Texto: J. Daniel Hernández / Fotos: David Agüero
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Trek lanza la nueva Fuel EXe con el nuevo motor TQ HPR50, una e-MTB ligera, con un sistema de asistencia también muy ligero de 50 Nm de par, 360 Wh de batería interna y una asistencia muy natural y poco intrusiva para una e-bike muy manejable.
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Llega la nueva Trek Fuel EXe, la nueva e-bike de trail (150/140 mm delante/detrás) de Trek que, además, viene acompañada de una fuerte apuesta, la entrada de un nuevo actor en los sistemas de asistencia, hablamos de la empresa alemana TQ y su motor HPR50. Antes de continuar hay que decir que TQ no es, realmente, una empresa nueva en esto, pero sí es cierto que, hasta ahora, no la encontrábamos en marcas de gran alcance como lo es Trek.
Y bien es cierto que, aunque la Fuel EXe es completamente nueva, buena parte de la presentación internacional en la que estuvimos presentes giró en torno del sistema TQ HPR50 y su diseño “Harmonic Pin Ring Transmission” que luego trataré de explicar. No obstante, el diseño del cuadro ha girado en torno a lo que este sistema permite, ya que es bastante compacto y permite una mayor optimización del cuadro y las formas del tubo diagonal.
En MTBpro.es hemos podido disfrutar de una unidad del modelo tope de gama Fuel EXe 9.9 XX1 AXS durante unos días antes de su presentación oficial para poder daros una información completa, tanto el aspecto técnico como las sensaciones, que nos ha transmitido la bicicleta al poder rodar con ella por “terreno conocido”.
Antes de pasar a desvelar en profundidad cómo es el sistema TQ HPR50, la nueva Fuel EXe ofrece 150 mm de recorrido en la horquilla y 140 mm en el amortiguador. Y, como no podía ser de otra forma, Trek ha incluido el Mino Link en la nueva Fuel EXe, ofreciendo dos posibles geometrías simplemente cambiando esta pieza de la bieleta.
De serie el Mino Link viene en posición Low, y en esta posición el ángulo de la dirección es de 64,7º, el del sillín es de 76,7º, el reach (talla M) es de 452,2 mm, las vainas son de 440 mm y la distancia del pedalier al suelo es de 338,5 mm. Si cambiamos a la posición Hi, el ángulo de la dirección pasa a ser de 65,3º, el del sillín 77,2º, el reach a 457,7 mm, las vainas se acortan hasta los 438,4 mm y la distancia del pedalier al suelo 345,3 mm. Es decir, podemos elegir una configuración más bajadora o una más rodadora en función del tipo de ruta que nos planteemos y nuestras preferencias de conducción.
Aunque la Trek Fuel EXe viene montada de serie, y así se ha diseñado, con ruedas de 29”, admite una rueda trasera de 27,5” por si queremos disfrutar de ella en modo “mullet” y ganar algo más de manejabilidad. La única exigencia es que el Mino Link debe estar en posición High.
Respecto al conjunto, el sistema TQ HPR50 ofrece un par de 50 Nm, con una autonomía de su batería interna de 360 Wh que se pueden ampliar con el range extender de 160 Wh. El sistema pesa menos de 4 kg (1.850 g el motor y 1.835 g la batería), ofreciendo montajes finales por debajo de los 19 kg como la 9.9 XX1 AXS como la que hemos probado (18,4 kg declarados y 18,7 kg en nuestra báscula).
Teniendo en cuenta que la Trek Rail que ya conocemos ofrece un recorrido de suspensiones similar (160/150 mm), y antes de desentrañar los secretos del TQ HPR50 ¿cuál es la diferencia entre el modelo que conocemos y la nueva Fuel EXe?
Realmente Trek las ha querido segmentar como dos e-bikes para dos tipos de usuarios diferentes. La nueva Fuel EXe está orientada a usuarios que busquen una e-bike más ligera y con un sistema de asistencia menos intrusivo y más similar a la experiencia de una MTB convencional. Por ejemplo, según Trek, el tubo diagonal donde queda alojada la batería es un 38% más pequeño en la Fuel EXe que en la Rail.
Además, es algo más pequeña, con menos recorrido y más ligera. También cuenta con menos autonomía, a pesar de contar con la opción del Range Extender, mientras que la Rail está enfocada a excursiones más largas gracias a su mayor autonomía, el motor ofrece un mayor nivel de asistencia y el montaje está enfocado a un uso más agresivo, no sólo por la cifra del recorrido de las suspensiones, sino por el mayor “tamaño” de las mismas y otros componentes.
