Merida One Twenty 27.5 XT Edition



Parece que Merida le tiene bien cogida la medida a la categoría de bicis llamadas «trail». Sus modelos One Twenty siempre han conseguido ser auténticos superventas lo que es síntoma de que funcionan muy, pero que muy, bien. En el primer número de MTBpro tuvimos la oportunidad de probar uno de estos modelos en versión de 26 pulgadas, y este año volvemos a disfrutar de la novedosa versión 27,5 pulgadas, que destaca a primera vista, no sólo por su competitivo precio, sino también por su nuevo sistema flotante de suspensión trasera.
Ya han pasado tres generaciones de One Twenty desde el primer modelo que vio la luz en 2010, y de entre ellos uno de los más interesantes fue la versión Carbon de 2011, con un cuadro cuyo peso estaba por debajo de los 2 kg sin amortiguador. Pero las cosas cambian.
La importante misión que el fabricante taiwanés tenía reservada a este modelo era la de satisfacer a todos aquellos usuarios que buscaban algo entre la antigua Ninety Six (una XC de 100 mm) y la Trans Mission (la all-mountain de 140 mm). Y como su propio nombre indica, la One Twenty, con sus 120 mm de recorrido, estaba destinada para todos los aficionados a las largas distancias e incluso algunas pruebas de maratón.
Pero media década después del nacimiento de esta familia de bicis, llegaba el momento en que Merida nos propusiera un cambio importante en las One Twenty que sin duda viene propiciado por cómo han evolucionado las cosas en el MTB de nuestros días.
Las «one twenties» son bicis de todo uso, eso está claro, pero el tiempo ha hecho cambiar sus características. En el pasado, el mercado estaba enfocado al rendimiento, buscando bicis dobles de competición de 100 mm, pero hoy los bikers esperan una bici más cómoda, con una posición de pedaleo mas relajada y una mayor capacidad de absorción para afrontar con seguridad los descensos, manteniendo el control y ganando en diversión. Y sin embargo, esto no significa que las nuevas bicis de 120 mm no sean eficientes para enfrentarte a las subidas o a las largas distancias con el máximo rendimiento.
Para 2015, la nueva One Twenty presenta un diseño de suspensión bautizado como Float Link. Con este sistema la base del amortiguador se ancla en las vainas, mientras que en su parte superior se enlaza a la bieleta de la suspensión, lo que aporta la sensación como si flotara en el momento de su accionamiento, pues el punto inferior no es fijo.
La One Twenty Ha rodado por profundos cañones, por bosques impenetrables, ha coronado montañas y ha surfeado por margas de ensueño
En las oficinas centrales de Merida en Stuttgart han estado colaborando con marcas de suspensiones como RockShox, Fox, Cane Creek y Manitou para hallar el ratio de apalancamiento ideal, para ofrecer una tasa equilibrada y progresiva en su funcionamiento. Al final en el «gigante verde» afirman que el sistema logra que la suspensión ofrezca grandes resultados como un eficiente pedaleo y una gran absorción desde los pequeños baches hasta obstáculos pronunciados. Veremos.
Al ser Merida uno de los líderes mundiales en la fabricación de cuadros de aleación de aluminio, no es ninguna sorpresa ver el buen acabado de los tubos hidroformados de la One Twenty. El tubo superior curvado ofrece una mayor libertad de movimientos, y todas las soldaduras presentan unas líneas suaves y limpias. Los acabados son muy buenos.
Con todo, Merida ofrece en esta familia dos cuadros distintos, uno un poco más elaborado y que recibe el apellido Pro, y el que nosotros hemos podido disfrutar que comparten varios modelos de la familia y que ha sido denominado Comp. Con estas dos alternativas, la gama satisfará un amplio rango de precios para todos los bolsillos, contando con cinco modelos en total. Entre ellos, dos modelos de gama superiores, las One Twenty 900 y 800 (con cuadro Pro), estarán equipados con una horquilla con 130 mm de recorrido, dando a la bici un enfoque más agresivo. Mientras tanto los tres modelos inferiores, XT Edition, 600 y 500 (con cuadros Comp), montan horquillas de 120 mm, un poco más económicas y que permiten por tanto ajustar aún más su precio final, aunque no disfrutan de tener un tubo de dirección tapered y un eje delantero pasante de 15 mm.
Esta versión XT Edition que probamos pertenece a las más económicas, que se montan con cuadro Comp, pero nos ofrece un montaje completo basado en el grupo Shimano Deore, combinando SLX para las manetas y el resto, XT, pedalier y cambio incluidos. Componentes que vienen acompañados con otras piezas de buena calidad como el sillín Prologo Kappa, las ruedas con llantas DT Swiss y bujes Formula, y los efectivos frenos Shimano.
¡Qué bien lo están haciendo los chicos de Merida con esta gama! La One Twenty logra una relación entre montaje, rendimiento y precio inigualable. A ver qué opinas tú…

