Probamos la Trek Fuel EX 9.9 XX1 AXS: la reina del trail
11/11/2022
La Trek Fuel EX es una de las grandes novedades para 2023. De hecho, cabe recordar que Trek ha presentado una gama nueva de sus bicis trail. Si primero fue la Trek Fuel EXe, un par de meses después nos encontrábamos con la versión convencional (o pulmonar, aunque es un término que no me gusta), la Fuel EX como la que pruebo.
Esta renovación de su línea trail, una de las más icónicas para Trek, pues no hay que olvidar que la Fuel es una bici que lleva en su catálogo desde 2005 y que ésta es la 6ª generación, ha venido de la mano de grandes innovaciones. Si fue el motor TQ HP50 el elemento definitorio de la Fuel EXe, es la posibilidad de modificar la geometría y el comportamiento de la suspensión trasera lo que más llama la atención de la Fuel EX.
Evidentemente esta renovación viene de la mano de una actualización completa que sigue las tendencias actuales, como es el aumento del recorrido de suspensiones (150 mm delante y 140 mm detrás) y una nueva geometría. Por no extenderme mucho con los detalles, de los que tienes toda la información en la noticia de la presentación del modelo, a modo de resumen diré que, tirando de manual, es más larga de reach (unos 20 mm por talla respecto al modelo anterior), pero que se compensa con el ángulo de sillín más vertical (78,2º en talla M), el ángulo de dirección más relajado (64,5º-65º en función de la posición del Mino Link) y el montaje de potencias más cortas.
Además, Trek ha diseñado unas vainas de diferente tamaño para que el comportamiento sea lo más homogéneo posible independientemente de la talla. El resultado final es una bici manejable, muy manejable… y muy divertida bajando. Y todo ello sin meternos en la gran cantidad de personalizaciones posibles que tiene.
Una Trek Fuel EX para cada rider
Sin duda alguna la gran ventaja que nos ofrece la Trek Fuel EX, sin meternos en calidades, cuadro, etc., es la posibilidad de personalizarla a nuestro gusto o en función del terreno en el que nos vayamos a mover. Lo primero, aunque en este caso no lo he podido probar, es que la Trek Fuel EX cuenta con unas cazoletas de la dirección nuevas que permiten tres posiciones diferentes de la dirección respecto a lo que pongamos con la posición del Mino Link: 0º (es decir, sin cambios) o +/- 1º respecto a los 64,5 o 65º que tenemos con el Mino Link en posición Low o High respectivamente.
Estas cazoletas se venden por separado y, como digo, yo no he dispuesto de ellas. No obstante, mi consejo para los propietarios de la Trek Fuel EX que quieran cambiarlas es que, hasta que le cojan mucha soltura a este juego de la dirección, lo hagan en talleres Trek autorizados, pues la manipulación de la dirección no es sencilla.
El Mino Link, por su parte, se encuentra en la bieleta superior y sí que es muy fácil de manipular y de cambiar. Si lo tenemos en posición baja o Low tenemos un ángulo de la dirección más relajado (64,5º) y una altura del eje del pedalier de 335 mm. En posición alta o High, el ángulo de la dirección es de 65,1º y la altura del pedalier es de 342,9 mm (siempre hablo de la talla M, la que he probado). Es decir, traducido en sensaciones, en posición Low tenemos una bici más baja y bajadora (no confundir los términos) y en posición High tenemos una bici más pedaleadora.
Trasladado sobre el terreno hay que decir que los cambios no son radicales, pero sí nos podemos encontrar situaciones en las que notaremos las diferencias entre estos sutiles cambios. Como la operación es sencilla podremos probar cuál es la que más nos conviene y cuando la encontremos dejarla para siempre o, en función del tipo de ruta que tengamos por delante, elegir una u otra.
Pero aquí no acaban las posibilidades de personalización de la Trek Fuel EX, porque sin cambiar un ápice la geometría, la nueva Fuel EX nos permite cambiar ligeramente el comportamiento de la suspensión trasera. En el anclaje inferior del amortiguador encontramos otro Mino Link (llamado Mino Low por Trek), muy sencillo de cambiar de posición, que nos permitirá anclar el amortiguador más vertical o ligeramente más inclinado. Con ello lograremos un comportamiento más lineal o (aún más) progresivo independientemente del tarado y setting que elijamos.
