5 cosas que (a lo mejor) no sabías de los frenos de disco

¿Sabías que debes cambiar el líquido de los frenos o cuál es el grosor mínimo que debe tener un disco? En este artículo te contamos 5 cosas que tienes que saber sobre tus frenos de disco para sacarles el máximo partido.
5 cosas que (a lo mejor) no sabías de los frenos de disco
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autor mtbpro J. Daniel Hernández
autor de las fotos Archivo

fecha05/05/2025


Los frenos de disco llevan muchos años con nosotros en el MTB. De hecho, fueron de las innovaciones que más rápido y mejor se aceptaron en este deporte haciéndose presentes en todas las gamas, estando presentes de forma generalizada en todas las gamas de bicis, desde las más económicas hasta las tope de gama, desde finales de los años 90.

Sin embargo siguen siendo unos grandes desconocidos para muchos usuarios. Por eso en este artículo vamos a recopilar 5 puntos que debes tener en cuenta sobre tus frenos de disco.

5 cosas que debes saber sobre tus frenos de disco

Cada pinza con su pastilla: cada tipo o modelo de pinza tiene unas pastillas determinadas, así unas pastillas para frenos Shimano, por lo general, no son compatibles con unos frenos SRAM. Y no hay que olvidarse que desde hace pocos años tenemos modelos que cuentan con pinzas de 2 o de 4 pistones. Eso no quiere decir que no haya marcas, como Galfer, que ofrecen productos para todos las diferentes marcas de frenos.

Existen diferentes tipos de pastillas: además de lo dicho en el punto anterior hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de pastillas: las orgánicas (o de resina) basadas en componentes vegetales y cuyo compuesto es más blando, por lo que la frenada es más gradual y silenciosa, pero también se desgastan antes; las metálicas, con componentes metálicos en su compuesto y cuya frenada es más potente e inmediata, pero hacen más ruido y se calientan más; y las cerámicas, con un refuerzo de fibras cerámicas en su compuesto para evitar el aumento del calor. Te contamos más en este artículo.


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Hay diferentes líquidos de freno y no son eternos: El líquido de frenos también es diferente; hay marcas que usan el llamado aceite mineral y otras el líquido DOT o aceite sintético. No se pueden mezclar y en este artículo te lo explicamos más a fondo. Pero es que, además, estos líquidos hay que cambiarlos, o al menos sangrarlo, a menudo. La recomendación básica es cambiar el líquido de frenos una vez al año, pero aquí te contamos los síntomas que indican que tus frenos necesitan, al menos, un sangrado.

5 cosas que (a lo mejor) no sabías de los frenos de disco

El tamaño de los discos importa: A mayor diámetro, mayor potencia de frenado. Actualmente los tamaños más estandarizados para el diámetro de los discos son de 160 mm, 180 mm y 200/203 mm (Shimano ofrece 203 mm y SRAM 200 mm), aunque cada vez se están desarrollando frenos de mayor diámetro para disciplinas como el DH (por ejemplo los frenos SRAM Maven que llegan a 220 mm). Ojo que no podemos cambiar alegremente el tamaño de los discos, hay que saber cuánto aceptan nuestras pinzas, los cuadros (siempre hay que jugar con los adaptadores); en este artículo te contamos más.


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Los discos también se gastan: Sí, hay gente que no le presta atención a los discos o que los cambia por criterios estéticos o porque les quiere cambiar el tamaño, pero la realidad es que deberíamos controlar su grosor con un calibre y si es igual o inferior a 1,5 mm, o si apreciamos un desgaste irregular, hay que cambiarlos. Cuando lo hagas, no te olvides de hacerles un buen rodaje. Y también conviene revisar, de vez en cuando, el apriete de los tornillos que lo sujetan en el caso de los discos de 6 tornillos.

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