8 trucos para que tu bici corra más

Este es ese tipo de artículos que no sólo te va a ayudar a que tus pedaladas se transformen en un puntito más de velocidad media y punta, sino que va a hacer que tu experiencia global sobre tu mountain bike mejore para siempre.

Todos estos aspectos de mejora y los trucos que te ayudarán a que tu bici "corra más", son fundamentales en cuanto al mantenimiento y correcto uso de nuestra mountain bike. Todos sabemos que la transmisión debe de estar engrasada o que debemos de llevar la presión correcta en nuestros neumáticos, pero no por saberlo lo cumplimos a rajatabla. Te dejamos con algunos de los mejores trucos de MTBpro para que tu bici corra más sin que tengas que comprarte una eléctrica, claro…

1. Haz un reglaje correcto de las suspensiones

La regla número uno para que tu mountain bike no pierda velocidad e inercia es el setting de las suspensiones. Hay un montón de vídeos y tutoriales donde te explican como regular el SAG, por ejemplo, el que publicamos aquí, que es la base antes de regular el resto de parámetros.

Es muy importante el rebote (dial rojo) porque de él depende que la horquilla y el amortiguador vuelvan a su posición inicial con la rapidez que necesitamos dependiendo del terreno. Del mismo modo, una precarga de aire insuficiente hará que lleguemos al tope con mucha facilidad y una precarga muy elevada, hará que no aprovechemos todo el recorrido del amortiguador y/o horquilla. Si las suspensiones se hunden demasiado tras los impactos y no recuperan su posición inicial rápido, perderás mucha velocidad. Del mismo modo, unas suspensiones con mucha precarga de aire no actuarán en los impactos haciendo la bici incontrolable y muy inestable.

Nuestro consejo: Sigue las instrucciones del fabricante a la hora de reglar tu horquilla y amortiguador y si no sabes como hacerlo correctamente, acude a tu tienda habitual donde te ayudarán a hacerlo. Puedes apuntar los valores iniciales recomendados (precarga de aire en PSI y clics de rebote, que son los más básicos) y a partir de estos ir modificándolos poco a poco dependiendo del terreno por el que te muevas y tus habilidades. Pudiendo volver siempre a los parámetros apuntados si acabas perdido.

2. Elige la longitud de potencia y manillar correctas

Normalmente tendemos a llevar la potencia con bastantes espaciadores debajo lo que hace que estemos muy cómodos de posición, pero que, a la hora de repartir pesos y apoyos, no es lo mejor porque la mayoría del peso se va sobre la rueda trasera. Una potencia corta (entre 30 y 50 mm) posiciona mejor tu cuerpo sobre el manillar y ayuda a que en las curvas la rueda delantera tenga mejor agarre al tener más peso sobre ella. Del mismo modo y si tienes espaciadores de sobra, prueba a quitar inferiormente alguno de 5 en 5 mm para ver como te encuentras con la potencia un poco más baja.

Por otro lado, el ancho del manillar te ayudará a mejorar el control y la posición sobre la bici. Actualmente 720 mm suele ser la medida "mínima" y de ahí hasta 800 mm, que es la que se usa en enduro y descenso.

Nuestro consejo: Juega con los espaciadores de la potencia hasta encontrar tu altura ideal. Lo suyo es dejar 2 cm extra en el tubo de dirección. Una vez que hayas probado varias posiciones y des con la tuya, ya puedes cortar el sobrante del tubo de dirección (si quieres, claro). No olvides que el manillar tiene que estar bien posicionado con los extremos hacia arriba y en dirección de los hombros. Si tienes que girar las muñecas cuando te sientas en el sillín y las posicionas en el manillar, es que la rotación del mismo no es la correcta.

3. Revisa y ajusta las presiones de los neumáticos

La presión de los neumáticos es uno de los puntos fundamentales. Si llevas una presión baja el neumático flaneará en todo momento y sufrirás unos cuantos llantazos. Una presión muy alta no te proporcionará agarre e irás rebotando de un lado a otro… Lo primero que tienes que hacer es pasarte al tubeless si es que no lo has hecho ya. Lo segundo, y dependiendo del tipo de neumático (taqueado, ancho y carcasa), jugar con las presiones dependiendo del entorno en el que te muevas.

Si no sabes por donde empezar, comienza con 1,7 delante y 1,9 bar detrás, que es bastante presión, pero te servirá para valorar cómo se comporta el neumático. Hay mucha variación de las presiones a usar dependiendo del ancho de neumático y sobre todo dependiendo de lo resistente de la carcasa.

Nuestro consejo: Te recomendamos comprar un medidor digital de presión. Es económico (unos 15-20 €) y podrás saber exactamente qué presión tienes en cada momento. Empieza siempre con un poco más y vete bajando progresivamente. Un neumático tubeless con carcasa reforzada aguanta presiones súper bajas, pero conviene que vayas quitando 0,1 bar cada vez, hasta que encuentres el compromiso óptimo entre tracción, agarre en curva, aceleración y respuesta en la frenada e impactos como rocas y raíces.

4. Ajusta apropiadamente los frenos

En el apartado de frenos hay dos puntos muy importantes. El primero es el rendimiento del propio freno, así como el rozamiento de las pastillas. Un freno mal sangrado o que no tenga la potencia suficiente te hará frenar más de la cuenta y te hará bajar la velocidad notablemente, con lo que te tocará invertir mucho esfuerzo pedaleando para volver al ritmo anterior.

