SCOTT Genius eRIDE 910
SCOTT presentó hace no muchos meses la nueva SCOTT Genius eRIDE, una bici que define lo que la marca considera que debe ser una e-bike para trail o all-mountain. Una bici con unos recorridos de suspensión generosos, pero ajustables gracias al sistema TwinLoc; ruedas de 29” (29x2.6” de serie), pero cuadro compatible con 27,5” para los que busquen un comportamiento más bajador; y una batería de alta capacidad (625 Wh) con la posibilidad de aumentar su rango todavía más para hacer nuestras excursiones interminables.
Esta es, a grandes rasgos, la presentación de la SCOTT Genius eRIDE. En nuestro caso recibimos en la redacción el modelo SCOTT Genius eRIDE 910, que cuesta 5.999 € y es el segundo de la gama y tope de gama de los que tienen el cuadro de aluminio. Existe un modelo superior con el cuadro de fibra de carbono y un precio 1.500 € más caro de lo que cuesta esta 910.
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La tecnología Nude y el Twinloc llega a las e-bikes
Sin duda alguna la tecnología Nude y el mando TwinLoc son uno de los motivos diferenciadores de SCOTT. Y una colección tan importante como la SCOTT Genius eRIDE no podía ser menos. En MTBpro ya hemos escrito varias veces sobre cómo funcionan estas tecnologías, que permiten modificar el recorrido de suspensiones y geometría de la bicicleta para adaptarla a las necesidades del momento.
En el caso de la SCOTT Genius eRIDE tenemos las tres posiciones características de este sistema, ofreciendo 150 mm de recorrido del amortiguador en el modo abierto, 100 mm en el modo “Control de tracción” y el bloqueo completo; con la geometría más orientada al pedaleo que se queda al activar el modo intermedio y que permite un pedaleo más fluido en subidas y zonas de llaneo.
Para poder disfrutar de estas características necesitamos el amortiguador Fox Nude T Evol desarrollado por SCOTT y Fox específicamente para las bicicletas de la marca suiza. La horquilla, una Fox 36 Rhythm Air de 150 mm, también ofrece las tres posiciones, aunque sin cambio de recorrido.
Aunque pueda parecer innecesario en una e-bike, un sistema que busca una mayor precisión y aprovechamiento del pedaleo (no hay que olvidar que algunas e-bikes del mercado todavía no llevan ni siquiera bloqueo del amortiguador), en realidad es todo un acierto y algo muy destacable. Ya que toda la eficiencia que logremos en este punto se traduce, al final, en un mayor ahorro de los recursos de la batería. Necesitaremos menos energía (del sistema y del ciclista) para lograr el mismo desplazamiento y la misma velocidad. Eso sí, el bloqueo no es tan contundente como ocurre en bicicletas más ligeras, pero es normal por el mayor peso de las e-bikes y el mayor tamaño de sus horquillas.
Todo esto, además, acompañado por un flip-chip que nos permite modificar ligeramente la geometría de la SCOTT Genius eRIDE (posición High y Low) para hacerla más acorde a nuestras necesidades o al uso de neumáticos de 29” o 27,5”. En la página web de SCOTT encontrarás todas las especificaciones en función de la orientación que usemos del flip-chip.
Otra de las características diferenciadoras de la gama Genius eRIDE (común a todas las e-bikes 2020 de Scott) es la Range Booster Technology. Es decir, que en sus cuadros se puede anclar una batería extra de Bosch de 500 Wh además de la batería integrada, que en el caso de la SCOTT Genius eRIDE 910 es de 625 Wh. Con esto se logra ampliar la capacidad de la bicicleta hasta los 1.125 Wh en la misma bicicleta. Esta segunda batería va anclada en la parte superior del tubo diagonal en los mismos tornillos en los que anclamos el portabidón.
