Probamos la Trek Procaliber 8, aluminio 'hardtail' para (casi) todo
01/02/2024
No se si podemos decir que el aluminio vuelve a ser tendencia. Probablemente no sea para tanto. Pero lo que sí es cierto es que, de un tiempo a esta parte, determinadas marcas se han empeñado -y nosotros lo celebramos- en revitalizar un segmento, el de las hardtail en aluminio, con montajes sumamente atractivos, versátiles y, lo que es más importante, bajo una relación calidad-precio muy a tener en cuenta.
Una de esas marca es Trek, que el pasado mes de octubre presentaba la nueva Procaliber en aluminio, una bicicleta que viene a sustituir a la plataforma X-Caliber, acercando al usuario las sensaciones y modo de conducción de una máquina de competición como la Procaliber de carbono, pero a un precio más asequible. Y la mejor forma de conseguirlo, amigos, es con un bastidor de aluminio y una concepción similar. Así de simple... que no fácil.
¿Quiere decir esto que estemos ante una bicicleta de peor calidad? Rotundamente, no. Estamos ante una bicicleta, obviamente, más pesada -esta Procaliber 8 ronda en la báscula los 12 kilos y medio-, pero perfectamente capaz de afrontar el mismo nivel de exigencia que su hermana en carbono. De hecho, la nueva familia Procaliber en aluminio -formada únicamente por dos modelos-, constituye una buena oportunidad para tener una bicicleta 'ready to race' con la que iniciarse en la competición y que podemos ir mejorando progresivamente, si nuestro nivel lo requiere.
Alpha Platinum
Bajo esta denominación Trek fabrica sus mejores cuadros de aluminio, algo a tener muy en cuenta. En el caso de la Procaliber, hablamos de tubos conificados (más delgados en los centros, más gruesos en las zonas de unión), hidroformados y extrusionados en frío, que han sido ensamblados mediante robustas soldaduras que quedan a la vista y son parte del atractivo, sin duda, de este bastidor. A destacar también, el trabajo desarrollado en el tubo de dirección, la compatibilidad con tijas telescópicas, los soportes ocultos para portabultos o pata de cabra, y el guiado interno de los cables.
Es en este apartado del cableado, sin embargo, donde hemos encontrado el principal 'pero' de la Procaliber 8. Y es que la salida de los cables, por la parte inferior del tubo diagonal, a la altura del pedalier, se produce de una forma un tanto tosca, dejando un espacio abierto, a nuestro entender, demasiado amplio para la entrada de agua, barro y todo tipo de suciedad. Algo, sin duda, que una marca como Trek debería mejorar.
En cuanto a la geometría, por otro lado, nos encontramos ante uno de los grandes aciertos de la firma de Wisconsin. Y es que, hablando de la talla M que hemos probado, tenemos un ángulo de la dirección a 67 grados, unas vainas de 430 mm y un ángulo efectivo del tubo del sillín de 74,3 grados. Unos números que confieren mucha confianza y seguridad en las bajadas, además de una capacidad pedaleadora y unas virtudes escaladoras de alabar.
Para que os hagáis una idea, bicicletas de categoría y equipamiento similar, encuadradas dentro de lo que llamamos 'downcountry', como la Mondraker Chrono DC en aluminio, deja ese ángulo de dirección en los 68,5 grados. Por lo que no podemos negar que en Trek también buscan sin complejos la diversión -y la seguridad- a la hora de tirar cuesta abajo.
Si a ello le sumamos la posibilidad de montar horquillas de hasta 130 mm -de serie viene con 120 mm- no podemos evitar pensar en la cantidad de diabluras que se pueden llegar a hacer con esta Procaliber 8 en trazados con un puntito más trail.
Fiabilidad y equilibrio en componentes
Ya que hablamos de horquillas, la Procaliber 8 que hemos probado llega con una RockShox Recon Gold RL, con muelle DebonAir y bloqueo no remoto. Su comportamiento es muy lineal y equilibrado, lo que unido al eje pasante de tipo 'boost' Maxle Stealth de 15 mm de la rueda delantera, se traduce en seguridad y rigidez a la hora de afrontar los tramos más exigentes.
En cuanto a la transmisión, encontramos un mix muy solvente de Shimano XT (cambio trasero) y SLX (manetas, cassette y cadena), con 12 velocidades que van del 10 al 51. El pedalier, en cambio, corre a cargo de E*thirteen y su modelo Helix de 30 dientes. Una combinación que para un uso puramente racing, probablemente se quede algo corta, siendo más recomendable un plato de 32 dientes para este cometido. Aún así, nada que objetar ante su funcionamiento más que correcto.
Siguiendo con Shimano, la marca nipona también firma los frenos con manetas MT4100 y pinzas de freno MT410, sobre discos RT54 de 160 mm detrás y 180 mm delante. Sin duda, otra declaración de intenciones de la Procaliber 8.
Para el resto de componentes, y como no podía ser de otra forma, llega el turno de Bontrager, que aporta potencia Elite de aluminio en 60 mm, manillar Comp del mismo material y unos generosos 720 mm de ancho, además de la tija telescópica Bontrager Line Dropper de 100 mm y un cómodo sillín Bontrager Verse Short de 145 mm de ancho.
