Probamos la Bold Unplugged V2 Pro, una enduro que puedes ajustar a tu medida
Cuando recogí la Bold Unplugged V2 para probarla tuve ciertas reticencias. Los encargados de probar las bicis de enduro suelen ser, por lo general, mis compañeros Iñaki e Iván; yo soy más XC-trail, pero en este caso por agendas me tocaba a mí. No obstante, adelantándome mucho hasta casi las conclusiones, he de decir que me ha soprendido un montón y me ha callado en muchos aspectos.
Y lo ha hecho porque, entre otras cosas, pedalea muy bien. Al punto de que la he llegado a considerar más una bici de trail que una de enduro, aunque cuando la gravedad se pone muy a nuestro favor y los tramos se complican, saca a relucir todo su potencial. Pero es que, además, la Bold Unplugged es una bici que podemos personalizar o ajustar en muchos puntos hasta dejarla completamente a nuestro gusto.
Un vistazo exterior a la Bold Unplugged V2
Antes de meterme de lleno en describir todas las posibilidades de personalización de la Unplugged, hay que mencionar que Bold es una marca muy joven, ya que nació en 2015, y la Unplugged vio la luz por primera vez en 2018. La que puedes ver aquí es la segunda versión (V2) que se presentó a finales de enero de 2023.
Hay que señalar que su cuadro y su estética llaman mucho la atención. Evidentemente por la ubicación oculta del amortiguador en el cuadro, aunque también por su geometría. Cabe señalar que hoy en día estamos más acostumbrados a esa ubicación del amortiguador al haberse convertido en el nuevo sello de SCOTT, pero hay que recordar que los primeros que apostaron por ello fueron las Bold y hasta que SCOTT no adquirió a la, también, marca suiza , no lo empezamos a ver en las Spark, Genius, Lumen... Pero Bold también ha obtenido sus beneficios de esta compra, con una gran sinergia entre los equipos de desarrollo de las dos compañías.
Marcado por este diseño, las formas del cuadro también son bastante atractivas, con un tuvo superior con un slooping muy marcado y un tubo diagonal que acaba en una posición adelantada para albergar tanto el amortiguador como posteriormente el pedalier. El diseño del basculante trasero también es muy particular, con unos tirantes muy bajos que acaban en una bieleta que los une al tubo vertical, dando lugar a una pieza reforzada y con mucha rigidez, especialmente lateral. Precisamente en esa bieleta encontramos algunos de los responsables de las enormes posibilidades personalización de la Unplugged, pero no me quiero adelantar.
El gran trabajo realizado para la integración del cableado y las soluciones hayadas para pasar los cables del triángulo principal al trasero también son elementos destacables, así como la gran cantidad de protecciones que encontramos incluidas en el cuadro o la tapa que nos da acceso al amortiguador trasero.
Esta tapa la retiramos sin necesidad de herramientas (presionando el "botón" que tiene) y dentro, además del propio amortiguador con una relativa facilidad para hacer los ajustes habituales, encontramos el llamado "Save the Day Kit" con elementos que nos vendrán muy bien para arreglar las averías más comunes durante una salida (te lo cuento en la sección de detalles). Además, en el eje trasero encontramos una llave torx T25, T30 y allen del 6, con las que podremos ajustar prácticamente toda la bicicleta, incluyendo muchos pivotes.
Con un amortiguador oculto lo más fácil es pensar ¿cómo podré ajustar el sag de la suspensión? Pues Bold lo ha solucionado de una forma muy sencilla y visual que nos permite ajustar el SAG sin ninguna necesidad de ayuda. En el pedalier, en el lado izquierdo (el contrario a la transmisión), encontramos una placa metálica con un indicador del recorrido usado y un imán que nos ayuda a ver cuánto recorrido hemos usado y por supuesto el SAG. Fácil e intuitivo y sin necesidad de medir la carrera del amortiguador.