En la posición Less (más vertical) tenemos un comportamiento con mayor sensibilidad en la zona inicial del recorrido, apto para rutas muy bacheadas, mientras que en la posición More (más inclinada) el recorrido es más progresivo, con menos sensibilidad en la parte inicial pero una mayor capacidad de absorción al final. Esta posición es óptima para rutas que alternan zonas rápidas y de pedaleo con grandes obstáculos. Por cierto, que Trek recomienda esta posición si montamos un amortiguador de muelle.
Particularmente creo que, al no tener bloqueo remoto, si nuestras rutas son más pedaleadoras es mejor opción la posición More, mientras que en rutas con bajadas por zonas con flow y trialeras sencillas es mejor la posición Less.
Pero, al igual que decía con el Mino Link, lo mejor es que cada usuario pruebe ambas posiciones varias veces hasta dar con la que más le conviene, porque también influyen otros factores como nuestro peso o cómo nos guste llevar el SAG (por ejemplo, con un SAG más suave, menos aire, tendremos un comportamiento similar a la posición Less, mientras que si llevamos un SAG más duro, se parecerá a la posición More). Las posibilidades de encontrar el ajuste perfecto de la suspensión trasera a nuestros gustos se multiplican exponencialmente con la nueva Fuel EX.
Por último, cabe señalar que aunque la Trek Fuel EX viene de serie con ruedas de 29”, también la podemos convertir en una bici mullet, podemos montar una rueda trasera de 27,5 y convertirla en una auténtica máquina de bike parks. Los requisitos, en este caso, son montar una horquilla de 160 mm y colocar el Mino Link en posición High. Esta recomendación es para que el pedalier quede a una altura razonable y evitar golpear con facilidad los obstáculos con los pedales.
Más detalles útiles
Si algo define a la nueva Fuel EX es que, al menos para mí, es una bici práctica. Y lo es por las enormes posibilidades de personalización, que la convierten en una bici única adaptada a cada biker. Y la segunda es porque incluye muchas más soluciones prácticas pensadas para el biker, como el hueco en el tubo diagonal preparado para albergar un set de herramientas (la bolsa BITS bag es muy práctica en ese sentido para tenerlas perfectamente ordenadas), recambios, nutrición… en definitiva, un espacio muy aprovechable que junto a la multiherramienta BITS de la dirección (con 7 puntas allen, T25 y destornillador plano, además de tronchacadenas y hueco para eslabones rápidos), nos permitirán salir sin mochila o riñonera en excursiones cortas ya que el BITS del tubo diagonal no interfiere, en absoluto, con el uso de un bidón de agua.
Otra de estas soluciones es la inclusión de protecciones de gran nivel, especialmente la que protege la vaina derecha y el tubo diagonal, que es de cuerpo completo (protege completamente todo el tubo) y está pensado para evitar daños en los remontes (especialmente al transportar las bicis en pick-up, algo muy americano, aunque no tan común en Europa).
Otro detalle interesante es la apuesta por tijas telescópicas de 34,9 mm, una medida poco común en la tendencia actual de adelgazar al máximo los componentes. Sin embargo, esta elección está marcada por el claro enfoque bajador y “disfrutón” de la bicicleta y la búsqueda de unos componentes más robustos (y a ser posible unas tijas de mayor recorrido) aunque vaya en detrimento del peso.
El montaje
En el apartado de detalles vamos a ver más detenidamente algunos de los componentes característicos de este montaje, que es el tope de gama y que, además, se puede personalizar en el Project One. Particularmente me ha gustado mucho el cockpit Bontrager RSL para trail (doble altura) de fibra de carbono OCLV.
La transmisión está en manos del grupo Sram XX1 Eagle AXS, un clásico en los montajes tope de gama, con un plato de 30 dientes y el casete 10-52. Los frenos son unos Sram Code RSC de 4 pistones y discos de 200/180 mm. Las manetas, además, tienen una fácil personalización de alcance y punto de contacto de las pastillas.
