Orbea Rise M10



Desde su presentación en octubre del año pasado hasta ahora la nueva Orbea Rise ha sido una de las grandes “animadoras” y protagonista indiscutible en conversaciones, charlas de grupeta, foros, medios especializados y demás reuniones ciclistas. No cabe duda de que la Rise es una de las bicis más mediáticas de 2021 y que no ha dejado a nadie indiferente. A nosotros tampoco.
Para ordenar cronológicamente este test lo primero es volver al pasado mes de octubre y situarnos sobre los increíbles senderos de Eremua Trail & BTT Center, en Eugi (Navarra) lugar elegido por Orbea para la presentación de la nueva Rise. Fueron tres intensos días para conocer en profundidad los secretos y las interioridades de la nueva e-Trail Light de Orbea y sobre todo para comprobar en primera persona las posibilidades que esta novedosa bici escondía. Poco después llegó a MTBpro una unidad de test y desde entonces he estado “metiéndole” muchos metros de desnivel positivos y negativos.
Para todos los que no leísteis aquella presentación o para refrescar los detalles a los que sí lo hicisteis es casi obligatorio volver a repasar los aspectos fundamentales de esta bici. La Orbea Rise es innovadora en muchos aspectos, es la apuesta “a ganador” de Orbea y está llena de soluciones y detalles que conviene saber, o recordar, antes de pasar a la acción.
Concepto Rise
La Orbea Rise es una e-bike ligera de 29” y 150/140 mm de recorrido delante y detrás que ha logrado combinar de manera asombrosa el “riding” y la diversión de las bicis pulmonares con las ventajas del pedaleo asistido gracias a su motor Shimano EP8 RS de 60 Nm. Si no estás muy metido en la “industria” posiblemente no conozcas a Xabi Narbaiza, es director de Desarrollo de Producto en Orbea y, además de ser el “autor intelectual” de la nueva Rise, también ha estado detrás de bicis tan importantes en Orbea como la Oiz, la Occam o la Rallon.

El proyecto de la Orbea Rise ha durado más de dos años, el propio Xabi nos contaba cómo surgió la idea de la Rise: “Tenía claro que entre los 13 kg de una trail actual como nuestra Occam y los 23 kg de una e-Bike al uso había hueco para una nueva bici, algo diferente que pudiera ofrecer lo mejor de ambos mundos”. Para Xabi Narbaiza las nuevas e-bikes de segunda o tercera generación han mejorado mucho en todos los aspectos, pero aun así, estaba convencido de que existía un número muy elevado de ciclistas que, al igual que él, no se acababa de sentir del todo a gusto sobre una e-bike “full power” y que demandaban una bici en la que el componente físico y el peso tuviera el mismo protagonismo que el de la asistencia. Como el mismo Xabi me decía, “una bici con la que haya que currar y con la que te tengas que ganar cada bajada”.
Para Orbea, la nueva Rise es la respuesta para todos esos bikers que buscan la diversión, la manejabilidad, ligereza, el componente físico y las sensaciones de una bici “tradicional” pero con la autonomía y el apoyo del pedaleo asistido.
Occam, el punto de partida
Teniendo “en casa” una base tan eficaz y archiprobada como la Occam, el punto de partida de base para la Rise digamos que “era obligado”. De hecho no hace falta ser muy observador para darse cuenta que la nueva Rise hereda parte de la estética y las soluciones constructivas de la Occam, es más, la integración del motor y de la batería está tan conseguida que en un primer vistazo es posible que las confundas.
Te puede interesar: Primeras Pedaladas: nueva Orbea Rise M-Team

Un detalle que habla por sí solo del enorme despliegue tecnológico que la marca de Mallabia ha puesto en el proyecto de esta nueva bici es que en la fabricación del cuadro de carbono OMR de la Rise se han aplicado las mismas técnicas de construcción que en la Occam y en la Rallon. El peso del cuadro de la nueva Rise es de 2,3 kg (talla M sin amortiguador), exactamente el mismo peso que el de la Occam… Impresionante, ¿no? Como ya dije antes, la Rise también mantiene la plataforma de 29” así como el recorrido de las suspensiones (150/140 mm o 140/140 mm según el montaje que elijamos).