Por cierto que la maniobra de extraer el amortiguador tampoco es excesivamente complicada, quitamos la tapa protectora, se libera el tornillo que encontramos en la parte delanteral del pedalier, comprimimos ligeramente la suspensión y liberamos el tornillo pasante posterior para luego sacar el amortiguador.
Las posibilidades de ajuste y personalización, su gran baza
Sólo con estos argumentos la Bold Unplugged ya sería una bici diferente y muy interesante, pero es que Bold no se ha conformado con ello, sino que teniendo en cuenta sus usuarios objetivos (practicantes de enduro, incluso de competición), ha buscado ofrecer una amplia capacidad de personalización. Cuenta con un doble Flip-Chip Bold VarioTec que, además de montar una rueda trasera de 29" o una de 27,5" y tener una Mullet (opción que hemos probado y viene de serie en las tallas S y M) permite modificar la altura de la caja del pedalier en 6,3 mm (5 mm de variación real a la que añadir la diferencia del tamaño de la rueda trasera).
En talla M, y en función de la posición del Flip-Chip y la altura del pedalier (Low o High), el ángulo de la dirección es de 63,2º o 63,6º; la altura del pedalier es de 340,3 o 345,3 mm, el ángulo del sillín es de 77,7º o 78,1º. Además, el ángulo de la dirección también podemos modificarlo en un +/- 1º. Para ello no hace falta desmontar completamente el manillar o tocar el cableado, sólo hace falta levantarlo y girar 180º las cazoletas de la dirección. Las vainas son de 438 mm, una medida muy atractiva para una enduro con carácter pedaleador y el reach y el stack en talla M son de 458,3/462,2 y 631/628,2 mm respectivamente.
Suspensión trasera IST VP y TracLoc
El sistema de suspensión trasera es un Pivote Virtual IST con una bieleta concéntrica al pedalier y unida directamente al amortiguador dentro del cuadro, lo que hace que los pivotes de suspensión no se instalen en el propio cuadro y logrando también una mayor rigidez lateral de estos puntos de giro. La apuesta por un sistema de Pivote Virtual ofrece una curva de progresividad con una primera parte del recorrido muy suave para absorver las pequeñas irregularidades que se va endureciendo a medida que aumenta el uso del recorrido.
Pero antes he dicho que la Unplugged pedalea muy bien y es, en gran medida, por la apuesta del sistema TracLoc que permite controlar el prehundimiento del amortiguador. Es decir, al igual que el TwinLoc de SCOTT, no sólo controla la compresión hasta el bloqueo, sino que también controla la curva de la suspensión y modifica la geometría.
Con el TracLoc tenemos tres posiciones: Descenso, en la que el amortiguador está completamente libre y tenemos todo el recorrido; un modo medio, Tracción o Ramp, en el que se reduce el recorrido libre del amortiguador a 100 mm (modificando ligeramente la geometría y con el pedalier un poco más alto) y su comportamiento se vuelve más firme para agilizar el pedaleo; y un modo de Subida (Climb) en el que se mantiene el cambio de geometría del modo anterior y el amortiguador se bloquea completamente para los senderos más empinados.
Cuadro y montaje de la Bold Unplugged Pro
El cuadro es de fibra de carbono HMX, un sello en el que se nota la mano de SCOTT, así como en algunas de sus tecnologías aplicadas como la integración y guiado del cableado de Syncros. El resultado es un cuadro de 3.599 g amortiguador incluido (pero, tal y como Bold indica, sin el Save the Day).
Centrándonos ahora en el modelo Pro que he probado, además de lo que destacaré en la sección de detalles, cabe señalar que el sistema de suspensión queda en manos de una horquilla FOX Float Performance Air Grip con 170 mm y un amortiguador FOX Float X Nude para el sistema TracLoc que ofrece 160 mm de recorrido a la rueda trasera.
