Specialized Epic EVO PRO



Me dieron la opción de elegir y no, dije que no quería probar primero la nueva Specialized Epic de 100 mm entendida como plataforma de Copa del Mundo de XCO, básicamente porque, aun sin probarla, ya sabía que iba a ser lo de siempre: mejor en todo, más lista, más innovadora, más ligera, más capaz, más bonita… Y además con un sistema Brain mejorado.
Aunque la versión Epic anterior recibió creo que justificadas críticas en lo que respecta al nivel de fiabilidad de su sistema Brain… Vamos a ver, problemáticas puntuales de este tipo ha habido en todas las marcas más premium de todos los sectores y al que le toca la china se hace oír, más ahora que nunca. Pero ten por seguro que cuando Specialized hace tanto hincapié en el valor de la altísima fiabilidad del nuevo Brain como una cualidad a definir claramente entre sus principales prestaciones es porque son plenamente conscientes de esa situación pasada y porque se han puesto las pilas a fondo con el asunto.
Sería harto injusto que una situación puntual desluzca ni lo más mínimo al sistema de suspensión más efectivo y evolucionado para XC de todos los tiempos. Puedes ver en su web cómo lo han hecho y el aumento de horas de uso entre revisiones que anuncian para la ultima actualización del Brain.
La Specialized Epic de 29 y 100 mm es una bici que conozco muy bien en todas sus anteriores generaciones y, aunque en lo personal me habría gustado meterle mano y llevarme el disfrute en el cuerpo, honestamente, como profesional, de la Epic en este formato de alta competición, a nivel dinámico no me cabe esperar y exigir ninguna otra cosa que no sea lo mejor de lo mejor… Y es que creo que en ese caso el resultado del test iba a ser el de una bici de la que por definición sé que a título personal yo no iba a poder aportar mucho, más allá de firmar todas las grandezas expuestas por Specialized en su nuevo icono universal del XC.
Seamos serios y no nos distraigamos con quien quiera darse importancia contradiciendo algo en lo que el planeta entero está de acuerdo. El que diga que el sistema Brain no tiene sentido, que no funciona bien o que está obsoleto es sencillamente porque no lo ha probado… O porque no tiene mucha idea de lo que es dejarse la piel en sentido figurado y literal para ganar décimas en cada tramo, hacia arriba, hacia abajo o culebreando entre raíces y rozando los árboles con el hombro; para escaparte metro a metro, con sabor a sangre y al borde de la locura, para ganar en Élite o por el simple orgullo de estar más arriba que tu colega de grupeta en mitad de la clasificación de tu grupo de edad.
Básicamente porque frente a un sistema de bloqueo y desbloqueo manual, el Brain siempre lo hace más rápido, mejor y más veces que tú, incluso antes de que te des cuenta de que vas a necesitar hacer una cosa u otra y en momentos en los que la capacidad de razonar está limitada por el esfuerzo.
Sin embargo el XC o el ciclismo de montaña de ir rápido muchos kilómetros no es sólo dar vueltas a tope poco más de una hora en un circuito memorizado.
En realidad nunca ha sido sólo eso y la Specialized Epic como tal es capaz de eso y mucho más, pero ahora las pruebas maratón, por etapas, las grandes rutas con desniveles brutales, improvisando trazadas y soportando el palizón de tiradas de más de cuatro horas hacen que, aunque se vaya rápido, el ritmo no pueda ser tan frenético y la bici deba ofrecer cosas diferentes.
Existe la necesidad de que una bici de XC cubra muchos más fallos, por exigencia técnica o por cansancio acumulado, una bici más sólida para zonas más agrestes y naturales que en subidas muy rotas se pegue a las piedras y que en bajadas interminables tenga algo más que un plus de recorrido.
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También existen quienes quieren una bici con la que pedalear fuerte, de respuesta rápida, que no necesitan tanto nervio reactivo, sino que le ganan tiempo al cronómetro desde la confianza y seguridad a un ritmo alto, no máximo pero sí fuerte y sólido, montando en bici a un nivel superior que entre lo que la propia bicicleta permite de más y lo mucho que ellos saben desde la habilidad fraguada en la experiencia, surge ese nivel que siempre se ha llamado alta escuela. Hay una realidad muy grande en la que cabe una bici así. Para esto y mucho más han pensado en Specialized la nueva Specialized Epic EVO.
La elegida
Volviendo al tema de los bloqueos, el grado de bloqueo manual intermedio tan extendido y valorado hoy está realmente bien, me gusta y mucho, es efectivo y es una buena solución. Sin embargo en muchos casos no hace más que neutralizar la incapacidad tecnológica que sólo solucionan unas pocas marcas con una cinemática realmente avanzada, que permite pedalear de forma eficiente en “abierto”, que como veremos es el caso de la Specialized Epic EVO, y que por extensión es algo que la nueva Epic también consigue cuando el Brain deja liberado el sistema de suspensión.
El Brain abre y cierra el sistema de suspensión incontables veces cada kilómetro de los miles que realizas a lo largo de tu vida, sin la necesidad de llevar una regulación semi activa que en realidad limita la tracción, la capacidad de frenada y el paso por curva, aprovechando todo el rango de un sistema de suspensión abierto. Tampoco retrasa la acción del bloqueo, que desde el primer metro en el que el terreno permite ir bloqueado lo hace y no como de forma manual, en la que hasta que te das cuenta de que eso es así, que tu cerebro mande la orden y la mano acierte a activar el mando…, ya has dado no menos de 5 o 6 pedaladas blandas.
Bueno, aclarado esto, el caso es que en Specialized respetaron este criterio personal de selección y me han dado la oportunidad de conocer la nueva gama Epic 2021 empezando desde el modelo Specialized Epic EVO.
¿Por qué? Pues precisamente porque quería poder de empezar de cero, ya no digo para no estar sugestionado por lo buena que ha sido y es la Epic entendida como siempre, como máquina de carreras gas a fondo, sino porque no niego que la Specialized Epic EVO es una bici que me intrigaba, de hecho me desconcertaba y a priori, que yo también soy esclavo de mi pasado y de las cosas que creo saber, no estaba del todo de acuerdo con ella.