Geometría 100% trail
En cuanto a la geometría, la Orbea Rise también hereda ese ADN trail y polivalente de la Occam. Siguiendo las tendencias actuales, la Rise tiene un seat tube de tan solo 419 mm en talla M (diseñado para poder alojar tijas telescópicas largas) y 76,5º-76º para un pedaleo eficaz y fluido, 65,5º-66º grados de lanzamiento en la dirección, reach de 450 mm, stack de 613 mm (ambos en talla M), un BB drop de 35/32 mm, una longitud de vainas de 445 mm, una altura libre de 336 mm y una distancia entre ejes de 1.194 mm (en talla M). Aunque luego veremos que la bici “endurea” y se mueve como pez en el agua en terreno agresivo, estas medidas son toda un declaración de intenciones, la Orbea Rise es una pura bici de trail/all-mountain.
Si queremos la agilidad y la diversión de las bicis tradicionales debemos estar lo más cerca posible de ellas. El diseño de la Orbea Rise ha girado en todo momento en torno a esas dos premisas fundamentales. Todos los componentes se han diseñado y desarrollado en busca de la mayor efectividad con el menor peso posible. La potencia y el par de la Rise se entrega de manera “no agresiva” y dentro de unos límites que hace posible el montaje de componentes de bici y así lograr un peso final tan contenido.
La batería interna de 360 Wh tiene un peso de 2,2 kg, el propulsor Shimano EP8 RS, 2,6 kg, la electrónica también se ha optimizado y reducido para disminuir cableado y eliminar peso. Como dije antes, el peso del cuadro es de tan solo 2,3 kg. El montaje M-LTD pesa 16,3 kg en talla L. La unidad que hemos probado, una M10 con el “upgrade” de frenos XTR, ruedas Race Face Next R y tija Fox Transfer, ha dado un peso verificado de tan solo 17,4 kg en talla M con cubiertas Maxxis Minion de 2.5”, no está nada mal, ¿no?
Motor Shimano Ep8 RS Rider Synergy
Como fabricante integral de bicis, en Orbea siempre han tenido claro que la mejor y más competa experiencia en una e-bike es diseñar y desarrollar un conjunto bici-motor 100% propio, y eso es precisamente lo que han hecho. Apenas un mes antes de su lanzamiento en Orbea tan solo un puñado de personas conocía la existencia del “proyecto” y aún menos tenían conocimiento de que Orbea y Shimano llevaban trabajando de manera conjunta desde hacía dos años para desarrollar un nuevo motor eléctrico a medida y bajo las especificaciones exclusivas de la compañía vasca.
El resultado de esta colaboración es el nuevo Shimano EP8 RS (Rider Synergy). Gracias al concepto Rider Synergy Orbea ofrece una nueva experiencia para todos los e-riders amantes del trail. En cuanto a medidas exteriores, peso y volumen el propulsor es el mismo que el de un motor Shimano EP8 convencional, sin embargo, lo verdaderamente diferente está en su interior. El software, es decir, la entrega de potencia de sus 60 Nm, el rango de uso, la cadencia, la asistencia natural, el par motor, absolutamente todo es nuevo y diferente en el nuevo Shimano EP8 RS, se trata de una electrónica “Made in Orbea” específicamente diseñada para la nueva Rise.
Te puede interesar: Primeras pedaladas: Shimano EP8
Al igual que en el EP8 estándar ya vimos cómo con la aplicación de Shimano E-Tube, de manera rápida y sencilla, podremos modificar la configuración del motor en función de nuestros gustos y también elegir entre dos perfiles. En el caso de la Rise tendremos un Perfil 1 con una asistencia más suave en la que la “aportación física” del rider será mayor y un Perfil 2, con un nivel de asistencia mayor ideal para ciclistas con menor nivel físico. En el caso del perfil 1 la potencia máxima se alcanza en cadencias de 75-80 rpm y en el perfil 2 lograremos el pico máximo de potencia a las 65 rpm.
