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De la tierra al asfalto

Tránsfugas del MTB a la carretera

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Tránsfugas del MTB a la carretera

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20/03/2021

Texto: Alberto Álvarez / Fotos: Canyon, Malcolm Fearon, Kramon Cyclophoto, Jim Fryer (Brakethrough Media), Boris Beyer (Red Bull Content Pool), Bartek Wolinski (Red Bull Content Pool), Tim De Waele, Zac Williams, Sven Martin, Tino Pohlmann.



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El MTB siempre ha sido un buen vivero de estrellas para el ciclismo de carretera. Peter Sagan, Floyd Landis, Jacob Fuglsang o recientemente Pauline Ferrand-Prevot y Mathieu Van der Poel son los máximos exponentes de este fenómeno “tránsfuga”.

Mathieu Van der Poel

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En la tercera etapa del Tour de Suiza de 2012, un imberbe Peter Sagan vestido del Liquigas-Cannondale, sacaba la pierna en una curva mojada en el momento en el que la rueda delantera perdía el contacto con el asfalto. bici dominada, pasa el primero por meta alza los brazos y todos aplaudimos. Llegado a la carretera en 2010 después de haber sido Campeón del Mundo Júnior de Mountain Bike, es el mejor ejemplo de cómo la montaña ha curtido a un montón de campeones que reciclan su pasión por las ruedas. De la tierra al asfalto.

Cuando un ciclista profesional viene del mountain bike, todos nos llenamos de orgullo. En el fondo pensamos que "es uno de los nuestros". Sagan, Landis, Fuglsang, Ferrand-Prevot, Evans y el posiblemente próximo rey de todas las categorías, el holandés Mathieu Van der Poel, son algunos ejemplos de los profesionales que han pasado del mountain bike a la carretera, incluso algunos de ellos/as con escala en el ciclocross.

¿Por qué dejar el mountain bike si es el mejor deporte del mundo? Seguro que esa es la reflexión de muchos de vosotros cuando pensamos en por qué un mountain biker se pasa a la carretera. Pero motivos hay muchos y algunos de ellos con mucho peso..., la fama, el dinero, llegar a lo más alto... Y es que el ciclismo de carretera está en la cima a nivel mediático, económico y de prestigio dentro del deporte de la bicicleta.

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Mathieu Van der Poel disputando una prueba de CX

Nos guste o no el mountain bike es el hermano menor a nivel presupuestario y de derechos de televisión si lo comparamos con la carretera. Y menos mal que inversiones privadas y publicitarias como la de Red Bull TV nos permiten disfrutar de la Copa del Mundo y mundiales en los últimos años. Aun así, te puedes ganar medianamente bien la vida si eres profesional del mountain bike y corres la Copa del Mundo, pero dependiendo en el equipo en el que estés y tus posiciones finales en cada prueba, el salario puede variar notablemente.

Siempre puedes tener diferentes "pluses" al conseguir el maillot de campeón de España o de Europa, además de Juegos Olímpicos, aunque eso ya depende del comité olímpico de cada país. Normalmente también los patrocinios con marcas y espónsores varios son los que ayudan a que la carrera de un ciclista de montaña sea viable económicamente en muchos de los casos.

En el pelotón profesional de carretera es otra historia. Los equipos Pro-Tour mueven unos presupuestos mucho más grandes y la posibilidad de encontrar un hueco dentro de tus características como corredor en un equipo top puede hacer que al menos la parte económica deje de ser un problema durante tus años de profesional.

Evidentemente no hablamos de campeones y campeonas del mundo o de la Copa del Mundo, así como los "top-tres" de cada categoría, que suelen tener unas condiciones contractuales y de esponsorización bastante altas. Ryder Hesjedal lo comentó después de los JJOO de Atenas, que se sentía de algún modo frustrado por la poca repercusión del mountain bike profesional a nivel de derechos televisivos, además de los bajos contratos económicos. Después de Atenas se pasó a la carretera fichando por el Rabobank.


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Diferencias

No te pierdas...

Adelantados a su tiempo

Gary Fischer, un adelantado a su tiempo

La principal diferencia entre la competición de montaña y la carretera es la duración de las carreras y lo acotado de las mismas. Los corredores profesionales de cross country compiten entre 1 y 2 horas normalmente, al menos en las pruebas de la Copa del Mundo. Suelen ser competiciones de un solo día y no por etapas como en la carretera (aunque hay pruebas por etapas como Cape Epic o Andalucía Bike Race por poner un par de ejemplos).

Otra de las grandes diferencias y sobre todo la que marca mucho el destino de un ciclista de mountain bike al pasarse a la carretera es el tipo de ciclista que eres. En montaña las carreras son cortas e intensísimas. En carretera puedes optar por uno de los muchos roles dentro de un equipo y dentro del profesionalismo. Dependiendo de tus características físicas puedes ser escalador, esprinter, contrarrelojista, especialista en clásicas de un día o un poco de todo como le pasó al australiano Cadel Evans, que logró ganar un Tour de Francia además de un palmarés espectacular, cuando se pasó a la carretera después de ganar dos Copas del Mundo de MTB.


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Mikel Landa atendiendo a los medios
Nino Schurter, pluri-campeón del Mundo de MTB

Esto no quiere decir que ser un buen corredor en Copa del Mundo en mountain bike te asegure que vayas a rendir al nivel que exige un pelotón de carretera. Las intensidades, los entrenos, las competiciones son muy diferentes y estar muy capacitado para una cosa no te asegura estarlo para la otra.