Sin Brain, sin bloqueo remoto… Pero la siguen llamando Epic. Esa y otras preguntas resonaban en mi cabeza… y pensé que en la de algunos usuarios más también podría ser así. Por eso la elegí.
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¿Puede o merece llamarse Epic una bici sin Brain? ¿Es realmente una bici de XC o es de trail? Ellos la ubican en la categoría XC pero… ¿si la EVO es realmente una Epic de XC, dónde o cómo ganaría una Specialized Epic EVO de 120 mm delante y 110 mm detrás a una Epic de 100 mm con Brain?
Supongo que respeto demasiado a una de las bicis más importantes de la historia como para aceptar por las buenas que incluso sus propios creadores se tomaran la licencia de seguir llamando Epic a una bici sin Brain y con unos replanteamientos de concepto creo que significativos.
Ofenderse por esto siendo un “don nadie” en la toma de decisiones de cómo debe ser, hacerse o llamarse la bici que hace otro puede parecer una soberana y arrogante estupidez. Sin embargo no hay que pasar por alto que al final una bici que lleva 20 años siendo el referente del XC en nuestras vidas, incluso aunque no la hayas tenido nunca, ya forma parte de nosotros mismos como fanáticos del MTB. Todos tenemos esa creencia sin fundamento legitimo de un cierto derecho y sentimiento de propiedad sobre ella. Es como si de forma absolutamente irracional pensaras: “hombre, antes de hacerle a la Epic algo así, deberíais de habernos consultado, ¿no? Siendo justos y objetivos, el infinito palmarés de éxitos por parte de Specialized con múltiples bicis para todo tipo de disciplinas, ha llegado tanto por su criterio independiente a la hora de innovar como por tener una antena de barrido global muy bien afinada para escuchar opiniones, gustos y criterios. Pocas veces se equivocan, la verdad; y si hay alguien que tiene claro lo que significa y lo que vale Epic como institución… son ellos.
Siempre han sido muy hábiles y certeros a la hora de filtrar las ideas que creen más valiosas, interpretando a tiempo y con precisión los caminos que los ciclistas vamos a explorar y en los que nos vamos a sumergir incluso antes de que lo hagamos, para llegar casi siempre en el momento exacto. Esto es una habilidad clave.
No sé si debe tanto a que tienen el poder de convencernos y seducirnos con sus nuevas creaciones sobre unos argumentarios impecablemente desarrollados, construyendo ellos el presente y el futuro en base a sus decisiones tomadas en firme, o a su genialidad en saber interpretar esos caminos de mejora en los que, tras probar sus bicis, todos solemos estar de acuerdo. Te avanzo que ha sido el caso de la Specialized Epic EVO.
Revisa el histórico de todas sus bicis en prácticamente todas sus categorías y dime si esto no es así, no vaya a ser que esto en lugar de una interpretación objetiva de los hechos, pueda parezca otra cosa.
Posiblemente se deba a todo lo expuesto al tiempo, pero precisamente en esta ocasión, aunque estoy seguro de que la nueva Specialized Epic EVO responde a las necesidades, gustos y peticiones de muchos ciclistas a lo largo y ancho del mundo, el que escribe lo hace en España, y aquí somos de que las bicis de XC sean rápidas y cuanto más puristas mejor… Y para que una bici merezca llamarse Epic en base a nuestros criterios particulares del XC, debe de cumplir por lo menos con esa condición de bici rápida para dar pedales a muerte.
Como segundo avance en las conclusiones de esta bici, es que desde Specialized con la Epic EVO nos descubren otra manera de afrontar el XC más duro, que no es algo que suponga, porque es así y ya lo he comprobado por mí mismo.
De todas formas, de salida no quise darle ninguna ventaja añadida a la Specialized Epic EVO y de hecho ni pregunté por la posibilidad de probar la versión Epic EVO S-Works.
Básicamente porque sus 11.599 € de serie me parecían una cifra fuera de órbita, al alcance de mi mano sólo por mi trabajo como probador profesional, pero ajena a la realidad de la mayoría de
compañeros de caminos.
Tantos años después ya doy por hecho que una bici “cargada hasta arriba” no suele decir toda su verdad, o al menos no en lo que respecta a la gama, porque su realidad puede quedar camuflada por la extraordinaria calidad tecnológica o prestacional de sus componentes de élite.
Por ese motivo solicité la versión PRO, de unos muy contundentes 8.899 “eurazos”, con frenos de disco, bielas, casete, cadena y cambio mecánico firmados por XTR, ni más menos, con acción mecánica también de la tija telescópica y sí, sin Brain ni bloqueos remotos de las suspensiones, aunque sí bloqueables por acción directa a los diales de la horquilla y el amortiguador.
Creo que este montaje PRO es el más justo para todos, para Specialized y para los usuarios, para darle a la bici la oportunidad de expresarse en plenitud con un montaje que ya podría ser S-Works perfectamente; y para que todos podamos conocer el verdadero propósito de Specialized para esta versión EVO de la legendaria Epic.
Ver, tocar y sentir
Como en Specialized son muy amigos del “sal a montar primero y luego entiende lo que has sentido con nuestros argumentos técnicos de desarrollo”, así lo hice. Me gustó su dinámica de test hace años y la hice propia para todas las bicis que pruebo desde entonces, sobre todo porque la experiencia se desarrolla en un orden lógico, desde lo evidente hacia los matices.
De hecho, y por favor créeme que no me estoy “tirando el rollo” para dármelas de ocurrente, en este preciso momento en el que estoy escribiendo y después de haberla probado más de dos semanas…, todavía no sé lo que pesa exactamente.
Cuando acabe estos párrafos bajaré a comprobarlo con mi báscula de gancho Park Tool, pero no lo he hecho porque no quería estar condicionado por una cifra, sino por la sensación y el instinto más básico que uno siente al ver una bici nueva, que es levantarla a pulso y casi más importante, salir con ella y comprobar si se siente ligera, porque he probado algunas “plumas” que en marcha… por flexiones, imprecisiones, incoherencias en la geometría o el sistema de suspensión…parecían de plomo.
La miras, ves el “horquillón” Fox Float SC 34 Factory, neumáticos de 2.3 (Ground Control delante y Fast Trak detrás), tija telescópica de 30.9 Fox Factory con cable mecánico y 150 mm de recorrido, manillar de 76 cm (S-Works de carbono) disco delantero de 180 mm, con XTR, que siendo de élite tampoco es que sea el grupo más ligero, todas las herramientas SWAT instaladas… y por asociación de conceptos asumes que un poco “cepo” sí que va a ser.