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Como he dicho desde el principio, base del desarrollo de la nueva Trek Fuel EXe ha sido el uso del sistema TQ HPR50, un sistema de asistencia muy natural, silencioso y muy poco intrusivo. Pero ya hablaré de las sensaciones más adelante. TQ es una empresa alemana especializada en el campo de la aeronáutica y sistemas de robótica que ha desarrollado su propio sistema de asistencia para e-bikes. De hecho, su aventura con las e-bikes comienza en 2008, por lo que cuenta ya con más de 14 años de experiencia en el sector.
La unidad TQ HPR50 se beneficia del sistema propio de TQ Harmonic Pin Ring Transmission, un sistema que prescinde de las correas y engranajes clásicos de los motores de e-bikes para utilizar un complejo sistema de rodamientos dentados con movimiento oscilante, pero harmónico, que sufre menos desgaste en sus piezas y es mucho más silencioso.
Este sistema, además, cuenta con un mecanismo de rueda libre que elimina prácticamente cualquier fricción interna cuando se pedalea con él desactivado, proporcionando la misma sensación que una MTB convencional. Respecto a la ligereza, desde TQ afirman que con 1.850 g su motor es un 30% más ligero que la mayoría de la competencia (aunque por otro lado el par es de sólo 50 Nm).
Además, todo el sistema (motor y batería) es mucho más compacto, lo que ha permitido diseñar un cuadro con unas formas mucho más fluidas, prácticamente calcadas a una bicicleta convencional y prácticamente indistinguibles a simple vista y con un factor Q también calcado a una MTB pulmonar.
Una de las cosas de las que se enorgullece TQ, y así lo mencionaron en la presentación, es que todo su sistema se hace en Europa, tanto el desarrollo y ensamblaje del motor (Alemania) como la procedencia de las otras partes necesarias para todo el conjunto.
La batería de 360 Wh está integrada en el tubo diagonal y es fácilmente extraíble (aflojando un tornillo superior del tubo diagonal y retirando la tapa del motor con otro tornillo) sin necesidad de tocar nada del motor, salvo el cable conector. El punto de carga está también en el tubo diagonal y sirve también como punto de entrada del Range Extender de 160 Wh que iría alojado en un portabidón convencional.
Respecto a la funcionalidad, la Trek Fuel EXe cuenta con un display OLED de 2” en el propio tubo diagonal con una gran visibilidad y que ofrece una gran cantidad de datos, entre ellos, el más útil (a mi juicio) que es el porcentaje de batería y el tiempo restante estimado que nos queda. Las pantallas son: % de batería y tiempo estimado; distancia y tiempo; Potencia del biker y potencia del motor; velocidad actual y media.
En estas pantallas, siempre tendremos visible la batería restante en franjas de 10%, pero en la pantalla del % en concreto se visualiza el porcentaje de batería, que es una información muy útil para gestionar los modos y autonomía en función de la ruta que nos queda por delante. Respecto al tiempo estimado, también ayuda, pero hay que ser conscientes de que es algo que varía en función de muchos factores como para fiarnos exclusivamente de este dato.
Este display cuenta con un único botón que hace las funciones de encendido/apagado y cambio de pantalla. Para el cambio de modos contamos con una botonera minimalista en el manillar que, además, sirve para accionar el Walk Assist y para apagar el sistema.
La nueva Fuel EXe nace con una gran conectividad y posibilidades de personalización. Para ello Trek ha desarrollado la App Trek Central con la que podremos personalizar el ajuste del motor, monitorizar la actividad, mapear los recorridos, sugerir o hacer un seguimiento de la presión de las cubiertas y las suspensiones, además de calcular en tiempo real la autonomía.
Además, la unidad XX1 AXS que he probado venía con el sistema Ready-to-Ride, el TyreWiz y AirWiz para tener una completa información y gestión de la presión de suspensiones y neumáticos. Todo ello lo podemos gestionar desde la App Trek Central, aunque hay que descargar también las aplicaciones de SRAM. Este sistema está disponible en los modelos 9.9 y ya te contamos en detalle cómo funcionaba en la prueba que mi compañero Roberto Blas hizo sobre la Trek Rail 9.9 XTR.
Por no extenderme en exceso en esta tecnología, que como digo viene sólo de serie en los modelos superiores, la parte positiva de este sistema es que, cuando cogemos la bici y lo activamos, vemos de un vistazo rápido si tenemos que revisar la presión de algún punto (luz roja) o si podemos lanzarnos a dar pedales (luz verde). Eso sí, el trabajo previo de configuración es algo más arduo; sin embargo, el nivel de perfeccionamiento que alcanzamos y, por tanto, el rendimiento que le podemos sacar a estos componentes hace que merezca la pena, ya que tendremos la sensación de aprovechar al máximo todas las cualidades de las suspensiones y nos garantizamos la presión óptima de los neumáticos.