También hay que destacar el cockpit Syncros Hixon iC Carbon, especialmente porque contribuye de forma activa a la entrada y el guiado del cableado interno por la zona de la dirección sin interferir con ésta; o la tija telescópica Syncros Duncan de 34,9 mm de diámetro y largo recorrido (170 mm en talla S y 200 mm en M, L y XL).
En acción con la Bold Unplugged Pro
La Unplugged es una bici de enduro, y como tal, lo más procedente es centrarnos en su capacidad bajadora. Sin embargo, quiero empezar haciendo hincapié de nuevo en cómo sube y pedalea. En este apartado es especialmente ágil. Además, con sólo 15,59 kg de peso (Save the Day kit incluido) es muy fácil de mover y se muestra como una bicicleta muy equilibrada. Lo cierto es que, nuevamente, me dio la sensación de estar con una bici trail.
Además, hay que señalar que el trabajo del TracLoc en la suspensión trasera facilita mucho la tarea gracias al ligero cambio de geometría, reducción y bloqueo del recorrido. Precisamente la postura que se adopta ayuda a pedalear en los tramos llanos y de subida, ya que es bastante cómoda, y no los convierte en meros trámites de sufrimiento que debemos pagar para llegar a los de bajada. Evidentemente no lo haremos tan rápido como con una trail pura, pero no le desentona mucho, y los convierte en un elemento más en los que disfrutar.
Evidentemente cuando llega la bajada es cuando la Unplugged Pro saca a relucir todo su arsenal y cualidades, empezando por una geometría y suspensiones que ayuda a "tragarse" todo y siguiendo con un peso bastante bajo, con la mayor parte de la masa -el amortiguador- ubicada bastante baja, que nos permite jugar con el terreno.
Las vainas relativamente cortas también ayudan a que la bici sea muy fácil de mover en las zonas reviradas y técnicas. Particularmente soy partidario de las vainas cortas por las ventajas que ofrecen en cuanto a manejabilidad y reactividad, aunque en ese sentido también hay muchos bikers que prefieran unas vainas algo más largas para tener mayor aplomo y estabilidad a altas velocidades. No obstante, la Unplugged no las necesita, ya que el triángulo principal es bastante largo, y el ángulo de la dirección y lanzamiento de la horquilla colocan la rueda delantera en una posición muy adelantada, dando como resultado un largo de ejes de 1.246,9 mm (1.247 mm con el pedalier en posición alta) en talla M. Esa cifra nos dice que ya cuenta con un aplomo suficiente cuando cogemos mucha velocidad y doy fe de que esto se traslada al terreno.
Quiero señalar también que el haber escogido un formato Mullet ayuda a que la Unplugged sea tan manejable y divertida; una máquina ideal para un bike park. Yo, además, no eché de menos una rueda trasera de 29" en los tramos de pedaleo, quizá porque durante el tiempo que la tuve de test no busqué el rendmiento máximo en las subidas, o quizá porque me ofrecía la tracción suficiente como para compensarlo, pero la realidad es que poder montar también una rueda más grande le suma muchos puntos en cuanto a la polivalencia.
Conclusión
Si repaso todo lo que he escrito de atrás hacia delante diría que la Bold Unplugged es un juguete (en el buen sentido); ágil, divertida, juguetona y asombrosamente polivalente. Pero repasando todo lo anterior, viendo las tecnologías aplicadas, la capacidad de personalización y otros tantos detalles, la Bold se convierte en algo mucho más serio.
Quizá la sensación de "jueguete" sea porque al final, si la configuramos a nuestro gusto y necesidades, la sensación al rodar con ella es la de encajar en ella como un guante, facilitándote mucho la vida en los pasos más técnicos. Incluso si como es mi caso no es mi tipo de bici habitual.
