Texto: Nacho Cortés / Fotos: Diego G. Souto/ Lapierre
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«Desde Dijon con amor»... Parafraseando el mítico título de las películas de James Bond, Lapierre nos presenta su arma definitiva para devorar los kilómetros. El nuevo modelo ProRace 729 es una MTB rígida XC enfocada para competición pero con un equilibrio perfecto entre velocidad y confort.
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Acudimos a la llamada de Lapierre, a uno de los sitios más bonitos para montar en bici que podemos disfrutar en el centro de la península, Cercedilla, localidad madrileña enclavada en pleno valle de la Fuenfría.
Nos recibió todo el staff de Lapierre, a la cabeza del equipo, Sara Burdon (global PR & influencer manager) que todo hay que decirlo, nos trataron genial nos hicieron sentir casi como «pros». Y... allí estaba ella, la nueva Lapierre ProRace, cubierta como una novia esperando en el altar, todo rodeado de un halo de misterio y exclusividad.
Llegó el momento... «et voilà», debajo de una tela negra se descubría ante nuestros ojos una MTB rígida de rally con un aspecto increíble y unas líneas familiares de los diseños de la marca de Dijon.
Veámosla al detalle.
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Nada más ver el cuadro de la nueva Lapierre ProRace llama la atención el pequeño triángulo que forma en la parte de arriba pegado a la tija del sillín. Se trata de la tecnología SAT (Shock Absorption Tecnology), importada de su hermana de carretera, la Lapierre Pulsium, que nació en 2014 para mitigar en la medida de lo posible los impactos producidos por el adoquinado de la mítica París-Roubaix.
¿Cómo funciona esta tecnología en la nueva Lapierre ProRace?
Se ha cortado el cuadro en el punto de unión del tubo superior y el tubo del sillín, añadiendo un elastómero, cuya misión es rellenar con un material que absorba vibraciones ese espacio del cuadro que se ha «eliminado». Y el tubo del sillín se deforma gracias a su construcción, se hace más delgado en la parte casi del pedalier para favorecer esta flexión.
Ya que la misión de absorción la realiza solidariamente todo el cuadro, sí, digo absorción y no amortiguación, ya que no nos olvidemos de que hablamos de una MTB rígida de rally nacida para correr. Muy cómoda, eso sí.
El cuadro de la nueva Lapierre ProRace está construido con el concepto que denominan «Intellizone Module», en el que diferencian dos partes. Una parte sería «Intellizone Comfort Zoning». Allí el tubo del sillín y los tirantes trabajan alrededor del elastómero para conseguir una mayor flexibilidad del triángulo trasero y de esta manera ahorrar energía al ciclista para el paso de los kilómetros y estabilidad en las bajadas.
La otra parte, «Intellizone Rigidity Zoning», está compuesta por las vainas y el tubo diagonal, que tienen una forma agresiva, con una sección casi cuadrangular, y tubos más contundentes por fuera pero más finos por dentro, con lo que se ha mejorado el peso y la rigidez lateral.
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El cuadro de carbono, recién salido de fábrica y sin pintar, está por debajo del kilo de peso, una muy buena «operación bikini». Toda la gama será de 29 pulgadas y vendrá montada con transmisiones 1x11 o 1x12 como fue el caso de la Lapierre ProRace 729 que pude probar.
Al tener toda su gama un solo plato, Lapierre ha diseñado la tecnología ISL (Integrated Spare Link Technology). Es un pequeño guiacadenas en el cual puedes alojar tu eslabón rápido y llevarlo siempre en la MTB por si tienes la mala suerte de romper tu cadena.
También, en Lapierre han tenido en cuenta la creciente presencia de la electrónica en nuestro deporte, por lo que en la parte de abajo del pedalier han diseñado algo muy sencillo pero muy curioso: el TDT...
No, no es para sintonizar la televisión. Son las siglas de Trapdoor Technology, una una pequeña puerta que da acceso a un hueco donde colocar la batería del Shimano Di2 muy cerca de la caja del pedalier, mejorando la accesibilidad y bajando el centro de gravedad.
Sin duda, estamos delante de una MTB XC a la que no le falta un detalle. Estamos deseando probar la nueva Lapierre ProRace a fondo.
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