Potencia
El par máximo del nuevo motor EP8 RS es de 60 Nm (el EP8 estándar desarrolla 85 Nm), el mapa de potencia del motor de la Rise está diseñado para que interactúe de manera sincronizada con tus piernas y con tu cadencia. El trabajo de los ingenieros de Orbea a la hora de desarrollar una electrónica especifica ha dado como resultado una transmisión de la energía instantánea, muy natural y adaptada a tu esfuerzo, es decir, cuanto más fuerte pedalees más potencia te entregará el nuevo EP8 RS.
De esta manera, además de multiplicar la eficiencia y disminuir el gasto del motor, también se logra “motivar” al rider y conseguir que éste se mueva siempre en cadencias más altas y, por consiguiente, que el motor trabaje siempre en el rango ideal de torque.
Además, gracias esa reducción de 85 a 60 Nm de potencia máxima se consigue mayor fiabilidad del motor, un rango de trabajo muy holgado, una disminución del consumo y que la temperatura de funcionamiento del motor sea mucho menor.
Autonomía
El desarrollo de la batería de una bici eléctrica es, posiblemente, la parte que más tiempo y presupuesto se lleva dentro del I+D+I del conjunto de una bici eléctrica. La batería interna de la nueva Orbea Rise tiene 360 Wh y tan solo pesa 2,2 kg, la carcasa es de aluminio y al contrario que en su hermana, la Wild-FS, ésta no es extraíble. Está fabricada con las celdas 21700, la última y mejor tecnología en baterías conocida hasta la fecha.
Además de controlar mejor la temperatura de funcionamiento, las pruebas efectuadas han demostrado que después de 500 ciclos completos de carga la batería sigue conservando el 80% de su capacidad intacta frente a las pérdidas del 40% en baterías con otro tipo de celdas menos eficientes.
Para jornadas épicas o simplemente para aquellos a los que les gusta perderse durante todo el día por las montañas, la Orbea Rise dispone de una batería externa (range extender) con una capacidad de 252 Wh y un peso de 1,4 kg. La batería se suministra junto a un soporte específicamente diseñado para hacer las funciones de porta batería y portabidón, válido con cualquier tipo de bidón tradicional, sencillo y brillante, ¿no? La batería externa no está fabricada con las mismas celdas 21700 que utiliza la batería principal. Sumando la batería interna y el range extender tendrás nada más y nada menos que 612 Wh de autonomía a tu disposición. El precio del Range Extender es de 499 €.
Minimalismo total, fuera displays
Para Orbea la filosofía Rider Synergy debe de ser completa, no se trata solo de desarrollar una asistencia personalizada para la Rise, debe extenderse a toda la bici. Para ello han buscado un cockpit limpio y sencillo y han prescindido de todo lo que suponga una distracción hacia lo verdaderamente importante como es la experiencia, la diversión y el sendero.
Gracias al diminuto conector/interface Shimano EW-EN100 podrás saber el estado de la batería y el modo de asistencia en el que pedaleas con tan solo dos leds y un simple código de colores, sencillo, ligero y fácil de comprobar con un simple vistazo.
El día de la presentación fui un poco escéptico sobre su utilidad y funcionamiento del pequeño interfaz, pero nada más subirme a la bici y empezar a utilizarlo mi opinión varió por completo. Después de varios meses sobre la Rise sigo pensando que la idea es brillante. De los dos leds el de la derecha indica el estado de la batería. El de la izquierda el modo de asistencia, azul: eco, verde: trail y naranja: boost. Una queja, la luz naranja del modo boost no se ve bien, un punto a mejorar. Aun así, si eres de los que quieren tener la info siempre delante no te preocupes, a la hora de pedir tu Orbea Rise tendrás la posibilidad de incluir el clásico display Shimano con un incremento de 99 €.
