Texto: Alberto Álvarez / Fotos: Alberto Álvarez
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Historias de gente que siente como suya cada bici que sale del almacén. Filosofía y sentimientos que te acercan a ellos de una manera familiar. Si montas Ibis, eres uno más de ellos.
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Óscar me cuenta que tiene todos los fines de semana ocupados con sus hijos. También me muestra cómo un cuadro Ibis puede soportar todo su peso. Se cuelga sobre un HD4 que está sujeto por el pedalier dejando sus pies en el aire. ¿Está tremendo, verdad?, me dice con su acento mexicano. También me cuenta que lleva más de 10 años trabajando con carbono.
Tom me explica detrás de un café que su mujer organiza salidas en bici para mujeres. También que nunca ha sido un rider muy técnico y que prefiere llegar sano y salvo a casa, que jugarse el tipo con los compañeros de trabajo. Hans no, Hans pasa la cincuentena y ya puedes estar muy en forma si quieres salir a montar con él. «¿Ha quedado bien la foto?», me pregunta. «Big smile, boss», le digo.
Andy ayer se fue en bici a la hora del almuerzo. Hoy se va a correr. Se masajea en el vestuario sus enormes gemelos y me dice que tras una lesión ahora se lo tiene que tomar con mucha calma. Will se encarga del departamento de garantías de Ibis Cycles y tiene una niña de apenas un año que pasa de visita junto con su mujer.
Historias que aportan sentido a lo que significa una marca de mountain bike hoy en día. En las plantas de fabricación asiáticas no podemos poner nombre a todos los que laminan con cuidado nuestros cuadros de carbono. En algunas marcas como Ibis, todavía sí. Poco más de 20 empleados que dan todo el valor y toda la filosofía posible a una de las pocas marcas americanas que se mantienen fieles a sus principios. «Ibis Cycles, we are family».
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Años 80. Scot Nicol, alucinado por lo que tipos como Joe Breeze y Richard Cunningham están haciendo en Crested Butte fabricando cuadros a mano, se pone manos a la obra y se dedica a soldar fundando Ibis Cycles. En el año 2000 Scot vende la marca a un grupo inversor y poco más de 20 meses más tarde la marca se declara en bancarrota.
Aquí es donde aparecen nombres que para algunos de vosotros serán más conocidos. Hans Heim (uno de los primeros 12 empleados de Specialized y uno de los pioneros de Santa Cruz Bicycles), Tom Morgan (ex Bontrager, Titec y Giant), Roxy Lo y el propio Scot Nicol de nuevo, compran Ibis y se ponen manos a la obra.
Un par de años más tarde, bajo las líneas de diseño de Roxy Lo, en el año 2005 aparece la Ibis Mojo y con ella el renacimiento de una de las marcas más míticas de mountain bike californiano. Roxy Lo, que empezó en la empresa diseñando las tarjetas de visita de Ibis, acabó unos meses más tarde siendo una de las «culpables» del precioso diseño orgánico de la Mojo que devolvió Ibis al mercado.
12 años más tarde, Ibis mantiene una posición privilegiada en el mercado con apenas cuatro modelos, muchos en proyecto y una imagen de marca que no depende de las ventas, ni de la tecnología, sino de esa filosofía que el equipo que ha refundado la marca, ha sabido transmitir a cada cuadro que sale del 2240 de Delaware Avenue. En Santa Cruz, el nicho de mountain bike californiano que ha exportado al mundo millones de ideas, modelos e historias. La de Ibis es una de nuestras favoritas.
El mercado actual difiere mucho de esos años 80 en los que Scot Nicol soldaba Ibis en su garaje. La globalización es algo que no nos gusta en muchos sentidos, pero que en esta industria, como en muchas otras, nos permite disfrutar de modelos que de otro modo no sería viable. La fabricación en Asia con China y Taiwán como principales centros de producción mundial, hacen que las oficinas y cuarteles generales se hayan convertido en puntos masivos de investigación y desarrollo, diseño, montaje, embalaje y distribución.
Aun así, en una de las esquinas de la nave de Ibis, escondido tras multitud de estanterías y cajas, se esconde uno de sus puntos de investigación y desarrollo. Más de un miembro de Ibis corrió para chivarle al jefe que había un tipo haciendo fotos a diestro y siniestro, así que no me dio tiempo a ver demasiado, pero tal y como me contaron más tarde en Ibis cuentan con una sala específica de desarrollo de prototipos y laminado de carbono, «no more comments». Bien por Ibis.
A esto hay que sumarle otra zona de montaje en la que sí que pude echar un vistazo a todo lo que viene (pude ver el cuadro de la nueva Ibis Hakka MX antes de su lanzamiento) además de varios prototipos que verán la luz en 2018 y que, tras revisión de los jefes, me hicieron pixelar alguna foto… «Sí, publícala, pero esta zona me la llenas de píxeles amigo…». Dicho y hecho.
