¿Problemas montando el tubeless? Aquí tienes los mejores trucos y soluciones
Tubeless y mountain bikes es una pareja casi indisoluble. Incluso los escépticos quedan convencidos una vez que los comienzan a usar. Pero, montar un tubeless es un proceso que, con determinados conjuntos de llantas y neumáticos, puede durar unos pocos minutos (incluso con un inflador convencional), pero que, en otros casos, el drama de no poder inflarlo y ver como el líquido se escapa por todos los lados es totalmente desolador. Para que esto no te pase, o al menos te pase menos, te damos algunas soluciones.
Ya te hemos explicado anteriormente en MTBpro el proceso al completo de como montar un tubeless. En este caso, no te vamos a dar los pasos necesarios, pero sí algunas ideas que suelen funcionar cuando te cueste lograr que los neumáticos se inflen como es debido. No quiere decir que funcionen en el 100% de las ocasiones, pero ayudan mucho.
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Revisa el fondo de llanta y la válvula
Antes de ponerte manos a la obra, es mejor que tengas todo preparado. La cantidad de líquido necesaria, una solución de jabón con agua y una pequeña esponja para aplicar en las paredes de los neumáticos, la bomba de taller o el compresor, la válvula, el fondo de llanta y los desmontadores en caso de que no puedas montarlo con las manos. Sobre el fondo de la llanta, es importante que revises que no tiene ninguna grieta o agujero y que no esté pegado en las paredes internas de la llanta, porque puede impedir que el neumático talone bien en las mismas. Si es un fondo de llanta viejo, mejor que lo renueves. En cuanto a la válvula, si ya la has usado anteriormente, es mejor que la desmontes, que saques el núcleo y lo limpies de restos de líquido antiguo.
El secreto de la válvula Presta
Uno de los mejores trucos para inflar un neumático tubeless desde cero, es extraer el núcleo de la válvula presta e inflar el neumático directamente insertando la cabeza de la bomba en el cuerpo de la válvula. De este modo, el flujo de aire al interior del neumático es mucho mayor y más rápido, con lo que en muchas ocasiones lograrás que se infle sin problema a la primera. Además, esto te permitirá montar todo el neumático por dentro de la llanta (ambos flancos), y podrás introducir el líquido por la válvula para hacerlo de una manera más limpia y sin derramar el líquido por fuera. Es importante que este proceso lo hagas con una jeringuilla con un tubo de la medida apropiada o con un bote con una boquilla fina de las que se insertan en el cuerpo de la válvula y el líquido entre directamente al neumático.
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Primero sin líquido
Una opción muy recomendable antes de empezar el proceso con el líquido, es hacerlo sin el. Con el núcleo de la válvula desmontado y con las paredes del neumático completamente dentro de la llanta, prueba a inflar el neumático sin líquido. Si usas un compresor potente, lo normal es que las paredes del neumático talonen bastante bien. Independientemente de que uses una bomba de taller o un compresor, hay neumáticos que se inflan muy rápido debido a su circunferencia más ajustada y a la flexibilidad de los flancos y otros que cuesta mucho más, porque dejan demasiados huecos por los que se escapa el aire.
Si has logrado que las paredes del neumático talonen bien sin líquido (al menos una de ellas) deja salir el aire por completo, inserta el líquido por la válvula y vuelve a inflar. Si tienes una de las paredes del neumático talonadas, es mucho más fácil que este infle por completo sin problema. Una vez inflado, extrae la bomba y con el dedo tapa la válvula para que no se escape el aire. Con la otra mano, inserta el núcleo de la válvula hasta que rosque por completo. Se te escapará algo de aire, pero no tendrás problema para mantener suficiente presión en el neumático.
La ayuda inestimable de la cámara
Si ves que no hay manera de talonar el neumático y el aire no hace más que escaparse incluso usando un compresor potente, no te queda más remedio que optar por la opción momentánea de la cámara. Extrae la válvula por completo e inserta una cámara convencional. Aplica un poco de jabón con agua en las paredes del neumático e ínflalo hasta que estas talonen a la perfección como si se tratara de una rueda con cámara convencional.
Una vez inflado y con el neumático bien talonado, desinfla la cámara por completo y extráela con cuidado, para dejar una de las paredes del neumático totalmente talonada en uno de los lados de la llanta. Con cuidado de no sacar la pared talonada, monta la válvula tubeless y la otra pared del neumático y sin insertar líquido, prueba a inflar sin el núcleo de la válvula. Si infla, solo tienes que sacar el aire, y sin sacar el neumático en absoluto, meter el líquido y volver a inflar con normalidad. En la mayoría de las ocasiones es un truco que funciona muy bien, aunque lleve algo más de tiempo.
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Un poco de jabón
Si logras inflar el tubeless sin problema, pero notas cuando giras la rueda que las paredes del neumático no han talonado correctamente, quita el aire y prueba pasar una esponja pequeña impregnada de agua y de jabón por los dos flancos del neumático en la zona de contacto interna con la llanta. Esto ayudará a que las paredes del neumático no friccionen tanto con la llanta y se asienten correctamente. Esto es algo que puedes utilizar tanto para sistema tubeless, como para sistemas convencionales de cámara.
Bomba de taller, compresor o bombonas de CO2
Lo mejor para montar un tubeless es tener un compresor potente o una bomba de taller de las que vienen preparadas para tubeless, con un depósito de aire que se puede precargar, para que este salga lo más rápido posible cuando lo deseas. Incluso hay neumáticos que se pueden hacer tubeless con una bomba de taller convencional. Para que esto funcione, te recomendamos el ‘truco’ de meter primero una cámara y hacer que talone el neumático. Esto te ayudará mucho con una bomba de taller. Del mismo modo, usar una bombona de CO2 te ayudará en muchas ocasiones a inflar un tubeless, pero te recomendamos lo mismo que con la bomba de taller normal; que tengas talonada al menos una de las paredes del neumático, el líquido dentro, las paredes del neumático enjabonadas y el núcleo de la válvula presta desmontado. Con todos esos factores y una bombona de CO2 tienes muchas posibilidades de inflarlo sin problema.
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