La tija telescópica RockShox Reverb AXS, además de ser una salvaguarda de batería en caso de quedarnos sin ella en el cambio trasero, es de recorrido variable en función de la talla, desde los 100 mm de las dos tallas más pequeñas (XS y S) a los 170 mm de las grandes (L y XL) pasando por los 150 mm de las tallas medias (M y M/L).
La suspensión queda en manos de una horquilla Fox Factory 36 Float EVOL con cartucho GRIP2 (150 mm) y un amortiguador Fox Performance Float X (140 mm). Ambos elementos tienen un alto nivel de personalización de su comportamiento y garantizan una capacidad de absorción de impactos impresionante. Para los usuarios más pedaleadores y menos bajadores hay que señalar que la horquilla no tiene bloqueo y el amortiguador cuenta con una palanca que regula la firmeza en dos posiciones (menos y más firme, aunque no llega a ser un bloqueo total).
En acción
La nueva Trek Fuel EX es una bici muy divertida… y una bici que sorprende mucho por sus cualidades, especialmente bajadoras. La impresión que me ha dado es que, a la hora de diseñarla, en Trek tenían más en mente cuando la gravedad se pone a nuestro favor y que cuando consiguieron el comportamiento deseado, luego buscaron la forma de hacerla razonablemente efectiva subiendo. Y lo lograron.
Evidentemente todo lo que he detallado antes de las posibilidades de personalización y variación de la geometría están enfocadas a lograr un mejor rendimiento en todos los terrenos, pero siempre pensando en que bajando es donde mejor se va a defender. Esto lo digo porque hay que tenerlo en cuenta a la hora de subir. Es mejor tomarse las cosas con calma, subir a un ritmo alegre, pero sin excesos ni prisas. Realmente la posición de pedaleo es muy cómoda, y eso ayuda a que lleguemos frescos a la cima para empezar las bajadas.
Y es que bajando, tanto por senderos rotos como por zonas de flow, transmite una seguridad y confianza enormes, con un alto nivel de manejabilidad. La Fuel EX es muy fácil de mover, mucho más de lo que los más de 14 kg nos hacen pensar.
Durante el tiempo que la he tenido de prueba he recorrido todas mis zonas habituales de test, que incluyen terrenos variados, y con pocas bicis me lo he pasado tan bien. Sobre todo por el nivel de confianza y aplomo que me transmitía esta bici tanto a la hora de enfrentarme a obstáculos como a la hora de saltar (o incluso bajar rápido por zonas más sencillas).
Lo único que me ha faltado es, quizás, el uso para el que mejor se ha diseñado esta Fuel EX, usarla con remontes y centrarnos en disfrutar únicamente de las bajadas y los tramos de pedaleo sencillo, por eso quiero incidir que, pese a lo que diga la báscula y la geometría, se mueve bastante bien cuando la gravedad no ayuda.
Conclusión
El MTB no es solo XC o enduro, entre medias hay un abanico tan grande de posibilidades que, probablemente, es donde se encuentre el MTB más divertido y “disfrutón”. Y la Fuel EX nos marca el camino para encontrarlo. Al menos para un amplio espectro de usuarios. Especialmente a los que, por un lado, les gusta “cacharrear” con su bicicleta y hacerla única, hacer unos settings completamente adaptados a sus gustos y preferencias hasta lograr hacer de ella un vehículo único, una extensión de su persona.
También a esos usuarios que se compran bicicletas con más recorrido del que realmente pueden abarcar y lo que realmente necesitan es que sean más manejables y que les permitan dar rienda suelta a su técnica. Bicis que, además, les permitan afrontar los tramos de pedaleo y ascenso de una forma más cómoda. Incluso para usuarios de bicis con menos recorrido que, realmente, no necesitan tanto rendimiento a la hora de subir y sí una mayor seguridad bajando y en tramos técnicos. Y, aunque a mí me ha faltado la parte de llevármela a un bike park, para esos usuarios que sí hacen tramos con remontes o excursiones imposibles con muchos kilómetros de bajadas.