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Después de este “empacho” de teoría, vamos a las sensaciones sobre la bicicleta. La primera y que más llama la atención es la posición tan natural que adoptamos en ella, merced al reducido Q-Factor que ofrece el motor TP HPR50. Y cuando nos ponemos en marcha lo silencioso que es el sistema. De verdad que apenas se aprecia el ruido del motor sobre el rodar de las ruedas sobre la tierra. Y la poca intrusión de dicho sistema en la pedalada. Tanto si está apagado como cuando nos apoyamos en alguno de los modos de asistencia.
Lo cierto es que este sistema es muy poco intrusivo, sin modificar nuestra pedalada cuando la ponemos, sino que simplemente vemos cómo pedaleamos más fácil y fluidos. Aunque cualquiera de los tres modos (ECO, MED, HIGH) son personalizables, es posible que cualquier biker encuentre el MED como la mejor opción para cualquier excursión, ya que se asemeja a los modos e-MTB de otros sistemas y va más acorde a nuestro propio esfuerzo y cadencia. Además, el consumo de la batería está bastante contenido en los dos primeros modos, por lo que tendremos más que suficiente para la mayor parte de las excursiones “normales” (entre 2 y 4 horas) sin necesidad del Range Extender.
Por todo ello la experiencia de pedaleo me recuerda más a la de una MTB convencional, o mejor dicho, a la nueva generación de e-bikes ligeras y menos intrusivas, que a la de una e-bike pura. Esta sensación también se repite en la conducción, más ligereza y una geometría acertada hacen de la Fuel EXe una bici fácil de mover, muy agradecida en tramos revirados, con mucha facilidad para enlazar curvas, pero también muy estable a altas velocidades (en parte gracias al gran balón de los neumáticos).
Y es que, si bien es cierto que las ruedas y la horquilla son voluminosas, si jugamos con ello (se tragan casi cualquier obstáculo), la bici es luego muy fácil de mover y levantar. Aquí el gran balón de los neumáticos y la perfecta puesta a punto de las suspensiones hacen que tenga mucha estabilidad a la hora de recepcionar saltos o cortados.
Por cierto, que todavía no he hablado del sistema de suspensión trasero. Trek recurre a un “viejo conocido” como es su sistema ABP (Active Braking Point) uno de los más efectivos en cuanto a independizar las fuerzas generadas por la pedalada y la frenada del funcionamiento de la suspensión, y con un punto de giro concéntrico al eje trasero. Personalmente me gusta mucho, siendo de los más efectivos sin necesidad de bloquear la suspensión cuando pedaleamos. Pero claro, si lo sumamos a toda la tecnología de suspensiones que incluye este modelo alcanzamos un rendimiento excelso.
Este sistema, además, garantiza unas recepciones suaves por importante que haya sido el “vuelo” dando la sensación de contar con algún centímetro extra de recorrido. Algo que también se agradece al llevar una e-bike, por ligera que sea.
Actualmente la gama de la nueva Fuel EXe nace con 6 modelos, todos ellos con el mismo cuadro de fibra de carbono, motor y batería TQ HPR50, pedalier E*Thirteen E*Spec Plus con un plato de 34 dientes, casete 10-51 (Shimano) y 10-52 (SRAM) de 12 velocidades y neumáticos de 29x2,5”.
El modelo Fuel EXe 9.9 XX1 AXS que he probado incluye un ecosistema completo AXS con la transmisión que da nombre al modelo y la tija telescópica RockShox Reverb AXS. Por cierto, que la única batería AXS es la que encontramos en la tija telescópica, ya que la que encontramos en el desviador trasero es una conexión con esta. Además, para un uso e-MTB normal es más que suficiente una única batería AXS. SRAM también pone los frenos con unos Code RSC con discos de 200 mm; mientras que las suspensiones están a cargo de RockShox con la Lyrik Ultimate y el amortiguador Super Deluxe Ultimate y las mencionadas tecnologías AirWiz y TyreWiz.
Los cuatro modelos superiores cuentan con el cockpit Bontrager RSL de manillar y potencia integrados (820 mm de ancho, 27,5 mm de elevación y potencia de 45 mm) que, además, incluye una multiherramienta del sistema BITS en la entrada del tubo de la dirección; y ruedas Bontrager Line (Elite y Pro) con el aro de fibra de carbono OCLV.
La Trek Fuel EXe también está disponible a través del programa de personalización Project One para los usuarios que quieran personalizar la pintura y los componentes.
Trek Fuel EXe 9.5 – 6.499 €
Trek Fuel EXe 9.7 – 7.999 €
Trek Fuel EXe 9.8 XT – 9.499 €
Trek Fuel EXe 9.8 GX AXS – 10.999 €
Trek Fuel EXe 9.9 XTR – 12.999 €
Trek Fuel EXe 9.9 XX1 AXS – 14.999 €
Tienes toda la información de los modelos de Trek Fuel EXe y las tiendas donde comprarlos en este enlace.
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