¿Sí? ¡Ja! Tiras de ella con fuerza pensado en romper la resistencia de una bici de XC que teóricamente el ojo te lleva pensar más bien en los 12 kg… y descubres que al menos en lo que se refiere al peso sí es una bici de XC. Primer examen aprobado, es ligera.
Hoy también tengo unas palabras de cariño para todos esos seguidores que, cuando algunos fanáticos nos estremecemos de gusto si el cuadro de una bici es 100 gramos más ligero que la anterior versión, dicen que es una chorrada sin importancia ni valor, vamos, poco más que un engaño.
Pensad que gracias a esos “pellizquitos insignificantes”, poco a poco el cuadro Epic en categoría S- Works de carbono FACT 12m ha reducido 100 gramos esta nueva versión respecto a la anterior. Ya será algo menos en esta EVO Pro con carbono FACT 11m (“m” de mountain, que en carretera es “r” de road con diferentes especificaciones como el endurecido final). Pero es que en la anterior ya fueron rebajados casi 500 g, que sumados… Oye, que si 600 gramos menos en dos generaciones para un cuadro doble te parece poco es cuestión de que esperes 20 años más hasta que la cifra te impresione lo suficiente… y mientras tanto puedes seguir disfrutando de tu bici con triple plato y horquilla de elastómeros.
Lo que no es ninguna broma es que añadiendo la llegada de las transmisiones 1X, ruedas de carbono plenamente fiables como las Royal Carbon reforzadas con ancho interno de 25 mm de este modelo y la estandarización de procesos más eficientes de diseño y producción de todo tipo de componentes de carbono, han llevado a que una bici de estas prestaciones netas arrolladoras en XC, tanto vista actualmente como en perspectiva, se puede decir que en estos últimos años les han dado una aligerada de auténtica locura para estar en pesos de dobles de 100 mm.
De hecho en este caso concreto de la Specialized Epic EVO, y aunque incluso a pulso se siente ligera, hay una característica de mejora que me gusta aun más. El hecho de que no lleve Brain, además de restarle los gramos que se asocian a la válvula de inercia, el soporte de este al cuadro y el latiguillo hasta el amortiguador consigue que la bici quede más equilibrada en su parte trasera.
Y es que esa siempre ha sido una característica propia de la Epic, que incluso llevándola equipada con lo más ligero, a pulso era un poco “culona”, es decir, que si le buscabas el punto de equilibrio levantándola con la palma de la mano por el tubo horizontal, para que no se fuera hacia atrás tenías que levantarla casi por el arco de refuerzo, que ya no tiene, con el tubo del sillín.
Ahora, para que la Specialized Epic EVO se levante en vilo de forma horizontal hay que tirar de ella hacia arriba desde el anclaje delantero del amortiguador, justo en el centro de la bici. Haz el experimento tú mismo y verás que es así. Pero más allá de la curiosidad, a nivel dinámico equilibra la bici en el aire y se levanta mejor para superar obstáculos.
No alargamos más el misterio, bajo a pesarla ahora mismo. Ya estoy aquí y efectivamente es ligera, porque una bici de 120 mm delante y 110 mm detrás, en talla L, montada sin componentes “de juguete”, sin pedales y quitando todas las herramientas SWAT (200 g) que vienen de serie, pesa… ¡10,72 kg!
A cara de perro
Aunque mi intención durante este test era mantenerme aislado de la nueva Specialized Epic para centrarme en la nueva Specialized Epic EVO, casualidades de la vida, he tenido la posibilidad de ver y tocar la nueva Epic S-Works en los caminos; e incluso he podido “pegarme” contra ella en un cara a cara divertidísimo sobre el que se desarrolla buena parte de este artículo.
El caso es que uno de mis mejores amigos, de esos que te regala el deporte y acaban formando parte de la familia mucho más allá de la bici, después de llevar una semana con la EVO, el mismo fin de semana que aparecí con ella para enseñársela sin previo aviso… mi amigo sacó del coche una flamante Specialized Epic S-Works nueva a estrenar… y entonces el sorprendido fui yo. Afortunado él que se la puede permitir.
Es un tío en forma de verdad, un “machaca” por amor al arte que viene de la carretera y se pasó al MTB, de los de mover vatios como un animal y reconocido corredor en maratones regionales. Tenemos un nivel similar pero con algunos matices en este caso a mi favor con la MTB. Yo a igualdad de condiciones soy más escalador en tramos verticales y mucho más bajador, sobre todo donde da más miedo, pero en zonas de potencia, en llano y subidas tendidas… por norma apenas puedo mantenerle el paralelo y siempre acabo a rueda en el mejor de los casos.
La idea surgió de forma improvisada y a él este tipo de juegos le suelen divertir. Como ahora las carreras brillan por su ausencia, le reté a echarnos un “duelo” en un recorrido de unos 80 km que solemos hacer…, al menos para apretarnos con pocos miramientos en los tramos que sabemos que cada uno puede hacer más daño. No me voy enredar en batallitas personales que nada aportan, porque lo valioso son las conclusiones de enfrentar comparar ambas bicis con ciclistas parecidos.
Él sobre su Specialized Epic S-Works frente a mí con la Specialized Epic EVO Pro. Sucedió más o menos lo de siempre sin apenas desventaja para mí donde mi amigo suele sacarme de punto, con la EVO o con cualquier otra bici, pero con una ventaja descomunal a mi favor sobre todo en los tramos de sendero muy roto y en las bajadas más técnicas, donde con una XC de 100 y componentes muy livianos por norma suelo contenerme un poco más, básicamente para no acabar pinchando o rompiendo algo. Esto es el resumen, pero las claves están en los detalles.
Es verdad que tirar de la mano para bloquear la horquilla y el amortiguador no es lo más cómodo, como pasa en la Specialized Epic EVO, y de primeras me estaba pareciendo casi inaceptable para una bici que aspire a posicionarse en la categoría XC con los matices que sea. Sin embargo después de hacer la bastantes kilómetros con la EVO Pro, me ha recordado creencias fundamentales que ya sabía y que por las tendencias había olvidado; y también he entendido que hoy por hoy nos molesta mucho más porque hemos interiorizado que poder abrir y cerrar las suspensiones de continuo, es obligatorio.
