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¡Vuelve la Mondraker Dune! La marca española recupera el mítico nombre de Dune para dar vida a la e-MTB light más gravity de toda su gama. La nueva Dune Carbon es una cañera y agresiva enduro con cuadro full carbon, 180/170 mm de recorrido delante y 165 mm detrás, nueva cinemática ZERO optimizada, ruedas con una configuración mullet y propulsada por el compacto y potente motor Bosch Performance Line SX de 55 Nm y batería de 400 Wh.
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En el año 2009 Mondraker presenta la Dune, una auténtica bici de enduro con 160 mm de recorrido que con el paso de los años se convertiría en un modelo mítico y pieza fundamental en el catálogo de la compañía alicantina. Tanto para los aficionados como para la propia marca aquella primera generación de la Dune fue especialmente importante por dos motivos. La primera es que fue el comienzo de una exitosa saga en la que año tras año y actualización tras actualización la Dune defendió con honores la categoría del Enduro dentro de la gama Mondraker. El segundo motivo importante es que aquella Dune del 2009 fue la primera Mondraker que utilizó el sistema de suspensión Zero, que junto al Forward Geometry son dos de las tecnologías con “denominación de origen” made in Mondraker.
En 2014 se rediseña el sistema de suspensión y sus ruedas pasan a ser de 27,5”. Hace 100 números, en 2016, en el número 38 de MTBpro, probé la Dune Carbon XR con la que además corrí una prueba de descenso en el circuito de Morata de Tajuña donde precisamente hice la sesión de fotos para MTBpro. 2020 sería el último año en el que la legendaria Dune formaría parte de la gama Mondraker.
Para 2024, y tras dos años de pruebas, Mondraker recupera el mítico nombre de guerra de Dune para lanzar su nueva e-Enduro light, una “potente” bici con 180/170 mm de recorrido delante y 165 mm detrás, cuadro full carbon, rueda de 29” delante y 27,5” detrás (la primera e-mullet de la marca Alicantina) y propulsada por el motor Bosch Performance Line SX de 55 Nm y la batería Bosch Compact Powertube de 400 Wh. En palabras de la propia marca la nueva Dune Carbon ha sido diseñada con el foco puesto en la máxima diversión y rendimiento bajando.
Para la presentación internacional de esta eMTB light de largo recorrido en Mondraker eligieron un exclusivo spot a la altura de las circunstancias como son los técnicos y divertidos trails de Cascais (Portugal). Allí pudimos conocer en profundidad los detalles de la bici, charlar y montar con los principales responsables del proyecto y sobre todo pudimos probar la bici en su hábitat natural. Antes de pasar a contar cuales fueron mis sensaciones a bordo de este “arma de diversión masiva”, repasemos sus principales características.
Como no podía ser de otra manera para la fabricación del nuevo cuadro full carbon de la Dune se ha recurrido al Stealth Air Full Carbon, el carbono tope de gama de Mondraker. A nivel estético el diseño de la Dune da continuidad al lenguaje visual ya visto en la F-Podium y en la Neat con un tubo superior muy estilizado, la característica ventana en forma de flecha en la unión del tubo horizontal y diagonal y con unos tubos más angulados y con unas caras más cuadradas y lisas que refuerzan esa imagen de robustez y fortaleza que tiene la bici.
Este nuevo diseño logra un generoso espacio interior dentro del triángulo principal con lo que podremos instalar un portabidón grande en cualquiera de las 4 tallas disponibles S, M, L y XL. Aún así, en la cara interior del tubo superior incorpora una base Fidlock para poder instalar un portabidón tradicional o uno con sistema Fidlock. Admite un paso de rueda máximo de 2.6” y monta discos de 200 mm en ambas ruedas. El puerto de carga de la batería está situado en la parte baja del tubo principal.
Con respecto al resto de detalles constructivos comentar el envolvente protector de los bajos del motor así como el nuevo diseño de todas las protecciones del cuadro, como el de la vaina derecha (con un compuesto más blando y absorbente) y el interior del tirante derecho. También son de nuevo diseño la “aleta de tiburón” que protege al amortiguador y la pieza de plástico que evita la llegada del barro y la suciedad al amortiguador. Dos detalles importantes, la bieleta está fabricada en fibra de carbono y en los puntos de giro de la suspensión trasera se sigue confiando en los rodamientos sellados Enduro Max, posiblemente los más fiables y duraderos que ofrece actualmente el mercado.