Superando expectativas
Para probar una bici de 120 mm de recorrido destinada a largos recorridos en todo tipo de terrenos hay que someter a esta máquina a pruebas que se salgan un poco de lo común. Así que metí a esta bella Merida de color negro en la furgoneta y juntas pusimos rumbo al Pirineo aragonés, a L’Aínsa (Huesca). Unos intensos días en los que la One Twenty ha podido descubrir los senderos de la Zona Zero, un terreno de juego absolutamente increíble en términos de paisajes y de la calidad y dureza de sus rutas.
Inevitablemente esta bici ha tenido que enfrentarse a una diversidad de situaciones...: sendas infernales plagadas de piedras sueltas, singletracks interminables con un 100% de «flow», subidas tranquilas y descensos vertiginosos, o caminos casi imposibles que te llevan al límite. Ha rodado por profundos cañones, por bosques impenetrables, ha coronado altas montañas y ha surfeado por margas de ensueño. Un lugar de cuento de hadas para la bici de montaña, ideal para recoger las primeras impresiones de una bici a la que le he exigido el máximo.
A primera vista, la posición de pilotaje sobre el sillín parece relajada, pero no en exceso. Algo que confirmo a medida que le hacemos kilómetros, encontrando que la postura permite lograr una buena eficacia de pedaleo manteniendo la comodidad en las jornadas de más horas sobre la bici.
Es precisamente en las largas subidas donde la One Twenty se defiende más que correctamente, con unas suspensiones que efectúan bien su trabajo de absorción al tiempo que mantienen la motricidad incluso en terrenos y firmes degradados y sueltos, donde se muestra dinámica y permite mantener la vivacidad y el rendimiento.
Está claro que no es un cohete cuesta arriba, pero la One-Twenty se muestra bastante homogénea. El modelo probado no es un tope de gama y su peso de 13,5 kg (en talla S) le penaliza un poco en algunas ascensiones empinadas en las que toca «apretarse los machos».
En el momento de abrir las suspensiones en posición Descent ¡llega la felicidad!
Pero la elección de un amortiguador Fox Float CTD Evolution, que permite bloquear la suspensión casi al máximo sin perder rendimiento, ayuda a compensar y superar las limitaciones propias de una bici en este rango de precio.
Por otra parte, en el momento de abrir las suspensiones en posición Descent ¡llega la felicidad! La suspensión se muestra suave, apenas notas que está trabajando mientras te enfrentas a todo cuanto se pone a tu paso, hasta el punto de que hay ocasiones en las que parece que disfrutas de más de esos 120 mm anunciados. Sin duda a esto contribuye su ángulo de dirección tan abierto, de 67,5º, casi más propio de una bici de all-mountain, uno de los culpables de que cuesta abajo nos queramos soltar la melena.
En efecto, la bici me parece muy equilibrada en las bajadas, en las que no necesitamos cargar un peso excesivo en el tren delantero para encontrar el máximo agarre. Las suspensiones, sensibles y progresivas, actúan de manera eficiente, pero no se me olvida que estoy sobre una bici de trail, con la que a pesar de mantener buenas velocidades sé que tampoco voy a batir ningún record en las bajadas.
Aun así, en este periplo pirenaico por la Zona Zero la he exprimido al máximo, se las he hecho pasar de todos los colores en este territorio plagado de senderos infinitos, con más de 1.000 km de circuitos endureros, auténticamente salvajes, de aventura pura, lo que me ha permitido evaluar dónde están sus límites.
Sobre otros terrenos, ya más cerca de casa, más blandos, sueltos y arenosos, la suspensión mostró una buena progresividad, y el sistema completo Float Link cumplió a la perfección su misión de mantener el tren trasero activo pero con una excelente rigidez. Esto me ha permitido en todo momento negociar a gran velocidad los senderos más rápidos y también las zonas más reviradas y de curvas cerradas. Realmente impresionante.
Estás delante de una bici «todo uso» que se adapta a todo aquello que le propones
También es verdad que esta bici tiene argumentos que ayudan a sentirte tan cómodo en las bajadas, como el ya mencionando ángulo abierto de la dirección, su manillar de 740 mm que te aporta confianza en la conducción, o la potente frenada de los Shimano Deore con discos de 180 mm, que se muestran firmes incluso tras una jornada en la que se enfrentaron a más de 1.200 metros seguidos de desnivel negativo, habiendo arrancado a más de 2.000 metros de altitud. Lógicamente se notó un cierto endurecimiento en el tacto provocado por el aumento de temperatura, pero… pocos frenos habrían pasado con tan buena nota esa aventura.
Aunque no son su fuerte, esta bici aprueba en las zonas más trialeras, con escalones y raíces, donde se comporta con dignidad aunque a veces te recuerda que lógicamente no estás ante una bici de enduro sino de una trail que bajando se muestra agresiva y te pide más y más.
La One Twenty XT Edition me ha ofrecido agradables sorpresas. Embrujada por la tradición de rendimiento de las bicis de Merida, esta vez he centrado mi atención en el sencillo placer de disfrutar de una bici «todo uso» que se adapta a todo aquello que le propones.
Evidentemente no se puede tener todo, y esta One Twenty ha mudado un poco su inicial carácter de pura maratoniana a una personalidad más completa, que te ofrece confianza y eficacia para afrontar cualquier terreno. Una trail ideal para largas rutas, para recorridos con perfiles de montaña rusa, y para todos los que buscan una bici para todo, a veces difuminando los límites del uso maratón y hasta del all-mountain.