Abrir y cerrar VS pedalear
He “reaprendido” cosas muy interesantes con y de la Specialized Epic EVO. Vaya por delante que la Epic Evo sí que tiene el guiado previsto para instalar un bloqueo remoto al amortiguador desde el manillar porque el de la horquilla iría directamente sin rutas internas, es decir, que se puede poner. Sin embargo, la marca que tiene el sistema que más veces abre y cierra del mercado, para esta versión más potente de la plataforma Epic, aunque insisto que dejan bien solucionado para que lo puedas poner, ellos no lo hacen de serie… Y aunque de primeras no lo entendía, tiene su explicación.
Lo primero es que muchas veces perdemos más tiempo abriendo y cerrando las suspensiones, pensando que vamos más rápido con ese ajuste “obligatorio” aunque nada más sea para tres metros, que concentrándonos en el acto fundamental de dar pedales a toda máquina, tratando de sacarle al camino hasta la última gota.
En realidad en la Specialized Epic EVO Pro sin bloqueos de acceso desde el manillar es una imposición de serie, pero es cierto que desde ese enfoque es como se consigue ir fluido manteniendo una velocidad de crucero solida, concentrado en montar bien y con una bici que transfiera en agarre y adherencia todos los vatios que imprimes en las bielas.
Ese es el camino y el concepto de XC de ritmo y de calidad de conducción que desde Specialized nos han querido mostrar con el concepto EVO. Como bici para ritmo frenético con bloqueo y desbloqueo constante ya tienen la mejor y para esta han pensado en ese otro XC de velocidad y resistencia con eso que ahora llaman “flow”, de darle a las bielas muy duro pero sin tirones, dejando que la velocidad llegue sin estridencias ni derroche de energía… Pero sobre todo y no menos importante, de tener un gusto exquisito por montar tan rápido como fino, de los que disfrutamos tanto de dejar a alguien atrás en una subida imposible como en las bajadas y zonas más técnicas con el inmenso placer de poder hacerlo siempre montando “bonito”.
Ese el mountain bike que puedes esperar de la Specialized Epic EVO y esto lo hace como pocas. Así, el hecho de no tener el mando de bloqueo a mano induce a que de manera más constante te centres en ser más elegante o directo en la conducción y eficaz en el pedaleo, que es algo que además te lleva a no despilfarrar fuerzas, en lugar de buscar ganancias o consuelos congelando o abriendo las suspensiones a cada instante que crees que puedes… Porque, a mí me pasa, cuando lo tienes tan a mano, con el uso continuo se convierte en un vicio que va a más y más hasta el punto de que casi abres y cierras las suspensiones que lo que cambias de desarrollo.
El hecho de que no lo traiga de serie es algo con lo que no estoy plenamente de acuerdo, aunque se puede instalar, pero es verdad que acabas restringiendo esos bloqueos totales a tramos donde son estrictamente necesarios como pistas largas o senderos bien pisados, en los que hay tiempo y comodidad para hacerlo y en los que realmente el bloqueo se aprovecha como una ventaja estable y consciente.
Aquí la Specialized Epic EVO sin Brain sí que se puede llegar a pensar que presenta una ventaja respecto a la Epic con Brain; y es que subiendo por una pista dispones de una bici 100% rígida (algo siempre actúa desde impactos moderados) sin que el Brain te abra la suspensión al paso por un pequeño bache.
La situación es frecuente, en la que vas sufriendo a base de bien por una pista ascendente, te pones de pie para no dejar que el hueco con el ciclista que te precede aumente ni un palmo de más y justo en ese pequeño surco el Brain de la horquilla y del amortiguador se abren.
Lo hace muy poco y a mi modo de ver de manera genialmente oportuna, apenas una pedalada y media según lleves regulado el umbral de acción del Brain, pero es algo que cuando vas muy tocado, para algunos parece ser la estocada final para dejarles hundidos. Hombre, que si uno llega a ese punto y ese medio segundo de desbloqueo es la clave entre quedarte o seguir… creo que el problema no va a ser de la bici sino de la capacidad de cada uno. Quiero decir, que te quedas porque vas como una pavesa y ya un simple soplido te ha tumbado.
Bueno, el caso es que he escuchado esa “queja” no pocas veces del “abre cuando yo no quiero” y, aunque a mí parecer no es inconveniente alguno, de hecho siempre lo he entendido como una gran ventaja básicamente porque, cuando conoces la bici con Brain y ves que vas pasar por un bache subiendo, en lugar de alejarte de la bici, lo que haces es apretarte contra ella y en lugar de llevarte el trallazo, dejas que te proteja aprovechado la suavidad y la tracción extra, cuando el otro bloqueado sale un poco rebotado. Uno no se nota, pero cientos y cientos de veces…
Sea como sea, para los que prefieren ese bloqueo total, con la EVO puedes hacer toda la pista abierto, semi cerrado y cerrado total por elección propia y esto es algo que a mucha gente le gusta, aunque haya que andarse atento para no entrar bloqueado en el siguiente tramo técnico, en el que echar la mano al amortiguador y a la corona de la horquilla con prisas no es lo más oportuno precisamente, cosa que si llevara de serie ese bloqueo desde el manillar, que se puede llegar a montar sin problema, entonces esto no sería nunca un inconveniente.
Cinemática de XC
De esta carrera entre amigos también obtuve una conclusión importantísima de la Specialized Epic EVO, y es que se trata de un concepto de bici rápida, pero más para ritmo independiente que condicionado. Quiero decir, no es lo mismo ir solo intentando ir muy rápido, que siempre acomodas ese supuesto ritmo máximo a lo que puedes hacer y vas necesitando en cada momento, que tener que ir muy rápido contra otro que en ocasiones te impone un ritmo te guste o no. Unas veces porque no puedes pasarle y te toca ir más despacio de lo que podrías, o lo contrario, tener que apretar a fondo cuando peor te sientes para no cortarte del ritmo de un “rival” que en ese momento va mejor.
