Comprar casco de MTB: cosas a tener en cuenta
Lo primero a la hora de comprarte un casco es tener claro el uso que vas a darle, ya que en el mercado puedes encontrar gran variedad de tipos de cascos para MTB. No solo cascos baratos, y por lo tanto más sencillos y algo más pesados que los cascos de precio un poco más elevado, sino también específicos para el tipo de uso que vayas a darle. Por ejemplo, en un casco para alguien al que le encanta rodar rápido y buscar el límite de su pulsómetro, siempre va a primar la ligereza y la ventilación ya que este tipo de ciclistas necesita un extra de ventilación y no tener que arrastrar ni un gramo de más sobre sus hombros para solo pensar en dar pedales y hacerlo cada vez más rápido.
Para un uso más endurero, para rutas en las que las subidas o el llaneo son meros trámites para llegar a las bajadas más divertidas donde, ahí sí, darlo todo, existe otro tipo de cascos en los que prima más las protección. Y si hablamos de protección hay que hablar de los cascos de DH, los integrales, por fuera muy parecidos a los de motocross pero más ventilados y bastante más ligeros. Son cascos en los que se sacrifica confort por seguridad, lo que los convierte en cascos un tanto incómodos pero vitales para el uso que se les da.
Pero veámoslos más a fondo...
XC / Trail
Este tipo de cascos son los más habituales, por lo tanto la gama es amplísima. Podemos encontrar cascos de XC sencillos pero de garantías desde unos 35 euros aproximadamente hasta los 250 euros de las gamas más altas. En esa diferencia de precio está la marca, la ligereza y las tecnologías aplicadas en su fabricación.
En este tipo de cascos es muy importante conseguir reducir el peso al máximo. Para ello y para optimizar la protección, los cascos de gama más alta incorporan poliestireno expandido (EPS) de dos densidades diferentes, más denso en los laterales, que es la zona más habitual de impacto y donde se requiere mayor protección, y menos denso en la parte superior para poder arañar unos gramos de peso.
Otra tecnología que permite aligerar el casco es la construcción «in mold», en la que durante el moldeado se fusiona la carcasa externa del casco con el cuerpo de poliestireno. Este proceso de fusión refuerza ciertas áreas creando una sola pieza, «exoesqueleto», que permite que el casco sea más ligero, duradero y mejor ventilado que los cascos con carcasas adherida al cuerpo.
Para garantizar nuestra seguridad algunos cascos también incorporan un «esqueleto interno» de material plástico. Se trata de una estructura interna que asegura la integridad del casco aunque se produzca una caída en la que se parta en dos. De esta manera, si en el revolcón típico de la caída te volvieras a golpear en la cabeza, esta siempre tendrá el casco completo para protegerte.
Enduro
Cada vez podemos encontrar cascos más específicos para esta disciplina que tan fuerte está pegando. Se trata de cascos que incorporan algo más de cobertura que los cascos de XC, sobre todo en la parte occipital de la cabeza.
Otro detalle de este tipo de cascos está en sus viseras, que permiten levantarlas mucho más de lo habitual que en otros cascos para que, si utilizas gafas de máscara, puedas colocarlas justo debajo de la visera durante las subidas para que no te agobien y tenerlas muy a mano si aparece un descenso inesperado. También puedes encontrar que algunas marcas ya incorporan directamente anclajes para las cámaras de vídeo, sin necesidad de otros accesorios ni cintas de anclaje.
Y como te puedes imaginar, estos cascos, para proteger más, llevan más cantidad de material, con lo cual las ventilaciones son menores. Eso sí, en las gamas más altas las ventilaciones están estudiadas en el túnel del viento para optimizar al máximo esas aberturas en el casco.
En ocasiones es tan delgada la línea que separa los cascos de rally y los de enduro que se me hace difícil hablarte de precios, pero podríamos hablar de que pueden partir del entorno de los 70 euros hasta los 200 euros de las gamas más altas.
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Tenemos también que mencionar los cascos de mentonera extraíble, y aquí me vas a permitir que hable del Met Parachute (que me perdonen el resto de fabricantes) porque es el que a todos se nos viene a la cabeza cuando hablamos de este tipo de cascos. Se trata de cascos muy simples pero muy polivalentes: permiten contar con la protección de la mentonera desmontable en los tramos más complicados sin sufrir el agobio de la misma en las zonas de subida o llaneo.
Este tipo de cascos fue una auténtica revolución ya que en los cascos de DH apenas había variedad y eran muy pesados, y los cascos de rally demasiado sencillos en cuanto a protección. Ocuparon un segmento necesario dentro del mountain bike aunque hoy cada vez son más difíciles de ver por los senderos precisamente porque esa vacante ya ha sido ocupada y cada vez más por cascos específicos de enduro. Otro factor a tener en cuenta es que... ¡La mentonera extraíble no ha muerto!