Cosas de familia
El catálogo 2023 de la nueva Fuel EX lo forma una familia de 8 modelos, 3 de ellos con el cuadro de aluminio Alpha Platinum, y 5 de ellos en fibra de carbono OCLV. Cabe señalar que los modelos de fibra de carbono EX 9.8 y EX 9.9 los puedes personalizar también a través del Project One. También que los cuadros de aluminio cuentan, igualmente, con el espacio de almacenamiento BITS en el tubo diagonal. Además de los 8 modelos completos, ambos cuadros, aluminio y carbono, están disponibles por 2.799 € y 4.799 € respectivamente.
Trek Fuel EX 7 | 3.699 €
Trek Fuel EX 8 | 4.499 €
Trek Fuel EX 9.7 | 5.599 €
Trek Fuel EX 9.8 XT | 7.899 €
Trek Fuel EX 9.8 GX AXS | 7.999 €
Trek Fuel EX 9.9 XTR | 11.499 €
Trek Fuel EX 9.9 XX1 AXS | 13.499 €
La bici al detalle...
La Trek Fuel EX mantiene el mismo sistema desde 2008, el ABP (Active Braking Pivot) con un punto de giro concéntrico al eje de la rueda trasera. Al ser una bici de medio-largo recorrido mantiene este punto de giro que ofrece bastante progresividad al sistema frente a la tendencia actual de eliminarlo y fiar parte de la curva de progresividad a la flexión del carbono de los tirantes. El sistema de suspensión de este modelo tope de gama está montado con una horquilla FOX Factory 36 Float EVOL con cartucho GRIP2 (150 mm) y un amortiguador FOX Performance Float X (140 mm). Cabe señalar que la horquilla no tiene bloqueo, mientras que el amortiguador tiene una posición de mayor firmeza que, prácticamente, hace la función de bloqueo.
Para mí un componente muy atractivo por su buena factura. Se trata del conjunto de manillar y potencia integrados Bontrager RSL de fibra de carbono OCLV en su versión de doble altura (27,5 mm de elevación). En las tallas superiores encontramos una potencia de 45 mm y 0º de inclinación con un manillar de 820 mm de ancho. No obstante, los manillares RSL cuentan con marcas cada 5 mm para cortarlo y adaptarlo a nuestras necesidades.
El grupo SRAM XX1 Eagle AXS marca, sin duda, el hecho de tratarse de un montaje tope de gama. Como he dicho en otras ocasiones, el contar con una batería independiente para desviador trasero y otra para la tija telescópica es una buena tabla de salvación en caso de urgencia, aunque hay que reconocer la gran duración de estas baterías.
En este caso la relación elegida es de un plato de 30 dientas con un casete 10-52. Con el 30-52 podremos escalar cualquier cuesta, por dura o inclinada que sea, perfectamente. Aunque como siempre digo, este casete tiene una particularidad, y es el excesivo salto entre la corona de 42 y la de 52, que en subidas más tendidas puede ser demasiado acusado.
Las ruedas son unas Bontrager Line Pro 30 de carbono específicas para las disciplinas agresivas. Son unas ruedas ligeras pero muy robustas, diseñadas para enduro, y equipan radios de tiro recto para poder usar radios de calibre más ligero. El peso declarado de estas ruedas es de 1.760 g el juego (810 g delantera y 950 g trasera).
Los neumáticos son unos Bontrager SE5 Team Issue tubeless en 29x2,5”, unos neumáticos bastante resistentes a los pinchazos gracias a su carcasa Core Strength, con un taquado agresivo y mucha superficie de apoyo que nos brinda una gran tracción mientras pedaleamos, así como agarre en curvas o recepción de obstáculos y saltos. Eso sí, no son unos neumáticos ligeros, 1.026 g de peso declarado.
Es un gusto ver cómo se aprovechan los huecos del cuadro (o tubo de la dirección) como espacios de almacenamiento. Si hacemos una salida rápida, podemos ahorrarnos llevar una mochila. Y si hacemos salidas más largas, incluso jornadas enteras de bajadas y más bajadas, nos garantizamos tener las herramientas imprescindibles a mano y, posiblemente, algo más como una barrita, gel, etc.
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