La cantidad de posibilidades que se nos abren en la Bold Unplugged es enorme, y merece la pena invertir tiempo en probar las diferentes configuraciones hasta dar con la que más nos conviene. O hasta saber cómo encajar cada una de ellas según los tramos a los que nos vayamos a enfrentar. Las posibilidades son muchas y una vez tenemos la dinámica cogida, no es difícil cambiar de una a otra. Todo ello adornado, además, con algunas de las últimas tecnologías e innovaciones y unas líneas sencillamente, asombrosas.
Cosas de familia Bold Unplugged
Bold tiene las cosas muy claras, ofreciendo una familia muy pequeña de su Unplugged con dos modelos, el Pro que hemos probado y el Ultimate que equipa horquilla Öhlins en lugar de FOX (el amortiguador es el mismo para beneficiarse de la tecnología TracLoc) y mejora la gama de tranmsisión y frenos. Además, puedes adquirir el cuadro suelto Bold Unplugged, con cockpit Syncros Hixon, tija telescópica Syncros Duncan y amortiguador FOX Float X Nude, por 5.999 € en gris o negro.
Bold Unplugged Pro – 8.999 €
Bold Unplugged Ultimate – 10.999 €
La bici al detalle...
El kit de accesorios y repuestos Save the Day cuenta con lo imprescindible para solucionar la mayor parte de los problemas que nos pueden surgir en una ruta. Se trata de una funda de neopreno con cámara de repuesto, minibomba, desmontables, un espacio para los eslabones rápidos de la cadena y una multiherramienta Syncros Matchbox SL-CT, que va enganchada en la propia tapa, con destornillador Phillips, allen del 2, 2,5, 3, 4, 5 mm y torx T25, además de un tronchacadenas.
Además, como decía en el texto general, de ser parte fundamental en la entrada del cableado interno por la zona de la dirección, el manillar destaca por un ancho de 780 mm con una elevación de 15 mm en tallas S y M y 25 mm en tallas L y XL. También cuenta con un ligero retroceso de 8º para favorecer el agarre y liberar los antebrazos.
Para la Unplugged Pro se opta por una transmisión SRAM GX Eagle 1x12 con plato de 32 dientes y cassette 10-52. Además cuenta con un guiacadenas propio de Bold, de diseño muy minimalista y discreto. Cabe destacar, además, las protecciones de goma que vienen prolongadas de la parte superior e inferior de las vainas y evitan el golpeteo de la cadena. También cabe señalar que el diseño de estas protecciones está pensado para reducir las vibraciones.
Quizá encontrar unos frenos Shimano SLX en una enduro nos pueda sorprender, pero para nada debería hacerlo. Los SLX M7120 con pinzas de 4 pistones son unos frenos brutales con una gran capacidad de frenado y fácilmente modulables. Si, además, los acompañamos con un disco delantero de 203 mm y uno trasero de 180 mm tendremos potencia de frenado suficiente para, prácticamente, cualquier biker.
La Unplugged Pro cuenta con unas ruedas Syncros Revelstoke 2.0 con llantas de 30 mm para albergar neumáticos de volumen generoso. Precisamente los neumáticos son unos Maxxis Minion DHF en formato mullet (29" delante y 27,5" detrás) que se han desempeñado perfectamente bien durante el tiempo que las he probado. Su ancho generoso (2,50" en ambas ruedas) dan un soporte muy bueno en todos los terrenos, ofreciendo un gran agarre tanto en terreno suelto como en zonas rocosas o de raíces.
Como buena bici de enduro la Unplugged cuenta con una tija telescópica de largo recorrido (170 mm en talla S y 200 mm en las restantes), lo que ayuda a bajar aún más el centro de gravedad del conjunto biker+bici. En este caso hablamos de una Syncros Duncan 1.5 de 34,9 mm de diámetro y accionamiento en el triple mando TraLoc. Está fabricada principalmente en aluminio 7050 y tiene un peso declarado de 590 g. El recorrido, además, es de concepto infinito, es decir, que podemos parar en cualquier punto del recorrido si la situación así lo requiere.
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