Por otro lado, Orbea ha desarrollado junto con Garmin el RS Garmin IQ, una aplicación exclusiva que integra el universo Garmin en el ecosistema RS (Ryder Synergy). Gracias a esta aplicación podrás tener en cualquiera de tus dispositivos Garmin toda la información que puedas imaginar como recorrido, temperatura, velocidad, distancia, desnivel, cadencia, potencia, pulso, estado de la batería, tiempo en cada modo de asistencia, etc. Además toda la información generada durante la ruta se quedará guardada y podrás acceder a ella cuando lo necesites de manera fácil y rápida. Personalmente estoy utilizando un Garmin de pulsera, a veces lo llevo en la muñeca y otras veces en el manillar, en cualquiera de los dos casos la info se lee perfectamente de un solo vistazo.
De la teoría a la práctica
Si después de toda esta “chapa” sigues ahí es porque de verdad estás interesado en saber cómo va la bici. Entiendo que es mucha información, la Rise es un modelo nuevo y está llena de detalles que considero necesario explicar con detenimiento para poder entender mejor antes qué tipo de bici nos encontramos.
Lo primero que agradezco nada más subirme a la Rise es que mi vista no va a encontrar ningún elemento “estético” que te haga sentir que vas sobre una bici eléctrica, personalmente ese “no tan pequeño detalle” me gusta.
Si eres paciente y comienzas a pedalear sin haber encendido la bici no vas a tardar mucho en comprobar la suavidad y apreciar la agilidad de pedaleo y sobre todo la gran calidad de rodadura que tiene la Rise en modo “bici tradicional”. Pues sí, la Rise pedalea muy bien, no estoy diciendo que me vaya a apuntar a una carrera de XC pero sí que el desagradable “efecto ancla” de otros motores eléctricos, incluido el anterior Shimano Steps E8000, en esta bici apenas se nota al pedalear con la bici sin asistencia, algo que también he podido comprobar en otras bicicletas con el nuevo Shimano EP8.
Sobre el papel, con la geometría y las medidas en la mano, la Orbea Rise está “parida” como una auténtica bici de trail, en la práctica te aseguro que lo demuestra desde la primera pedalada. La posición es cómoda y muy natural, nada sobra y nada falta, no es una bici a la que te tengas que hacer.
Rodando sobre terreno mixto, senderos variados con subidas y bajadas de dificultad media, la bici pedalea con eficacia y agilidad, haciendo que la conducción sea muy agradable y ágil. Rodando en cadencias intermedias el empuje es constante pero nada agresivo, la sensación que transmite es la de ir pedaleando sin asistencia. En senderos rápidos en el que nos encontramos continuamente entrando y saliendo de la “zona de asistencia” (ya sabes que eso ocurre a 25 km/h) las transiciones son suaves y progresivas, algo que también he podido comprobar en otras bicis con el mismo motor.
Gracias a la buena integración y al diseño más estrecho del tubo principal, sobre todo en la zona inferior junto a la unión del motor, se consigue “mitigar” el efecto megáfono y que el ruido y la resonancia del motor sea menor que en otros modelos.
Subiendo
Puedes estar tranquilo, esta no es una e-bike cualquiera, a pesar de llevar motor, la Orbea Rise es una bici diseñada por ciclistas para ciclistas. El concepto Rider Synergy nos propone una manera diferente de entender el “e-biking” en la que la experiencia y sobre todo las sensaciones siguen “orbitando” alrededor de las bicis de siempre.
Esto quiere decir que subiendo la bici asiste y empuja de manera natural, consiguiendo una asistencia mucho menos intrusiva y “desbordante” que las de una e-bike de las “gordas”. Cuando el terreno se pone cuesta arriba hay que trabajar la cadencia y pedalear con soltura y fluidez, vamos, nada diferente a lo que hemos hecho toda la vida con las bicis de siempre.
