GT Lightning de 1998

Hay bicis retro, vintage, clásicas o como quieras llamarlas que merecen ser rescatadas del baúl de los recuerdos, como esta GT Lightning; una bicicleta mítica, exquisita en la que el gran protagonista es su material, el venerado titanio.
GT Lightning de 1998
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autor mtbpro
José Aranda
autor de las fotos
Javier Martínez

fecha16/08/2018


lo mejor
Ligera, manejable y divertida. Una bici mítica.
lo peor
El titanio era, y es, un material muy caro.

Esta es la prueba en la que más nervioso estoy, sin duda alguna. Te preguntarás el porqué... Muy fácil, prueba nueva y bici nueva..., bueno, nueva lo que se dice nueva... Me han chivado que la bici es una vieja gloria de la casa de Gary Turner, GT, una marca que revolucionó los noventa.

Saben que soy un nostálgico de este tipo de bicis ya que yo era uno de esos niños que vibraban viendo las carreras de John Tomac, Tinker Juarez, Thomas Frischknecht y otros tantos (todos los que se acuerden de la carrera de la Copa Grundig de 1994 en la Casa de Campo le sonaran estos nombres) y me han dejado caer que estará entre los años 1994 y 1999...

Qué nervios, me muero de ganas de ver qué es, sólo de pensar que puede ser uno de los modelos del mítico equipo GT de aquellos años sobre los que cabalgaban bikers de la talla de Juli Furtado, Nicolas Vouilloz, Rishi Grewal, entre otros, se me ponen los pelos como escarpias.

GT LIGHTNING 1998

Bueno, pues ya estoy enfrente del local de MTBpro, ufffff, vamos para adentro y “Oh, my God…”, de piedra me he quedado al ver el modelo, una GT Lightning. “Titirititiritiritiri...”, tartamudeo y no me sale, “titiritiriti..., titanio, eso, titanio...”. No me lo puedo creer, por fin una bici de titanio que va a pasar por mis manos, quién no ha querido probar un cuadro del excelentísimo material, aleación 3Al/2.5V. Titanio, lo veo y no lo creo.

Este modelo sólo se fabricó en los años 1997 y 1998, posterior al también mítico modelo Xizang, con la misma aleación, pero distinto acabado. La verdad es que impresiona estar delante de una bici de este tipo, veo los componentes y se me vienen a la memoria tantos y tantos sueños anhelando este tipo de componentes cuando era un crío.

Si nos fijamos en detalles, podrás ver que tiene bastantes. Es una clásica GT con su triple triángulo, y veo que donde acaba la barra horizontal están grabados el logo de GT y la aleación con la que está fabricado el cuadro: «3Al 2.5V». Te preguntarás qué significa esto. Pues bien: 3% de aluminio, 2,5% vanadio y 94,5% de titanio, lo que es igual a cuadro para toda la vida. También está grabado el logo de la marca en las punteras de las vainas... Este tipo de cosillas son las que más nos molan de una bici, ¿verdad? Pero no se hable más, ahora tengo la oportunidad de emular a los grandes, salgamos a rodar.

Rodando con un cuadro de titanio

Disponemos de unos días para rodar con esta bici y, consultado el tiempo, he visto que nos esperan unos días de sol por delante que, sumados a un cuadro del excelentísimo material para probar, son el preludio de unas muy buenas rutas.

Antes de subirme en ella tengo que hacer hincapié en que este cuadro fue construido en Taiwán, no en Estados Unidos, para abaratar un poco su construcción —ya sabes que los cuadros de titanio no son nada baratos—, y que parte de sus componentes no son los originales debido a que tantos años sumando kilómetros han demandado componentes nuevos para poder seguir rodando.