Justo antes de salir al “duelo”, sabiendo que él llevaba una Epic que abre y cierra de continuo en las zonas en las que hay muchos tramos técnicos cortos combinados con zonas de pedaleo puro y duro, intenté adelantarme a ello porque sabia lo que iba a pasar, y es que con Specialized Epic S-Works a cambios de ritmo secos al entrar en una zona más fácil, en esas arrancadas tenía las de perder.
Así que hice lo que en teoría pide el cuerpo, es decir, si quieres ir más rápido con una doble endureces un poco las suspensiones para que la bici sea más reactiva… y la cagué…, no mucho, pero sí ese poco que notas que el cambio ha sido para peor y al darte cuenta de que has elegido mal, al sufrir te mina un poco la moral, por lo que duele de más compensar el fallo y por lo estúpido que te sientes.
Specialized para la EVO ha montado el mismo nuevo tren delantero que en la Epic de 100 mm, pero han rediseñado el basculante trasero, que además es 5 mm más largo de vainas que la Epic de 100 mm. La medida es de 433 mm en la Epic y de 438 mm en EVO, en todas las tallas respectivamente.
La bieleta también es algo diferente, el punto de pivote es el mismo, justo detrás del tubo de sillín, pero esta bieleta en la EVO es algo más larga y los tirantes anclan más atrás, no sólo para que entregue ese centímetro más de recorrido en la trasera, sino para que la ausencia del Brain se compense con una plataforma más estable aun en el pedaleo abierto.
En el estreno de la bici apliqué la presión recomendada por Specialized en la EVO para que con mi peso de 72 kg el SAG se comprimiera el 30% del recorrido de la carrera del amortiguador, y con una regulación de rebote intermedia iba perfecto. Para la horquilla seguía la tabla indicada en la parte posterior de la botella derecha y casi perfecto, porque iba un poco duro para mi gusto.
El caso es que ahí estaba perfecto, de hecho pocas veces había bloqueado la trasera previamente, bastando con cerrar la horquilla para pedalear de pie, pero al meterle más aire al amortiguador y dejarla al 20% de SAG contradictoriamente la trasera empezaba a contaminar más la pedalada, incluso pedaleando sentado, con un sutil respingo en extensión.
Ahora, pensado en frío, es lógico porque además de que todos los amortiguadores Fox y Rock Shox para la EVO están tarados de serie para esta cinemática específica y que trabajen de forma eficiente en ese punto ideal del 30%, la bieleta de la EVO está pensada para que reduzca la curva de acción más sensible a partir de ese punto del 30%, que actúa de recorrido negativo para que la rueda trasera busque los agujeros rápidamente.
De primeras no dije nada y lo “apañé” cerrando el rebote en marcha casi al máximo, pero claro, me dejaba la trasera casi inerte incluso yendo con el amortiguador abierto del todo. Después de salvar los dos primeros asaltos por pistas ascendentes y toboganes duros, pedí 1 minuto de tiempo muerto, me bajé y con la uña que no es la herramienta más indicada precisamente, le di un toque a la válvula de aire del amortiguador. A ojo conseguí bajar ese poco la presión. Problema arreglado y lección aprendida: en la Specialized Epic EVO más aire no es mejor.
Cuando el nivel de dos rivales es muy parejo no se suele dar una fuga espectacular de salida y es mejor esperar al desgaste con un ritmo machacón, observando hasta que su lenguaje corporal revele debilidad sin desvelar la tuya, para intentarlo en las zonas clave en las que te crees más fuerte, aunque a veces te llevas una sorpresa.
La ventaja teórica y práctica de la Epic S-Works en un sentido de eficacia de la pedalada, aunque fuera muy fuerte pero a ritmo constante, no resultó suficiente como para soltarme de rueda yendo yo con la Specialized Epic EVO. Mi amigo lo intentó no pocas veces donde sabe que puede, pero aunque es una mala bestia, es un diésel de gran cilindrada que incluso con una bici más reactiva, ligera y con Brain, necesitaría la capacidad física de meter ese cambio en seco y luego la técnica para gestionar esa potencia entregada y traducirla en velocidad por un camino sin riesgos. Sin embargo, creo que yo mismo con esa Epic y Brain sí que habría sido más rápido que con la EVO, poco y no durante mucho tiempo, pero ese no es el terreno de ventaja de la EVO.
Por esto la llaman EVO
Llegó lo complicado… senderos rotos donde sencillamente besa el suelo. Bajando la tija apenas dos centímetros me lancé a muerte trialera abajo. Qué bien funciona el mando Shimano de la tija, por cierto.
Normalmente suelo distanciarme bastante en este tramo de piedras enormes, una de esas bajadas que además nunca terminas de aprenderte la línea buena porque cambia continuamente cada día que llueve fuerte.
No sé muy bien cómo explicar que con una bici de rally jamás he bajado así, posiblemente igualando el mejor tiempo que haya hecho con una bici de enduro, sobre una bici con la que hacía un minuto estaba ganando altura sentado en la punta del sillín a 185 pulsaciones, pedaleando a más de 400 vatios mantenidos en paralelo con toda una Specialized Epic S-Works… Y sé a los vatios que subíamos porque pesamos más o menos lo mismo y luego él me lo dijo con el Quarq que su bici sí trae de serie.
Cuando estás en la faena lo notas, pero es cuando llegas al final cuando tomas conciencia de lo que ha pasado. Es sencillamente mágico, no sólo porque el recorrido parezca mucho mayor de esos 120/110 mm, sino porque en lugares donde sueles pasar conteniendo la respiración por no reventar un tubeless, con la Specialized Epic EVO lo haces literalmente volando.
Ahí también sale a relucir la mayor distancias entre ejes de la Epic, de 1.179 mm frente a los 1.194 mm de la EVO en la talla L del test, con una comparativa de distancia entre ejes entre el resto de tallas de: S (Epic 1.116 / EVO 1.132 mm); M ( Epic1.148 / EVO 1.164 mm); y XL (Epic 1.211 / EVO 1.227 mm).
Puedes echar una cuenta rápida y ver que en realidad entre ejes y en todas las tallas la EVO es más larga de esos 5 mm de vainas de la EVO respecto a la Epic, pero ten en cuenta que al ser la horquilla más larga también aumenta la distancia entre ejes. Si afinas en el cálculo verás que hay una variación de unos 16 mm entre ejes en todas las tallas.
