Probamos las zapatillas de “gravity” Shimano GE9: más robustas y protegidas

Las zapatillas Shimano GE9 (GE900) son una de las novedades de Shimano para 2024 en su línea gravity; de hecho, estas GE9 son el nuevo tope de gama de la marca para enduro y DH y están cargadas de detalles que las hacen merecedoras de dicha posición.

Empezando por la suela nos encontramos una suela Ultread GE con un dibujo que nos ofrece un gran agarre en los pedales de plataforma (o mejor dicho, en los pedales automáticos con plataforma) o si nos tenemos que bajar de la bicicleta y andar. El canal central es muy marcado, pero nos facilita la maniobra de enganchar la cala en los pedales, mientras que los laterales nos dan soporte en la plataforma del pedal.

La entresuela se denomina Torbal 2.0 y cuenta con distintas capas de espuma EVA con nailon reforzado con fibra de carbono para mantener una gran rigidez central para la transferencia de la potencia de la pedalada pero con buena flexibilidad exterior para las situaciones más complicadas o cuando tenemos que andar. El resultado del conjunto suela y entre suela nos deja un índice de rigidez de 7 (de 12) declarado por Shimano. La plantilla que viene de serie es una Shimano de trail con espuma de doble densidad.

El ajuste de las Shimano GE9 se realiza mediante un dial BOA L6 con doble lazada y una generosa cinta de velcro en la parte superior. El dial BOA está protegido, además, con una pieza de plástico que lo protege de golpes y de la posibilidad de que se suelte accidentalmente, precisamente, al golpearse o rozarse con cualquier elemento que nos encontremos en el sendero.

Si algo destaca de estas zapatillas es el acabado de neopreno elástico en la zona del empeine (algo que ya vimos en las AM7) que protege esta zona del pie, evita la entrada de suciedad en la zapatilla y en parte mejora el ajuste, o la sensación de ajuste, al pie. La cubierta superior o empeine es de piel sintética con áreas más transpirables en zonas críticas y la puntera reforzada.

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Respecto al diseño de la horma, sigue el parámetro Volume Trail de Shimano, con un buen ajuste alrededor de la planta del pie para transmitir todas las sensaciones desde la bicicleta y tener un mayor control; dejando, eso sí, un espacio adicional para los dedos y el talón para un mayor confort, especialmente al caminar. Las Shimano GE9 las encontramos en color negro (que ves en las fotos) y verde aceituna con detalles marrones, en tallas de la 38 a la 48.

En acción con las Shimano GE9

Las Shimano GE9 me han llamado la atención por su comodidad y porque, pese a que el peso es bastante más elevado que el de unas zapatillas de XC (420 g en talla 42 la unidad que hemos probado, 423 g declarados por Shimano), no me han resultado especialmente pesadas. De hecho, las he usado también en bicis de XC y me he encontrado cómodo. Subiendo, la suela me ha resultado más rígida de lo que el 7 del índice de Shimano puede parecer, pero en bajada las notaba cómodas, flexando sólo los laterales cuando apretaba los pedales en las curvas o pasos técnicos.

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Eso sí, son unas zapatillas que buscan el máximo rendimiento en otras situaciones y se nota en, por ejemplo, la colocación más retrasada de la cala de lo habitual en unas zapatillas XC. En las GE900 nos encontramos con la cala ubicada más en el medio pie, lo que va en detrimento del rendimiento puro al pedalear pero favorece el control y la estabilidad en las bajadas más complicadas.

Además, el diseño del canal central de la suela me ha resultado muy útil, incluso con pedales sin plataforma, ya que guía el pie de forma muy intuitiva hasta el pedal para calarlo, algo que resulta de mucha ayuda en situaciones en las que tenemos que hacer esta maniobra muy rápidamente y repetidas veces.

No he podido comprobar si realmente la pieza plástica que protege el BOA evita que se suelte accidentalmente (no me he golpeado como para que ocurra o, al menos, no me he percatado de ello) pero la realidad es que tampoco molesta a la hora de manipularla; así que es un punto a favor de estas Shimano GE9.

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A la hora de andar, empujando la bici o, simplemente, cuando hemos terminado la ruta, también me han resultado cómodas, transmitiendo una buena sensación. Además, me ha parecido que la suela se “agarraba” mucho y bien al suelo, algo que he agradecido en algunas rocas húmedas.