GT LIGHTNING 1998

La primera sensación al ver la bici es que tiene que ser una devoradora de kilómetros. Su cuadro no tiene nada de «sloping», sí, ya lo sé, hoy esto está ya superado, pero en los cuadros de antes la barra horizontal superior iba completamente paralela al suelo, y a medida que pasaron los noventa se le fueron dando unos pocos de grados al ángulo de la tija con la barra horizontal, de forma que esta ya no quedaba paralela al suelo, dejando más libertad de movimiento y evitando algunos golpes en los mismísimos (ya me entiendes, no hace falta que sea más explícito).

Su geometría y su distancia entre ejes hacen que nuestra posición sea de XC total, bien pegados sobre la bici, aerodinámica pura y dura para que el aire en contra moleste lo menos posible.

A la hora de pistear con la GT, me doy cuenta enseguida de que está hecha para rodar muy, muy, rápido. Después de unos kilómetros de senderos y pistas, nos lo deja muy claro. Es muy fácil lanzarla, sus ruedas de 26 pulgadas —sí entonces, y hasta hace no mucho, todas las mountain bike eran de 26— cogen velocidad enseguida, todo ello acompañado de una conducción ágil, y la posición relativamente cercana a la bici hace que nos obedezca en todo momento cuando la mandamos cambiar de dirección, girar, acelerar...

GT LIGHTNING 1998

Su horquilla, una RockShox Judy SL —de serie traía una Judy XC—, absorbe a su paso las irregularidades del terreno con un tacto un pelín chicloso que me hace recordar de nuevo el funcionamiento de los elastómeros que tenía; ya, afortunadamente, tan olvidados. En cualquier caso, cumple con su cometido, incluso aun cuando nos hace tener presente su recorrido, de 63 mm, ante algunos de los escalones que nos encontramos en el recorrido. En las zonas con rápidos cambios de dirección nos vuelve a demostrar su agilidad, se comporta bien entre los laberintos de árboles.

Tengo que hacer especial mención al grupo que monta actualmente, un Shimano XTR de la época, que ha venido a sustituir al original Deore XT/LX. A pesar de los años que pesan sobre él, se sigue notando la mano de esta casa con su tope de gama. Funciona a la perfección, con cualquier ligero toque en las manetas consigues la marcha deseada, ágil, muy ágil y de estética deportiva y agresiva, sobre todo las manetas de freno y cambio.

Sacando los dientes

A la hora de subir es, sin duda alguna, donde la Lightning saca los dientes, subo piñones, aprieto riñones, y empiezo el ascenso. Pedalada tras pedalada, cada una es convertida en metros de ascenso. He de decir que cuando me pongo de pie da una pequeña sensación de que el cuadro, bueno, mejor dicho, la caja de pedalier flexara un pelín. Pero repito, solo es cuando me pongo de pie, mientras voy sentado la sensación de pedaleo es buenísima, es más, creo que sería capaz de subir pendientes con mucho desnivel a lomos de la Lightning.

Atravesando en la ascensión una zona bacheada, no de piedra suelta sino la típica que tiene algo de raíces y piedra atada (parte enterrada y parte fuera), es muy fácil tirar un poco con la inercia de tu propio cuerpo del triángulo trasero hacia arriba. Cuando crees que te vas a quedar atascado, esta bici responde a la perfección a ese pequeño movimiento del cuerpo que ayuda a pasar el bache. Es una escaladora nata.

GT LIGHTNING 1998

Vamos ahora a por esas sensaciones que trasmite cuando nos ponemos cuesta abajo. Lo primero en lo que me fijo, ya pasadas varias curvas, es en su paso rápido por estas y en la potencia del v-brake. Incluso puedo afirmar que la potencia que trasmite la maneta al V es tal que puede abrir un poco las vainas, de ahí que antes se usaran las herraduras, como las Pendus, que a muchos les sonaran, para que no perdieran efectividad.

Bueno, dejando a un lado los frenos, nos metemos de lleno con la sensación al bajar, rápida y ágil. Es una sensación que me persigue haga lo que haga, bajando, llaneando y subiendo...