El tema es que si en montaña no logras estar en los primeros puestos porque la intensidad de la carrera o lo técnico de algunas de ellas te relegan a la mitad del pelotón puede que seas mucho más "útil" en otros puestos en el ciclismo de carretera. A pesar de que hoy en día los líderes del pelotón tienen que rendir al máximo en todas las disciplinas (etapas de montaña, llanas y de contrarreloj), los equipos no son solo multidisciplinares, sino que hay muchas opciones si no eres de los que puede aguantar el ritmo de las grandes vueltas de tres semanas.

Un ejemplo es el de Peter Sagan y su adaptación a las carreras de un día (sobre todo las clásicas de primavera), como Roubaix, San Remo o Tour de Flandes, una muestra para comprobar que no solo de mountain bike vive el hombre y que la carretera es mucho más que un Tour de Francia.

El MTB: escuela de técnica y potencia

Muchos de los corredores que han pasado por la montaña saben lo que ese paso les aporta en la carretera. Dicen que Hesjedal se llevó el Giro de 2012 con tan solo 16 segundos de ventaja sobre Joaquín Rodríguez por la capacidad del canadiense para tomar las curvas en contrarreloj.

El francés Jean-Christophe Peraud hablaba de ese plus de potencia heredado del mountain bike a la hora de esprintar en carretera o en el momento de seguir a un rival en las últimas rampas del puerto. “Esas dos horas de montaña en las que compites casi al completo dentro del umbral anaeróbico te dan un plus a la hora de aguantar momentos puntuales de potencia máxima”, decía Péraud. Si eres capaz de gestionar los 200 km llanos de muchas de las etapas a más de 40 de media es fácil que encuentres tu hueco dentro del pelotón profesional si has pasado unos cuantos años en el mountain bike.

Otro es el tema de la técnica. Lance Armstrong atravesó un campo de tierra en el Tour de Francia de 2003 sobre su Trek OCLV cuando delante de él Joseba Beloki se dejaba la cadera y las aspiraciones a ganar la carrera al caer por un tubular despegado. Lo de Sagan ya sabemos que es espectacular y una de las sensaciones actuales como es el joven holandés Mathieu Van der Poel muestra estilo en cualquier de las disciplinas que toca, que son todas…


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Mathieu Van der Poel disputando una prueba de MTB

El mountain bike tiene una parte técnica que te obliga a corregir trayectorias continuamente, saber dosificar frenos en zonas técnicas, así como a un reparto de pesos en zonas complicadas que te aportan un plus a la hora de tomar decisiones de manera casi automática.

El abanico se amplía

Ganarse la vida como ciclista no solo no es fácil, sino muy sacrificado y además con una vida profesional muy corta. Vale que ambos deportes se basan en la bici y en las dos ruedas, pero las diferencias entre tipos de competición, intensidades y duración de carreras y temporada son totalmente distintas. Y eso es lo bueno. Con tanta variedad, un corredor de montaña que note que dos horas no son suficientes para demostrar su talento, puede encontrar hueco en las etapas largas de carretera o en las competiciones de varias semanas.

Y gracias a las clásicas de primavera hay muchos corredores que encuentran en los adoquines y en el barro belga una forma de reencontrarse con las sensaciones límite que te da el mountain bike. De un lado o del otro, confiemos que sigan existiendo corredores insatisfechos que busquen su lugar en este "show business".

Tránsfugas - La Galería

Cadel Evans, ganador del Tour de Francia 2011

Cadel Evans (foto Tim de Waele): Un portento físico desde su juventud para las dos ruedas, el australiano. En 1994 con tan solo 17 años, Evans terminó quinto en una prueba de la Copa del Mundo de mountain bike celebrada en Australia. En 1998 y 1999 fue Campeón de la Copa del Mundo de mountain bike. Se pasó a la carretera en 2002 en el Mapei Quick-Step (después de pasarse 2 años en ‘prácticas’ en el Saeco Cannnondale. En montaña compitió en dos de los equipos más míticos de los 90; el Diamond Back y el Cannondale. En carretera además de Mapei y Saeco, pasó por Telekom, Davitamon y BMC. El único ciclista australiano con un Tour de Francia entre su extensísimo palmarés.

Pauline Ferrand-Prevot en el Mundial MTB 2019

Pauline Ferrand-Prevot (foto Boris Beyer / Red Bull Content Pool): Campeona del Mundo en carretera y en montaña en 2014 y la primera ciclista profesional (de hombres y mujeres) en ganar ambos campeonatos en el mismo año. También ganó en 2015 el Campeonato del Mundo de ciclo cross y este 2019 se ha llevado el Campeonato del Mundo de Mountain Bike y el de Mountain Bike Marathon. Uno de los currículums profesionales más espectaculares de todos los tiempos.

Peter Sagan

Peter Sagan (foto Russ Ellis): En 2008, se llevó el mundial júnior de mountain bike de Val dia Sole y ese mismo año finalizó segundo en el mundial de ciclocross. Todos conocemos las habilidades de Sagan al manillar y le hemos visto haciendo demostración de ello en innumerables ocasiones, especialmente en carreras de un día donde siempre es el rival a batir. De hecho, acumula tres maillots arco iris.

Mathieu Van der Poel en una prueba MTB

Mathieu Van der Poel (foto Dean Hearn): La bestia holandesa de tan solo 25 años es quizá uno de los motivos por los que queríamos escribir este artículo. Campeón del mundo en ruta júnior en 2013, de ciclocross en 2015 y 2019, plata en el europeo de carretera en 2018, bronce en el mundial de cross country de 2018, oro en el Europeo de cross country de 2019, este año ha ganado además tres pruebas de la Copa del Mundo de mountain bike (segundo en la general) y en carretera la Amstel Gold Race y la vuelta a Gran Bretaña. Van der Poel está llamado a ser el rey en alguna de las tres disciplinas, o de las tres... Será interesante ver por cuál se decide y cómo lo gestiona.

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