5 mm corresponden a un alargamiento de la EVO hacia detrás de las vainas y los otros 11 mm restantes de la parte delantera corresponden del aumento de recorrido y diferente estructura de la SID de 100 mm frente a los 120 mm de la Fox Float 34 Factory Step Cast.
En giros muy cerrados, con el Flip Chip en posición larga, puedes notar que la EVO es un poco más “barco”, ahí no se gana demasiado y es una situación que se da de forma muy puntual, pero entre el recorrido extra, la mayor distancia entre ejes y unos ángulos sensiblemente más tumbados, como la bajada sea larga y dura, como fue el caso, si tienes manos la ventaja puede ser descomunal.
Perdona, que he sobreentendido que sabes qué es el Flip Chip. Es un casquillo excéntrico y reversible que en la Epic EVO modifica la geometría desde el anclaje del amortiguador. Invertir su posición es un minuto e implica tener medio grado más de dirección y 6 mm más de altura del pedalier. Es decir, que de los 67,5º de la Epic frente a los 66,5º de la EVO, con el sistema Flip Chip la dirección la EVO se puede quedar en 67º y el tubo de sillín 0,75º más vertical para quedarse prácticamente igual que en la EPIC, que es de 75,5º.
Con esa regulación más racing del Flip Chip la EVO se “eriza”. Aun así sigue siendo más larga que la Epic por sus vainas 5 mm más largas y con la horquilla de mayor recorrido y avance. Dinámicamente se percibe a todas luces más reactiva, nunca como una Epic de 100 mm, pero sí en posición de mayor ataque en el pedaleo.
Esto hace que la rueda delantera lleve un poco más de peso, con más control en tramos revirados. Lo he probado varías veces en los mismos lugares de una manera y de la otra pero a título personal, me quedo con la EVO de horquilla más tumbada. ¿Por qué? Porque es lo más coherente en una bici que viene sin bloqueo y que invita más apostar por un estilo rápido y elegante en el que se encuentra en su ambiente perfecto, que feroz y explosivo, que lo permite con ese cambio, pero con el que nunca llegaría a alcanzar a la Epic de 100 mm, que lo hace como ninguna y ese es tu estilo. Pero la posibilidad está ahí, va en gustos y es una genialidad.
Luego hay otra gran diferencia de la Specialized Epic EVO respecto a la Epic de 100 mm digamos de circuito; con lo fácil que era identificarla cuando la llamaban World Cup, y es que al no llevar un Brain que necesite un impacto para abrir el sistema de suspensión, al estar siempre abierto es comprimible con el peso del ciclista y puedes aprovechar el retorno de las suspensiones para saltar obstáculos grandes y muy grades con una solvencia pasmosa… en una bici de 10,720 kg en talla L con la que se puede pedalear duro de verdad.
Volviendo al duelo, al llegar abajo del valle, sigue una subida de sendero cerrado muy bien pisado, sin apenas obstáculos desde la que se puede ver la zona por la que acabas de bajar. Por norma suelo ver a mi amigo ese el ultimo tramo técnico, cuando yo ya he recorrido unos 400 metros en la subida que le sigue al otro lado del valle, pero ya me estaba metiendo en el bosque y seguía sin verle. Me paré, que esto es un juego y ya temía que hubiera tenido algún percance, pero justo cuando saqué la cala del pedal para darme la vuelta… vi que empezada esa ultima zona y el caso es que tampoco parecía bajar despacio. Subiendo muy tranquilo esperé a que me fuera cogiendo.
Ese sendero de subida dura desemboca en una pista enorme de firme bien pisado, por norma antes de llegar, siempre me alcanza al final del sendero, pero la ventaja en esa bajada fue tanta que aun bien metido en la pista todavía ni le veía.
Ahí aproveché para dejarme llevar a ritmo suave sobre la EVO… y en este tipo de situaciones la Specialized Epic EVO también me reveló una buena ventaja que nada tiene que ver con las carreras, porque siendo una bici con capacidad de ir muy rápido, deja pedalear despacio, relajado y disfrutando del paisaje… Que lo de ir de campeones con bicis de campeones a todas partes está muy bien, pero esos ratos de mountain bike introspectivo que quien más quien menos todos necesitamos en algún momento, ahí la EVO es la jefa.
Abres las suspensiones de par en par, te sientas a plomo y dejas que la bici lo filtre todo, pedaleando suave o dejándote caer por un caminito, para que la bici despegue sola, suave, comprimiendo levemente las suspensiones, y aterrizando como la mantequilla. Se llama Epic, corre y trepa, pero al apellidarse EVO también puedes asociarle ese mountain bike de buen rollo.
Al reagruparnos le pregunté por la bajada con su Epic S-Works y para mi sorpresa me encontré con la respuesta: “He bajado más rápido que nunca, esto es un maquinón increíble, me sobra bici y me faltas pelotas…, pero es que tú con eso… has desaparecido en un segundo del radar”.
Acabando
Llevábamos más de 50 kilómetros a palos, entre amigos y caballeros, buscando el fallo del otro, era un experimento en forma de juego, las conclusiones estaban claras y tampoco se trataba de buscar el limite el uno del otro. Como usamos los mismos pedales y casi la misma altura de sillín, nos cambiamos un rato las bicis.
Insisto que no era mi intención meter la Epic S-Works en este test, pero de manera inevitable ha aparecido. Es… una bala, es incluso mejor de lo que me esperaba: más fina, ligera y eficaz que nunca. Es la bici de carreras de siempre que no se la puede clasificar en la categoría de dobles ni rígidas, es Epic, sin más, es mejor y pide gas a fondo de continuo, porque es más corta, más baja de pedalier, de manillar y dirección por su horquilla más baja… y el Brain pone todo lo necesario para que no tengas excusa alguna en no hacer otra cosa que darlo todo.
Sin embargo, después de bajarme con las sensaciones tan cercanas de una bici a otra, la Epic S- Works me parecía un poco frágil, algo que seguro no habría notado jamás de no haber podido subir a la EVO previamente, pero es que lo he hecho y lo he descubierto.