El cableado se introduce frontalmente desde el manillar al cuadro a través de la dirección y va guiado interiormente; basta con echar una ojeada a la bici para darse cuenta de la limpieza de líneas resultante. Al igual que en otros modelos de la marca la dirección viene firmada por Acros, teniendo en cuenta el uso de la bici se ha mejorado y protegido de los agentes externos incluyendo una especie de “tapas” internas que impiden la entrada del polvo y del barro consiguiendo alargar los periodos de limpieza y mantenimiento de la dirección. Con el mismo objetivo también se ha incorporado un “collarín” estanco que mantiene a raya al agua y al barro la unión de la tija telescópica con el cuadro, detalles que suman puntos. El peso del cuadro es de 2.650 gramos, que no está nada mal si tenemos en cuenta que el de la Neat, su hermana trail, pesa tan solo 350 gramos menos.
Ya lo he dicho al principio, la nueva Dune Carbon llega al mercado en busca de los descensos más rápidos, divertidos y exigentes que puedas imaginar, por tanto la geometría tiene que acompañar al resto de la bici. Como en cualquier Mondraker la filosofía Forward Geometry es parte fundamental en la nueva Dune, con los números y los ángulos delante me queda claro que estoy ante una bici 100% bajadora pero sin ser radical, sobre todo si lo comparamos con algunas geometrías vistas últimamente en bicis trail.
El ángulo de la dirección tiene un lanzamiento de 63,6º, el tubo del sillín está dispuesto a 77,1º con lo que queda asegurada una posición cómoda y eficaz en los momentos en los que haya que pedalear. Las vainas tienen una longitud de 445 mm en todas las tallas, hablando con Isra Romero me decía que después de probar con diferentes medidas esos 445 mm ofrecían el equilibrio idóneo entre estabilidad, manejabilidad y diversión que buscaban para esta Dune, recordemos que esta bici es la primera e-mullet que sale de la factoría de Mondraker.
Aunque tenéis el gráfico con todas las tallas y medidas señalar que el offset de la horquilla es de 44 mm, en talla M el reach es de 460 mm y el stack de 634 mm, cuenta con unos generosos 353 mm de altura de pedalier y una distancia entre ejes de 1.260 mm en talla M (todos estos datos pertenecen al modelo XR).
Tras la F-Podium y la Neat la Dune es la tercera Mondraker que utiliza la nueva geometría ZERO optimizada. Este nuevo diseño aporta múltiples ventajas que van mucho más allá de una estética más sólida y compacta. El amortiguador, que ahora va colocado en una posición más baja y plana que antes, se ancla directamente al basculante permitiendo ahorrar peso, una mayor libertad de diseño, un triángulo trasero más rígido y algo importante como es reducir de manera significativa el tamaño de todo el sistema. A nivel dinámico sobra decir que todo lo que sea lograr que la “masa” de la bici quede en una posición más baja siempre es un punto a favor en términos de control y estabilidad.
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Si has llegado hasta aquí se supone que es porque la nueva Dune Carbon ha captado tu atención y te interesa, por tanto entiendo que buscas una bici que te lo de todo bajando. Pero claro, al igual que tú, en Mondraker tienen claro que antes de bajar tenemos que subir, por ello la marca alicantina se ha decantado por el ligero pero potente motor Bosch Performance Line SX. El propulsor alemán ofrece 55 Nm de par motor con una sorprendente potencia pico de 600 vatios, el mismo valor que su hermano mayor, el Bosch CX de 85 Nm. El nuevo SX es un 20% más compacto que su hermano mayor y tiene un peso de tan solo 2 kg gracias entre otras cosas a que las carcasas están fabricadas en magnesio.
La batería interna es la Bosch Compact Powertube de 400 Wh cuyo peso oficial es de 2.070 gramos. Para esas rutas épicas o para los que buscan la máxima autonomía existe la posibilidad de adquirir un range extender de 250 Wh con el que se aumenta en un 60% la autonomía total de la bici hasta los 650 Wh. El extender va colocado en el tubo principal y aunque aprovecha los anclajes del portabidón necesita un soporte específico. De manera sencilla e ingeniosa la propia tapa del puerto de carga sirve de guía al cable del range extender. El extender tiene un peso de 1,5 kg.