Ten en cuenta que el 100% de la potencia lo vas a encontrar a partir de las 75 rpm mientras que, por ejemplo, el motor Shimano EP8 estándar lo da “todo” a 60 rpm, incluso algunos motores entregan el máximo por debajo de 60 rpm. A cambio las sensaciones que aporta el EP8 RS de la Rise en subidas son una pasada, pedaleando con la cadencia adecuada da la sensación de “empuje infinito e inagotable” y la asistencia parece entrar en sintonía con tus piernas de tal manera que cuanto más fuerte pedalees más potencia te entrega el motor.Esto es clave y es uno de los aspectos que hacen diferente a la Rise, el EP8 Rider Synergy “empuja” con contundencia solo si tú aprietas fuerte sobre los pedales y te da menos “power” cuando aflojas, que lógicamente es cuando menos lo necesitas.
Esto trae consigo un ahorro en la gestión del consumo, disminuye el castigo y aumenta la vida útil de los elementos motrices de la transmisión, hace que el motor trabaje de manera más eficiente y de paso que funcione a temperaturas más bajas. Aun así los 60 Nm de potencia son más que suficiente para cualquier ciclista en un estado de forma normal.
En colaboración con el prestigioso fabricante e*thirteen, Orbea ha desarrollado en exclusiva un plato de 32 dientes (34T en el Shimano EP8 estándar) que le viene de maravilla a la Rise, además de mejorar el rendimiento general del motor, nos facilita el pedaleo a cadencias más ágiles, algo fundamental a la hora de subir con esta bici.
Un último apunte con respecto a las subidas, en la Rise ese pequeño “micro desfase temporal” entre la pedalada y la entrega de potencia no existe, el empuje eléctrico y tus piernas son todo uno, algo que se agradece a la hora de abordar pasos de decisión o trazando curvas cerradas en plena subida.
Bajando
Por concepto, recorrido de suspensiones o geometría, la Orbea Rise es claramente una bici trail, y esa enorme polivalencia de uso es, al mismo tiempo, su gran virtud. Ahora bien, hay que decir que en modo “cañero”, cuando llega el momento de endurear, la Rise se desenvuelve con muchísima soltura y agilidad ofreciendo un sorprendente rendimiento bajador mucho mayor del esperado.
Pensando en un uso más agresivo, la Orbea Rise cuenta con una generosa protección de la vaina derecha (también en el interior del tirante) que además cumple con la función de absorber el traqueteo de la cadena durante el descenso y hacerla más silenciosa. En este sentido me hubiera gustado que el protector plástico de los bajos del motor se hubiera prolongado hacia el tubo diagonal con el objeto ofrecer una protección extra en caso de salpicaduras de piedras, ramas o cualquier objeto que pudiera golpear el cuadro.
Una bici eléctrica cuenta con muchos elementos “añadidos” como el motor y la batería, y algo importante y que a veces olvidamos es la integración y la calidad de la construcción. A este respecto la Rise es compacta y todos sus componentes están perfectamente ensamblados, ni rastro de vibraciones, desajustes o ruidos provocados por el mal acoplamiento de las partes, no hay nada más desagradable que ir bajando con vibraciones o ir oyendo la batería moverse por mal ensamblaje.
Debido a su configuración, el motor Shimano hace un pequeño ruido cuando se queda “libre”, lo notarás la primera vez que bajes, no resulta desagradable ni muy molesto, es más, ahora ya ni lo oigo, pero al principio lo notarás. Con respecto a la suspensión trasera voy a utilizar las palabras que el propio Xabi Narbaiza me comentaba durante la presentación de la Rise: “A primera vista el sistema de suspensión trasera es muy parecido al de la Occam, pero si te fijas con atención no hay ni una sola pieza igual, de manera intencionada hemos decidido darle un carácter más progresivo (26% más) en parte para compensar el mayor peso de la bici, situándola más cerca de la Rallon que de la Occam”.
