT3 y transmisión Shimano XT de 2x11 velocidades.
La segunda versión que antes comentaba es laLapierre XR 729 | 3.999 €
Horquilla Rock Shox SID RL+, amortiguador Deluxe RL y transmisión Shimano XT de 2×11 velocidades.
Lapierre XR 629 | 3.299 €
Horquilla Rock Shox Reba SL, amortiguador Deluxe RL y transmisión Shimano XT/SLX de 2x11 velocidades.
Lapierre XR 529 | 2.799 €
Horquilla Rock Shox Recon Silver RL, amortiguador Deluxe RL y transmisión Shimano SLX/Deore de 2x10 velocidades.
La bici al detalle...
El nuevo cuadro XR innova en sus formas y en su geometría. Respecto a ésta, abre 1º más su dirección en relación a la anterior generación hasta dejarlo en 69º, combinándolo con un avance de horquilla de 51 mm, para mostrarse más agresiva en los descensos. La medida de alcance (reach), se alarga en unos 2 cm según la talla, con un tubo de sillín un poco más vertical con 74,5º, buscando ganar eficacia en el pedaleo. Y la geometría se remata con unas vainas 5 mm más cortas, pasando a tener 437 mm gracias al empleo del estándar de eje trasero Boost 148.
Además, el cuadro se beneficia ahora del sistema de suspensión OST+ y su comportamiento, ofreciendo una suspensión con un mejor rendimiento, capaz de absorber a la perfección las pequeñas irregularidades pero con la progresividad necesaria para que te cueste hacer tope en los impactos más grandes.
El amortiguador, aparentemente enjaulado, pero con fácil acceso a sus diales, también adopta el nuevo estándar métrico que han aportado muchas marcas de suspensiones. Todo el conjunto se muestra rígido
Por último, mencionar que el cuadro permite incorporar tijas telescópicas, no sólo por el diámetro del tubo de sillín, sino por el diseño y longitud del mismo. Además, encontramos en el chasis el sistema Trapdoor, que permite tanto el guiado interno de cables como el anclaje interno de las baterías Shimano Di2 y del amortiguador E:i Shock.
Encontramos aquí una combinación formada por bujes Formula y llantas y radios DT Swiss. Unas ruedas discretas, pero de las que no podemos decir absolutamente nada malo. Todo el conjunto es tan rígido como esperas en una bici de 29” en la que hace falta que las ruedas no flexen para permitirte ir al máximo. Los bujes, fabricados para Lapierre por los italianos de Formula, adoptan el nuevo estándar Boost, siendo de 148 mm el trasero y 110 mm el delantero, y contribuyendo así a esa buena sensación de rigidez. La misma que aportan las llantas DT Swiss 466D, de 32 agujeros en ambas ruedas.
Para completar el conjunto, unas atractivas cubiertas Maxxis, de aspecto totalmente retro y que nos han ofrecido un excelente agarre. En la rueda delantera, una Ardent de 2,25” con un buen balón que ayuda a la absorción de impactos, y en la trasera, una Ikon de 2,20” más rodadora, para lanzar la bici en las aceleraciones y rodar a tope.
Shimano se ocupa de transmitir la potencia de tus piernas a la bici y hacerla andar, y como viene siendo habitual, no tenemos quejas al respecto. La transmisión de 2x11 velocidades se maneja desde unos eficientes pulsadores SLX SLM7000, que manejan el desviador delantero de la misma familia SLX, y el cambio trasero XT RDM8000 GS. Funcionamiento sin pegas, suave y sin estridencias, y sin desajuste alguno durante el tiempo de la prueba.
Las bielas SLX FCM7000 Boost Hollowtech hacen girar la cadena arriba y abajo por los 11 piñones traseros en combinación de 11/40 dientes. Una buena combinación para una bici de este tipo, aunque como siempre, dependerá de tu estado de forma cómo puedas desenvolverte con este rango de marchas.
Los llamados componentes periféricos son de la propia marca francesa, como la potencia fabricada en aluminio forjado 3D, con unos acertados 70 mm de longitud, y la tradicional angulación de 6º que puedes invertir en busca de una posición más racing o más relajada. El manillar, fabricado también en aluminio, tiene unos correctos 720 mm de anchura, lejos ya de las ridículas anchuras que empleaban las bicis de rally hace tiempo. Es una buena medida para controlar las ruedas de 29” y forma parte del conjunto discreto pero equilibrado de componentes. Ambos funcionan sobre una dirección FSA Orbit, una de las más empleadas por las marcas, con un correcto funcionamiento.
Nunca hemos tenido problemas con los frenos Shimano, habituales en las bicis de test que pasan por nuestras manos, pero en esta bici hemos apreciado una falta de mordiente en los BRM506. Aun siendo un modelo discreto de la marca nipona, la combinación de discos Shimano SMRT56 de 180/160mm debería ser más que suficiente, pero… debe ser que esta bici me ha parecido un auténtico cohete porque el rendimiento del sistema de frenos queda un poco por debajo del de la bici. Ningún problema de fiabilidad ni en cómo llega la potencia accionando la maneta, simplemente me hubiera gustado un poco más de fuerza de frenado para detener una bici que corre mucho.
RockShox se ocupa de las suspensiones, y la combinación escogida de horquilla y amortiguador funcionan a la perfección. Me hubiera gustado que la bici viniera con E:i Shock, el sistema de regulación automática que los americanos han desarrollado para la marca francesa (y alguna más del mismo grupo empresarial). Pero el Deluxe RL no desmerece para nada el conjunto de la XR 629 pues con sus tres posiciones de funcionamiento te permite ajustar su comportamiento al terreno por el que ruedas y su rendimiento me ha parecido más que satisfactorio. Tracción y confort, lo que se espera de una bici así.
La Reba RL Solo Air, con mando remoto, cumple a la perfección, con un notable funcionamiento en todo tipo de irregularidades, tanto en pequeños baches como en impactos más grandes. La posibilidad de bloquearla es imprescindible para este tipo de bicis, en las que a menudo querrás esprintar con la suspensión bloqueada. El mando funciona bien, pero no es de nuestros favoritos por diseño y ergonomía.
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