Un dato importante para los asiduos a los Bike Parks o para los más viajeros: la Dune se puede utilizar tan solo con el extender y prescindir de la batería interna y así poder facturar la bici y viajar sin ningún problema. El motor Bosch SX trae otras novedades como su nuevo cargador 2A más pequeño y ligero (175 g) que el standard 4A del Bosch CX. Al tener menos potencia el tiempo de carga aumenta con respecto al cargador del Performance Line CX. Para tener el 50% de la carga completada Bosch declara un tiempo de 3 horas.
Los modos de asistencia son los mismos que los del CX, es decir, Eco, Tour, eMTB y Turbo, modo en el que alcanza un nivel de asistencia máximo del 340 %. Aunque últimamente os he hablado mucho acerca del nuevo Smart System de Bosch no está mal recordar que podréis personalizar y adaptar tanto los modos de asistencia como cualquiera de las opciones del sistema a través de la aplicación de Bosch eBike Flow.
La Mondraker Dune Carbon está disponible en tres montajes, Dune Carbon R, Dune Carbon RR y Dune Carbon XR. Todas utilizan el mismo cuadro full carbon así como el mismo motor y batería. La Dune R y RR montan horquillas de 170 mm de recorrido mientras que el modelo XR, que es el que he probado, monta una horquilla Öhlins RXF 38 de 180 mm. Las cubiertas en toda la gama son Maxxis Assegai 29x2.5” Exo+ delante y Minion DHR 27,5X 2.4” de doble carcasa (DD).
Mondraker Dune Carbon XR: Cuadro full carbon Stealth, motor Bosch SX, batería Bosch PowerMore 400 Wh, horquilla Öhlins RXF 38, amortiguador Öhlins TTX22, grupo Sram XO Eagle AXS T-Type, bielas E13 TRS Race carbon, frenos Sram Code Ultimate Stealth, ruedas E13 Grappler Carbon. Peso: 19,7 kg. PVP: 12.499 €
Mondraker Dune Carbon RR: Cuadro full carbon Stealth, motor Bosch SX, batería Bosch PowerMore 400 Wh, horquilla Öhlins RXF 38 170 mm, amortiguador Öhlins TTX Air 165 mm, grupo Sram GX Eagle AXS T-Type, bielas E13 Spec Plus, frenos Sram Code Bronze Stealth, ruedas E13 Grappler Race. Peso: 19,6 kg. PVP: 8.999 €
Mondraker Dune Carbon R: Cuadro full carbon Stealth, motor Bosch SX, batería Bosch PowerMore 400 Wh, horquilla Fox 38 Grip Performance 170 mm, amortiguador Fox Float X Performance 165 mm. Grupo Sram GX Eagle 12 speed, bielas E13 Spec Plus, frenos Sram DB8, ruedas E13 Grappler Core. Peso: 19,9 kg. PVP: 7.799 €
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Inaugurando la temporada de presentaciones el pasado mes de marzo me desplazaba hasta la bonita localidad costera de Cascais para asistir a la presentación internacional de la Mondraker Dune Carbon, la nueva eMTB light de Mondraker. Lo primero que hay que decir es que tuvimos suerte, ya que los días previos a la presentación una fortísima borrasca cruzó el país de oeste a este dándonos un respiro mientras estuvimos montando para volver a ponerse realmente feo justo al día siguiente de terminar el Press Camp.
Momentos antes de la presentación la gente de marketing, los product manager y los “padres de la criatura” revoloteaban alrededor de la Dune con una mezcla de nerviosismo, emoción y satisfacción en sus caras. La vida son contrastes, mientras el tiempo pintaba raro la nueva Dune tenía una pinta muy muy buena. Acerca de la bici ya os he contado más arriba los detalles técnicos y constructivos más significativos, ahora es el momento de hablar de sensaciones.
Yo creo que la frase se entiende bien ¿no?. No es que las fotos del Press Kit sean de baja calidad o no reflejen bien las líneas de la bici, es simplemente que al natural la Dune Carbon me dejó bastante impresionado, sobre todo con esa combinación de colores.
Al día siguiente por la mañana, antes de montar, comienzo con el ritual de los ajustes, posición de manillar, sillín, manetas, ajuste de suspensiones… Al dar las primeras pedaladas alrededor del hotel pego los típicos frenazos, comprimo suspensiones y doy unos giros cerrados para comprobar que todo está en orden y es en ese momento cuando me doy cuenta de que a pesar de ser una bici lanzada, de largo recorrido y con 1.236 mm entre ejes (en talla Small) me siento ágil sobre la bici, no la veo ni la noto grande. Os cuento esta anécdota porque esa sensación de tener “toda la bici” siempre bajo control me va a acompañar durante los dos intensos días en los que estuve rodando con la Dune.
