Multas, garantías, fallos… 5 consecuencias reales de deslimitar una e-bike

5 consecuencias reales de deslimitar una e-bike

1. La primera consecuencia de deslimitar una e-bike es que nos exponemos a una multa por parte de la Guardia Civil o de la Policia Local de tu municipio. Pero no por el hecho de deslimitarla a nivel técnico, sino porque al deslimitarla, conviertes tu ebike en un ciclomotor y entonces entran en juego las exigencias propias de los ciclomotores (cascos específicos, matrícula, ITV, seguro…).

Para entenderlo hay que saber que una e-bike estaría dentro de la categoría EPAC, lo que supone que la asistencia al pedaleo se realiza mediante un motor eléctrico auxiliar hasta una potencia nominal máxima continua de 250W, sólo y exclusivamente siempre que se pedalee. Y sólo habrá asistencia hasta 25km/h. Esta normativa está regulada por reglamento europeo e incluido en el Reglamento General de Vehículos y en el Reglamenteo General de Circulación.

Si transformamos la e-bike en un ciclomotor necesitaremos casco específico, seguro, matrícula, ITV… Y en caso de no llevarlo nos enfrentamos a multas de entre 600 y 3.000 € por ir sin seguro (además del depósito del vehículo), 200 € si no se tiene ITV, detención si se conduce sin carnet de conducir…

2. La segunda consecuencia es que perderemos la garantía. No sería el primer caso que nos cuentan de e-bikes trucadas que llegan al fabricante para un caso de garantía y que, al detectar la trampa, no se hacen cargo de nada. Ni la marca de la bici ni del motor van a mirar o gestionar nada si ésta ha sido deslimitada.

De hecho, tampoco vale con volver a limitarla. En MTBpro y Maillot Mag hemos consultado con varias marcas y nos confirman que la deslimitación queda en el software, de forma que luego se detecta. Y, además, también pueden hacerlo mediante el análisis de otros parámetros. Si el problema afecta a motor y batería, el coste total de la jugada puede ser de más de entre 2.000 y 3.000€.

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3. Otro problema es enfrentarnos a la pregunta ¿quién la truca? Ya en 2020 AMBE y CONEBI avisaron que las tiendas y talleres que deslimitan o trucan ebikes también pueden tener responsabilidad legal. Y es que, si alguien tiene un accidente grave con una e-bike deslimitada, el afectado, su familia o su seguro podrían buscar “responsables” y “culpables”. Y ahí la tienda o el taller podría estar incurriendo en: “la incitación a una infracción administrativa”. Es decir, que se pueden enfrentar a cargos. Y a la hora de preparar este artículo/vídeo, hemos consultado con un par de servicios técnicos del sector que nos han asegurado que ya han recibido peticiones de informes por parte de aseguradoras en casos de accidente.

4. Otra consecuencia obvia es la de acortar la vida útil de nuestra e-bike. En una bici deslimitada el motor sufre más y la batería dura mucho menos. Y no nos referimos sólo a la autonomía, sino que tendrás que cargarla más veces lo que acaba reduciendo su vida útil, además de que sufre mucho más por el tipo de uso. Sucede lo mismo con otros componentes como la transmisión.

5. La última consecuencia es que puede suponer el fin de las e-bikes. Quizá suene algo alarmista y catastrofista, pero es un riesgo real; y quizá de los mayores, ya que es la excusa perfecta que están buscando muchos gestores u otros colectivos para deslegitimizar las e-bikes e impedir su acceso al medio natural: no son bicis, son motos; son unos piratas, son un peligro…

Independientemente de la actitud de los “prohibicionistas”, hay que saber que las e-bikes viven en una excepción, ya que a nivel legislativo europeo son consideradas un vehículo a motor, pero también son una excepción a la normal general y es muy importante que sigan siendo consideradas bicicletas convencionales.