MTB en invierno: cómo vestirse

El frío, la lluvia, el barro… no son motivos para colgar la MTB durante el invierno. La clave para seguir disfrutando de la bici está en una correcta elección de ropa y en aprovechar al máximo sus capacidades aislantes y de protección.
MTB en invierno: cómo vestirse
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autor mtbpro J. Daniel Hernández
autor de las fotos Archivo

fecha18/01/2024


Con la llegada del otoño y el invierno, muchos bikers aparcan su MTB hasta la llegada del buen tiempo. Sin embargo, en MTBpro preferimos hacer lo contrario, disfrutar de las nuevas sensaciones que traen estas estaciones y, por qué no, del barro y el agua en los caminos ¡incluso de la nieve!

Para seguir saliendo lo único que debemos hacer es acertar correctamente con las prendas que nos pongamos y cómo nos las debemos poner. Así que con nuestros consejos, esperamos que no renuncies a salir a montar en bici en invierno.

La teoría de vestirse con 3 capas para combatir la meteorología

Los que además de ciclismo practiquen montañismo se la saben al dedillo. Los deportes al aire libre, especialmente los que se practican en zonas de montaña, exigen vestirse por capas, como si fuésemos una cebolla. Para poder salir con nuestra MTB perfectamente aislados de las inclemencias meteorológicas nos vale con 3 buenas capas. Si las combinamos bien, con esta teoría podremos realizar cualquier actividad física en la montaña (Mountain Bike, esquí, montañismo, etc) con la mayor protección ante el clima y una alta sensación de confort.

El funcionamiento de la teoría de las 3 capas es la siguiente: nuestro cuerpo funciona con una temperatura de entre 36 y 37,5º y si subimos de estos grados sudamos para expulsar este calor y autoregularnos. Al pedalear o movernos nosotros mismos generamos calor, y al protegernos con diferentes capas buscamos crear un microclima que nos permita mantener este calor corporal, expulsar el sudor que nos generaría sensación de frío y también protegernos de la lluvia, el frío o el viento.

MTB en invierno: cómo vestirse

Precisamente por eso una parte importantísima es la de que las prendas que usemos tengan la capacidad de mantenernos secos, por dentro y por fuera. Con temperaturas bajas el hecho de estar mojados, bien por la lluvia o por nuestro propio sudor, multiplica la sensación de frío que sentimos, por lo que es fundamental mantener nuestro cuerpo seco.

Pero vayamos paso a paso. De la primera parte, la de mantener nuestro calor corporal, se encarga la primera capa. Sería como una segunda piel, una camiseta térmica y técnica que va ceñida a nuestro cuerpo y que evacúe el sudor mientras que mantiene el calor que generamos al pedalear. Pueden ser desde camisetas sin mangas, que también se recomiendan para el verano ya que expulsan el sudor, hasta las de manga corta o manga completa, dependiendo de la temperatura exterior.


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Estas prendas no tienen por qué dar una sensación de calor nada más ponérnoslas, ya que como he dicho, a la hora de hacer deporte es mejor dejar que el propio cuerpo lo genere y buscar ropa que ayude a mantenerlo. Los tejidos técnicos de hoy en día para estas capas son de fibras sintéticas o de lana de última generación (lana merino). Su principal función es que no acumule humedad y por eso no debemos usar nunca algodón, ya que la absorbe muy rápidamente y se seca muy despacio.

La segunda capa es la de protección intermedia, abrigo o aislante. Debe ser una prenda que colabore en la evacuación del sudor pero que también retenga el calor del cuerpo. En los primeros días de otoño podemos usar un maillot normal, pero cuando haga más frío tendremos que optar por los de manga larga y un poco más gruesos.


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La tercera y última capa es la de protección, debe aislarnos completamente del viento, del frío o del agua. Hablamos de las chaquetas con membranas impermeables, tejidos Softshell o cortavientos… Su función principal es la de ser el escudo frente a las inclemencias exteriores, especialmente del viento y de la lluvia, los peores enemigos a la hora de mantener el calor, pero sin descuidar su capacidad para evacuar nuestra propia humedad.