Coincido plenamente con sus palabras, la Orbea Rise mantiene esa sensibilidad, absorción y los mismos buenos niveles de tracción en frenadas que la Occam, pero sí que se nota que tiene un “toque” final más progresivo que personalmente me gusta más. Si eres de los que les gusta que “se note” todavía más esa progresividad mi consejo es que añadas un espaciador a la cámara de aire del DPX2 y asunto resuelto.
Mucho flow, mucha diversión
De la Rise me han gustado muchas cosas, pero sin duda donde mejor me lo he pasado es en esos senderos técnicos, juguetones, a veces revirados, con tramos técnicos y bajadas fluidas en las que llevas buena velocidad y en los que tienes que ir metiendo la bici en curvas utilizando apoyos naturales y jugando con los pesos para no perder las inercias.
Ahí es donde la Rise se siente como pez en el agua y su comportamiento es brutal. El buen reparto de pesos, junto a la buena posición hará que te vengas arriba y no quieras perder oportunidad para aprovechar cualquier roca, raíz o cortado para jugar, saltar, cruzar la bici antes de un viraje o pasar zonas a manual… Créeme, a la Rise le gusta mucho jugar y se “deja” hacer de todo con una facilidad impresionante. El aplomo y la seguridad con la que pisa el tren delantero es otro de los aspectos que más me ha gustado.
La pregunta del millón
Hablar de autonomía es como hablar de dinero o de gasolina, tengo un amigo al que los billetes de 50 € y los depósitos de gasolina le duran un telediario y otro al que le duran una semana. La autonomía de una bici eléctrica es igual, depende de tu peso, de tu estado de forma, del tipo de terreno, del tipo de neumáticos y de la presión que lleves, del viento, de la temperatura exterior, de tu manera de pedalear… Mejor no sigo.
No es lo mismo una ruta de 50 km con 1.000 m de desnivel positivo de pista que sube poco a poco y que podemos pedalear en modo eco que una ruta de 50 km con 1.000 m de desnivel positivo con continuas subidas extremas en las que tienes que utilizar el modo boost sí o sí. Personalmente no me gusta hablar de autonomía porque siempre se va a malinterpretar. Haciendo una excepción diré que la Rise es una bici que gestiona el consumo extraordinariamente bien y que es muy poco “gastona”.
Te pongo un ejemplo, he hecho dos veces el recorrido de la Patones Extrem del año 2015 con un bucle extra, un recorrido 100% enduro, sobre terreno exigente, con subidas muy duras y un desnivel de más de 1.850 m + y algo más de 45 km y aún he llegado con un 11% de batería (sin Range Extender). También he realizado salidas mixtas entre 40-50 km de distancia con 1.100-1.200 m+ llegando al coche con el 40% de la batería disponible.
Ya sé que esto no es aplicable a nadie más que a mí, pero son los datos que te puedo ofrecer, seguro que algunos no llegaréis a esas cifras y que otras las mejoraréis. Para todos aquellos que tenéis dudas sobre la autonomía mi consejo es que os hagáis con un Range Extender y así desaparecerá esa incertidumbre. Siguiendo con el Range Extender, tan solo añadir que por el momento no me ha hecho falta, tan solo lo he probado para comprobar y verificar que en marcha ni vibra, ni suena, ni se mueve y que tampoco molesta al pedalear.
Para terminar una reflexión y un mensaje para Orbea, la bici es tan resolutiva y capaz en territorio “trail aggressive” que no me hubiera importado nada comprobar su rendimiento con algo más de recorrido en ambas ruedas. ¿Quizá me estoy adelantando en el tiempo?
¿Para quién?
Llevo montando con la Orbea Rise varios meses, nunca me había parado tanta gente para preguntarme cosas sobre la bici, ciclistas de todo tipo, desde grupetas de e-bikers con sus bicis de 700 Wh a los que les pica la curiosidad hasta ciclistas de toda la vida con ganas de probar algo nuevo.
