Bicis Míticas: Scott Ransom

Hace trece años que Scott ya tenía en su catálogo la Ransom, una enduro de largo recorrido de 165 mm y cuadro de carbono. Una de las pioneras del tan de moda Enduro “long travel” actual que impactó por su diseño y su amortiguador Equalizer TC.
Scott Ransom
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autor mtbpro Alberto Álvarez
autor de las fotos Scott Bicycles

fecha01/05/2018


En el año 2005, un par de días antes de que comenzara salón de Eurobike de ese año, Scott Bicycles subió a bordo de un barco a un nutrido grupo de periodistas con un servidor como marinero de proa y nos llevó a navegar por el lago Constanza. Una vez fondeados, con las gafas de sol puestas y la crema solar extendida, el mismísimo Greg Herbold nos mostró en exclusiva la nueva Scott Ransom.

Las bocas abiertas de comer canapés y Apple Strudel se quedaron así de abiertas cuando destaparon la sábana y apareció semejante bicicletón en carbono y 165 mm de recorrido. No es que no hubiera bicis de Enduro en ese momento, pero en carbono y con ese aspecto tan brutal, te aseguro que no muchas…

Scott Ransom: Cuando el carbono llegó al Enduro

El cuadro estaba realizado en carbono CR1 de la casa y ofrecía lo que en su momento fue llamado el cuadro de carbono de enduro más ligero de su categoría (3.080 gramos con amortiguador incluido). Lo único de aluminio eran las vainas traseras realizadas en aluminio 6061. Y si el cuadro ya ofrecía soluciones como el guiado de cables interno, las punteras traseras para ejes de 12mm o el tubo diagonal reforzado en su parte inferior para los grandes impactos, el amortiguador se saltó en su momento a las grandes marcas de suspensiones para que Scott se encargara de hacer el llamado Equalizer TC.

De hecho el Equalizer TC era el verdadero secreto del funcionamiento de la Ransom. El mando remoto situado en la parte superior izquierda del manillar (en esa época todo era triple plato y casi ninguna tija telescópica) te ofrecía tres posiciones, una de bloqueo total, otra tipo trail con 100 mm de recorrido y otra abierta donde tenías a tu disposición los 165 mm de recorrido. Además, el rebote contaba con diferente comportamiento en alta y baja velocidad, pero no eran regulaciones independientes.

La válvula IRV de «rebote inteligente» se encargaba de modular el rebote en algo más vivo y rápido en pequeños impactos en baja velocidad y más lento y controlado en impactos en alta. El mismo dial de rebote, al sacarlo ligeramente, ofrecía al amortiguador una especie de plataforma para el pedaleo. Otro de los argumentos del amortiguador es que, dependiendo de la posición de la palanca, no sólo cambiaba el recorrido, sino la altura de pedalier y ángulos de dirección y sillín para adaptarse al recorrido. Más recorrido, más lanzados y pedalier más bajo. Menos recorrido, más verticales y pedalier más alto.
Para los más aplicados en la asignatura de historia del mountain bike, Peter Denk fue el ingeniero jefe del proyecto Equalizer, quien después de unos cuantos años en Scott terminó en Cannondale aportando soluciones similares a nivel de amortiguación.

Scott Ransom

La Ransom, que tuvo sus versiones en aluminio y algunas con tija telescópica en años posteriores, duró tan solo cinco temporadas (de 2006 a 2010) hasta que las Genius LT, con las que convivieron un tiempo, se hicieron con toda la plataforma de All-mountain, Trail y Enduro, usando un sistema de suspensión más evolucionado y con una trasera totalmente distinta.

Algunos de sus puntos débiles fueron la flexión de la parte trasera (mejorada con el eje Maxle de 12 mm de RockShox), el peso en las versiones de aluminio, la casi obligación de cortar la tija dependiendo de la medida, el barro que se acumulaba en su parte trasera y un amortiguador con dos cámaras de aire y un depósito de aceite enorme que no sólo trabajaba en extensión, sino que lo hacía bajo presiones altísimas, entre 290 y 400 PSI, que hacían necesario usar un inflador específico de Scott. Y ya se sabe, a semejantes presiones, los retenes sufrían de lo lindo…

Scott Ransom

Lo mejor de la Ransom fue la apuesta de Scott por el carbono en un segmento y una época en los que casi nadie lo usaba y la aportación del mando remoto TC que hacía que la bici se comportara de una manera súper polivalente y muy por encima de la competencia. Además, el guiado interno de cables, el eje trasero pasante de 1 mm o los rodamientos de doble sellado en todos sus puntos de giro, fueron apuestas que se convirtieron en estándar en los años venideros. La estética era espectacular y el funcionamiento del amortiguador trasero, ejemplar. Tuvo sus problemas de fiabilidad y mantenimiento, pero ya se sabe, si no se innova, no se mejora.

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