Cómo elegir tu casco de MTB

Todos tenemos clara la importancia del casco como elemento de protección indispensable cada vez que salimos al monte con la bicicleta. Pero ¿sabes cuáles son los aspectos a tener en cuenta en el momento de comprar uno?
Cómo elegir tu casco de MTB
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autor mtbpro Redacción
autor de las fotos MET

fecha11/02/2022


La oferta de cascos para MTB presente en el mercado es tan amplia que, en ocasiones, pueden asaltarte las dudas sobre el modelo que mejor se adapta a tus necesidades. Por ello, lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de comprar un casco es el uso que vayamos a darle. No es lo mismo un casco de XC o Trail que uno de Enduro o DH, por lo que esta diferenciación nos va a servir para realizar una primera criba.

XC / Trail

Esta categoría engloba, posiblemente, a la inmensa mayoría de cascos que podemos encontrar en el mercado. La ligereza y la comodidad son sus principales características. Para conjugar ambos factores, sobre todo los de gama alta, recurren al poliestireno expandido (EPS) en dos densidades, aplicando el más denso en las zonas donde se suelen recibir más impactos (los laterales).

La construcción "in mold" también suele ser habitual en este tipo de cascos, mediante la cual el poliestireno se fusiona con la carcasa externa, creando finalmente una solo pieza, más ligera, duradera y que permite abrir canales de ventilación de forma más eficaz.

Algunos también incorporan un 'esqueleto interno' o malla de material plástico que mantiene siempre unido el poliestireno en caso de impacto, impidiendo que se separe en pedazos.

Un buen ejemplo de este tipo de cascos lo encontramos en el MET Veleno, que también puede incorporar la tecnología MiPS que explicaremos más adelante.

Enduro

La principal diferencia de los cascos de enduro respecto a los de XC es la mayor protección occipital que ofrecen los primeros. De igual forma, y dado que los impactos en esta disciplina pueden ser más fuertes, suelen concentrar más poliestireno, en detrimento de la ventilación, que suele ser menor.

Las viseras móviles o extraíbles, y la posibilidad de colocar gafas de máscara cuando no queramos llevarlas puestas -en tramos de subida, por ejemplo- son otra característica de este tipo de cascos.

De cara al enduro más extremo, también existen modelos con mentonera extraíble, como el MET Parachute, uno de los modelos más apreciados a lo largo de los últimos años por este tipo de bikers.

DH (integral)

Muy parecidos a los de motocross, pero con más aberturas de ventilación y menor peso, también son utilizados por algunos endureros, aunque a la hora de afrontar tramos de pedaleo pueden resultar incómodos.

En estos cascos, el poliestireno va totalmente cubierto, con carcasa de fibra de vidrio en el caso de los más asequibles, y de fibra de carbono en gama alta. Es preciso usarlos junto a gafas de tipo máscara, pues como se te cuele algún insecto, por ejemplo, hacia el interior, el hecho de ser cascos muy cerrados te puede poner en complicaciones.

Un buen ejemplo de este tipo de cascos es el Bluegrass Legit Carbon.

Diferenciadas ya los diferentes tipos de cascos, en virtud de la disciplina para la que están diseñados, vamos a analizar otros factores destacados a la hora de elegir tu casco de MTB

Materiales

El poliestireno expandido (EPS) es el material con el que se fabrican la inmensa mayoría de los cascos de MTB. Es el material encargado de absorber el impacto, primero deformándose y, en función de la fuerza del golpe, llegando incluso a romperse para absorber la energía producida en el momento del impacto. En ese caso, si lleva 'esqueleto o malla interna', se partirá pero no se separará en pedazos, como decíamos anteriormente.

Por encima del poliestireno, la carcasa se protegerlo para que no sufra las inclemencias del tiempo -y del paso del tiempo- además de otorgar una unidad estética al conjunto.

Ajustes, confort y sistemas de seguridad

La elección de la talla correcta es fundamental a la hora de comprar un casco. Para ello, solo tenemos que medirnos el diámetro cabeza con una cinta métrica, a la altura de la frente, y consultar la talla correspondiente de las tablas que todos los fabricantes ofrecen en sus web. Importante este punto, porque si usas una talla S de una marca, para otra puede ser una M -como sucede con el tallaje de las zapatillas o la ropa, vamos-.

Si ya tenemos clara nuestra talla, entran en juego los ajustes occipitales, que se encuentran en la parte trasera del casco. Dependiendo del modelo, puede ser una ruleta o un par de pestañas, que permiten el ajuste definitivo a tu cabeza para evitar que esté continuamente moviéndose mientras montas en bici. En general, son más cómodos los ajustes occipitales de ruleta -en ocasiones, algunas marcas recurren al conocido BOA- ya que puedes regular la tensión con una sola mano y con los guantes puestos, cuando vas montado.

Finalmente, un aspecto destacado a tener en cuenta son los sistemas de seguridad adicionales como, por ejemplo, el MiPS, que está diseñado para protegerte frente a los impactos rotacionales que transmiten las fuerzas del golpe desde la cabeza al cerebro, y que ya incorporan practicamente todos los modelos de gama alta de cualquier marca, y muchos de gama media.

Un avance tecnológico que te recomendamos tengas en cuenta, ya que apenas supone un sobre coste en el casco de unos 30 euros y no más de 45 gramos de peso extra. A cambio, la protección ante cualquier tipo de impacto será mucho mayor.

Para terminar, el hecho de que el casco cuente con las homologaciones propias del país o el conjunto de países -como la Unión Europea- donde se comercializasn siempre es una garantía a tener en cuenta, algo que cumplen todos los cascos que podemos adquirir en tiendas especializadas o a través de las propias web de las principales marcas.

Reportaje realizado en colaboración con MET Helmets.

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