Como ya dije más arriba por concepto y filosofía la Dune Carbon es una auténtica hard enduro, una bici para bajar, sin embargo no es una bici de Downhill puro, esto implica que en cada salida posiblemente va a haber bastantes momentos en los que vas a tener que pedalear. Dicho esto comentar que tanto la postura como su capacidad de pedaleo me sorprendieron gratamente, sinceramente creo que su eficacia está muy por encima de lo que esperaba en una bici mullet con 180/165 mm de recorrido.
A ver, no es una bici para competir en XC, pero tiene ese puntito de agilidad que hace que los kilómetros de enlace no se conviertan en un castigo como ocurre con otras bicis de largo recorrido. Parte de la culpa de ese fluido pedaleo también la tienen los ingenieros de Bosch al conseguir reducir la fricción en el pedaleo en un 50% en comparación con el Performance Line CX y a otro “pequeño gran” detalle que muchas veces pasamos por alto pero que tiene mucha importancia. En el nuevo motor SX el factor Q se ha reducido hasta los 160 mm (178 mm en el Bosch CX) consiguiendo una ergonomía de pedaleo igual a la de cualquier bici pulmonar. Buen trabajo y un punto positivo para la marca alemana.
Mondraker es una marca en la que todo se vive con mucha pasión y eso no es algo que solo lo diga yo, basta con conocer un poco a todas las personas que trabajan en proyectos como este para darse cuenta de ello. Aquí montan todos, de hecho es habitual que los propios ingenieros y jefes de producto se apunten a las salidas que hacen los medios cuando probamos las bicis. Uno de los días mientras ganaba altura por la pista aproveché para ponerme en paralelo con Luis Martínez (Global Product Manager) y charlar un rato acerca de la bici.
Luis me hablaba de la gran importancia que tiene la elección de todos los componentes de una bici, sobre todo en una eMTB light. Me ponía como ejemplo la Neat, una e-trail ligera y ágil con un motor como el TQ que acompaña de manera suave y natural a tus piernas y que no necesita más. Sin embargo la Dune es otro concepto de bici, por ello los principales argumentos a la hora de de elegir un motor como el Bosch SX han sido precisamente su mayor batería, potencia y empuje, aspectos que al final van a hacer que llegues arriba más descansado para que puedas disfrutar al máximo de la bajada.
Puede que el motor Bosch SX no sea un motor “puramente SL” sino que podría estar a caballo entre un motor full power y un motor SL como por ejemplo el TQ HPR 50 que monta la Neat. Como vivimos en la era de las etiquetas, podríamos decir que el Bosch SX es un motor “mid power”. Por cierto, con respecto al nivel acústico este nuevo SX es mucho más silencioso que su hermano mayor el CX.
A nivel de rendimiento el Bosch SX me ha convencido, tiene una entrega lineal y natural y al mismo tiempo destaca por su excelente potencia. El manejo y el feeling de la asistencia tiene un aire al Bosch CX, claramente lleva el sello de la marca alemana.
En cadencias bajas el motor empuja pero la curva de asistencia tiende a aplanarse, sin embargo a medida que aplicamos más cadencia en el pedaleo el motor entrega más y más potencia. Utilizando un lenguaje menos técnico y entendible podríamos decir que un motor eléctrico es capaz de generar o de llegar a la potencia máxima de dos maneras: una a base de Torque, como suele suceder con los motores “gordos” de 85 o 90 Nm. La otra manera de alcanzar esa potencia máxima es a base de revoluciones, o en este caso, a base de cadencia. El Bosch SX es un motor “deportivo”, esto quiere decir que para sacarle todo su potencial nos va a exigir pedalear en cadencias por encima de los 75 ppm.
Este motor sigue la lógica y el riding natural de una bici muscular, es decir, si quieres obtener más tienes que subir piñones y pedalear más rápido. Cuando funciona en su régimen de revoluciones óptimo el motor ofrece una estirada espectacular y un empuje constante pero hay que “motivarle” a base de cadencias fluidas, no es un motor que te lleve “por que si”. A cambio, la potencia que desarrolla le convierte en el motor más “fuerte” de todos los motores SL hasta el momento. Los 600 vatios de “peak power” están ahí pero hay que buscarlos. Cuando le pillas el truco no querrás otra cosa y disfrutarás estirando cada marcha hasta límites que otros motores son incapaces de llegar.