Es verdad que por especificaciones, ligereza, recorrido y por el Brain, con la Epic S-Works creo que en ese recorrido que conozco tan bien, incluso siendo con tan seguridad más lento en las bajadas más complicadas, creo que sido más rápido en el registro final.
No creo que por mucho, pero al saberte todo lo que viene, las trazadas y las trampas de todos los caminos, con la Epic y su explosividad extra habría podido llegar algo antes, arrancando más rápido en las aceleraciones, aunque dudo que lo hubiera hecho tan emocionado, porque una de las grandes diferencias es que cuando el mountain bike se vuelve mountain bike de verdad, con la Epic vas muy rápido pero estrictamente concentrado en lo que haces, y con la Specialized Epic EVO vas igual de rápido, mucho más si lo tienes dentro de ti, pero con un grado de disfrute mucho mayor en cómo lo haces.
La geometría Epic heredada del desarrollo en Copa del Mundo, como en todas las bicis de 29” modernas en las que se han tumbado más las horquillas, alargado los tubos superiores con potencias más cortas y compactado las vainas, ha resultado en mejores bicis en el mundo real para ciclistas anónimos, de cualquier edad y condición física. No siempre lo que necesita un pro es lo que necesitamos los mortales, pero en esta ocasión todos hemos salido ganando.
La dureza y exigencia técnica de estas pruebas de XCO también ha exigido que grandes marcas como Specialized dieran el do pecho en aligerar las bici al limite, rígidas y dobles, mejorando al tiempo su resistencia estructural con unas cinemáticas mucho más eficientes que permitan que los salvajes de la Copa del Mundo puedan llevar bicis que transfieran al terreno todos los vatios de sus piernas cuando pedalean a muerte por terrenos muy complejos. Esto también nos ha afectado positivamente a toda la comunidad de ciclistas de montaña.
Todo esto ha sido un proceso largo y apasionante que nos trae bicis como la Epic S-Works y en consecuencia la EVO.
Y ahora que la he probado, ¿merece llamarse Epic? Sí, vaya que sí, desde luego no se me ocurre un nombre más adecuado para una bici con la que he subido y bajado a una velocidad y fluidez por sitios por los que ni siquiera con la Epic lo había hecho nunca.
El deporte, el mountain bike en este caso, tiene sus momentos en cada persona, hay un proceso de madurez y un recorrido de años en los que no quiero decir que te cambien los gustos, pero sí la manera de hacer las mismas cosas. Specialized ha decidido firmar con la denominación Epic a todo aquello que esté dentro del círculo del Cross Country. Ya tienen unas de las mejores rígidas de la historia con una gama fantástica, llega la renovada Epic de 100 mm, que es una bici que va a triunfar como la hecho siempre y más… Y ahora incorporan este concepto EVO bajo el punto de vista experto de Specialized, sin Brain ni bloqueos remotos.
Es una bici de pedaleo ágil, no es letal en arrancadas como la Epic, pero en subidas complejas, larga distancia y no digamos bajadas duras… juega en otra liga. Es la bici perfecta para el maratoniano experto en buena forma, de los que hacen registros de nivel sin necesidad de entrar en tirones ni juegos ajenos, que sabe lo que puede y debe hacer en cada terreno disfrutando del placer de tener la Epic más versátil de todos los tiempos. Con un rodar muy suave, de estética increíble, acabados de pimer nivel y con dos ajustes de geometría muy efectivos, que no trae bloqueo pero que permite montarlo y lo agradecería, luego lo uses mucho o poco es otra cosa pero que esté ahí a mano zanjaría el debate, en una de las bicis de XC más auténticas que haya probado, con una relación capacidad-ligereza inaudita y que en definitiva, eleva a la Epic al grado de leyenda.
Cosas de familia
Toda la gama Specialized EPIC Evo y su planteamiento de bici de XC amplio, ofrecen la experiencia de uso Specialized Epic Evo al 100% desde el S-Works al Comp. Las suspensiones Rock Shox, tanto en la horquilla como en el amortiguador le darán a la Epic Evo S- Works ese toque un poco más rally purista no sólo por el ahorro de peso, sino porque su sistema hidráulico de Rock Shox genera un poco más de retención en la parte inicial del recorrido. No llevar a la vista los cables de la tija telescópica Reverb AXS y del cambio gracias al grupo Eagle AXS XX1, dejan el frontal de la bici de otra forma, pero claro, son 11.599€. La Pro monta un cuadro FACT 11m en lugar del 12m de la S-Works, pero por montaje y calidad general bien podría ser una S-Works. La versión Expert mantiene el máximo nivel con un grupo SRAM X01 de 12 veleidades y las fantásticas ruedas Roval Control Carbon. El primer modelo de entrada a la gama Epic Evo llega con la Comp, que para ser el primer modelo cuesta 4.499 €, pero para una bici que se llame Epic Evo hay un nivel de prestaciones del que no puede bajar, con llantas de aluminio tubeless ready, componentes de aluminio, frenos SLX… y con todo lo necesario para ser tan buena en todo como el resto de la gama aunque obviamente más pesada.
- EPIC EVO S-WORKS | 11.599 €
- EPIC EVO PRO | 8.899 €
- EPIC EVO EXPERT | 6.499 €
- EPIC EVO COMP | 4.499 €
La bici al detalle...

En Specialized siempre han mostrado una obsesión patológica por los neumáticos de todas sus bicicletas… Y eso les ha convertido en una referencia mundial en sí misma dentro del segmento de “gomas”, de hecho es la marca elegida entre infinidad de ciclistas con bicis que no son Specialized, y desde luego razones no faltan. Carcasas fiables, dibujos y compuestos para todos los gustos, necesidades y disciplinas, son fáciles de adquirir y por encima de todo han dado siempre con la clave maestra en los matices de sus diseños que les dan ese poco más. En este caso, para Epic Evo Pro no habría elegido nada mejor, dos leyendas rodantes que han ido mejorando cada año, con una Ground Control 2,3 delantera con una retención en la frenada tan extraordinaria como la mordida segura en curvas incluso tumbando de golpe, y un Fast Trak trasero también de 2,3, considerado como uno de los mejores neumáticos de XC de todos los tiempos por su impecable relación de tracción y baja resistencia a la rodadura, con un balón muy redondo de comportamiento progresivo y predecible. Tal vez quien quiera limar unos gramos extra para rutas rápidas pueda elegir una versión 2,2 con Fast Trak delante y detrás, que es un también es una combinación ganadora que trabaja de vicio en XC y con las llantas de garganta interna de 25mm le dejan los hombros de los tubeless muy rectos y estables.