Resumiendo
La nueva Merida 2015 que hemos probado da la sensación de ser un modelo de gama superior. No en vano, los componentes Deore XT en la transmisión así lo atestiguan, pero son las buenas sensaciones al pedalear las que sobre todo invitan a pensar así. Va muy fina; es, sin duda, uno de los modelos más avanzados y más completos de las últimas generaciones One Twenty.
La combinación del sistema CTD en ambas suspensiones ofrece una gran capacidad de absorción en ruta para el mejor aprovechamiento de nuestras fuerzas. Lo cierto es que la elección del amortiguador demuestra ser la más adecuada en base a un «concepto trail» de bici versátil para esta One Twenty. Su capacidad de absorción igualmente es fenomenal, por encima de lo esperado inicialmente.
De hecho, no esperaba que esta bici absorbiese tanto y tan bien. Siendo una bicicleta con uno de los perfiles más equilibrados, sorprende más si cabe, pues si bien confiaba en su buen comportamiento pedaleando en subida o en llano, me ha sorprendido gratamente cuando el camino se ha puesto cuesta abajo.
No hay duda de que los cambios en la geometría y su nuevo sistema flotante del triángulo trasero han conseguido un equilibrio general más que correcto. Su manejabilidad es exquisita, es muy noble y a la vez muy precisa, y tan sólo le pondría un pero en este punto a los neumáticos Schwalbe, que ofrecen poca resistencia a la rodadura y a los impactos en los terrenos duros en los que la bici te invita a adentrarte.
No podemos desde la redacción de MTBPro sino felicitar a los ingenieros y jefes de producto de Merida por la buena bici que han concebido. Un modelo que ya ha dejado de ser una opción alternativa a las grandes marcas tradicionales, para pasar a ser una de las referencias con mayúsculas de la categoría trail.
La bici al detalle...