Para finalizar con el capítulo del Bosch comentar varias cosas: el display denominado System Controller, integrado en el tubo horizontal, es fácil y cómodo de leer, gracias a un código de luces Led sabremos el nivel de la batería y el modo de asistencia. La maniobra de encender-apagar la bici la haremos desde un botón situado en este display. Mini Remote es el nombre del nuevo y compacto pulsador inalámbrico (Bluetooth) situado en el puño izquierdo del manillar. Es pequeño, fácil y rápido de accionar, además queda perfectamente integrado en el manillar. Con el botón superior e inferior subiremos o bajaremos de modo de asistencia y activaremos el modo walk assit. Funciona con una pila CR2032.
En los trails revirados donde lo importante es la diversión y no perder el ritmo se agradece esa parte trasera reactiva y juguetona que, junto al equilibrado reparto de pesos, logran que coloques la Dune donde quieras como si de una bici pulmonar se tratase, asombroso. La bici se maneja con mucha facilidad y cualquier cambio de trazada sucede con naturalidad y sin apenas forzar. Cuando llegan las zonas rotas tu único trabajo será decidir cual es la línea que quieres seguir, del resto se encarga su acertada geometría, el excelente trabajo de las suspensiones y el nuevo y eficaz sistema Zero.
El buen comportamiento de las suspensiones no ha sido casual, llegados a este punto toca comentar la estrecha colaboración de dos grandes compañías como son Fox y Öhlins, en el desarrollo y puesta a punto de las suspensiones de la Dune Carbon. Después de muchas pruebas ambas marcas han desarrollado un tunning específico y exclusivo para esta nueva bici, algo impensable para aquella primera Dune de 2009 y que dice mucho de la actual importancia de Mondraker como marca dentro de la industria. Gracias a este tunning específico se logra que ese primer impacto se suavice muchísimo, que la rueda dibuje el terreno de manera milimétrica en zonas bacheadas y que la bici se muestre más capaz en ese primer tramo del recorrido.
La progresividad de la Dune Carbon es de un 25% (la Neat utiliza un 24%) hablando con Isra Romero acerca del tunning de las suspensiones me decía que: “después de probar con diferentes opciones ese 25% de progresividad es el que consideramos más adecuado para un uso agresivo y cañero, el sistema está compensado y al mismo tiempo va a comportarse bien en compresiones fuertes así como ofreciendo la “resistencia” adecuada a hacer tope después de un salto.
En los últimos 30 mm de recorrido la curva se aplana de manera significativa con el objetivo de poder utilizar todo el recorrido útil del amortiguador y también para compensar la respuesta en los modelos que utilizan amortiguadores de aire ya que ese “extra” de progresividad va a hacer posible que no se produzcan más topes que los estrictamente necesarios”.
Para que os hagáis una idea, una Crafty utiliza un porcentaje de progresividad del 26% y una Summum de DH el 27%. Con esto os quiero decir que la Dune se mueve en índices de progresividad elevados pero sin ser excesivos si los comparamos con otros modelos y marcas que hemos visto últimamente. Con estos niveles de progresividad no vamos a tener el temido y peligroso “efecto rebote” después de una gran compresión en la que la bici te “escupe” de manera violenta y se vuelve incontrolable.
Con el amortiguador Öhlins TTX 22 de muelle el comportamiento de la suspensión trasera me ha parecido como hecho a medida, prácticamente perfecto. Como dije antes pedalea muy dignamente y el sistema se mantiene activo e independiente en el momento de la frenada. En términos de leverage ratio, la nueva cinemática de la Dune Carbon se nueve en índices de progresividad parecidos a los de una Crafty o una Super Foxy.
Lógicamente con el Öhlins de muelle del modelo XR que yo he probado si que he podido disfrutar de todo el recorrido útil del amortiguador. En el modelo XR cada talla viene montada con una dureza de muelle específica, 343 lbs en la Small, 411 lbs en la M, 457 lbs en la L y 502 lbs en la XL.
Con respecto a los modelos Dune Carbon RR y Dune Carbon XR, equipados con horquillas Öhlins, decir que también cuentan con tunnings específicos en compresión y rebote que la marca sueca y Mondraker han desarrollado para esta bici.