Si has leído más pruebas mías, sabrás que acostumbro a probar todas las bicis, sean de la modalidad que sean, en alguna trialerilla que otra, pero he de decir que con esta he sido respetuoso con la edad y la categoría de nuestra invitada y no la he metido por irreverentes 'pedrolos'. Sí lo he hecho en bajadas por pistas y senderos, y en las pocas zonas que tocamos un poco más «heavys» su comportamiento fue notable.

GT LIGHTNING 1998

Conclusión

En resumidas cuentas, nos encontramos ante una bicicleta mítica, exquisita por su material, muy rodadora, ágil y reactiva. No importan aquí sus frenos v-brake ni su horquilla de elastómeros con 60 mm de recorrido, sigue siendo una bici capaz de obligarnos a sacar nuestra cara más técnica y exigente a la hora de enfrentarnos a subidas y bajadas, y, por supuesto, de hacernos disfrutar horas y horas de rutas.

Es muy ligera, no están nada mal sus 10,7 kg sin pedales para ser una bicicleta fabricada en 1998 (también tenemos que decir que muchos de los componentes originales ya no los lleva, muchos años dando pedales han demandado componentes nuevos), pero lo mejor es la sensación de dirigir y mandar la bici hacia donde tú quieras, su geometría la hace súper manejable y sus 26” la convierten en una juguetona que puede dar muchas horas de diversión.

GT LIGHTNING 1998

Además, una marca de la talla de GT no nos podía dejar indiferentes con sus típicos detalles en los cuadros, dejando así plasmada la aleación del cuadro al final del tubo horizontal y su marca en las patillas de las vainas. Estas cositas son las que nos llegan a todos, ¿verdad?

La bici al detalle...

Cuadro de la GT Lightning de 1998
Cuadro

Sé que en cuanto al tema de que el titanio flexa siempre ha habido diversas opiniones. Pues bien, sí da la sensación al ponerte encima de la bici y pedalear fuerte que flexa un poquito la caja de pedalier, y cuidado, digo un poquito. En cambio, a la hora de pedalear sentado, ya sea rápido, despacio, bajando o subiendo, no se aprecia esa sensación y transforma toda tu pedalada en movimiento. De estética agresiva, el triple triángulo le aporta una línea más deportiva si cabe. Por otro lado, el acabado sin pulir, dejando al desnudo el material con el que está fabricado, titanio, la aleación perfecta 3Al/2.5V, para mí es otro punto a su favor, lo hace ser más único.

Sillín Flite en la GT Lightning de 1998
Sillín

Nos encontramos ante el conocido y deseado sillín de la época, el Flite de titanio. Un buen compañero de salidas cortas, pero en cuanto la ruta supere las tres horas sobre la bici te recuerda amargamente por qué está enfocado a la competición XC.

RockShox Judy SL en la GT Lightning de 1998
Horquilla

Estética deportiva, barras de 28 mm y un color amarillo chillón visten a esta RockShox Judy SL, tope de gama de la época. Restaurada, se montó en la Lightning como sustituta de la original Judy XC sin los guardapolvos en forma de fuelle en las barras que fueron tan famosos en los 90, lo cual le da un aspecto más agresivo. El tacto de la suspensión es bueno. No olvidemos que hablamos de elastómeros y un cartucho cerrado de aceite.

Shimano XTR en la GT Lightning de 1998
Grupo

Un XTR sustituye la monta original, mezcla de XT y LX. Cuando escuchamos la palabra XTR, sabemos que estamos hablando de tope de gama, es como comprarse un full equip. Aun cuando se trate de un grupo de la época de la bici, todo funciona a la perfección, las manetas suben o bajas piñones y platos con un mínimo toque, los frenos v-brake cumplen con su cometido haciendo parar la bici donde queramos, es más, se pasan de fuerza. Creo que son capaces de que flexen las vainas si apretamos la maneta a tope.

Más información

Peso:

10,7 kg (montaje actual)

Precio:

N.D.

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