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La renovada generación Cannondale Scalpel es mejor en todo, así de sencillo. Y eso es muchísimo decir de una de las mayores instituciones mundiales del XC.
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Los de mi generación recordaréis aquella película de 1992 (Soldado Universal) en la que Jan-Claude Van Dame interpretaba, por decir algo, a un soldado perfecto e implacable; producto del trabajo de laboratorio, al que cuando le hicieron el formateo cerebral le dejaron un resquicio de humanidad. El caso es que lejos de acabar siendo una tara fue la cualidad clave para que, aferrándose a esa supuesta debilidad emocional tan humana, pudiera encontrar las motivaciones y fuerzas necesarias para llegar a vencer al ultra villano interpretado por Dolph Lundgren.
Recurro a esta torpe sinopsis precisamente porque mientras escribía esta prueba, SRAM presentaba el nuevo ecosistema Flight Attendant de asistencia electrónica para las suspensiones que a mi modo de entender, es una revolución a la altura de lo que pudieron ser en su día los cambios sincronizados integrados en un mando desde el manillar.
La entradilla de este artículo era bien distinta, pero claro, al final la importancia de una bici es lo que implica en sí misma y lo que impacta dentro del contexto del mercado, y como al menos en el lanzamiento de esta bici el sistema electrónico de gestión de las suspensiones “FA” no está presente en su tope de gama ni sé si en próximas actualizaciones lo estará, siendo todos conscientes de con la Cannondale Scalpel siempre hablamos de una de las bicis de referencia en este segmento a nivel mundial…
La pregunta lógica que sigue es ¿Lo necesita? La respuesta en mi opinión es que no de forma tajante, y es más, tanto es así que ni si quiera se lo recomendaría sobre esta exquisita plataforma actual.
¿Por qué? El “FA” de RockShox / SRAM ya en sí mismo por el mero hecho de haberlo conseguido hacer funcionar, es como para ponerse en pie y estar un mes aplaudiendo sin parar hasta que se nos caigan las manos a cachos. En serio, es increíble que suspensiones, potenciómetro, cambio y tija, hablen entre ellos, aprendan, interpreten y trabajen a tiempo real más rápido, de manera más acertada e infinitamente más veces que el mejor de los pros del planeta. Todo a un precio que siendo una “pasta muy parda” tampoco es una ida de cabeza dentro de lo que nos movemos en la industria de la bici.
La implementación de este sistema va a permitir no sólo que ahora muchas más marcas tengan acceso a una bicicleta de élite, sin cables a la vista salvo el freno delantero, sino que va a cambiar la forma en al que se diseñan las dobles hacia cinemáticas mucho más simples, ligeras.. y también absolutamente dependientes de esa gestión electrónica inteligente. Cuidadín con esto.
Así que en mitad de este huracán de cambios, llega Cannondale, quienes por supuestísimo sabían de todos estos avances, y deciden que su mayor icono de marca va a seguir siendo “analógica” y que desde luego yo como experto, que he tenido todas las generaciones Scalpel, les doy las gracias de que hayan ido a afinarla todavía un poco más sobre una plataforma más perfecta aun respecto a la anterior. Una bicicleta que si la presentaran de nuevo hoy, todavía sería una bici de referencia.
Y es que la memoria es frágil, pero en esto de las bicis no gana el que arranca primero sino el que antes cruza la linea de meta. Digo esto porque, y por favor ESTO SÓLO ES UNA CONJETURA PERSONAL, conociendo a esas cabecillas que han construido la marca de bicis más innovadora de la historia, fíjate a que me huele que estando de acuerdo con el tema del “FA” de SRAM, no me extrañaría que nos les hayan parecido suficiente y ellos tengan sus propios planes de futuro al respecto. Sin más.
No me gusta repetir trabajo, quiero decir, que los cambios en las especificaciones leves, las nomenclaturas y demás estrategias comunicativas asociadas a los departamentos de marketing, puedes leerlos directamente en la web de Cannondale, que entiendo estará todo disponible en el día de la publicación de este contenido cuando levanten el embargo informativo.
Lo importante es que esta nueva Scalpel crece a 120 mm delante y detrás, pero muchísimo más importante es que tengas claro que no los crece hacia arriba sino hacia abajo.