Un montaje equilibrado
En una e-bike como la SCOTT Genius eRIDE 910, que cuesta casi 6.000 €, hay que tener en cuenta los componentes que rodean los tres aspectos principales y por los que esta bici destaca: cuadro, suspensiones y motor. Aunque el cuadro sea de aluminio, hablamos de un cuadro desarrollado con un cuidado exquisito, con unas formas cuidadas y solo sobredimensionadas en las zonas explícitamente necesarias, un cuadro estilizado lejos de las primeras e-bikes que parecían auténticos tanques.
De las suspensiones también hemos hablado y el motor es el Bosch Performance CX de 4ª generación, con una batería integrada de 625 Wh, que se ha convertido en uno de los más utilizados en las e-bikes del mercado. Para quien no necesite cargar la batería sacándola de la bicicleta, el puerto de carga se encuentra en la parte derecha del tubo diagonal, cerca de la pipa de la dirección, en una ubicación muy accesible y, además, alejada de posibles problemas cuando cruzamos ríos o recorremos barrizales. Un acierto haberla dispuesto en ese lugar.
Este motor ha sido probado de sobra, es fiable y potente, y solo peca de una pequeña rumorosidad que delata que estamos ante una e-bike. Aunque Bosch no permite modificar los modos, gracias a sus 4 modos (Eco, Tour, e-MTB y Turbo) encontraremos siempre la asistencia que necesitemos. Además, hay que decir que el modo e-MTB le va como anillo al dedo a este tipo de bicicleta. Y es que con él prácticamente no utilizaremos nunca el Turbo.
Una vez desgranados estos elementos, toca ver de qué componentes se rodean. Y me gustaría comenzar con el display Purion que, gracias a su ubicación en la parte izquierda del manillar, lo deja completamente despejado para que podamos llevar nuestro dispositivo GPS alternativo o cualquier elemento similar. Además, cuenta con un cable de luces delantera y trasera Bosch preinstalado por si queremos comprarlo en el mercado postventa.
La transmisión queda en manos de Sram con componentes NX y GX Eagle en configuración 1x12 con un casete 11-50 y un plato de 34 dientes. Quizá haya quien piense que es excesivo para una e-bike, pero yo creo que es todo un acierto, ya que acerca mucho más las sensaciones de pedaleo a una bicicleta convencional, con un desarrollo que, además, nos ayudará mucho en los tramos rápidos gracias al plato de 34 y si nos quedásemos sin batería gracias al casete completo. También si, por supuesto, queremos hacer un uso ahorrador de carga de batería y hacer la ruta en Eco. Un mayor rango del casete nos da la posibilidad de gestionar mejor su vida útil.
Los frenos, sin embargo, son unos Shimano MT520 con pinzas de 4 pistones y discos de 203 mm. Hay que detener los casi 24 kg de la SCOTT Genius eRIDE 910, y con estos frenos lo conseguiremos en cualquier circunstancia. Quizá, por ponerle un pero a esta e- bike, me hubiese gustado que fuesen unos Shimano Deore XT por su mayor capacidad de ajuste y estética, pero tal y como están configurados lo que no he echado de menos durante la prueba ha sido capacidad de frenada.
Otro aspecto que se agradece, y que para mí debería ser obligatorio en la mayor parte de las bicicletas por la comodidad y facilidad de manejo que implica, es la inclusión de una tija telescópica. En este caso una Fox Transfer de 125 mm (en talla M). Esta tija baja lo suficiente el sillín para que tengamos una mayor manejabilidad de la bicicleta en descensos y zonas técnicas.
Acción electrizante
Después de tanto análisis, llega la hora de sacar a la SCOTT Genius eRIDE a los senderos. Lo primero que me llama la atención es la posición de control que adoptas, que también es muy cómoda para subir…, y si activamos el bloqueo o la posición “Control de tracción”, muy efectiva. Con esto y la asistencia de la pedalada las subidas se hacen muy accesibles. Es fácil pasar tiempo sentado en el sillín y aunque éste no es específico para e-bikes sí que está diseñado para pasar mucho tiempo sobre él.
