15 consejos para iniciarte en las salidas nocturnas con la MTB
Seguro que alguna vez se te ha complicado una salida de MTB y has tenido que volver a casa de noche. Todos tenemos en el cajón de las anécdotas alguna «nocturna» involuntaria que contar… Otra cosa bien distinta es esperar a que se haga de noche para salir, preparar las mountain bikes para la noche o hacer un itinerario concreto diseñado para montar sin luz solar. Esto ya no es tan antiguo.
Podrás pensar que es una locura, podrás decir que es peligroso, o que incluso no te parece que las salidas nocturnas sea hacer MTB, pero por si te animas a probar, te vamos a dar unos consejos para que disfrutes con total seguridad de la que será la primera de muchas salidas nocturnas con tu MTB.
Atención, se rueda: ¡Luces, cámaras... y acción!
La noche dilata las pupilas, multiplica tu atención y afila tus orejas, todo se percibe con una claridad casi irreal. Esa es la magia de hacer mountain por la noche, la contaminación acústica está casi a cero. Tu corazón bombea y tus latidos retumban más fuerte de lo habitual, te oyes respirar. Los neumáticos rascan el suelo y suenan más fuerte que de costumbre, la sinfonía de sonidos te envuelve y entras en un estado de concentración que solo se verá interrumpido cuando pares. La noche te confunde…
Teniendo claro todo esto, lo único que te queda es probarlo. No lo pienses más y lánzate a disfrutar. Prepárate para sentir nuevas emociones. Al principio todo resultará diferente, tanto que hasta te parecerá que practicas un deporte nuevo.
Por la noche todo cobra una fuerza y una magnitud muy distinta al día, un simple cambio de plato, ajustarse el casco, bajar piñones, un toque de freno inesperado, una trazada…, la intensidad es exponencial, a tu piel y a tus sentidos les llegará todo con tanta fuerza que te convertirás en adicto a las salidas nocturnas.
Ahora que hace calor, es la época perfecta para hacer rutas largas, disfrutarás de la naturaleza, de la vida nocturna y de sus habitantes, que es mucha y variada. Sal con amigos, aprovecha para montar con esos colegas con los que nunca quieres montar por que van más despacio que tú, o al revés, aprovecha para montar con esos colegas con los que nunca quieres ir por que van de carreras y te dejan tirado a los diez minutos.
Saca tu bici clásica y disfrútala, si tienes más de una MTB utiliza para las salidas nocturnas la que menos uses durante el año y así tendrás otra excusa más para volver a montar con ella…
Disfruta dándolo todo subiendo, en el llano y en bajadas sé paciente hasta que tengas cierta experiencia y estés un poco curtido, ve poco a poco, no quieras aguantar el ritmo de los «veteranos» porque al final te llegará «la multa». No falla, en esto es en lo único en lo que no hay diferencias con el día. Si esperas tu momento, cuando te quieras dar cuenta, estarás pedaleando por los mismo sitios que durante el día.
No te lo pienses más y salta del sofá. Usa tu imaginación y haz algo diferente. Monta en bici por la noche, pedalea con amigos a la luz de los focos, sal a entrenar, cruza tu ciudad en plena madrugada, conoce la sierra y caminos de tu comunidad o viaja para conocer otras zonas, encuentra nuevas motivaciones para darle a los pedales y… busca el lado oscuro del MTB.
15 Consejos que arrojarán algo de luz para inicarte en las salidas nocturnas con tu MTB
1. Aunque suene un poco extraño, es recomendable que tu primera salida nocturna la hagas de día. Eso sí, con todos los «cachivaches» instalados en tu MTB para verificar que todo está en su sitio y bien instalado.
Haz la primera prueba a última hora de la tarde/noche para que poco a poco se vaya el sol y así compruebes que, aparte de estar todo bien «sujeto», las luces apuntan a la dirección correcta. De esta manera evitarás desagradables sorpresas «in the night».
Al hacer el ajuste de los focos, no te obsesiones por dejar el punto de luz muy cerca de la rueda, es más importante saber lo que hay un par de metros más adelante que lo que tenemos justo encima.
2. Aumenta la dificultad y kilometraje de tus salidas gradualmente. Antes de «meterte en faena» puedes empezar dando divertidos paseos por la ciudad o por algún carril bici cercano. Te vendrá bien y aprenderás rápidamente los trucos que luego pondrás en práctica en terrenos más complicados.
3. No olvides que es igual de importante llevar luces para ver bien el terreno que pisas que ir bien iluminado para que te vean. No escatimes en este último aspecto, son productos asequibles en precio y duran mucho. A veces no se nos ve tan bien como pensamos incluso de noche.