¿Y eso?
Además de ser más rígida aun, sobre todo del tren trasero donde en este rango de bicis XC hay verdaderos dramas en algunas marcas y modelos, que aun así el cuadro es unos gramos más ligeros, (una chorrada para algunos pero que es un esfuerzo que temporada tras temporada ya ha rebajado casi 600 gramos de peso en la vida de este modelo 20 años después) la gran diferencia de esta bici es que está en la cima de eficiencia cinemática y mecánica para XC.
Es cierto que la anterior versión ya era y es una bici de referencia en cuanto a eficiencia de pedaleo con el sistema abierto, pero esta nueva versión es aun mejor gracias en gran medida a ese sutil crecimiento del recorrido de ambas suspensiones.
El tema aquí es que ese recorrido extra se ha usado para que tenga capacidad de entrar de forma más eficaz en las irregularidades del terreno, estabilizándose aun mejor en la zona de trabajo o pedaleo, con una progresividad magistral cuando recibe impactos que pretendan llevar el recorrido hasta el fondo.
Es muy importante entender que Cannondale siempre ha tenido una visión histórica de bicicletas en su conjunto, es decir, que todo lo que compone a la bici, está pensando para ser coherente con el mismo objetivo.
Y esta frase tan bonita lo que viene a decir es que horquilla, cinemática y hasta el propio carbono en todas las tallas de manera especifica, están diseñados para conseguir ese objetivo de alta sensibilidad y actividad en la zona del SAG, estabilidad en la zona de pedaleo dentro del recorrido del amortiguador y que además, permita absorber “leñazos” enormes e impropios de un uso XC, sin doblarse ni descomponerse.
Con ese recorrido extra la bici va más pegada al suelo en los terrenos más abruptos y curvas rápidas bacheadas, porque tiene más capacidad en encontrar el fondo de los agujeros, pero como la cinemática optimizada además se apoya en el trabajo del carbono para que empiece a resistirse progresivamente a medida que la bici se hunde, tenemos un resultado altamente eficaz y nada sencillo de conseguir para cualquier marca, ¡pero sí para cualquier usuario!
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La nueva Cannondale Scalpel llega con dos acabados de cuadro disponibles. El Series 1, equiparable a lo que antes en Cannondale se denominaba Hi-MOD y que presenta una combinación de diferentes tipos y orientación de fibras en función de la zona y lo que se busque en cada una de ellas (resistencia, rigidez, ligereza...). El resultado es un cuadro de 1.950 g (sin amortiguador, pero pintado y con todo el “hardware” en talla M).
Y la Series 0, reservada para el modelo LAB71, el modelo más especial. La base del cuadro son, también, una combinación de diferentes fibras y disposición de las mismas, pero todo llevado al extremo más exquisito. El resultado es un cuadro de 1.770 g (en las mismas condiciones).
Respecto al peso, Cannondale siempre ha defendido que no busca tener el cuadro más ligero del mercado, sí de los más ligeros, pero también el más rápido, por lo que su principal enfoque siempre ha sido el trabajo de la cinemática de la suspensión, la geometría y cuánta velocidad pueden generar.
Además, todos los diseños del cuadro están hechos bajo el parámetro de la Proportional Response Suspension Kinematics and Geometry, por lo que todos los cuadros ofrecen la misma rigidez relativa y el mismo comportamiento y manejabilidad para cada talla.
Claro, hablamos del “Flight Attendant” como el paradigma actual de la tecnología aplicada en suspensiones, pero la realidad es que el nivel de conocimiento y predisposición de aprender por parte de la gran mayoría de usuarios es baja… y el “FA” incluso para obsesos de la tecnología como yo, es un reto e implica no menos de diez días de ajustes hasta llegar a entender todo su potencial y encontrar el “set up” adecuado.
En el polo opuesto de la complejidad está la nueva Scalpel, que es algo que me parece un avance impresionante.
Para mi peso de 74 kg ya vi que el amortiguador funciona a una presión de 200 PSI. Para que os hagáis una idea como al 60% de la capacidad de presión máxima nominal recomendada por RockShox para el SidLuxe Select+ de 190x45
Y esto es muy bueno a nivel de fiabilidad, porque significa que la cinemática y cómo han desarrollado la articulación del basculante sin rodamiento entre las vainas y los tirantes, no le exige demasiada presión al amortiguador para que funcione perfecto en todas las zonas.