Espero que esto que voy a decir se entienda sin que nadie se me moleste, y es que si me permitís el comentario, personalmente creo que la Rise es la mejor Occam que ha fabricado Orbea hasta la fecha. Que esta bici despierta interés es algo que ya sabía pero durante los últimos tres meses lo he podido vivir en primera persona.
La nueva e-Trail de Mallabia supone una vuelta más de tuerca al concepto e-bike ligero. La pregunta más repetida quizá ha sido: ¿pero con 60 Nm y 360 Wh me va “a llegar” para hacer mis salidas de siempre por la montaña? ¡Y me lo preguntan a mí como si yo les conociera de toda la vida! Entiendo perfectamente las dudas y esa incertidumbre y lo que quiere decir esa pregunta.
A todos les digo lo mismo: salvo que lo que quieras es no hacer nada y “vivir de tu motor” en cada salida, con 60 Nm tienes de sobra para todo, la Orbea Rise es una bici súper polivalente que abarca un rango de uso increíblemente amplio, será tu compañera perfecta para perderte por la sierra durante un día entero, llanea, sube y baja como una “bici”.
Si eres un biker más cañero te aseguro que te va a costar acabártela tanto subiendo como bajando. Es la bici ideal para todos los que quieren seguir siendo ciclistas, para todos aquellos a los que, a pesar de haber dejado de ser jóvenes hace tiempo, aún les “pone” la sensación de llegar al bar con los deberes hechos y la camiseta mojada.
Para terminar, hay una faceta muy “camaleónica” de la Rise que he ido descubriendo poco a poco y que me ha encantado. Dependiendo del tipo de ciclismo que hagas o del tipo de terreno por el que te muevas, podrás transformar tu Rise en una bici más rodadora y tranquila o en una trail más guerrera con solo unos retoques en cubiertas, discos de freno, tarado de suspensiones o con las infinitas posibilidades de configuración que ofrece el EP8 RS.
Cosas de familia
La Gama Orbea Rise va a estar compuesta por cuatro montajes diferentes, todos ellos comparten el cuadro full carbon OMR de tan solo 2,3 kg de peso y 140 mm de recorrido trasero. Disponible en 4 tallas S, M, L y XL. Además de los colores de serie, también podrás realizar todo tipo de combinaciones en el color del cuadro, acabados de la pintura, diferentes logotipos e incluso poner tu nombre en la bici con el programa MyO, incluido en todos los modelos de la nueva Rise salvo en el M20.
La bici al detalle...

Además de su bajo peso, la calidad de fabricación y de los extraordinarios acabados el cuadro de la Rise está lleno de detalles. El botón de encendido/apagado está situado en la parte baja del tubo del sillín, gracias a esa ubicación tan cercana al conjunto motor/batería se simplifica y elimina el cableado de la bici consiguiendo además rebajar peso. El punto de carga de la batería está situado en el lateral del seat tuve y cuenta con una tapa de seguridad, después de la cantidad de agua que ha soportado la considero 100% estanca. La patilla de cambio (común con los modelos Occam y Wild-FS) se puede extraer con la mano, sin necesidad de herramienta y de manera rápida y sencilla… ¡Puntazo para Orbea! El cableado que sale por encima del motor y entra en el triángulo trasero está magníficamente resuelto y bien ejecutado. El sensor trasero queda perfectamente protegido y muy bien integrado dentro de la vaina izquierda, también incluye un práctico guía cadena regulable con anclaje ISCG05.