La horquilla Fox Float 34 Factory de esta versión Pro, como se dice en los caminos, es “crema”. Realmente una bici doble vale lo que se consiga a la hora de equilibrar el comportamiento de la trasera y la delantera, y la verdad es que no se me ocurra una compañera mejor para la EVO. Es verdad que Rock Shox ha hecho un trabajo brutal con la gama Ultimate, con unos pesos de récord en esta categoría de 120 mm, pero el efecto visual y funcional del Kashima de las barras, del amortiguador y de la propia tija telescópica lleva a esta bici a un rango de sensibilidad y calidad increíble. Puedes dejar la horquilla sencillamente como quieras, de hecho el único defecto que le veo es que precisamente es regulable en exceso, quiero decir, que el rango es tan amplio que hay que ser muy fino para percibir cambios en ajustes muy progresivos, pero vaya…, bendito problema.

SRAM y su grupo Eagle AXS han conseguido lo que nunca pensamos que podría suceder, que el XTR estuviera como segunda opción de gama en una bicicleta, como sucede en la gama Epic. Siendo justos, a nivel de soluciones técnicas, SRAM merece ser el no va más con sus grupos y elementos wireless AXS, con un funcionamiento impecable y unos acabados muy premium, pero vamos a ver, XTR es XTR en eficacia, suavidad y precisión… En eso no les ha superado nadie nunca. Es verdad que venia de probar decenas de bicis previas con SRAM, que han conseguido hacer más suave la acción de cambio con sus grupos electrónicos, pero también los mecánicos. Sin embargo la nitidez y precisión del mando mecánico XTR con los pulsadores texturizados, con un cambio escultural y construido a conciencia para durar, con los tallados perfectos de un casete producido con una calidad sin comparación posible, todo animado por la mejor cadena de 12 velocidades del mercado… Da igual la cruzada que pegues, da igual que te lleves la cadena de una extremo al otro del casete en dos pulsaciones profundas… ni un ruido, ni un fallo, da igual el barro… Y todo con una vejez contrastada y patente sobre todo en sus bielas con el paso del tiempo que asegura un grupo impecable por muchos años.

En una bici así los frenos son…, no voy a decir la chorrada de que el 50% de la bici, pero sí una parte fundamental de que te quedes con el 100% de la realidad de ella, porque con la Epic EVO se puede bajar muy pero que muy rápido… Y si cuando toca decir “so” el caballo se revuelve… puedes tener un problema de los gordos. Ya lo he dicho en otras ocasiones, he tenido problemas con los frenos XTR dependiendo de la “hornada”, unos años frenan de miedo y otros ha sido lamentable, con problemas de potencia, de dilataciones por calentones… En este caso hemos dado con los súper XTR que cabe esperar, de tacto preciso, buen mordiente, calidad de construcción muy premium, sin holguras ni vibraciones, con muy buena capacidad de dejar las manetas en el sitio perfecto para todo tipo de manos y, bueno, que aunque llevan un disco delantero de 180 mm, como están montados en una bici de rendimiento y resistencia, hay una cosa que me encanta, y es que el depósito superior permite hacer un segundo agarre para descansar las manos con un grip seguro apoyando los pulgares por fuera como si fuera unos Togs.

Desde hace unos cinco años hacia este 2020, Roval se ha ganado la categoría de marca independiente, y esto sucede cuando una marca tiene gama y una calidad tan extraordinaria como para considerar su montaje en bicis ajenas a la marca. Con una excelente representación en todas las disciplinas relevantes, con aportaciones técnicas y tecnológicas del primer nivel, la grandeza de una marca también se mide en sus modelos cercanos a la más alta gama, y en este sentido las Roval Carbon de esta Epic EVO Pro me parecen una de las mejores ruedas de montaña del mercado no sólo para esta bici sino para cualquiera. Trato las bicis de test como se merecen, con más respeto, cariño y cuidado que las mías, pero las pruebo y esta Epic EVO Pro pide tralla bajando y no pocas veces he llanteado al punto de que, aun sin oír la fuga del aire me he detenido, temiéndome lo peor. Nada, ni un rasguño, ni un pinchazo, están como nuevas y no sólo porque hayan ensanchado la garganta interna de las llantas hasta los 25 mm, sino porque han reforzado los labios donde ciñen los tubeless en una ruedas ligeras y muy bien construidas, que giran sobre los bujes más fiables del mercado (DT Swiss 350S) con una acústica maravillosa del núcleo y cuyo único defecto es que al sacar la rueda a veces escupe el casete y tienes que montar el muelle y los dos trinquetes magnéticos a mano.

En cualquier bici los detalles no evidentes se notan mucho con el paso de los kilómetros, pero más aún en una bici destinada a las rutas y aventuras más largas. El guiado de todos los cables está resuelto de diez y me parece un acierto total el retorno a los pedalieres de cazoletas roscadas, que no es un paso atrás sino una evolución, ya que el carbono ahora les permite alojar esas roscas sin acumular peso ni sacrificar rigidez. Por otro lado, tantos los topes de todos los cables como la pintura y todos los protectores transparentes de alto rendimiento que abrazan la Epic EVO garantizan que la estética esté a salvo por muchos años. En este sentido a nivel de diseño han ido al límite con la vaina derecha, para la que han tenido que montar una guarda vainas de goma muy chulo, pero que debe de llevar obligatoriamente porque la cadena en el piñón más pequeño literalmente toca con el protector. Es algo que está previsto a nivel de diseño, no hay que asustarse, pero a los pocos días de salir ves como la cadena rebaja en altura las crestas del protector de goma. Luego las ingeniosas herramientas SWAT integradas en el tubo de al dirección y bajo el portabidón del tubo diagonal ya las conocemos y es una forma de no cargar con ellas en los bolsillos, en una bici así tampoco es dramático añadirle los 200 gramos extra que supone portarlos en la bici y a cambio te aseguras no tener que echarte la mano a la cabeza porque has pinchazo o roto una cadena… y te dejaste en casa la multillave.
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