Lo curioso y también genial, es que le pedí a un amigo de mi estatura pero de unos contundentes 124 Kg de músculo, que se subiera a la bici… Y para obtener el mismo SAG del 25-30% sólo tuve que subirlo a 225 PSI.
Los más listos de la clase ya habrán caído en la cuenta de que esto es muy pero que muy bueno, con el añadido de que su regulación de rebote “ideal” también está en un regulación intermedia para todo tipos de uso.
Incluso con cambios de temperatura amplios el comportamiento de la Scalpel es muy estable, y tal vez de los 2-3 grados de enero a los 38 de julio sólo hay que tocar un poco el rebote, que todo sea dicho, menudo coñazo la parida de que no lleve el dial de acción manual y haya que usar una llave allen, pero bueno, tampoco es algo que haya que ajustar todos los días.
Si has llegado hasta aquí y en toda lógica no te has enterado de nada, lo que te quiero decir es que estés pero que muy tranquilo, porque para llevar la nueva Scalpel ajustada a la perfección, no hace falta tener al camión de RockShox en la puerta de casa antes de salir cada día porque es una de las bicis más sencillas de ajustar en suspensiones que he probado en mi vida. Y porque la Lefty Ocho, pues tres cuartos de lo mismo.
¿Afecta todo esto a cómo actúa el sistema de bloqueo? Sí y además por suerte.
Ahora el bloqueo actúa con el mando TwistLoc Ultimate al tiempo para ambas suspensiones. Un mando giratorio que ya no patina ni se gira al bloquear, que no tiene regulación intermedia ni la necesita.
Ahora, aunque sigue bloqueando en seco, como siempre ha sido tradición en Cannondale, el recorrido extra aportado en forma de SAG, sigue vivo y activo si llevas el amortiguador dentro de esa presión de uso equilibrado al que hago referencia.
Y es una mejora, porque creo recordar que históricamente siempre he subrayado que había que tener cuidado con despistarse y entrar bloqueado en una trialera con un Scalpel, más aun en las versiones en las que los mandos actuaban a la inversa y desbloqueaban activando y no liberando el mando.
Ahora, además de que incluso bloqueado puedes pedalear con cierta comodidad en terrenos un poco rotos, el mando giratorio funciona de maravilla y no, no tiene regulación intermedia básicamente porque la súper evolucionada no necesita que lleves el amortiguador medio estrangulado todo el día para conseguir lo que la Scalpel logra en abierto.
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La nueva Scapel sólo se la desaconsejaría totalmente a esas personas a las que nos les guste montar en bicicleta. Perdonadme, pero es que acabo antes así, porque francamente no puedo creer a nadie que después de probarla me diga que no le gusta.
Supongamos que la ultima bici de XC o Trail la compraste hace 3 años. Pues esta Scalpel le gana en todo, porque subes como un misil por sitios imposibles, bajas como un demonio con 66,6º de dirección a un nivel impropio para una bici de XC en la que lo que único que te da miedo eres tu mismo al sentirte tan sumamente seguro por los sitios en los que siempre sales con un “uy”. Es tan eficaz y solida, que en los tramos más rotos de pedaleo, en lugar de separarte de la bici para para protegerte, te aprietas todavía más a ella.
Dime que no te gusta porque no soportas a Cannondale, por el motivo que sea, o porque los 9.499 € que cuesta esta versión te resultan una barbaridad (que es cuestión de tiempo que en cuanto veas el contexto de precios para bicis semejantes verás que podrías considerarla hasta una compra maestra).
El tubo de sillín a 75,5º no sé si es tanto un objetivo para propiciar una posición de pedaleo de ataque o una consecuencia para poder meter los enormes neumáticos de 2,4" que monta de serie, pero entre una cosa y la otra el caso es que te pones a subir un muro al 22% de desnivel y notas que hay más vatios o que con los mismos de siempre te cunden muchos más.