4. No salgas solo. Cualquier contratiempo durante el día es fácil de solucionar pidiendo ayuda a otros ciclistas o paseantes. Por la noche no tendrás esa ayuda, por tanto intenta ir siempre acompañado. E incluso saliendo en grupo informa a familiares y amigos la ruta que vais a seguir, a veces ocurren cosas y saber tu ubicación es una valiosa información que ahorra mucho tiempo en caso de urgencia.
5. Lo creas o no, los senderos tienen mucha vida nocturna, no estamos solos. Ya molestamos bastante a sus habitantes durante el día como para encima molestarles también durante la noche. Sé profundamente respetuoso con ellos y con su entorno. Por la noche la acústica mejora, no seamos tan gritones.
6. Aunque conozcas perfectamente el recorrido no te confíes, la noche, la niebla, la nieve, etc. transforman de tal manera los senderos y paisajes que a veces pensarás que estas en otro sitio. En los descensos extrema la prudencia, los focos y el movimiento crean sombras extrañas que pueden parecer agujeros o raíces. También ocurre al revés, pueden ocultarnos baches o roderas que te pueden jugar una mala pasada. No apures, guarda siempre un puntito por si acaso.
7. El montar por la noche no te exime de tus obligaciones…, es decir, hay que hidratarse y alimentarse como si montaras a pleno sol.
8. Al irse el sol las temperaturas bajan considerablemente, no olvides llevar ropa seca o de abrigo por si acaso.
9. Tampoco salgas de casa sin pilas o batería de recambio, y con la batería del móvil y de los focos bien cargadas. Para ahorrar aprovecha los tramos asfaltados o bien iluminados para poner las luces en modo de ahorro, así te asegurarás luz durante toda la salida. Si no recuerdas el estado de las baterías desde la última vez que las usaste nuestro consejo es que el día de antes la dejes encendida y la gastes del todo para hacer la carga entera y tenerla lista para tu salida.
10. El típico frontal de montaña de cinta elástica te resultará súper útil para mecaniquear, consultar algún mapa o simplemente para poder ver cuando estás fuera de la bici en plena noche.
11. De mejor a peor…, el biker más rápido del grupo siempre delante, los atascos y piques nocturnos suelen acabar en revolcón. Cerrando el grupo es recomendable alguien con experiencia. Reagruparos y enumeraros de vez en cuando, sabiendo siempre quién cierra el grupo. Te aseguro que más de una vez alguno se ha despistado en un cruce y nadie se ha dado cuenta. Aunque te parezca una tontería, estas cosas pasan con más facilidad de lo que parece.
12. Cuando saques o metas cosas en tu mochila presta atención para que nada se te caiga al suelo. No sería la primera vez que unas llaves o un móvil pasan a formar parte del entorno natural en un «descuido nocturno». Por cierto, lleva siempre dinero, un mini botiquín básico de emergencia y documentación. Si eres aficionado a la fotografía aprovecha, tendrás recuerdos inolvidables.
13. Si por el día las gafas son imprescindibles, por la noche lo son aún más. No salgas sin ellas. Ramas, mosquitos, polvo, o piedras que saltan son muy habituales. Lógicamente, utiliza lentes transparentes, nada de cristales oscuros ni polarizados o fotocromáticos, que reducirán aún más tu visión.
14. No te fíes de algunos fabricantes que anuncian unas potencias e intensidades de luz descomunales a precios de risa. Duros a peseta no existen. Si tienes la posibilidad de pedir a alguien su foco y usarlo antes de comprar sería lo ideal. Ten en cuenta que no todos vemos igual por el día ni por la noche y por tanto no todos tenemos las mismas necesidades ni tampoco los mismos gustos.
No te confundas: candelas, lux y lumens son cosas distintas. La candela es la intensidad de flujo luminoso que emite una fuente de luz. El lumen es la cantidad de luz que emite una fuente luminosa. El lux es la cantidad de luz que incide en una superficie dada. Parece lo mismo pero no lo es. Si no lo tienes muy claro te aconsejamos que te guíes por los lumens. Para empezar a pedalear con seguridad diremos que a partir de 1.200 lumens ya vamos más que sobrados para casi cualquier salida nocturna.
15. No todos los focos son iguales. Hay quien prefiere el haz de luz más abierto y otros más cerrado. Hay quien prefiere usar baterías y otros pilas. Hay focos con la batería externa y otros que la llevan incorporada, los hay como accesorio para llevar en el casco y otros que ni siquiera se regula el flujo de luz… Antes de comprar compara y pregunta, ni lo más caro es mejor ni lo más barato peor.
Hacer MTB de noche te hace recuperar sensaciones olvidadas y disfrutar de una manera diferente que cuando pedaleas durante el día. Disfruta y observa cómo tus reflejos aumentan y tu nivel de conducción mejora. Te volverás más ágil y rápido en todo tipo de terrenos... y encima gratis, sin tener que sufrir ni hacer series. Ahora que tienes toda la información en tus manos, sal y prueba las salidas nocturnas harán que veas el MTB de otra manera.
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