Precisamente por la importancia de la transpirabilidad, para la práctica del ciclismo es mejor apostar por prendas que aíslen del frío y llevar un chubasquero por si empieza a llover, que apostar directamente por el chubasquero. U optar por prendas con tecnologías que ofrecen una gran impermeabilización manteniendo intactas la capacidad de evacuar el sudor.

MTB en invierno: cómo vestirse

Accesorios y otros complementos para montar en bici en invierno

Llevar un chubasquero en la mochila es una buena opción si nuestra chaqueta no repele el agua (no es hidrófuga). Pero hay otros accesorios imprescindibles para disfrutar al máximo de nuestras salidas invernales con la MTB.

Los guantes y los calcetines adquieren una importancia capital en esta época, ya que perdemos una cantidad de calor importante por las extremidades. Por ello hay que buscar materiales que las protejan debidamente, como los calcetines de la lana merino, algo más gordos que los habituales pero que se pueden utilizar con nuestro calzado habitual.

Los días con peor meteorología podemos salir a montar con un botín de neopreno, o con zapatillas específicas de invierno con cubierta de neopreno, que nos protegerá del frío y del agua. Eso sí, hay que tener en cuenta que el neopreno no transpira y si las condiciones no son muy extremas puede que lleguemos a calarnos los pies con nuestro propio sudor.


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Proteger bien las manos es muy importante, ya que corremos el riesgo de que bajando se nos queden rígidas por el frío y tengamos serios problemas para sujetar el manillar o frenar. En el mercado hay guantes largos de muchos tipos capaces de mantener las manos calientes sin que perdamos mucha flexibilidad y capacidad de maniobra. Para los peores días también podemos apostar por guantes más gordos con una cubierta de neopreno, aunque perderemos algo de maniobrabilidad.

Otro de los grandes aliados de los bikers y ciclistas en las épocas frías son las bragas de cuello o cabeza. Las hay de varios grosores en función de la temperatura, y son ideales para proteger el cuello, la cabeza y las orejas. Aun las más gruesas, en realidad es un complemento que ocupa bastante poco, por lo que si subiese mucho la temperatura nos la podemos quitar y guardar en el maillot o en la mochila. Tampoco suele haber problemas para usarlas con cualquier casco.

MTB en invierno: cómo vestirse

En el caso de los cascos tampoco hay que descartar el uso de las carcasas protectoras, que ya incluyen la mayor parte de los modelos de gama alta, que nos protegen del aire o de la lluvia.


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Consejos finales

En Mountain Bike sucede una cosa, y es que cuando nos ponemos a dar pedales subiendo una montaña rápidamente entramos en calor. También se nota mucho la diferencia de rodar en una zona despejada, a merced del viento, a hacerlo en un bosque o con la protección de la ladera de una montaña. O que rápidamente pasemos de las temperaturas frías de la noche y el amanecer a unas más suaves si el día es despejado y el sol calienta.

Por eso debemos tener en cuenta las capas o los complementos (como manguitos y perneras) que llevemos. No debemos salir excesivamente cubiertos si vamos a entrar en calor en seguida. Y siempre hay que contar con guardarlos en la mochila en caso necesario y ponérnoslos a la hora de iniciar una bajada o entrar en zonas más sombrías. Aunque más propios del ciclismo de carretera, los chalecos son una buena opción también para contar con una protección extra. Aunque la ropa de invierno suele ser negra u oscura para absorber la mayor cantidad de rayos solares posibles, siempre tenemos que hacernos visibles, por lo que, además de llevar alguna luz en nuestra bicicleta, es conveniente que las prendas tengan elementos reflectantes.


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Y no debemos olvidarnos de las gafas, incluso en los días más nublados. No sólo nos protegen los ojos del sol y los rayos UV, también lo hacen de las rachas de aire, del polvo, la lluvia, los insectos o las ramas que nos encontramos en los caminos. Siempre es mejor llevar gafas, aun con lentes transparentes, que no llevar nada.

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