Se ha confiado el funcionamiento de las suspensiones a Fox, incorporando las exitosas versiones Float CTD Evolution tanto para el amortiguador como para la horquilla, que cuenta con 120 mm de recorrido. Ésta viene equipada con un eje de 9 mm, quizá su punto menos fuerte, pero ofrece sin embargo un tacto suave, fiable y rigidez. Respeto al sistema CTD, cuando afrontas una subida y hay que emplearse a fondo en el pedaleo, con las suspensiones bien ajustadas, incluso en el modo Trail, no notas un vaivén exagerado. Y si activas el modo Climb parece que no lleves una doble. A la hora de bajar, con las suspensiones trabajando en todo su recorrido, transmite mucha seguridad.

Con ambos discos de 180 mm, la potencia de frenado es absoluta, aportando mucha seguridad. Así son los Shimano Deore. Frenan con mucha fuerza y bastante progresividad aunque es importante dosificar tu frenada al principio para evitar sustos o caídas tontas, sobre todo si vienes de frenos V-Brake. Nos parecen uno de los componentes más relevantes, sobre todo a la hora de afrontar bajadas complicadas.

Nos encontramos en las ruedas con un correcto montaje que consta de aros de DT Swiss y de una pareja de bujes firmados por Formula, siendo de 9 mm el delantero y de 12x142 mm trasero. Las ruedas son bastante resistentes y ruedan bien, pero nos gustaría un poco más de rigidez, especialmente en los desplazamientos laterales, lo que penaliza ligeramente el redimiendo del conjunto cuando aprietas al máximo. Un eje delantero de 15 mm ayudaría a corregirlo.
Las cubiertas son Schwable, en concreto el modelo Nobby Nic, con un generoso balón de 2,25”, diseñadas para ser usadas en todo tipo de terrenos, seco, compacto y rocoso. Se trata de una cubierta ligera y muy polivalente que aporta un muy buen rodar y muy buen agarre en curva gracias a sus tacos laterales. Lo único que me ha sorprendido un poco es el rápido desgaste de los tacos en terrenos muy agresivos y por otra parte la fragilidad de la cubierta, con la que hemos pinchando muchas veces.

Las bielas XT pertenecen al grupo de gama media-alta de Shimano. Los dos platos armados de 38 y 24 dientes respectivamente son una combinación muy efectiva para salidas tipo trail y all mountain, para afrontar subidas y bajas prolongadas y exigentes, y cuentan con una longitud de bielas de 170 mm (en talla S). En el conjunto de la transmisión destaca también el cambio trasero XT Shadow+ de 10 velocidades, perfectamente optimizado para lograr una gran eficiencia en su rendimiento y un funcionamiento suave y preciso que aporta facilidad en el rodar cuando hay que jugar con las marchas. Sin duda estamos ante un conjunto de cambio y bielas que no te defraudará.

Los Deore SLX son una muy buena opción para tener unos mandos de cambio sencillos, fiables y de contrastada calidad. Tienen una ergonomía muy buena y un funcionamiento rápido, sencillo y preciso. Su peso es de 265 gr y vienen optimizados para trabajar con el casete de 10 velocidades y los dos platos. No hemos encontrado ningún problema en toda la prueba. El mando del bloqueo de la horquilla esta situado en la parte izquierda del manillar y su usabilidad no es la más intuitiva, pero disponer de él es una buena ventaja ya que permite controlar fácilmente el funcionamiento del sistema CTD (Climb, Trail y Descent). El manillar es de la marca propia marca Merida, de su gama Pro, fabricado en aluminio y con 740 mm de anchura. La potencia también es de la misma familia de componentes, y el conjunto se completa con unos puños Merida con sistema «lock-on» que cuentan con un buen tacto y agarre. La sensación de control es alta en todo momento.
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