Hay mucha gente que piensa que una e-bike tiene que ser efectiva exclusivamente bajando, que a la hora de subir esto no importa o que se debe sacrificar la eficacia subiendo para tener unas mejores cualidades bajando. Pero esto no es así… y la SCOTT Genius eRIDE se empeña en demostrarlo. Cuanto mejor suba, mejor podremos gestionar la vida útil de la batería. También estaremos más frescos para la bajada. No sólo de piernas, sino también de brazos y tren superior. Una e-bike, al tener un mayor peso, requiere que la sujetemos de brazos más que una bicicleta convencional, por lo que cambiamos el mayor esfuerzo que se hace de piernas por una exigencia superior para el tren superior.
Como he dicho antes, y hemos comentando en pruebas anteriores, el Bosch Performance CX de 4ª generación es un gran motor. No podemos ajustar los modos, pero con todos los que tenemos (Eco, Tour, E-MTB y Turbo, además de la opción Off, que es apagar la asistencia pero no el sistema) es fácil que encontremos el punto justo que necesitamos en cada momento. Particularmente con el que más disfruto es con el E-MTB porque da más asistencia cuanta mayor sea la cadencia, lo que lleva a exigirnos un punto más pero llevando un ritmo endiablado.
Claro, esto tiene una contrapartida, y es que es un modo bastante “gastón”, por lo que tendremos que reservarlos para esas “salidas exprés” de 1 hora, hora y media máximo, si no queremos tener sorpresas. No obstante, con la batería de 625 Wh el margen mejora algo y si hacemos uso del eRIDE Range Extender los problemas de autonomía serán cosa del pasado.
Bajando la SCOTT Genius eRIDE te dará muchas alegrías. Con ruedas de 29”, 150 mm de recorrido y un ángulo de dirección bastante lanzado (menos de 65º) se la puede considerar casi una enduro. Y se comporta como tal. Es ágil y divertida, bastante manejable, aunque no hay que olvidar que hablamos de una e-bike algo pesada con un cuadro de aluminio. El peso no es un hándicap muy grande salvo cuando queremos hacer vuelos con ella, aunque sí que nos permitirá algunas licencias apoyada, y nunca mejor dicho, en sus anchos neumáticos de 2.6”.
Gracias a su cuidada geometría y la selección de componentes (estoy pensando en ese manillar de 780 mm) es fácil de gobernar en las curvas. Algo más perezosa en los cambios de peso respecto a una bicicleta convencional, pero muy ágil y divertida para ser una e-bike. Sin duda su geometría y el comportamiento de la suspensión es un punto muy a favor para ella. El paso por zonas técnicas supone una experiencia completamente nueva gracias a la rigidez y el aplomo que transmite.
Y hablando de aplomo, en pistas rápidas y zonas de alta velocidad tiene uno de los mayores aplomos que he visto en una bicicleta. El peso, el ancho de los neumáticos, el centro de gravedad bajo si bajamos el sillín y la capacidad de absorción de las suspensiones la transforman en un misil tierra-tierra capaz de volar a ras de suelo. Es impresionante la velocidad que se puede adoptar cuando estos factores juegan a nuestro favor.
Conclusión
La SCOTT Genius eRIDE se podría considerar la e-bike para todo. Su capacidad para rodar y subir hace que no desentone en salidas más rápidas. También su gran autonomía, que hacen de ella una opción excelente para cubrir largas distancias o “abusar” un poquito más de lo necesario de los modos de mayor asistencia si la salida “se tensa”.
Y a la hora de bajar, con ruedas de 29” y 150 mm de suspensiones, con una horquilla de 36 mm, quién necesita más. Es ágil y manejable para ser una e-bike con un cuadro de aluminio y un peso de más de 20 kg. De hecho, si incido en el peso es porque la cifra no se corresponde con las sensaciones, que son mucho mejores de lo que cabría imaginar. Es una e-bike para quien necesite una bicicleta capaz de cubrir todos los aspectos.
