Probamos las zapatillas S-Works Recon de Specialized

Si un producto de Specialized sale bajo su marca (o sello) S-Works, sabemos que estamos ante la gama superior, el modelo tope de gama. Y las S-Works Recon son las zapatillas de MTB que Specialized tiene reservadas para la máxima competición de XCO o XCM. O gravel, porque cuando se presentaron en 2018 la marca también las encuadró (acertadamente a nuestro entender) en aptas para las carreras de gravel que tan de moda se han puesto en estos años. O, claro, para los usuarios de estas modalidades más deportivos y exigentes.

Para 2023 se han renovado las S-Works Recon y si de las anteriores ya nos sorprendió la comodidad (evidentemente también el rendimiento), esta nueva generación la mejora de una forma que creíamos imposible.

Máximo rendimiento, pero también comodidad

En la noticia de la presentación ya detallamos todas las tecnologías que incluyen, y que luego resumiré, pero quiero centrarme en el trabajo hecho para mejorar la comodidad y ajuste al pie, algo que como os decía me parecía impensable habiendo usado la anterior generación. Para ello, como es habitual en los últimos productos lanzados desde Morgan Hill, Specialized se ha beneficiado de los datos obtenidos en los miles de estudios biomecánicos realizados con Retül, con escaneos de más de 100.000 pies.

El principal cambio es, a pesar de ser un producto orientado a la competición y el rendimiento, que se ha ensanchado la suela en 4 mm. Sin necesidad de cambiar excesivamente la horma y la forma de la cubierta superior, al contar con una suela más ancha, evitamos la presión en la zona de los juanetes, y por tanto el adormecimiento del pie, que sucede cuando llevamos unas zapatillas muy estrechas y/o se nos hinchan los pies fruto del calor, etc.

Otro cambio que también hemos visto en recientes lanzamientos de Specialized, como las S-Works Torch de carretera (con las que comparten muchas similitudes) es que desaparece el tejido Dynemaa, al menos en cuanto al nombre grabado en la cubierta, porque el tejido es muy parecido en cuanto a vista, tacto y sensación de ajuste.

Se mantiene la tecnología Body Geometry con detalles como la cuña de varo (que trata de alinear tobillo, rodilla y cadera al pedalear), el soporte del arco longitudinal (que asegura el apoyo de toda la suela) o el botón metatarsal (que evita presiones entre los huesos metatarsianos y las falanges para evitar el adormecimiento de los dedos por la compresión de los nervios), así como la alta capacidad de personalización que ofrecen estas zapatillas.

Yo, particularmente, las he usado casi siempre con unas plantillas personalizadas (fruto de un Retül), pero las plantillas estándar son muy cómodas. Además, en esta línea de máxima personalización, a través de Specialized Rider Care, se le pueden colocar unas alzas de 3, 6 o 9 mm en las calas para corregir dismetrías o compensar la altura de los tacos laterales en función del pedal que usemos.

Suela rígida, talón asimétrico y nueva lazada

También se mantiene la extrema rigidez de la suela gracias, en buena medida, a la estructura de viga I-Beam (que también hemos visto en las S-Works Torch) y que ofrece una rigidez superlativa a la suela de fibra de carbono. Precisamente la suela destaca por dejar el carbono visto con refuerzos de goma en zonas críticas como los tacos de la puntera o el talón, así como un inserto en la zona del arco (presumiblemente para dotar de un punto de mayor confort en esa zona, sujeta a mucha presión por parte de la planta).

El talón asimétrico es otra de las señas de identidad de las zapatillas S-Works, ya que garantiza una correcta posición del pie, sin movimientos innecesarios ni puntos de presión, a pesar de que la suela sea más ancha. Y es que hay que señalar el gran avance que supone tener una suela más ancha pero que, sin embargo, no nos baile el pie dentro de la zapatilla. Hacer una zapatilla ancha es muy fácil, que se nos ajuste perfectamente al pie y que éste no se mueva dentro es el gran logro de Specialized.

Precisamente el ajuste queda en manos de un sistema de doble rueda micrométrica BOA S3. Este sistema es muy minimalista, con lazadas sencillas para cada rueda, pero con un diseño revisado que, junto al de la cubierta superior y los refuerzos que tiene, han servido para eliminar el velcro inferior del anterior modelo o la doble lazada que encontramos en otras zapatillas. Y, como digo, el pie no se mueve dentro de la zapatilla, quedando ésta perfectamente ajustada, como un segundo calcetín. Por cierto que los cierres BOA S3 tienen un acabado metálico que, además de dotarle de un tacto agradable, es más manejable con guantes (incluso largos y “gordo”).

Peso, tallas, colores y precio

Como decía al principio, las S-Works Recon son unas zapatillas tope de gama, eso significa un peso muy bajo y un precio muy alto. En talla 42, el par que hemos probado, ha dejado nuestra báscula en 276 g cada zapatilla (553 g las dos juntas). Están disponibles en 5 colores: negro (como ves en las fotos), blanco con detalles en negro, verde oscuro con los insertos de goma en marrón, una curiosa combinación de naranja y azul y blanco hueso con detalles en turquesa. Su PVP es de 400 €.