Sangra los frenos siempre que notes que no funcionan bien y ajusta la distancia de la maneta al manillar, para que puedas frenar sin tener que estirar la mano y los dedos para llegar a ella. Todos los frenos se pueden regular en alcance, o con un dial exterior manual o por medio de una llave allen. Por otro lado, si las pastillas te rozan, ajusta la pinza para que no rocen, limpia la superficie de las mismas, así como los pistones para que vuelvan bien a su posición inicial.

Nuestro consejo: Si rozan las pastillas revisa los tornillos del disco y si este está torcido, enderézalo con la herramienta adecuada, nunca con los dedos sin guantes de goma (se contamina la pista de frenado). Si tienes unos frenos que tienen muy poco espacio entre el disco y la pastilla aún bien sangrados, saca las pastillas y pásalas un papel de lija fino, para quitar 0,3-0,5mm y así ganarás más espacio, aunque gastes más deprisa las pastillas. Es mejor cambiarlas cuando llegue el momento a que te vayan frenando continuamente.

5. Mejora tu posición sobre el manillar

Tanto las manetas de freno como los pulsadores de cambio, así como los mandos remotos de bloqueo y tija deben de estar posicionados ergonómicamente en el manillar. Si no están en un sitio ‘natural’ para tu posición, tendrás que cambiar la posición de las manos, dedos e incluso los brazos, cuando tengas que frenar, cambiar o subir o bajar la tija. Cada movimiento implica una pérdida de atención momentánea tanto en la pedalada como en la trayectoria, lo que implica bajar algo el ritmo.

Nuestro consejo: Invierte tu tiempo en situar manetas de freno y pulsadores en un lugar que te resulte cómodo y que no tengas que girar la muñeca para cambiar o frenar. Hay modelos de manetas de cambio en las que puedes regular incluso el alcance de uno de los pulsadores. Lo ideal es que la muñeca no cambie de posición mientras cambias, frenas o activas la tija. Vete haciendo pequeños ajustes hasta encontrar el lugar perfecto.

6. Haz el mantenimiento de los rodamientos de las ruedas

Sí, ya sé que parece algo extraño, pero unos rodamientos en malas condiciones restan capacidad de giro a las ruedas. En ruedas de cierta calidad, los rodamientos de los bujes son sellados y se pueden cambiar con relativa facilidad si tienes las herramientas adecuadas. Esto es todavía más vital en la rueda trasera, donde además de contar con los rodamientos propios del buje, el núcleo suele tener otros dos rodamientos (dependiendo de la marca del buje) que conviene revisarlos y/o cambiarlos cuando no giren con suavidad. Del mismo modo también es importante que el par de apriete de los ejes de las ruedas sea el correcto.

Nuestro consejo: Al menos una vez cada dos meses y una vez al mes si vives en zonas de lluvia o humedad, desmonta los casquillos de ambos bujes y examina, limpia y engrasa con el aceite adecuado los rodamientos. También lo debes hacer en el núcleo, en los trinquetes y en la zona dentada del buje donde estos últimos encajan.

7. Mantén la transmisión lubricada

El conjunto de la transmisión (plato(s), cadena, piñones y cambio) son el punto de intercambio entre la fuerza que aplicamos sobre los pedales y el paso de esta energía a la rueda trasera. Si la transmisión está sucia, sin engrasar o con restos de grasa o arena, nuestra pedalada no será tan efectiva ni tan fluida y perderemos algo de energía por el camino.

Lo más básico es limpiar y engrasar al menos la cadena después de cada salida. Con que apliques un poco de desengrasante en un trapo y frotes la cadena, lograrás quitar los restos más grandes del día. Una vez limpia y seca, pon una gota de aceite en cada unión de los eslabones, haz pasar la cadena por todos los piñones y limpia el sobrante de aceite con un trapo limpio. Y si tienes tiempo puedes limpiar también los dientes del plato (si llevas plato único será muy rápido).

Nuestro consejo: A no ser que vivas en una zona muy lluviosa y húmeda, utiliza un aceite de cadena para condiciones de seco, que es mucho menos viscoso y se limpia muy bien sin dejar restos. Lo tendrás que usar más a menudo que un aceite para clima lluvioso, pero la cadena no acumulará restos de grasa, arena o polvo y se moverá por los piñones con mayor fluidez.

8. ¿Todavía no usas tija telescópica?

Esto va para todos y muy especialmente a algunos amigos de Cross Country a los que la tija telescópica les da alergia. Con una tija telescópica se corre más, es un hecho. ¿Por qué? Pues simplemente porque en los descensos donde podemos hacer uso de ella, la maniobrabilidad sobre la bici mejora notablemente y nuestro centro de gravedad también baja, otorgando una mayor estabilidad al conjunto Mountain Bike-piloto.

Esa maniobrabilidad nos hace movernos mejor en zonas técnicas, lo que logra que el paso sobre los obstáculos sea más fluido. Además, en zonas de pista donde bajamos muy rápido, al poder bajar la tija y poder bajar nuestro tronco notablemente, la aerodinámica mejora y baja el centro de gravedad haciéndonos ir "un poco" más deprisa.

Nuestro consejo: Elige muy bien el recorrido de la tija telescópica en función de tu medida de cuadro. Una tija con mayor recorrido te va a permitir bajarla más y con ello tener mayor margen de maniobra sobre la bici. Hay infinidad de modelos, con lo que la compatibilidad hoy en día es casi del 100% de los cuadros.