Cosas de familia
La familia de e-bikes de montaña de SCOTT la forman la Genius eRIDE (4 modelos) y la Spark eRIDE (2 modelos). En lo referente al modelo Genius, el tope de gama (Genius eRIDE 900 Tuned) cuenta con un triángulo principal de fibra de carbono, mientras que el resto de la gama es de aluminio. Los tres modelos de aluminio van desde los 4.199 € hasta los 5.999 € de la Genius eRIDE 910 que has podido leer en esta prueba. Además, existe un modelo Contessa para el público femenino por 4.999 € con el montaje intermedio y puntos de contacto específicos. Toda la gama Genius eRIDE equipa el motor Bosch Performance CX, con batería de 625 Wh, salvo en el caso del modelo más económico, que es de 500 Wh.
- Genius eRIDE 900 Tuned ⎜ 7.499 €
- Genius eRIDE 910 ⎜ 5.999 €
- Genius eRIDE 920 ⎜ 4.9990 €
- Contessa Genius eRIDE 930 ⎜ 4.999 €
- Genius eRIDE 930 ⎜ 4.199 €
La bici al detalle...
Denominado Scott Impact Damper, la Genius eRIDE cuenta con este protector en la zona de la caja del pedalier que protege también el motor. Cuenta, además, con una cobertura de goma dura que ayuda a reducir el ruido del motor y, gracias a unos canales especialmente pensados, permite la entrada de aire frío que ayuda a la ventilación del mismo.
Claves en el comportamiento de cualquier bicicleta, en el caso de una e-bike más. Si, además, tenemos en cuenta la aplicación de la tecnología Nude de Scott ya tenemos que son una parte diferenciadora. En la Genius eRIDE 910 destaca el amortiguador Nude T Evol por su capacidad, no solo de variar el recorrido y la dureza de su compresión, sino también por permitir un ligero cambio de la geometría del cuadro.
La horquilla, sin embargo, es algo más sencilla pero también muy fácil de poner el “setting” a nuestro gusto, una Fox 36 Rhythm. Aunque no cambia su recorrido, sí cuenta con 3 posiciones, un comportamiento intachable y lo que es más importante en el caso de una e-bike (por su mayor peso), una rigidez impresionante.
Los Shimano BR-MT520 son unos de los grandes desconocidos del gigante japonés. Lejos de los focos de sus hermanos XTR, XT e incluso SLX, son unos frenos más económicos pero cumplidores y bastante dignos. Para detener el mayor peso de una e-bike se ha recurrido a unos discos de 203 mm, lo que es de agradecer. Pero si hay algo digno de destacar es el diseño compacto de sus pinzas, con un aspecto que puede inducir a pensar que son unos frenos de XT. Sin embargo, el uso de 4 pistones (aislados entre ellos para combatir el calor) los hace perfectos para una e-bike.
Scott ha apostado por los bloqueos de la dirección integrados en ésta. Desarrollado junto con Syncros, este sistema permite girar el manillar 60º a cada lado, un capacidad de giro más que suficiente para movernos con la Genius eRIDE en cualquier terreno y por cerrada que sea la curva. Con ello lo que también evitamos es que por descuido o caída, el manillar, o las manetas y mandos, golpeen el cuadro y se pueda arañar o dañar cualquiera de estas partes. Sin duda es uno de los estos “inventos silenciosos” del MTB que no hacen mucho ruido pero que nos facilitan mucho la vida a los bikers.
En la Genius eRIDE 910 encontramos detalles que se agradecen como el guiacadenas Syncros. Sencillo, pero muy efectivo, hará que nos olvidemos de posibles salidas de cadena en la zona de los platos. La vaina derecha también incluye un protector de goma dura integrada en el cuadro que evita los golpes de la cadena y gracias a su diseño con perfil de montaña contribuye a dispersar las vibraciones que se transmiten.
En la línea de conseguir una e-bike muy manejable, con un claro espíritu trail/all- mountain (incluso un poco más) encontramos una potencia Syncros ER1.5 de 50 mm y 6º. El manillar, también de Syncros, es un Hixon de aluminio que cuenta con 12 mm y 9º de elevación y un generoso ancho de 780 mm. Las ruedas también son de Syncros y lo más destacado es su ancho de 30 mm para albergar, sin problema, los neumáticos Schwalbe Magic Mary y Hans Dampf de 2.6” de balón.
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