Pocas pegas se le pueden poner a los que considero el mejor freno para trail que jamás ha fabricado el gigante japonés. A la Rise le sientan de maravilla los Shimano XTR, tienen un tacto “firme” que me encanta, al mismo tiempo son muy modulables y progresivos y además ofrecen potencia y mordida más que suficiente para “resolver” cualquier situación. Otro detalle más de calidad “made in Orbea” son los discos de serie Galfer, gracias a ese puntito “extra” que ofrecen podrás concentrarte y disfrutar de la bajada con total tranquilidad. Si te vas a mover en terreno muy técnico y agresivo y el uso va a estar muy enfocado en bajar mi consejo es que aumentes a 200 el tamaño de los discos (al menos delante), no por falta de frenada sino para alargar la vida útil de las pastillas y discos y para que todo el conjunto trabaje a menor temperatura.

Otra de las sorpresas agradables de la Rise. Las Race Face Next R me han impresionado y convencido desde el minuto uno. Por calidad de rodadura, estética, acabados, rigidez, fiabilidad, absorción y peso las Next R son unas ruedas que me llevaría al fin del mundo sabiendo que no me iban a dar ni un solo problema. Tienen un ancho interno de 31mm y externo de 37 mm, cuentan con 28 radios y tienen un peso de 1.765 g. El singular buje trasero Vault 424 (con sistema Straight Pull para mayor rigidez) tiene un punto muerto de tan solo 3º que lo hace eficaz y muy rápido, además su sonido es música celestial.

Los Maxxis Minion de 2,5” delante y 2,4” encajan a la perfección con lo que busco en una bici como la Rise. La Minion DHF 2.5” con protección EXO aporta seguridad y mucho control a toda la zona delantera, un paso por curva preciso y noble y ese “extra” en confianza que dan estas ruedas más propias de bicis de enduro que de trail, personalmente creo que vale la pena montarlas si te gusta montar “alegre”. La Minion DHR 2.4” EXO trasera ofrece buen grip, buena retención en frenadas y que los apoyos sean siempre sólidos y fiables. Personalmente la protección EXO se queda corta en comparación con las posibilidades de la bici y no tardarás en cargártela. Si te mueves por terreno técnico pondría una cubierta más reforzada.

La Tija Fox Transfer Factory de 150 mm de recorrido es precisa, suave y tiene un tacto perfecto, el pulsador Shimano es cómodo y queda perfectamente integrado. Ya sabes que el sillín es algo muy personal y que sobre todo depende nuestra morfología el que nos vaya bien o que no lo soportemos. Personalmente el Fizik Taiga S me ha resultado cómodo y con buen apoyo desde el primer momento. En una e-bike se pasa más tiempo sentado que en una bici tradicional, si eres de los que te gustan los sillines con un mullido tirando a generoso el Fizik de la Rise se te va a hacer demasiado duro.

La nueva Fox 36 Factory Grip2 de 150 mm de recorrido es la horquilla perfecta para esta bici. Gracias a los nuevos purgadores podrás ecualizar la presión interior y exterior con tan solo presionar el botón. El nuevo eje flotante evitará el desalineamiento y la fricción entre las barras y las botellas, consiguiendo aumentar la suavidad de funcionamiento. Es más rígida, mantiene la misma sensibilidad, el mismo tacto exquisito y el excelente rendimiento en todo tipo de situaciones que la anterior y además se ha simplificado y optimizado la regulación del HSC y HSR en 8 clicks. ¡Todo un acierto!

El amortiguador Fox DPX2 Factory de 140 mm es tan polivalente y eficaz como la propia Rise, quizá por eso hacen tan buena pareja. El bloqueo cumple a la perfección en tramos de carretera o enlaces por pista en buen estado sin perder la sensibilidad inicial. El modo intermedio combina perfectamente el soporte necesario en senderos mixtos o en los cambios de ritmo al pedalear con la absorción de obstáculos. El modo Open cuenta con tres posiciones extras de ajuste para conseguir sacarle el máximo partido en los descensos en función de tus gustos.

El cambio Shimano XT es suave, preciso, fiable, rápido, silencioso y siempre responde. Ni un solo fallo hasta ahora, sin duda un valor seguro, poco más que añadir.
Más información