Y es que los departamentos que te acabo de comentar más el movimiento de material humano son indicativos de que en Ibis algo se cuece y es algo grande. En los últimos meses la marca californiana ha contratado tres pesos pesados en sus categorías, que vienen de dejar KO a gran parte de la competencia. Jon Forsberg, jefe de operaciones en Ibis, que fue uno de los causantes del éxito de Santa Cruz en los últimos años en el mismo puesto; Mariano Gon, viejo conocido de todo el mercado mundial que, tras ir mano a mano con Jon situando a Santa Cruz en una posición de liderazgo, se acaba de unir a Ibis tras un breve pero intenso y positivo paso por Orbea; y en el área de marketing, Saris Mercantis, una de las encargadas de la web de Bike Rumor.
Estrellas en sus campos que sin duda van a contribuir a que Ibis dé un paso de gigante en los próximos años. Que luego no me diga la competencia que no les habían avisado…
Si bien en Ibis siempre parece que todos están involucrados en todo, cada departamento trata de funcionar de manera independiente, pero siempre conectados los unos con los otros. De esta manera no es raro ver a más de uno echando una mano a Óscar, que se encarga de revisar todos y cada uno de los triángulos delanteros y traseros que llegan a Ibis.
En una enorme mesa de piedra, cada uno de los triángulos y basculantes pasan por diversas pruebas de flexión y torsión, además de medir todas las zonas susceptibles a posibles fallos como la dirección y el eje de pedalier. Todo se controla paso por paso en cada hoja de registro, además de que cada cuadro cuenta con un código QR para controlar sus movimientos desde la producción.
Cualquier posible fallo o defecto de fabricación pasa un proceso de comprobación y/o reparación, o pasa al departamento de garantías, donde Will se encarga de tramitar tanto las garantías de producción como las que llegan de los clientes.
Justo al lado del control de calidad, el departamento de producción realiza todos los montajes que salen directos a los distribuidores, aunque según nos comentaba Mike, uno de los encargados de producción, hay un porcentaje mayor de ventas en cuadros sueltos que en montajes completos. Aun así, en la web de Ibis tienes un configurador donde puedes montarte el modelo que más te guste con las opciones que ellos ofrecen y que en España dependen directamente de su distribuidor.
Las oficinas de Ibis sorprenden por muchos motivos. Las puertas abiertas te llevan de lleno a una nave llena de cuadros para recibir, revisar y enviar y a una enorme zona de bicis de demo, donde puedes probar la Ibis que más te guste previa solicitud vía web o teléfono.
Casey, que se encargó de poner a punto la Ibis Ripley LS que estuve montando varios días, se encarga de gestionar todas las bicis del demo, tanto las que tienen en las oficinas, como las que van moviendo por todo el país. En USA puedes consultar a través de la web el demo tour y elegir una de las ciudades y estados por donde pasa la caravana de Ibis para probar uno de sus modelos.
En Ibis trabajan una media de 20 empleados en total entre oficinas y almacén. Ingenieros, ventas y jefes en la planta superior compartiendo casi todos un despacho abierto, donde no hace falta coger el teléfono para hablar con un compañero.
En la zona abierta inferior, donde está el almacén y el demo, también se encuentra la sala de desarrollo, un sencillo museo con las bicis más icónicas de la marca, la cocina, vestuarios y duchas, parking para empleados donde tienen colgadas todas sus Ibis totalmente tuneadas, así como la zona de recepción y envío de material. La parte de almacén, tanto de ruedas, como cuadros y componentes, ocupa la mayor parte de la superficie, junto con la zona de control de calidad y garantías. Todo en un mismo edificio en el que más de uno se desplaza en skate.
Hay muchas cosas que me han gustado de Ibis. Me ha gustado cómo tratan el producto. Sí, puede parecer muy evidente que traten bien lo que hacen, pero todos los que trabajan allí tienen un aprecio máximo a cada uno de los cuadros que se pasean en carritos por el almacén. Todo cuenta. Todos los detalles cuentan.
El control de calidad es fundamental para que cada cuadro que sale de allí, tenga todas las garantías de Ibis. Y eso está muy bien. También me ha gustado el ambiente biker que se respira. Todos montan en bici, algunos todos los días y todos sirven como probadores privilegiados de todos sus modelos. Hasta me encontré a Will de garantías probando un prototipo en los mismos caminos que yo. Se nota que hay una pasión total por el mountain bike y por el ciclismo en general, y eso se transmite a cada uno de sus modelos.
Y quizá en esto radica el éxito de Ibis. Las trayectorias profesionales de Scot, Hans, Tom y Roxy Lo, son fundamentales para entender por qué una marca que tan solo tiene cuatro modelos en el mercado, tiene no solo unas cifras de ventas muy interesantes, sino el aprecio de los que tienen una Ibis.
Hoy en día hacer una mountain bike es muy fácil. Hacerla bien es muy difícil y hacerla no solo bien, sino que encima tenga algo de filosofía detrás, es mucho más complicado. Al fin y al cabo tenemos una marca que nació entre California y Colorado. Una marca que suma un buen producto a la pasión con la que todos los trabajadores trabajan en ella. Y esa pasión es la que se refleja en todos los que compráis una Ibis.
Comprar una bici es fácil. Comprar una buena bici también es fácil. Pero comprar una buena bici que además tenga una buena historia detrás que contar es algo que pocos se pueden permitir. E Ibis es una de esas últimas marcas americanas auténticas que todavía podemos disfrutar.
Toda la gama de Ibis Cycles se distribuye en España a través de LTM Racing.
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