Finalmente, en el apartado de ruedas, se vuelve a demostrar la importancia de llevar una bicicleta 'bien calzada' y cómo esto puede influir en el comportamiento de la bici. Las llantas Bontrager Kovee 25 de aluminio y 23 mm de ancho cumplen con su cometido de aportar resistencia y durabilidad, mientras que los neumáticos Sainte-Anne Pro XR de 2,4'' se encargan de conferir velocidad en llano, agarre en curva y confianza en los descensos.
El resultado final, en nuestra báscula, es de 12,480 kg (12,300 kg según Trek) en talla M, un peso algo elevado que, sin embargo, no se traslada dinámicamente a la bicicleta, una vez que te subes a ella y comienzas a pedalear.
Trek Procaliber 8... en acción
La comodidad es la primera sensación que aflora durante las primeras pedaladas sobre la Procaliber 8. Y es que, a pesar de ser una bicicleta con un enfoque, teóricamente, XC racing, no te coloca en ningún momento en una posición demasiado exigente o forzada. Al fin y al cabo, como hemos dicho en otras ocasiones, la comodidad también es rendimiento.
Eso no quiere decir que, a la hora de apretar los pedales con fuerza y esprintar, por ejemplo, no aflore rápidamente su carácter ágil y competitivo, gracias a su compacto triángulo trasero. Por no hablar de sus virtudes escaladoras, merced a esas contenidas vainas de 430 mm que trabajan en favor de la mejor tracción posible ante los senderos más técnicos e inclinados.
Pero donde gana enteros la Procaliber 8, desde nuestro punto de vista, es cuando el sendero se torna cuesta abajo y se vuelve revirado. A partir de ese momento, la diversión está asegurada, y todo ello gracias a una combinación de varios elementos: ángulo de dirección, recordemos, a 67 grados; neumáticos de 2,4''; una efectiva horquilla de 120 mm y la tija telescópica hacen que todo resulte más fácil -y seguro- a la hora de bajar.
El acusado slooping del cuadro de la Procaliber, además, repercute en la maniobrabilidad del cuadro, dejándonos mucho 'espacio libre' para movernos por las zonas más técnicas del camino. De hecho, durante una de nuestras salidas nos metimos a practicar un rato en un pump track cercano y nos lo pasamos francamente bien, aunque este no sea, lógicamente, su hábitat natural.
Otro dato a destacar, y que habla muy bien del trabajo realizado en Trek para esta Procaliber, es el paso de rueda. Y es que, a pesar de que la bicicleta llega de serie 'al límite', es decir, con neumáticos de 2,4'' -el máximo permitido por el cuadro- el espacio libre en vainas y tirantes sigue siendo lo suficientemente generoso como para garantizar la correcta evacuación del barro.
¿Para quién o para qué sería esta Trek Procaliber 8? Pues, en primer lugar, para todos aquellos que busquen una primera plataforma con la que iniciarse en las carreras de XC, sin tener que realizar el mayor desembolso que requiere el carbono, pero que ofrece un cuadro sólido y eficiente sobre el que podemos ir implementando mejoras con el tiempo.
Y en segundo lugar, la Procaliber 8 también podría ser la bicicleta ideal para todos aquellos que busquen una hardtail en aluminio, sencilla y asequible, capaz de desenvolverse a la perfección en diversos tipos de terreno, desde tranquilas rutas por caminos de montaña hasta todos esos senderos revirados y juguetones que revelan el carácter más 'picante' de esta bicicleta, sobre todo si miran hacia abajo. Nosotros, de hecho, no podemos dejar de pensar en lo bien que le sentaría una horquilla de 130 mm...
Cosas de familia
La gama Trek Procaliber en aluminio consta únicamente -de momento- de dos montajes, que arrancan en los 1.299 euros de la Procaliber 6.
Trek Procaliber 6 - 1.299 euros
Trek Procaliber 8 - 1.499 euros
La bici al detalle...
Cierto es que las tijas telescópicas en XC ya son un 'must' dentro de la categoría, y raro es el biker que no las utiliza. Lo raro es encontrarlas de serie en montajes de este nivel de precio, una tendencia que parece estar cambiando poco a poco. Y es que la Bontrager Line Dropper no solo está presente en esta Procaliber 8 -recordemos, 1.499 euros- sino también en su hermana pequeña, la Procaliber 6. En ambos casos, y para la talla M, tiene un recorrido útil de 100 mm, más que suficiente para extraer todas sus ventajas en descensos y zonas técnicas.
No es la primera vez que hablamos de la calidad de los neumáticos Bontrager en cualquiera de sus modalidades. Pero es que estos Sainte-Anne Pro XR lo tienen todo para una bici como ésta: un dibujo rodador en la banda de rodadura y una zona de tacos más agresivos en los laterales para asegurar el agarre en curva. El generoso balón de 2,4'' además, influye de forma decisiva en aportar seguridad en los descensos más técnicos. Todo ello, se sirve ya tubelizado desde la tienda sobre unas sencillas pero resistentes llantas Bontrager Kovee 25.
Hay detalles que dicen mucho de las 'intenciones' con las que se fabrica una bici. Y el hecho de montar discos delanteros de 180 mm en estas nuevas Procaliber de aluminio nos habla de una bicicleta 'ready to race' -al igual que el tema de la tija telescópica-, además de aportar un punto mayor de mordiente para todos aquellos que quieran darle un uso algo más trail. En el caso de esta Procaliber 8, las manetas son unas Shimano MT4100 y las pinzas MT410, con discos unos Shimano RT54, una combinación solvente y eficaz en cualquier circunstancia.
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