4 cosas que te pueden pasar por llevar mal el SAG de la suspensión
El SAG de tu MTB es uno de los ajustes de los que no puedes prescindir. En un artículo anterior ya explicamos qué es el SAG y cómo ajustarlo correctamente para que le saques todo el rendimiento al sistema de suspensión de tu bici de montaña.
En el caso de que no tengas bien ajustado el SAG, te encontrarás con varios problemas que afectarán al rendimiento de la bici, de la suspensión y de tu pilotaje.
1. - Hacer “topes” hasta romper componentes
El SAG consiste, en pocas palabras, en el ajuste para tu peso de la suspensión de tu MTB. Por lo que si llevas el amortiguador trasero sin el aire suficiente para tu peso, irás haciendo topes en lugares y situaciones donde tu amortiguador o tu horquilla no deberían hacerlo (trialeras sencillas, pequeños escalones, etc). Las compresiones serían muy fuertes y el trabajo que se supone que debería hacer el amortiguador pasaría a otras piezas de nuestra bici que no están diseñadas para ello. Por lo que se podrían romper. Por supuesto, una de los componentes que puede acabar en el taller es el propio amortiguador (y no suele ser barato).
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2.- Menos eficiencia en la pedalada
Además, a la hora de pedalear la suspensión se hundiría en exceso, haciendo que la eficiencia de la pedalada sea peor y que tengas la sensación de estar “pegado a la tierra”.
También puede pasar el caso contrario, en el que haya demasiado aire en las suspensiones. Esto hará que la conducción de la bici sea mucho más nerviosa y que te tengas que esforzar más para pilotar. En zonas complicadas o al trazar curvas tendrás un agarre deficiente.
Al llevar las suspensiones demasiado “duras”, no permitirás hacer el trabajo que debe a las suspensiones, por lo tanto las vibraciones y golpes se transmitirán al resto de componentes del cuadro. Esto, a la larga, puede reducir la vida útil de todos los componentes.
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3.- Mal rebote
El rebote también se ve afectado. El ajuste de este sistema es muy importante ya que con demasiado rebote, en el peor de los casos y en situaciones extremas, puedes acabar saliendo “despedido” de la bici. En el caso de que lleves demasiado poco rebote, las sensaciones que tendrás serán de estar pegado al suelo y de nula reactividad de la bici.
4.- Tirar el dinero
Pues sí. Si nos gastamos nuestros ahorros en bicis con sistemas de suspensión muy bien diseñados, pero luego no lo regulamos correctamente, desperdiciaremos toda la tecnología que hemos comprado. Incluso, podemos tener sensaciones negativas que se solucionan prestando atención a los ajustes recomendados.
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Tan solo necesitas una bomba de suspensión y un par de minutos para regularlo. Comprueba aquí como deberías ajustar el tuyo y ponte manos a la obra. Esto hará que tu pilotaje se vea mejorado y que tu comodidad encima de la bici sea óptima.
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