IG: ¿Crees que las suspensiones actuales están al mismo nivel tecnológico que otros componentes como neumáticos, ruedas o cuadros?

MM: Buena pregunta, nunca me lo había planteado de esa manera. Lo que creo que ocurre es que, por ejemplo, el diseño de un buen cuadro o unas buenas suspensiones hace necesario que el resto de los componentes estén al mismo nivel para que la bici sea equilibrada, si esto no ocurre se produce un desequilibrio en el conjunto de la bici que obliga al resto de los componentes a “ponerse las pilas” y estar al máximo nivel.  

IG: ¿Crees que la electrónica va a llegar a todas las gamas o se va a parar en las gamas altas/medias?

MM: Me gustaría vivir mucho tiempo para poder verlo, pero por el momento creo que la electrónica va a estar reservada para las gamas altas. La llegada de la electrónica no hace en sí mejor a una suspensión, lo que consigue es un manejo más rápido y sencillo, llegará el momento en el que podamos llegar a olvidarnos de ellas.

IG: Para diseñar suspensiones tienes que pensar en suspensiones, sin embargo al mismo tiempo tienes que estar en contacto permanente con el resto de los departamentos. ¿Cómo es esa comunicación con el resto de ingenieros de otros departamentos?

MM: La comunicación es ágil y constante, ellos necesitan saber en qué estamos trabajando y nosotros igual. En este caso la labor del Product Manager es fundamental. La prioridad es saber qué bici queremos, cómo la queremos y que todos tengamos claro cuál es nuestro trabajo. Cuando estamos trabajando en una bici concreta tenemos reuniones semanales, a veces incluso diarias, con el Product Manager en las que vamos viendo la evolución del cuadro, los neumáticos, las ruedas, etc. para que todos tengamos la información necesaria. 

IG: He visitado el nuevo Suspension Lab y he alucinado con las instalaciones y con la tecnología que utilizáis, pero lo que más me ha llamado la atención es el orden y lo limpio que estaba todo ¿siempre está así o lo habéis preparado para que lo viéramos bonito?

MM: (Risas) Cuando termina el día el taller se limpia y ordena, es parte de la metodología de trabajo que todos tenemos en el Suspension Lab. La verdad es que ayer pusimos “un punto” extra de interés para que quedara lo mejor posible pero también te digo que habéis tenido suerte porque hay días en los que el aceite nos llega hasta los codos (risas...).

IG: ¿Crees que algún día veremos alguna Specialized con un sistema de suspensión distinto al FSR?

MM: A lo largo de todos estos años hemos aprendido mucho sobre el FSR, hoy por hoy estamos convencidos sobre su rendimiento, conocemos sus puntos fuertes y los hemos mejorado hasta límites impensables, sin embargo nadie sabe lo que el futuro puede traer.

IG: Pensaba que la respuesta iba a ser un NO rotundo...

MM: El "NO" es rotundo pero quién sabe (risas)…

IG: ¿En tus comienzos te imaginabas estar donde estás ahora?

MM: Me pasa como a ti, yo siempre he estado muy ligado al motocross, durante mis primeros años solo trabajé con motos, era el ingeniero jefe de las suspensiones del equipo oficial Kawasaki en USA. Viví la eclosión del motocross y lo que ha ocurrido en el mountain bike ha sido de alguna manera paralela a lo que viví en mis inicios con el motocross. Para ser honesto nunca pensé estar aquí y ahora, pero lo que sí te puedo decir es que me siento muy orgulloso de haber formado parte de ese primer grupo de personas que aportaron conocimiento e hicieron evolucionar las mountain bikes.

IG: Sabes tanto de suspensiones de motos como de bicis. Claramente hay similitudes pero también muchas diferencias... ¿Crees que están a un nivel de desarrollo similar? Por ejemplo para una marca ganadora como Öhlins, con muchos mundiales en sus vitrinas, les ha costado varios años conseguir estar al mismo nivel que sus rivales.