Tienes más espacio en la parte central de la bici para moverte con libertad, guiado interno de cables desde el nuevo manillar integrado. Inteligencia y experiencia acumulada en un concepto de bici que 20 años después no hace más que mejorar y mejorar, con una de las pocas bicis con personalidad que quedan en el mercado…
La nueva Scalpel es una bicicleta que, a nivel funcional y por capacidad técnica real, ya la hubieran querido para correr en Enduro hace diez años y desde ese limite en uso agresivo hasta el usuario que quiera una bici de élite híper eficiente para hacer rutas confortablemente, también me parecería un gran opción.
Obviamente es un arma de alta precisión para carreras World Cup en un circuito encintado, maratones, carreras por etapas o cualquier otra ida de cabeza de ultradistancia que se le pueda ocurrir a su excéntrico atleta Lachalan Morton.
Es una bici silenciosa, eficiente, sólida y vanguardista por definición.
Así ha sido siempre y de nuevo vuelve a elevar el significado que para muchos tiene el concepto Scalpel.
La gama de la nueva Cannondale Scalpel está formada por 6 modelos, divididos en dos tipos de cuadro (Series 1 y Series 0, sólo para la LAB71) y los modelos Lefty (el LAB71 y dos de la Series 1). Su rango de precios va desde los 4.299 € hasta los 12.999 € y los pesos van desde los 10,4 kg de la LAB71 hasta los 13,3 kg del modelo más económico.
Cannondale LAB71 Scalpel: Cuadro Series 0, horquilla Lefty Ocho 120 Carbon, amortiguador RockShox SIDLuxe Ultimate, transmisión SRAM XX SL Eagle AXS 34 y 10-52, frenos SRAM Level Ultimate Stealth, ruedas DT Swiss XCR 1200 Spline, cockpit Cannondale SystemBar XC-One. Peso: 10,4 kg; PVP: 12.999 €
Cannondale Scalpel Carbon 1 Lefty: Cuadro Series 1, horquilla Lefty Ocho 120 Carbon, amortiguador RockShox SIDLuxe Select+, transmisión SRAM X0 Eagle AXS 34 y 10-52, frenos SRAM Level Silver Stealth, ruedas DT Swiss XCR 1501 Spline One, cockpit Cannondale SystemBar XC-One. Peso: 11 kg; PVP: 9.499 €
Cannondale Scalpel Carbon 2 Lefty: Cuadro Series 1, horquilla Lefty Ocho 120 Alloy, amortiguador RockShox SIDLuxe Ultimate, transmisión SRAM GX Eagle AXS 34 y 10-52, frenos SRAM Level Silver Stealth, ruedas HollowGram XC-S 27. Peso: 12,13 kg; PVP: 7.499 €
Cannondale Scalpel Carbon 2: Cuadro Series 1, horquilla RockShox SID Select+ RL, amortiguador RockShox SIDLuxe Select+, transmisión SRAM GX Eagle AXS 34 y 10-52, frenos SRAM Level Silver Stealth, ruedas HollowGram XC-S 27. Peso: 11,83 kg; PVP: 6.799 €
Cannondale Scalpel Carbon 3: Cuadro Series 1, horquilla RockShox SID Select, amortiguador RockShox SIDLuxe Select+, transmisión Shimano XT/Deore 32 y 10-51, frenos Shimano Deore M6100, ruedas Stan's No Tubes Crest MK4. Peso: 12,64 kg; PVP: 4.999 €
Cannondale Scalpel Carbon 4: Cuadro Series 1, horquilla RockShox SID, amortiguador RockShox SIDLuxe Select+, transmisión Shimano XT/Deore 32 y 10-51, frenos Shimano Deore MT501, ruedas Stan's No Tubes Crest S2. Peso: 13,3 kg; PVP: 4.299 €
Para estas Primeras Pedaladas hemos probado la versión Carbon 1 Lefty (9.499 €). Estos son los detalles del montaje que más nos han llamado la atención.
Transmisión. El sistema T-Type ha sido otro de los grandes puñetazos encima de la mesa de SRAM. El nivel de fiabilidad de un elemento históricamente tan endeble como un cambio y su patilla, son dos variables eliminadas de la ecuación, con un nuevo sistema de rampas, engranajes y movimiento del cambio, que implica en cierta medida reprender a cambiar. Para un ciclista con un mínimo de experiencia le cuesta entender que para que un cambio funcione mejor, en lugar de levantar un poco la potencia de pedaladas hasta que la cadena pase de piñón, debe mantener el torque, pero es que es así, mejor cuanto más duro. El cassette XO es un poco pesado, pero sumamente fiable y resistente. Sobre el pulsador del cambio Pod AXS, es una solución más sencilla, práctica y hasta bonita. A mi modo de entender es mucho más ergonómico, configurable y eficaz que las anteriores versiones.
