Garmin Edge 1030 Plus

Hacer un test de un ciclocomputador como el Garmin Edge 1030 Plus es casi como hacerlo de la nueva Playstation o del nuevo iPhone. Es hacer un test de un producto que está en el imaginario colectivo de toda comunidad (en este caso, la ciclista) y un dispositivo con un nivel de funcionalidad que es casi inabarcable.

Precisamente, por su número y tipo de funcionalidades empezaremos. Y es que este Garmin Edge 1030 Plus es un dispositivo de entrenamiento de tal nivel que es más que probable que un ciclista aficionado no aproveche ni la mitad de todo lo que puede ofrecer. Esa es la realidad. El Garmin Edge 1030 Plus es más que un “GPS” que te ayuda a recorrer la ruta que tenías planificada, es un auténtico entrenador virtual diseñado para convertirte en mejor ciclista. Todo lo que esté por debajo de esto lo cubren con algo más que solvencia sus hermanos menores.

Con el Garmin Edge 1030 Plus sin abrir toca hincar los codos y ponerse a estudiar todo lo que nos puede ofrecer y a todo lo que se puede conectar. Porque una de sus principales virtudes es que puede recoger datos de diversos sensores para darnos una imagen precisa de nuestro estado de forma y de la calidad de nuestro entrenamiento. Podremos conectarlo a nuestro potenciómetro, al pulsómetro, al sensor de cadencia e incluso a nuestro grupo electrónico Di2 (seguro que si estás pensando en el 1030 Plus es probable que tengas un grupo Di2). Si tienes una ebike, este Garmin Edge 1030 puede conectarse también con cualquier sistema Shimano STEPS.

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A todos estos datos que salen de ti y de tu bici, el Garmin Edge 1030 Plus es capaz de añadir los de la ruta que estás realizando (altura, velocidad, desnivel, datos ambientales, etc.) para ofrecerte información actualizada de tu sesión de entrenamiento y contarte si vas o bien o toca apretar un poco más.

De hecho, a medida que os vayáis conociendo, el Garmin Edge 1030 Plus irá sugiriéndote entrenamientos en función de tu nivel y el esfuerzo que hayas realizado últimamente. Solo le falta ponerte “Eye of the tiger” a todo volumen en momentos de baja motivación. Bromas aparte, la capacidad de captar, interpretar y ofrecer información, sugerencias y opciones en tiempo real a partir de datos de distintas fuentes hace del Garmin Edge 1030 uno de los dispositivos más poderosos del mercado.

Para poder disfrutar del correcto asesoramiento de nuestro nuevo amigo es imprescindible hacer la prueba de esfuerzo FTP. Algo con lo que todos los que os conectáis a “sensores ciclistas” estáis más o menos familiarizados.

Una de las opciones que más he usado es “ClimbPro”, que permite administrar con inteligencia un gran esfuerzo como la subida de un puerto. Una de las cosas que más me gusta es subir puertos, pero mis piernas y pulmones no suelen acompañarme en ese sentimiento de entusiasmo y devoción por la épica ciclista. La realidad es que no disfruto con el esfuerzo agónico, sino con esa sensación de “robar” metros de desnivel e ir introduciéndome en el paisaje y entorno único de cualquier puerto de montaña.

Para un “pro” el “ClimbPro” es una forma de controlar su esfuerzo y no sufrir más de lo necesario en espera del ataque decisivo. Para un ciclista del montón como yo, el “ClimbPro” me brinda la información necesaria para administrar el esfuerzo y sufrir lo suficiente como para permitirme el lujo de levantar la cabeza y admirar el paisaje. Evidentemente, esta funcionalidad es magia pura con un potenciómetro instalado.

Por cierto, si usas potenciómetro, comprobarás que el Garmin Edge 1030 Plus no solo muestra y registra los datos de potencia sino que también es capaz de analizar tu pedalada, los ciclos en los que vamos sentados o de pie o incluso el equilibrio de pedalada entre tus piernas. A fin de cuentas, llegado un determinado nivel de forma es tan importante pedalear fuerte como pedalear bien.

En lo que respecta a las funciones de navegación, el Garmin Edge 1030 Plus está también a un nivel superlativo. Para empezar, su pantalla de 3,5” y sus 282 x 470 píxeles de resolución nos permiten ver fácilmente el mapa y todas las indicaciones. La navegación es fluida y las indicaciones exactas incluso en los “tracks” menos precisos y simplificados. Lo mismo ocurre cuando toca recalcular: máxima rapidez. Es impresionante ver cómo estos aspectos han mejorado en apenas un par de generaciones de ciclocomputadores.

Por otro lado, si quieres buscar recorridos o integrar los datos de otras herramientas, puedes instalar las aplicaciones de Strava, Komoot o, mi principal fuente de rutas, Wikiloc.

En todo caso, si eres explorador, una de las funcionalidades que aporta más tranquilidad cuando sales a pedalear solo es la que te guía hasta el punto de inicio de la ruta en cualquier momento. A esta sensación de tranquilidad contribuyen la opción Livetrack (seguimiento en tiempo real para tus contactos) y, sobre todo, una autonomía que te promete hasta 24 horas de autonomía. El Garmin Edge 1030 Plus también tiene una funcionalidad de Detección de Accidentes, que avisa a nuestros contactos en caso de percance, pero confieso que es de las pocas funcionalidades que no he llegado a activar y probar.

Hay muchas más funcionalidades y opciones que podríamos comentar del Garmin Edge 1030 Plus, pero tendríamos que dedicarle un reportaje tan largo que parecería un Boletín Oficial del Estado. Prefiero dejarte claro que este ciclocomputador vale lo que cuesta siempre y cuando tengas claro que es un auténtico entrenador virtual, una máquina para mejorar tu rendimiento de forma divertida, práctica y con un montón de datos a mano. Un dispositivo perfecto para ti o para el entrenador que supervise tu evolución. El Garmin Edge 1030 Plus es una herramienta profesional para ciclistas que buscan lo máximo en todos los sentidos.