MM: En un primer momento los fundamentos y el conocimiento general es válido y aplicable tanto en una como en otra dirección, pero desde hace tiempo la evolución de cada disciplina siguen caminos diferentes y cada una de ellas se rigen por parámetros específicos a cada disciplina. Las suspensiones de una bici tienen la particularidad que además de hacer su trabajo tienen que ser eficientes al pedalear y además el peso del ciclista es muy superior al de la bici, algo que en una moto no ocurre, esas dos variables son las que lo hacen tan específico.

IG: Antes solo había una medida de rueda, ahora hay varias, ¿eso os hace más complicado vuestro trabajo?

MM: Las suspensiones se han adaptado a las nuevas medidas de rueda, he notado más diferencia con respecto a las nuevas geometrías y cinemáticas que realmente con el cambio de rueda. Es interesante y te sorprendería la manera en la que afecta un buen o un mal neumático, un cuadro excesivamente rígido o un aro de carbono o aluminio en el comportamiento de la suspensión.  

IG: Eres el ingeniero jefe del equipo de DH con base en Francia. Este año habéis probado con 29/29, 29/27,5 y también con 27,5/27,5. al final la bici de serie viene “calzada” con ruedas de 29. ¿Cuál es tu opinión personal al respecto?

MM: Loïc y Finn han probado estas tres combinaciones y por ese orden. Hoy por hoy tenemos claro que la rueda de 29” delante ofrece mejores resultados que la de 27,5. Con respecto a la trasera posiblemente sea un tema de sensaciones, de rigidez trasera o de las condiciones del terreno. Aunque cada día aprendemos algo nuevo hoy por hoy nos quedamos con la de 29, siempre hablando de Donwhill. Creo que las 26” no van volver (risas)... “just for kids bikes” (risas).

IG: ¿Alguna vez te ha ocurrido que has dejado una idea para más tarde por falta de tiempo y te has encontrado que alguien estaba en otro sitio pensando lo mismo y se te ha adelantado?

MM: (Sonríe) Ocurre mucho más a menudo de lo que crees. Ahora ya se puede contar porque ha transcurrido mucho tiempo pero en su momento nos pillamos un buen cabreo. En Specialized había un grupo de ingenieros trabajando en una parte concreta de la bici. Paralelamente había otro grupo de trabajo en Trek que al parecer estaba trabajando sobre lo mismo. Los dos equipos por separado llegaron a la misma conclusión con soluciones prácticamente iguales.

IG: ¿Eso fue hace mucho tiempo?

MM: Si, pero ha ocurrido muchas veces. De repente ves un modelo nuevo de cualquier otra marca y dices: “maldita sea, ¡por qué han puesto el amortiguador también ahí!”... (Risas). Supongo que en más de una ocasión otras marcas han debido pensar lo mismo al ver bicis nuestras. En realidad todos tenemos los mismos problemas y queremos encontrar la mejor solución. En estos momentos hay mucha gente válida buscando lo mejor, no es extraño que estas cosas ocurran. 

IG: Sigues siendo el referente, para decir adiós por la puerta grande ¿qué te queda por diseñar? ¿Tienes algún sueño pendiente?

MM: Puede sonar un poco idealista pero estoy satisfecho de mi trabajo hasta ahora. Hay mucho talento junto a mí, he creado un equipo de gente joven muy motivada, me siento orgulloso de ellos. Me encantaría que ellos dieran continuidad a mi trabajo y que con esa filosofía de trabajo con la que han crecido elevaran el nivel y siguieran aportando tecnología para que las bicis que vienen sean aun mas rápidas y eficientes. Me gustaría seguir aprendiendo de ellos y desde la distancia poder disfrutar de lo que son capaces de ofrecernos. Aunque de momento no me veo paseando plácidamente por la playa si sé que en el taller se está “cociendo” algo grande... (Risas).

Mike, no dejes de crear, gracias por tu legado.