Después de este paréntesis técnico pero necesario para entender mejor la bici seguimos con las sensaciones. En descensos rápidos y abiertos la bici es un misil y parece no tener fin, la sensación de poderío es alucinante. Según vas ganando velocidad notas perfectamente como la Dune engulle sin inmutarse todo lo que se le pone por delante absorbiendo y haciendo desaparecer de la bajada las raíces, roderas, piedras, escalones, es como si los obstáculos nunca llegaran al manillar. La capacidad de absorción de la Dune es sin duda una de sus mejores cualidades. Llegan los cortados y los saltos y ocurre algo parecido, saber que debajo del culo llevas un aparato que puede con todo hace que subas un punto tu zona de confort y te atrevas con cosas que habitualmente no harías.
En la zona de Cascais hay senderos de todo tipo, de hecho la última tarde la dedicamos a hacer bajadas más técnicas y agresivas, con saltos largos y escalones bastante grandes. En el aire la Dune se maneja con soltura y en ningún momento noté inercias negativas derivadas del mayor peso de la batería y el motor; en los cortados lo único que tendrás que hacer es ajustar la velocidad y marcar el gesto de tirar un poco de la parte delantera de la bici, el resto es cosa de la Dune Carbon. Me sentí cómodo bajando rápido y en ningún momento noté la típica “limitación” de pilotaje o en frenadas fuertes que a veces sientes cuando bajas con bicis eléctricas más pesadas.
Bajando a vista en el descenso mas técnico de la zona, me metí en un par de líos (reconozco que iba algo pasado de vueltas) os prometo que si salí vivo fue gracias a la ayuda de la bici. Seguridad y full gas bajando, otras dos cualidades más de la nueva e-Mondraker. En el paso por curva la noté ágil y precisa, sea cual sea la velocidad a la que entres en la curva la zona delantera muerde el suelo con ganas y aunque el terreno estaba húmedo en ningún momento me noté inseguro o con falta de grip. Aunque fueron intensos y exigentes e hicimos bajadas realmente técnicas la verdad es que tan solo fueron dos días de riding, aún así recuerdo la sensación de llegar al final de cada bajada y hacer dos cosas: sonreír y alucinar con la sensación de ir sobre una bici que va siempre “sobrada” incluso en los descensos más “jevis” de la zona. No sé, quizá con esta última frase te podrías haber ahorrado el resto del test…
Lo llevo diciendo desde hace tiempo, en las últimas temporadas Mondraker está trabajando mucho y bien; te podrán gustar más o menos pero es innegable que sus últimas creaciones innovan y aportan y han supuesto un salto cualitativo muy significativo a nivel estético, constructivo y sobre todo en términos de eficacia y rendimiento. Esta Dune Carbon es otro ejemplo más.
Para Mondraker esta bici es la evolución natural del Enduro, aunque soy un old school y me duela reconocerlo en mi interior no puedo estar más de acuerdo con esa afirmación, sal un domingo al monte y compruébalo tu mismo, el tiempo dará o quitará la razón. De lo que si estoy seguro es que esta nueva arma de diversión masiva lo tiene todo para triunfar. La nueva Dune Carbon es como una peli con un reparto lleno de estrellas, un buen guión original que engancha desde el primer minuto, una banda sonora brillante y una fotografía cuidada y de calidad, sabes que tiene el éxito asegurado…
Con esta bici Mondraker cierra y completa su gama de manera total, le faltaba esta bici, que como ellos mismos dicen la Dune Carbon es la fusión perfecta entre una SuperFoxy (su big enduro gravity pulmonar) y una Level (su Enduro full battery). Espero poder hacer un test más en profundidad, pero ahora mismo me quedo con la manejabilidad, la seguridad, el rendimiento y el equilibro de las suspensiones, sin olvidar el comportamiento tan fino del nuevo sistema de suspensión y de la cantidad de flow y diversión que es capaz de generar en un sendero de bajada. La elección del motor Bosch SX es otro acierto más y un punto clave en el resultado final.
Otro de los aspectos que me ha gustado es que los tres modelos de la gama están por debajo de los 20 kilos y que el montaje de serie está “ready to race”, no hay que cambiar ni reforzar nada, del escaparate de la tienda directa al sendero. Bicis buenas hay muchas, hasta ahí nada nuevo, pero a estas alturas de la partida las eMTB light de nueva generación tienen que ofrecernos algo más, tienen que tener la capacidad y la “obligación” de “teletransportarnos” al universo de las sensaciones y el riding de las bicis pulmonares. Las bicis que consigan emocionarnos son las que van a sobrevivir y la nueva Dune Carbon es de las que cumple con esa premisa que hoy por hoy para mí es innegociable.
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