Dirección. Posiblemente, como consecuencia de los problemas que tenían las horquillas Lefty en el pasado, cuando se montaban con doble pletina y la pipa de dirección era demasiado alta, ahora tal vez sean demasiado pequeñas, cosa que se puede solucionar añadiendo arandelas. El caso es que en esta talla L, cuando en anteriores versiones ya con Lefty Ocho, podía ir prácticamente a ras o como mucho con una arandela y media, ahora para tener la misma altura debo de añadir alguna más. Sea como sea, hay que entenderlo como que tiene más rango de ajuste hacia abajo.
Horquilla Lefty. Un años más sigo creyendo que es la mejor horquilla a la que se puede aspirar hoy por hoy, sobreentendiendo que implica llevar siempre ruedas con el buje específico. Además de la rigidez o el resultado estético diferencial, y aunque la oferta de versiones con horquillas convencionales en esta Scalpel es muy amplia, es admirable que el comportamiento de serie de esta horquilla sea idéntico a como se comporta la cinemática del cuadro. Si tuviera que elegir una versión de Scalpel, sería con Lefty en todo caso.
Cables integrados. Tal vez sea una moda estúpida o tal vez tenga algún tipo de ganancia marginal, pero lo que está claro es que ya es una tendencia imparable el que las bicicletas de montaña lleven todos los cables por dentro guiados desde el manillar, para desgracia de muchos mecánicos…que deberían de cobrarlo en sus horas de trabajo todo sea dicho. En este sentido Cannondale lo ha resuelto por la parte frontal en la que realmente me posiciono en un lugar intermedio, no me molesta, pero tampoco me parece que sea una aportación de gran interés, aunque es verdad que la bicicleta queda más limpia desde una vista lateral y que en cierta medida se reducen las vibraciones.
Manillar integrado. De la misma manera que los cableados integrados, tienen sus fans y su haters, sucede lo mismo con los manillares integrados. En este caso, Cannondale ha hecho un trabajo excelente tanto en diseño como en calidad de construcción, aportando una rigidez fabulosa, y pudiendo llegado el caso, optar a algunas diferentes medidas, en caso de que la biomecánica no sea perfecta para ti, pero en realidad, con tanto espacio en el tubo horizontal, jugando con la altura del manillar en el amplio rango que ofrece ahora mismo, deberías de encontrar tu posición ideal para esta bicicleta si la talla elegida es la correcta. El peso declarado de este cockpit es de 265 g.
Neumáticos. Maxxis Rekon Race y Aspen en 2.4. Básicamente es como si me hubieran llamado para preguntarme qué neumáticos le pondría a la bicicleta para salir a competir. Tal vez no habría elegido ese tamaño con el que ya entramos en lo que antes llamábamos plus, pero es verdad que la combinación para ir rápido, seguro y con un nivel de absorción excelente, no se me ocurre mejor elección combinada para esta bici.
Tija telescópica. La tija telescópica Fox Transfer SL de la Scalpel funciona con una suavidad increíble. No es capaz de posicionarse en puntos intermedios, va arriba o abajo, aunque es verdad que va tan suave que no da pereza activarla de manera constante. Baja, sin apenas empujarla, y luego sube con la suficiente velocidad como para que la tengas de inmediato disponible a la altura superior, pero no sale como una bala de cañón para que no te de un topetazo que te reviente las pelotas si la activas en el momento inadecuado, como si me ha pasado con otras versiones.
Portabidones. Es uno de los cambios estéticos y estructurales más sustanciales del nuevo cuadro: la estructura que aloja el porta bidón vertical. Debe de ser en todo caso de acceso lateral, así como en el tubo diagonal, que viene siendo una característica propia del cuadro Scalpel y que en realidad acaba siendo hasta una ventaja una vez que te acostumbras a meter y sacar los botes de esta forma.
Peso: 10,3 kg en talla L con portabidones
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