Integral
Cascos aparentemente similares a los de motocross pero, a diferencia de estos, suelen tener más aberturas de ventilación y un peso mucho más bajo.
Se usan en DH y en BMX y, dependiendo de la peligrosidad de las bajadas, también los riders más precavidos los usan en enduro, aunque a la hora de pedalear son realmente incómodos ya que su nivel de protección es optimo pero también agobian muchísimo.
La carcasa exterior de estos cascos es algo diferente ya que en estos cascos el EPS va totalmente cubierto. Los de gama más baja son normalmente de fibra de vidrio, las ventilaciones, más escasas, y el almohadillado interior, mucho más sencillo. Mientras, en los cascos de gama más alta esta cobertura está fabricada en fibra de carbono, tienen mayor número de entradas de aire y un detalle curioso: algunos cuentan con sistemas de almohadillas de doble densidad que consiguen absorber pequeños impactos y mejorar notablemente la comodidad, y también, en caso de emergencia, poder retirar las almohadillas de las mejillas de forma fácil y segura sin tener que retirar el casco. Un detalle tremendamente importante para el trabajo de los sanitarios en caso de emergencia.
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¡Ah! Un detalle muy importante para el uso de estos cascos: es necesario el uso de máscara, ya que sin gafas y bajando al límite el aire o un mosquito te puede hacer perder visión y hacer probar la eficacia del casco. Estos cascos los puedes encontrar desde 89 euros hasta 590 euros aproximadamente.
Materiales
Una vez que tenemos claro qué tipo de casco necesitamos, vamos a ver las diferencias entre unos y otros: ¿de qué están hechos los cascos?
La carcasa exterior cuenta con infinidad de acabados y diseños para hacerlos más atractivos a nuestros ojos, pero la misión fundamental de esta parte del casco es proteger el poliestireno para que no sufra las inclemencias del tiempo y darle unidad al casco.
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En función del nivel de gama del que estemos hablando, los fabricantes utilizan diferentes técnicas de fabricación, que repercuten en la calidad... y en el precio. Un ejemplo es la malla interna con la que cuentan algunos de los cascos de gama más alta. Se trata de un esqueleto en el interior del casco que no podemos ver a simple vista y que evita que el casco se desfragmente en caso de rotura del poliestireno. Aunque se parta, todas las partes de nuestro casco permanecerán unidas para seguir protegiendo la cabeza en el revolcón.
La parte interna es la base del casco, de donde nace todo, y está fabricada en poliestireno expandido, un material de origen plástico que es el encargado de mantener nuestras ideas a buen recaudo. Es el material encargado de absorber el impacto, primero deformándose y, en función de la fuerza del golpe, llegando incluso a romperse para absorber la energía producida en el momento del impacto. En los cascos más altos de gama puedes encontrarte con interiores de doble densidad, más compacta en los laterales para una mejor protección y más ligera en la parte superior para ahorrar unos gramos.
Ajustes, confort y sistemas de seguridad
Este es un punto fundamental a la hora de comprar un casco porque una pequeña molestia puede resultar desesperante con el paso de los kilómetros.
En el mercado puedes encontrar cascos «unitalla», en los que el fabricante usa un diámetro amplio para que sea polivalente para todos los usuarios y los costes de fabricación sean más bajos. Así puede ofrecer seguridad a precios mucho más competitivos. Por otro lado, los cascos de gama algo más alta del mercado ofrecen un producto más personalizado a través de las tallas, que se ajustarán mucho mejor al diámetro de tu cabeza.
Una vez elegida la talla adecuada, entran en juego los ajustes occipitales, que se encuentran en la parte trasera del casco. Dependiendo del modelo, será una ruleta o un par de «pestañas», que permiten el ajuste definitivo a tu cabeza para evitar que esté continuamente moviéndose mientras montas en bici y así puedas olvidarte que lo llevas puesto: confort y seguridad. Son más cómodos los ajustes occipitales de ruleta, ya que puedes regular la tensión con una sola mano y con los guantes puestos, incluso cuando vas montando.
Esta pieza del casco puede marcar la diferencia entre un casco cómodo o insoportable, y esto lo saben los fabricantes, que invierten mucho tiempo y esfuerzo en crear ajustes cada vez más funcionales y ligeros
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Otra cosa que deberías valorar es si tiene o no sistemas de seguridad. Como por ejemplo el sistema MIPS que tantos cascos de alta gama incorporan u otros como la 360 Turbine de Leatt, Wavecel de Bontrager o la Koroyd de Smith que aumentan la seguridad del casco.
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